Prédica Dominical. Fecha: Julio 2012 Tema: “Dejando el mundo” Dejando el mundo Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. (Filipenses 2:14-17) Dios nos llama a definición, en estos últimos tiempos, que aunque hay muchos salvos, muchos cristianos no están consagrados. No podemos conformarnos con ser salvos, hay más, y lo que Dios quiere lograr en cada uno de sus hijos, es que seamos santos; pero para poder hacerlo, necesitamos dejar el mundo, y cuando decimos dejar el mundo, no es salir del planeta o no hablar con los no cristianos, dejar el mundo significa dejar la cosmovisión del mundo, que no te ejerza influencia los pensamientos y forma de actuar del mundo. Vamos a ver cuatro formas en que Dios nos llama a dejar el mundo, tomando como ejemplo, cuatro personas narradas en la Palabra que dejaron algo, que en su momento podría parecer que era lo más importante. 1. Dejando el agua del mundo. Juan 4:28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Esta es la historia de la mujer samaritana que tuvo un encuentro con Jesús (Juan 4:1-42), sabemos que la hora del encuentro eran las doce del mediodía, la mujer venía de lejos a buscar el agua, pero después de una conversación que esta mujer tuvo con Jesús, y que Jesús le ofreciera agua viva, y se declarara como el mesías, esta mujer dejo su cántaro y se fue a avisar a los demás a la ciudad. Debemos dejar el agua de este mundo, un agua que no satisface, que no te llena, que solo sirve para lo temporal, bien lo dijo Dios al pueblo de Israel a través del profeta Jeremías: (Porque dos males ha hecho mi pueblo, me dejaron a mi fuente de agua viva y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no tienen agua, Jeremías 2:13.) En este pasaje Dios acusa al pueblo de Israel de dos cosas: Dejarlo y seguir la corriente del mundo. 1 Prédica Dominical. Fecha: Julio 2012 Tema: “Dejando el mundo” Así como hizo la mujer samaritana, que dejó el agua de este mundo, por algo más importante, que es Cristo, nosotros después que hemos obtenido la salvación por la Fe en Jesús, debemos de buscar las cosas de arriba, dejando el agua que ofrece el mundo, porque a la postre no satisface. 2. Dejando la comida del mundo. Lucas 5:11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron. Un caso parecido ocurre aquí, hombres pescadores de profesión, no habían podido pescar en la noche completa, pero Jesús lo envía después de una predica a llevar la barca a aguas profundas para que echen las redes y pesquen (Lucas 5:1-11), y después que por la Palabra del Señor pueden hacerlo, llevan las barcas repletas de peces, lo dejan y comienzan a seguir a Jesús. Las riquezas o bienes materiales no son lo importante, Dios te dará lo que necesitas, y mucho más abundantemente de lo que tú pides. Pero otra cosa más importante es que tenemos que analizar con que nos estamos alimentando hoy en día, y me refiero en lo espiritual, ¿qué música o programas escuchan tus oídos?, ¿de que personas recibes consejos? ¿Son temerosos de Dios? ¿Llevan una vida integra? ¿Lo que dicen es basado en la Palabra de Dios? Si eres hijo de Dios, tienes que alimentarte diariamente de algo que te satisface, que te da fuerzas, que te ayuda a seguir adelante, y que no te hace daño, y que es alimento espiritual, que es la Palabra de Dios. 2 Prédica Dominical. Fecha: Julio 2012 Tema: “Dejando el mundo” 3. Dejando los métodos del mundo. 1 Samuel 17:38-39 Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza. Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas. El contexto de esta cita bíblica nos narra la batalla que había entre Israel y los filisteos; estos últimos tenía un Gigante llamado Goliat que retaba constantemente al ejército de Israel (Leer 1 Samuel 17); en fin un día David escuchó las cosas que este decía, y decidió ir el a la batalla a enfrentarlo; es en este contexto que el rey Saúl, le da a David armadura para que vaya a enfrentar al gigante pero David la desechó. Como hijos de Dios debemos desechar los métodos del mundo, es decir, a la manera de pensar que tiene el mundo para realizar las cosas. Por ejemplo, evasión de impuestos, métodos para que la esposa o el esposo sea bueno con su conyugue. Aunque de manera temporal puede que le dé resultado a alguien, los métodos del mundo no son bendecidos por Dios. Los hijos de Dios no tenemos por qué imitar las cosas de este mundo para tener prosperidad, no tenemos que imitar métodos del mundo para alcanzar las almas, Dios es quien da la sabiduría, las ideas, los consejos y tenemos que hacerlo a la manera de Dios para que nos vaya bien en esta vida. Así como David hizo, desechemos al mundo, cambiemos nuestra forma de pensar, y dejemos que sea Dios que nos moldee nuestros pensamientos, para que podamos tener una mejor visión de las cosas. 3 Prédica Dominical. Fecha: Julio 2012 Tema: “Dejando el mundo” 4. Dejar de poner la confianza en el mundo. Marcos 10:50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. Un ciego que la Biblia lo nombra como Bartimeo, escucho a Jesús y comenzó a gritarle que tuviera misericordia (Marcos 10:46-52). En este pasaje vemos algo muy característico, y es que Bartimeo, cuando es llamado por Jesús “arroja la capa”, este Bartimeo estaba muy seguro que no la iba a usar más, porque iba a recibir la vista, o por lo menos la iba a encontrar fácilmente. Como quiera que sea, muchas veces, aun siendo hijos de Dios, no actuamos como deberíamos, todavía estamos aferrados a ese trabajo, o esa riqueza, o ese título universitario, etc. Todo esto último en si no es malo tener, lo malo es poner nuestra confianza en esas cosas. ¿Todavía hay algo en tu vida a la que estas aferrado? Preséntala a Dios, y pídele que el único sustento verdadero que quieres, sea a Cristo. Que él sea tu todo en todo. Jesús dijo que buscáramos su reino, y todas la demás cosas serían adicionadas. Cristo viene a buscar una iglesia, sin mancha ni arruga, que se haya apartado para él; seamos santos, amando lo que Dios ama y aborreciendo lo que aborrece. Despreciemos, desechemos la cosmovisión del mundo, que a lo bueno llaman malo y viceversa. Aferrémonos a la Palabra de Dios, ya que cuando estamos firmes en ella, no nos dejamos influenciar por la fuerza que ejerce el mundo. Predicador: A.G. 4