Segundo Congreso CSA El movimiento sindical de las Américas puede ayudar a la región a prosperar en tiempos de crisis global El mundo todavía está recuperándose de los efectos de la crisis financiera mundial de 2008. ¿Qué causó la crisis? ¿Cómo afectó a los y las trabajadoras en las Américas? ¿Qué debemos hacer para proteger nuestras economías ante futuras crisis? LA CRISIS FINANCIERA MUNDIAL ES SÓLO LA ÚLTIMA ENTRE MUCHAS OTRAS QUE AZOTAN AL MUNDO. Una breve historia de la crisis financiera mundial Hay muchas causas detrás de la crisis financiera mundial, pero una de las principales fue la desregulación. En las últimas décadas, muchos países desregularon sus sectores financieros para aumentar la ganancia de los bancos. Con esto, los mercados especulativos quedaron totalmente fuera de control. Se transformaron en un gigantesco casino, con inversores ávidos de hacer sus apuestas arriesgadas para ganar altos rendimientos. Su actividad principal en los años previos a la crisis fue la compra y venta de formas exóticas de títulos de la deuda, aumentando su “valor” a través de la especulación. Gran parte de esta deuda se originó en las hipotecas inmobiliarias del pueblo de Estados Unidos. En 2007, el mercado inmobiliario de EE.UU. comenzó a colapsar cuando se hizo evidente que millones de personas no serían capaces de pagar sus hipotecas. Cuando las hipotecas se empezaron a vencer y la gente a perder sus casas, la compleja red global de inversiones basada en estos prestamos, también comenzó a colapsar. Muchos bancos grandes y los inversores que poseían una gran parte de estos papeles ahora sin valor, quedaron frente a la insolvencia. Los mercados bursátiles mundiales se estrellaron en 2008. Las empresas y los consumidores asustados comenzaron a reducir el consumo. La economía productiva entró en recesión en gran parte del mundo y millones de personas perdieron sus empleos. ¡Pero no los ejecutivos financieros y los banqueros que causaron la crisis! Ellos recibieron ayuda urgente por parte de sus amigos en los gobiernos, los cuales rescataron a sus empresas con miles de millones de dólares del dinero público, préstamos sin intereses y planes oscuros para ocultar sus pérdidas. ES VERDAD, EL CAPITALISMO SIN CONTROL PARECE SER LA FUERZA DETRÁS DE LA MAYORÍA DE ESTOS PROBLEMAS. MUCHAS PERSONAS LO LLAMAN MODELO NEOLIBERAL. La crisis puso de manifiesto los profundos problemas de la Unión Europea (UE), donde los países más pobres, como Grecia, tenían problemas para el pago de sus inmensas deudas nacionales. Los líderes de la UE le obligaron a aceptar un programa neoliberal de recortes en el gasto público (austeridad) y privatizaciones a cambio de rescates para ayudar a pagar a los bancos y los tenedores de bonos. El cumplimiento de medidas de austeridad está llevando al pueblo griego a una gran depresión económica. Ahora, muchos gobiernos de todo el mundo están planeando medidas de austeridad para hacer frente a los déficits públicos. Esto amenaza BUENO, con empujar a las economías AMÉRICA DEL SUR desarrolladas a la recesión. NO SE SALIÓ LA CRISIS LE DIÓ MUY DURO A LOS PAÍSES DESARROLLADOS. ¿QUÉ PASÓ EN AMÉRICA LATINA? TAN MAL. DALE UN VISTAZO. Algunos países de América del Sur han evitado lo peor de la crisis. ¿Cómo lo hicieron? En las Américas, los países más dependientes de los EE.UU. fueron los más afectados por la crisis financiera mundial y por la recesión. Sin embargo, muchos países de América del Sur y del continente en su conjunto, han logrado evitar sus peores efectos. Después de un ligero descenso en el empleo en 2009, el continente volvió rápidamente a un crecimiento económico fuerte. ¿Por qué? La gente comenzó a elegir gobiernos progresistas en América del Sur alrededor de la vuelta del siglo. Desde entonces, han estado trabajando para revertir algunas de las desastrosas políticas neoliberales de las décadas anteriores que diezmaron los servicios públicos, la seguridad social, la atención de la salud y la educación. Se aumentó el gasto en programas sociales e infraestructura, en el aumento del salario mínimo, entre otras cosas. Estas medidas contribuyeron a reducir la pobreza y la desigualdad, lo que ayudó a mantener el crecimiento económico y el consumo durante la crisis mundial. Los gobiernos progresistas merecen parte del crédito, pero no actúan solos. La lucha del movimiento sindical por la igualdad y la justicia se remonta a muchas décadas. LOS GOBIERNOS PROGRESISTAS EN SURAMÉRICA AYUDARON A AISLAR EL CONTINENTE CON UN ENFOQUE EN LA REDUCCIÓN DE LA POBREZA, LA SEGURIDAD SOCIAL Y EL DESARROLLO LOS PAÍSES CON VÍNCULOS MÁS ESTRECHOS CON LA ECONOMÍA DE ESTADOS UNIDOS FUERON LOS MÁS AFECTADOS Otra razón para la fortaleza de América del Sur durante la crisis han sido los numerosos proyectos de integración política y económica en la región. Los acuerdos de cooperación económica, social y política entre los países han ayudado a tornarlos más independientes que nunca y capaces de determinar su propio futuro. Por último, hubo una razón externa importante para el éxito de América del Sur que no se puede ignorar: la fortaleza de los precios mundiales de productos primarios y la demanda de Asia (especialmente de China) por las materias primas y los recursos naturales de América Latina. ADEMÁS, TODOS ESTOS ACUERDOS DE INTEGRACIÓN POLÍTICA Y ECONÓMICA AYUDARON A TORNAR LA REGIÓN MÁS INDEPENDIENTE. CELAC: Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños; ALBA: Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América; Unasur: Unión de Naciones Suramericanas; Mercosur: Mercado Común del Sur, CAN: Comunidad Andina de Naciones; CARICOM: Comunidad del Caribe; SICA: Sistema de la Integración Centroamericana. ES EVIDENTE QUE LAS POLÍTICAS PROGRESISTAS AYUDARON A EVITAR LA CRISIS, PERO YO TODAVÍA VEO UN MONTÓN DE ESCENAS COMO ÉSTA. LA CRISIS ES PARTE DE LA VIDA DIARIA Y SIEMPRE LO HA SIDO. VAMOS A ECHAR UN VISTAZO A ALGUNOS DE LOS PROBLEMAS QUE AÚN DEBEN SER RESUELTOS. Es una tendencia positiva, pero todavía hay serios problemas para superar Gracias a las políticas sociales y económicas progresistas de varios países de Suramérica, la región es considerada como uno de los motores del crecimiento mundial y de la recuperación. Esto es bueno, pero aún queda mucho por hacer en toda América Latina y el Caribe. Todavía hay un largo camino por recorrer para revertir los daños causados por décadas de destrucción neoliberal. Graves injusticias en nuestras economías, nuestros lugares de trabajo, nuestros sistemas políticos y nuestras sociedades están todavía presentes. La pobreza y la desigualdad La pobreza generalizada y la desigualdad siguen siendo grandes problemas en la mayoría de los países de América Latina. En conjunto, alrededor de un tercio de la población de la región se encuentra en la pobreza o pobreza extrema (unos 180 millones de personas). La desigualdad sigue siendo extrema. El 10% de la población recibe el 30% de la riqueza, mientras el 40% más pobre recibe sólo el 15%. Guerra contra los sindicatos Los sindicatos son cruciales en la lucha por el trabajo decente. Sin embargo, el movimiento sindical en las Américas enfrenta serias amenazas. El derecho a la libertad sindical y la negociación colectiva no se respeta plenamente en todos los países. En algunos casos, ser un miembro activo de un sindicato puede poner en peligro la vida. La violencia contra los y las sindicalistas es especialmente frecuente en Colombia, Guatemala y Honduras. Un sistema fiscal injusto El desempleo y la falta de políticas públicas para la juventud A pesar de que hay más personas trabajando que hace una década, ningún país ha alcanzado el pleno empleo. Eso significa que millones de personas aún necesitan trabajo, un OIGA ¿POR QUÉ TAN TRISTE, problema que es especialmente grave HERMANO? ¿NO ENCUENTRA TRABAJO? ¿POR QUÉ NO entre la juventud. Cifras alarmantes TRABAJA PARA NOSOTROS? de jóvenes que carecen de trabajo y oportunidades educativas se sienten atraídos por el crimen organizado. Mientras tanto, hay demasiados niños y niñas trabajando que deberían estar en la escuela. Muchos niños y niñas se ven obligados a trabajar y en condiciones peligrosas a las cuales jamás deberían estar sujetos. Los empleos precarios El crecimiento económico ha generado más puestos de trabajo, pero la calidad del empleo es una preocupación muy grave. El trabajo informal está aumentando, así como los empleos precarios e inestables en el sector formal. Los y las trabajadoras muchas veces carecen de un contrato, salarios adecuados, prestaciones, seguridad laboral y otros derechos fundamentales. Políticas neoliberales de flexibilidad laboral como la tercerización son todavía un lugar común en muchos países. Mientras los gobiernos progresistas realizan esfuerzos para redistribuir la riqueza mediante la inversión social, el sistema fiscal de los países de la región mantiene la desigualdad. La mayoría de los países aplican impuestos al consumo en lugar del impuesto sobre la renta. Esto es “regresivo”. Significa que las personas pobres y los ricos acaban contribuyendo aproximadamente el mismo porcentaje de su renta en impuestos. Este sistema coloca una carga injusta para las personas de menores ingresos. Para tener una sociedad que redistribuya la riqueza y reduzca la desigualdad, son necesarios impuestos “progresivos”, donde los más ricos paguen más y los más pobres no tengan que pagar. Desigualdad de las mujeres ¡OYE! ¡N ES JUS O TO! La situación de las mujeres ha mejorado un poco, pero ellas todavía enfrentan cargas de trabajo injustas y discriminación. En el trabajo, las mujeres suelen ganar menos que los hombres que tienen la misma función. Las mujeres tienen más probabilidades de ocupar puestos de trabajo informal y precario. En casa, las mujeres asumen solas la injusta tarea de cuidado infantil, de la salud y la atención de los ancianos de sus familias. Sobre todo porque los gobiernos han privatizado los servicios públicos durante los años neoliberales. Por último, las mujeres siguen sufriendo altos índices de violencia doméstica. GRACIAS POR SU SERVICIO, SEÑORITAS, PERO YA NO SON NECESARIAS. RECOJAN SUS COSAS Y ADIÓS. ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA HACER FRENTE A ESTAS INJUSTICIAS? PODEMOS EMPEZAR POR ECHAR UN VISTAZO A LA AGENDA PARA EL CAMBIO DE LA CSA El reto para el movimiento sindical de las Américas Nuestra región debe seguir protegiéndose de la crisis global. Al mismo tiempo debe hacer frente a las injusticias históricas. El movimiento sindical tiene un papel importante a desempeñar. Tenemos que luchar para asegurar que los últimos logros progresistas se vuelvan permanentes y presionar los gobiernos a poner un alto al legado terrible del neoliberalismo. ¡Desarrollo sustentable y trabajo decente! El crecimiento económico no es suficiente.Tenemos que trabajar hacia el desarrollo sustentable. La CSA defiende que la base del desarrollo sustentable es el trabajo decente para todos y todas, es decir, el trabajo que paga un salario digno y ofrece beneficios y protección contra los abusos. Instamos a todas las naciones a cumplir con su compromiso en la OIT e implementar un Plan Nacional de Trabajo Decente. Para aquellos que no pueden trabajar, debe haber un piso mínimo de protección social, de modo que nadie se vea obligado a vivir en la pobreza. Por último, el desarrollo sustentable significa centrarse en las actividades económicas que no destruyan el planeta. Además, tiene que haber “justicia ambiental”, que significa compensar a las comunidades más pobres que se ven desproporcionadamente afectadas por la destrucción ecológica. ¡Libertad sindical! Los y las trabajadoras de todos los países deben tener el derecho a organizarse y ser representados por sindicatos. La CSA defiende el derecho a la libertad sindical y la negociación colectiva, e insta a todos los países a ratificar y cumplir con los convenios 102, 189, 151 y 154 (entre otros). ¡Una integración regional que funcione para la clase trabajadora! Los diferentes proyectos de integración regional entre los países latinoamericanos han tornado la región más fuerte. La CSA apoya este proceso, pero insiste que el movimiento sindical debe tener voz en las negociaciones. ¡Acabar con el casino global! Los países deben poner frenos a la conducta de los especuladores financieros, que pueden diezmar una economía a través de sus acciones irresponsables. La CSA apoya la regulación de los flujos financieros y la implementación de un impuesto sobre las transacciones financieras. Estos recursos podrían ser utilizados para fortalecer los servicios públicos. ¡Democracia participativa! Después de una larga historia de dictaduras en América Latina, la democracia es la norma en la mayor parte de la región (aunque el reciente golpe de Estado en Honduras fue un retroceso alarmante). Aún así, la democracia debe ser algo más que votar cada pocos años. La CSA apoya una forma más fuerte de democracia, donde los ciudadanos participan en las decisiones políticas que afectan sus vidas diarias. Para ello, se necesitan mecanismos participativos, como referendos y consultas públicas. Por último, una sociedad verdaderamente democrática es aquella que elimina la desigualdad de las mujeres y la exclusión social de grupos marginados, entre otros. No sólo nuestros sistemas políticos tienen que ser más democráticos, también nosotros mismos, los sindicatos, tanto nacionales como internacionales. Como parte del proceso de autorreforma, la CSA insta a todas las organizaciones sindicales a ser más representativas de su base, a través de la inclusión de más mujeres y jóvenes en sus filas. ¡Podemos mostrar al mundo! AMÉRICA LATINA TIENE UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA. CONSTRUIR UN MODELO ALTERNATIVO PARA EL MUNDO EN UN MOMENTO DE CRISIS DEL CAPITALISMO. PODEMOS SUPERAR LA CRISIS SI CAMBIAMOS EL MODELO QUE LA HA CREADO. CON UN MOVIMIENTO SINDICAL FUERTE Y UNIDO EN LAS AMÉRICAS, LIDERADO POR LA CSA, ¡PODEMOS HACERLO! ¡MANOS A LA OBRA! ¡VALE! Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas • www.csa-csi.org Financiado y apoyado por la Confederación Sindical Internacional (CSI) y el Congreso Laboral Canadiense (CLC) Basado en una investigación original elaborada por la CSA Escrito, diseñado e ilustrado por Tony Biddle www.perfectworlddesign.ca © 2012, Tony Biddle