Transferencia y ayuda norteamericana hacia América Latina: las

Transferencia y ayuda norteamericana
hacia América Latina: las prioridades
que refleja el presupuesto
Observatorio Nº 2, mayo, 2005
por David Álvarez Veloso*
Michelle Isenhouer**
Área de Relaciones Internacionales y Estudios Estratégicos
Ø Mientras algunos países no reciben ayuda económica y social, todos perciben algún tipo de ayuda
militar.
Ø En términos del PIB Estados Unidos destina un 0,13% para ayuda internacional. Esta cifra sube al
0,2% si se suma la ayuda militar.
Ø América Latina es la región del mundo que recibe mayor cantidad de entrenamiento militar por parte
de Estados Unidos.
Durante gran parte del año 2004, la agenda
de la política norteamericana estuvo centrada
en las elecciones presidenciales que definirían
la continuidad o recambio de George Bush
al mando de la Casa Blanca. La guerra de
Irak, seguridad, y economía fueron los tópicos
principales de una campaña que reflejó
fuertemente que América Latina y el Caribe
continuarían estando en un segundo o tercer
lugar de las prioridades, independiente de
quien resultara ganador.
Ciertamente, desde septiembre de 2001, el
terrorismo y la seguridad constituyen los focos
principales de la política del Departamento de
Estado y a pesar que el Comandante a cargo
del Comando Sur ha señalado que no existen
indicios de actividad terrorista islámica que
ponga en peligro la seguridad estadouni-dense1,
las transferencias y ayuda económica hacia la
región se concentran principalmente en asuntos
militares. Como señalara Joy Olson, directora
ejecutiva de WOLA, a propósito de la
intervención del general Craddock ante el
Congreso, “El diagnóstico realizado por el
Comando Sur en cuanto a los desafíos sociales,
económicos y de seguridad pública es, en
general, apropiado, pero tratar a estas
enfermedades con soluciones militares es dar la
medicina equivocada”2.
Entre los años 2002 y 2003, la cantidad de
efectivos militares sud y centroamericanos
entrenados por Estados Unidos aumentó en
un 50%3, la mayoría colombianos, en el
marco del plan de ayuda que mantienen en
ese país. Las cifras demuestran el alto interés
que tiene la potencia en incrementar su
influencia en las Fuerzas Armadas regionales,
lo que según varias agencias internacionales
ha repercutido en un preocupante intromisión
de los militares en áreas como la prevención
de delitos de seguridad pública o generación
de política sectorial sin el adecuado control
civil.
Investigador de FLACSO. Editor de la Revista Fuerzas Armadas y Sociedad. dalvarez@flacso.cl
Estudiante de Ciencia Política y Lingüística en la University of California, San Diego. misenhouer@yahoo.com
1
Cuenta anual ante el Congreso del General Bantz J, Craddock, Comandante del Comando Sur de los Estados
Unidos. 9 de marzo de 2005. Disponible en http://ciponline.org/colombia/050309crad.htm
2
http://www.wola.org/security/release_southcom_posture_030905.htm
3
WOLA. 2005. Diluyendo las divisiones. Tendencias de los programas militares de Estados Unidos para América
Latina. Washington. http://www.wola.org/publications/military_diluyendo_las_divisiones.pdf
*
**
Página 2
El entrenamiento es, sin embargo, una parte
de la estrategia norteamericana. En términos
de transferencias económicas, la ayuda militar
que recibe América Latina es desde hace
algunos años equivalente a la ayuda para
beneficio social y económico. Si bien los montos
de asistencia a las Fuerzas Armadas han sido
siempre inferiores a la ayuda social (con
excepción del 2000) desde el 2004 los totales
se han acercado significativamente y las
proyecciones para este año arroja que se
repetirá la tendencia. Con todo, Estados Unidos
destina apenas un 0,13% de su PIB (0,2% si se
incluye la asistencia militar) para ayuda externa
ubicándose en el puesto 22 detrás de Italia y
Grecia que destinan un 0,2% de su PIB4.
Estados Unidos: Ayuda social y militar hacia América Latina
1200
Millones de dólares
1000
800
600
400
200
0
1996
1997 1998 1999
2000 2001
Ayuda económica/social
2002 2003 2004 2005
Ayuda Militar
Fuente: WOLA 2005. Op. Cit.
El mayor de los receptores de ayuda militar
norteamericana es Colombia, sumando 3.6
mil millones de dólares entre el año 2000 y
2005. La cifra es extremamente alta si
consideramos que el total de las transferencias
a ese país durante el período suman los US$
4 mil millones5. El objetivo principal del plan
Colombia es erradicar los cultivos de droga y
ayudar al mejoramiento institucional del país.
Sin embargo, las cifras demuestran que el
enfoque está centrado en una visión del
problema principalmente militar. Sólo durante
el 2003, Colombia percibió 553 millones de
dólares en ayuda militar mientras que apenas
122 millones fueron transferidos para la
asistencia social6.
En la región, existe un consenso general que los
problemas más importantes para la estabilidad
y la democracia son la pobreza, inequidad, y
seguridad pública, sin embargo, la ayuda social
de Estados Unidos ha disminuido mientras que
la asistencia militar se incrementa en forma
importante. Un caso dramático lo constituye
Haití que, según las estimaciones, verá reducida
en más de un 60% la ayuda social en
circunstancias que atraviesa una seria crisis
institucional.
Barry, Tom. 2005. “U.S. Isn’t Stingy, It’s Strategic”, (Silver City, NM: International Relations Center), January 7).
Fuente: WOLA.org
6
www.commondreams.org y www.usaid.gov
4
5
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Ayuda económica y social de Estados Unidos
(millones de USD)
2002
2003
2004
2005
14.949
18.267
18.900
14.631
Colombia 101.900 122.200
Brasil
122.000
122.300
Ecuador
35.818
40.523
37.732
37.304
Haití
54.016
69.786
130.000
51.488
México
23.224
27.290
33.027
28.645
155.051 145.136
100.834
104.629
Perú
Fuente: USAID
Según estimaciones de WOLA, el año 2004
varios países de la región no recibieron ningún
tipo de ayuda de Estados Unidos para sus
planes sociales, sin embargo, todos recibieron
algún tipo de ayuda militar. La población de
Argentina, luego de la crisis económica, cayó
en más de un 50% bajo la línea de pobreza
y, a pesar de que recién está mostrando signos
de recuperación las transferencias han sido
durante los últimos 10 años exclusivamente
de carácter militar, tendencia que no cambiará
de acuerdo a las proyecciones hechas para
los próximos 5 años.
Distribución de la asistencia económica de
Estados Unidos en el 2004
países escogidos - millones de US$
100
80
60
%
40
20
Ayuda Social
Pe
rú
Bo
liv
ia
To
ta
l
Ar
ge
nti
na
Br
as
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Ch
Co ile
lom
bia
Ec
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do
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aic
a
M
éx
ico
Pa
na
m
á
0
Ayuda Militar
Fuente: Elaboración propia en base a WOLA 2005. Op. Cit.
Ciertamente no todo es negativo. Cada año,
Estados Unidos destina millonarias cifras de
dinero en apoyo de programas sociales que
no podrían llevarse adelante sin la ayuda
norteamericana. Sin embargo, los destinos de
esos dineros muchas veces demuestran como
las respuestas priorizadas por Washington
obedecen a una visión militar del problema
más que social. Un claro ejemplo de lo anterior,
lo constituye el Programa de Control Internacional de Narcóticos (INL) que proporciona
ayuda y entrenamiento a los gobiernos y Fuerzas
de Seguridad en los países que producen o
transportan las drogas. El programa de INL,
7
http:/ciponline.org/facts/fms.htm
combina ayuda económica y de seguridad,
asistiendo a las agencias civiles y militares con
responsabilidades anti-narcóticos. Los tipos de
ayuda incluyen el entrenamiento, asistencia
técnica, las transferencias de equipos y armas,
ayuda al desarrollo (particularmente fomentar
el cultivo de cosechas legales), ayuda a la
administración de justicia y programas
domésticos que pública que exigen la reducción
7
de la droga . Durante el año 2004, de un total
de US$1.142.271.000 destinados al programa
INL, US$70.000.000 fueron reservados para
el apoyo interregional de la aviación.
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Distribución de la asistencia económica de
Estados Unidos en el 2004
países escogidos - millones de US$
Centro de las Naciones
Unidas para Crimen Programa Regional
Latinoamérica, 3250, 2%
1000, 1%
Anticorrupción 9000, 7%
Trafficking de Personas,
5000, 4%
Academia internacional
de la Aplicación de
Derecho, 3300, 2%
Contingente de Policía
Civil 2700, 2%
Programas Anti-Crimen
10000, 7%
Apoyo y Desarrollo para
el Programa 13850, 11%
Conocimiento de la
Droga/Reducción de
Demanda 4200, 3%
Otras Academias
Internacionales de la
Aplicación de Derecho
11200, 8%
Otro reflejo de la importancia que Estados
Unidos está destinando a las soluciones de
tipo militar lo constituyen la gran cantidad
de personal perteneciente a las Fuerzas
Armadas que está siendo entrenado por
personal norteamericano. Durante el 2002,
de los 10 países con mayor entrenamiento
militar, 4 estaban en América Latina, siendo
Colombia el receptor mundial con mayor
cantidad de militares y policías entrenados
por personal norteamericano. De acuerdo
al Departamento de Estado, de los casi
60.000 efectivos militares capacitados el
2003, más de 20.000 pertenecían a la
región, constituyendo la zona geográfica
con mayor influencia militar de Estados
Unidos.
La solicitud de una mayor participación de
los militares en problemas de carácter doméstico se reflejan fielmente en los presupuestos
7
http://ciponline.org/facts/fms.htm
Ayuda interregional de la
aviación 70000, 53%
entregados por Estados Unidos al Hemisferio
y es probable que se sigan incrementando
en el tiempo. De continuar la tendencia, cada
vez más contaremos con militares entrenados
por las fuerzas norteamericanas y la brecha
entre la ayuda social y militar se asimilarán
peligrosamente.
Con todo, la visión norteamericana no es
compartida por todos los países. A pesar de
la grave crisis de seguridad pública que vivió
Argentina durante el año 2003, el gobierno
no cedió a las presiones e hizo valer la
Constitución, que prohíbe la participación de
las Fuerzas Armadas en materias de seguridad
interior. Una clara delimitación institucional
de las tareas militares en aspectos de seguridad externa será clave para evitar que éstas
encuentren nuevas misiones en áreas que más
bien, corresponden a la agenda social y de
desarrollo.
Página 5
Las proyecciones para los próximos años no
son alentadoras. Si bien existe un amplio
consenso sobre cuales constituyen las
principales amenazas para la estabilidad de
nuestras democracias parece existir disonancia
en las formas de enfrentar los problemas. A
la luz de las transferencias económicas se
revela una excesiva priorización de las
respuestas militares por parte de Estados
Unidos, lo que puede provocar una seria
desestabilización de poderes en países que
aún no ha terminado de afianzar su
institucionalidad ni delimitar completamente
las tareas de las Fuerzas Armadas.
La OEA, durante los próximos años, bien puede
convertirse en un lugar de diálogo privilegiado
en donde los países converjan en las mejores
maneras de enfrentar los desafíos y buscar
maneras alternativas a las respuestas militares.
El fortalecimiento del sistema interamericano y
un diálogo permanente entre los países del
hemisferio será fundamental para la búsqueda
de soluciones colectivas a los problemas de
nuestras democracias. Una evaluación de los
problemas de desigualdad, pobreza, empleo,
educación, salud, entre muchos otros requieren
respuestas relacionadas con la agenda de
desarrollo, cuestión que parece perder terreno
ante las prioridades que refleja hoy el presupuesto estadounidense.
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