7 LATERCERA Viernes 11 de marzo de 2016 Avenida Vicuña Mackenna 1962, Santiago de Chile. Declaración de intereses en www.grupocopesa.cl/declaracion Impreso en Santiago por Copesa S.A. Teléfono de Atención a Suscriptores: 600 8 372 372 EL HUMOR DE HERVI Director: Guillermo Turner Olea Editor General: Víctor Cofré Soto Representante Legal: Rodrigo Errázuriz R. Abogados integrantes de la Corte Suprema Es una figura que debe ser revisada ya que no se garantiza su independencia e imparcialidad y pueden beneficiarse al poder ejercer la profesión y cumplir el rol de jueces paralelamente. D ESDE HACE un año que se encuentra sin proveer un cargo de abogado integrante en la Corte Suprema, función que se ejerce por tres años, luego que un nominado en marzo del año pasado no asumiera su puesto y quedare vacante. El Gobierno debiera nominar al reemplazante de una terna que formó la propia Corte, pero no lo ha realizado. Por otra parte, en estos días los abogados integrantes de las Cortes de Apelaciones del país han motivado notas de prensa, a propósito del juramento de los que asumen en ellas, tarea que en su caso sirven únicamente por un año. El retardo sin justificación aparente en la nominación de autoridades parece estarse convirtiendo en un sello distintivo de la actual administración. A los conocidos casos del Contralor General de la República, cuyo nombramiento se dilató por ocho meses, y de varios subsecretarios, se une la falta de designación de los ministros suplentes del Tribunal Constitucional, que por ley debió quedar concluida en enero pasado, y ahora de un abogado integrante de la Corte Suprema. El Gobierno tiene el deber de proveer con prontitud los cargos disponibles y evitar así trastornos en el funcionamiento de las instituciones, lo que las debilita e impacta el servicio que cada una está llamada a prestar a la ciudadanía. Cabe esperar, entonces, que haya una rectificación y el Ejecutivo adopte una política de mayor presteza en los nombramientos. Sin embargo, la exhortación a cumplir con la designación de los abogados integrantes que contempla la ley, no debe eximir que se haga un análisis crítico de la existencia de los mismos, puesto que se trata de una institución que ha sido cuestionada desde hace tiempo, más allá de la entrega al servicio público y mérito con que muchos han servido la función. Se trata de abogados, que sin ser jueces, ejercen el rol de ministros de las diversas cortes, cuando no hay titulares suficientes para integrarlas, lo que es de diaria ocurrencia, y que son nombrados por el Presidente de República de ternas formadas por la Corte Suprema. La existencia de dichos abogados no se adecúa plenamente al régimen que establece la Constitución para el nombramiento de los ministros que deben integrar las diversas cortes del país, que existe para garantizar su independencia e imparcialidad. Más todavía, en el caso de la Corte Suprema la propia Constitución fija su composición en veintiún miembros, una cantidad elevada y que debiera ser suficiente para cumplir su tarea, y no se advierte cómo la ley puede contemplar un número adicional de integrantes. Por otra parte, no gozan de la inamovilidad que la Carta Fundamental entrega a los jueces para garantizar su independencia, en particular cuando duran un lapso corto en funciones, lo que los puede volver dependientes de las autoridades llamadas a decidir su renovación. Finalmente, no están inhabilitados para ejercer paralelamente la profesión y de litigar, lo que les puede conferir un ascendiente sobre los jueces que conocen de las causas que patrocinan y afectar la imparcialidad de éstos. Dudas similares motivaron que fueran suprimidos en el Tribunal Constitucional y reemplazados por “ministros suplentes”, que si bien son temporales, están sujetos en lo demás a las reglas que rigen a los titulares y, en particular, no pueden ejercer la profesión. Es hora, entonces, que la existencia de los abogados integrantes sea revisada. Filtración de datos del MINSAL UNA GRAVE falla en la plataforma informática del Ministerio de Salud dejó expuesta por más de 10 meses información confidencial de pacientes del sistema público de salud. En total cerca de 3 millones de archivos quedaron desprotegidos, entre los que se encontraban datos de pacientes con VIH, mujeres que habían accedido a la píldora del día después o personas con problemas de salud mental, entre otros. La información incluía direcciones y números de cédula de identidad de los pacientes. Sin embargo, pese al extenso periodo en que los datos estuvieron expuestos, ni el Minsal ni Entel, empresa proveedora del servicio computacional, se percataron del hecho. La desprotección de estos archivos vulneró todas las normas de seguridad que el propio ministerio ha dictado con el fin de proteger la confidencialidad de las carpetas médicas, como incluso lo reconoció la propia ministra del ramo en un comunicado emitido luego de que el sitio electrónico Ciper revelara la información. Pese a que la situación se extendió durante casi un año, lla- ma la atención que ni los encargados de control de seguridad del propio ministerio ni la empresa que daba el servicio, realizaran labores de revisión del sistema que les hubiera permitido detectar la falla a tiempo, sin dejar expuesta la información sensible de miles de pacientes. Pese a que el Minsal ha insistido que los datos nunca estuvieron accesibles a personas ajenas a su atención, lo cierto es que el universo de quienes tenían acceso a la información llegaba a cerca de 100 mil personas, muchas más que las normalmente autorizadas a manejar ese material. Por ello, es imposible descartar un eventual mal uso que se pudiera haber hecho con esa información. Frente a ello, el ministerio debe revisar sus actuales estándares de seguridad para que la situación no vuelva a repetirse. Si bien pudo haber habido una falla del proveedor, la que aún debe ser determinada, lo cierto es que el primer responsable de resguardar ese material es el Ministerio de Salud y él es el encargado de mejorar los actuales protocolos que rigen el manejo de esa información. r Y usted, ¿qué opina? Comente en www.latercera.com ECOS DE UNA NOTICIA Amplia condena a confiscación de medios opositores en Turquía El decomiso de Zaman y de la agencia Cihan, pertenecientes al mismo grupo de medios, no debe pasar inadvertido a Europa, por más que necesite acuerdos con el régimen de Erdogan en torno a conflictos internacionales como la crisis de refugiados y la guerra civil en Siria. bEl caso del diario Zaman —y de la agencia de noticias Cihan, perteneciente al mismo grupo de medios— no es sino el último capítulo en una constante ofensiva contra los medios de comunicación opositores (...) La UE necesita a Turquía, pero eso no significa que pueda cerrar los ojos ante comportamientos que van contra lo que representa. El País.España I 10.03. 2016 bSi le sorprende ver al diario Zaman, uno de los periódicos más grandes de Turquía, confiscado por la policía, debe ser alguien ajeno a la política turca. Todos lo esperábamos (...) Los que gobiernan ven los medios de comunicación como zona de guerra, en la que cada victoria da derecho a cobrar un botín. Hurriyet. Mustafa Akyol, Turquía I 08.03.2016 bLimitarse a mostrar preocupación por la libertad de prensa, omitiendo las violaciónes por el bien del comercio, puede ser rentable ahora. Pero a menos que Occidente tome medidas, arriesga perder un aliado estable y la democracia en una nación de mayoría musulmana. New York Times. Sevgi Akarcesme, EE.UU.I 07.03.2016 “ ENTRECOMILLAS Estamos todos en un mismo barco. Cuando se navega en aguas difíciles buscar el entendimiento es aún más importante”. Rodrigo Valdés La Tercera.com| 10 |03| 2016