El verdadero aspecto del Gohonzon [Fuente: Los escritos de Nichiren Daishonin, Alemania, Soka Gakkai, 2008, págs. 872-875.] He recibido sus ofrendas al Gohonzon de cinco mil monedas, una carga de arroz pulido y frutas. Para empezar, este Gohonzon fue revelado en los últimos ocho de los cincuenta años en los que el Buda predicó en este mundo, y en este período de ocho años, en los ocho capítulos [del Sutra del loto] que van desde ―Irrumpir de la tierra‖ hasta ―La transferencia‖. Ahora bien, durante los tres períodos posteriores a la muerte del Buda, en los dos mil años de los Días Primero y Medio de la Ley, ni siquiera existió el término ―objeto de devoción de la enseñanza esencial‖. ¿Cómo entonces podría haberse revelado dicho objeto de devoción? Pero por otro lado, tampoco hubo nadie capaz de darle expresión. T‘ien-t‘ai, Miao-lo y Dengyo lo percibieron en su fuero interno, pero, por alguna razón, nunca lo expresaron verbalmente, así como Yen Yüan1 comprendió el verdadero significado de la enseñanza de Confucio pero jamás le dio expresión. Sin embargo, el mismo sutra y los comentarios de T‘ien-t‘ai y de Miao-lo señalan explícitamente que el Gohonzon aparecerá cuando hayan transcurrido dos mil años desde la muerte del buda, en el primer período de quinientos años del Último Día de la Ley. ¡Qué prodigioso es que, habiendo pasado más de doscientos años del Último Día de la Ley, yo haya sido el primero en revelar, como estandarte de la propagación del Sutra del loto, este gran mandala que ni siquiera Nagarjuna o Vasubandhu, T‘ien-t‘ai o Miao-lo fueron capaces de expresar! Este mandala no es de ninguna manera algo que yo haya inventado. Es el objeto de devoción que representa al buda Shakyamuni, el Honrado por el Mundo, sentado en la Torre de los Tesoros del buda Muchos Tesoros, y a los budas que eran las manifestaciones de Shakyamuni, tan perfectamente como la impresión coincide con el molde tallado en madera. Así pues, los cinco caracteres del título del Sutra del loto están suspendidos en el centro, mientras que los cuatro reyes celestiales se sientan en los cuatro rincones de la Torre de los Tesoros. Shakyamuni, Muchos Tesoros y los cuatro adalides de los Bodhisattvas de la Tierra están alineados uno al lado del otro, en la parte superior. Sentados debajo de ellos están los bodhisattvas –entre los cuales se incluyen Venerable del Universo y Manjushri— y los que escuchan la voz –incluidos Shariputra y Maudgalyayana—. [Al lado de ellos están] las deidades del Sol y de la Luna, el rey Demonio del Sexto Cielo, el rey Dragón y un asura. Además, al sur y al norte, ocupan sus posiciones los reyes de la sabiduría, Inamovible y Colmado de Ansias. El malvado y traidor Devadatta y la ignorante hija del rey Dragón forman un grupo. Todas las deidades grandes y pequeñas, es decir, las deidades principales, aparecen alineadas en hileras: no sólo la Madre Demonio y sus diez hijas –funciones demoníacas malignas que succionan la vitalidad de los seres vivientes en todo el sistema planetario mayor—, sino también la deidad del Sol, el gran bodhisattva Hachiman, los siete reinados de las deidades celestiales y los cinco reinados de las deidades terrenales, que son las funciones tutelares del Japón. ¿Cómo podrían quedar excluidas, entonces, las restantes deidades subsidiarias? El capítulo ―La Torre de los Tesoros‖ dice: ―[El buda Shakyamuni usó sus poderes trascendentales para] levantar y suspender en el aire a todos los miembros de la gran asamblea‖. Sin excepción, todos estos budas, bodhisattvas, grandes sabios y, en general, los diversos seres de los dos mundos y de los ocho grupos2, que aparecen en el capítulo ―Introducción‖ del Sutra del loto, habitan en este Gohonzon. Iluminados por la luz de los cinco ideogramas de la Ley mística, ellos despliegan los dignos atributos que poseen en forma intrínseca. Este es el objeto de devoción. A esto se refiere el sutra cuando dice ―el verdadero aspecto de todos los fenómenos‖.3 Miao-lo señaló: ―El verdadero aspecto se manifiesta invariablemente en todos los fenómenos, y todos los fenómenos se revelan invariablemente en los diez factores. Los diez factores se manifiestan invariablemente en los diez estados, y los diez estados se reflejan invariablemente en la vida y su ambiente‖.4 También se lee que el profundo principio del verdadero aspecto es el Myoho-renge-kyo originalmente inherente.5 El gran maestro Dengyo dijo: ―Cada instante de la vida que comprende los tres mil estados es, en sí, el Buda de la alegría ilimitada; este Buda se ha despojado de todas las apariencias augustas‖.6 Por ende, a este Gohonzon se lo llamará el gran mandala nunca antes conocido, ya que no apareció sino más de dos mil doscientos veinte años después de la muerte del Buda. La mujer que consagra ofrendas a este Gohonzon genera la felicidad en esta existencia; y, en la próxima, el Gohonzon estará con ella y la protegerá en todo momento. Como un farol en la oscuridad, como un fuerte guía y porteador en una traicionera senda de montaña, el Gohonzon la protegerá y la cuidará, Nichinyo, dondequiera que vaya. Por lo tanto, tome todos los recaudos posibles para mantener lejos a las personas que actúan contra la Ley, así como nunca permitiría a una cortesana siquiera aproximarse a su hogar. Este es el significado de ―Expulse a los malos amigos y relaciónese con buenas compañías‖.7 Jamás busque este Gohonzon fuera de usted misma. El Gohonzon existe sólo en la carne mortal de nosotros, las personas comunes que creemos en el Sutra del loto y entonamos Nam-myoho-renge-kyo. El cuerpo es el palacio de la novena conciencia,8 la realidad invariable que reina sobre todas las funciones de la vida. Estar dotado de los diez estados significa que los diez, sin una sola excepción, existen en cada estado. Por este motivo se lo denomina mandala. ―Mandala‖ es una palabra sánscrita que se traduce como ―perfectamente dotado‖ o ―cúmulo de beneficios‖. A la vez, este Gohonzon se encuentra sólo en los dos ideogramas con que se escribe ―fe‖.9 A esto se refiere el sutra cuando dice que uno ―sólo puede obtener el acceso a través de la fe‖.10 Ya que los discípulos y seguidores laicos de Nichiren creen sólo en el Sutra del loto, honestamente descartan los medios hábiles11 y no aceptan ni siquiera un solo verso de los otros sutras,12 tal como enseña el Sutra del loto, ellos sí pueden entrar en la Torre de los Tesoros del Gohonzon. ¡Qué tranquilizador! Esfuércese al máximo, cuanto le sea posible, en bien de su próxima existencia. Lo más importante es que, con sólo entonar Nam-myoho-renge-kyo, usted puede manifestar la Budeidad. Sin duda, ello dependerá de la fortaleza de su fe. Tener fe es la base del budismo. Por eso, el cuarto volumen de Gran concentración e introspección señala: ―El budismo es como un océano al que sólo se puede entrar con fe‖. El cuarto volumen del Comentario sobre “Gran concentración e introspección” explica lo siguiente: ―Con respecto a la frase ‗El budismo es como un océano al que sólo se puede entrar con fe‘, hasta Confucio enseñó que la fe era lo primero y primordial. ¡Cuánto más cierto es, con respecto a las profundas doctrinas del budismo! Sin fe, ¿cómo podríamos siquiera ingresar? Por eso, el Sutra Guirnalda de Flores define la fe como la base del Camino y la madre de todos los beneficios‖. El primer volumen de Gran concentración e introspección inquiere: ―¿Cómo llega uno a escuchar, creer y practicar la perfecta enseñanza para lograr la perfecta iluminación?‖. El primer volumen de Sobre “Gran concentración e introspección” dice: ―‘Creer en la perfecta enseñanza‘ significa despertar la fe mediante la doctrina y hacer de la fe la base de la práctica‖. Un documento no budista relata que el Emperador de los Han13 creyó en el informe de su edecán y, por eso, las aguas de un río se congelaron al instante. Otro narra que Li Kuang, desesperado por vengar a su padre, enterró el astil de una flecha, hasta las plumas, en una piedra oculta tras la hierba. Los comentarios de T‘ien-t‘ai y de Miao-lo dejan perfectamente claro que la fe es la piedra angular. Como el Emperador de los Han creyó absolutamente en las palabras de su vasallo, el río se congeló. Y Li Kuang pudo perforar la roca con su flecha, porque creyó completamente que era el tigre que había devorado a su padre. ¡Cuánto más cierto es esto, cuando se trata del budismo! Creer en el Sutra del loto y entonar Nam-myoho-renge-kyo condensa, en sí, las cinco prácticas. Este asunto, la práctica maravillosa que incluye la consumación inmediata de las cinco prácticas, es lo que le fue transmitido al gran maestro Dengyo cuando éste viajó a la China de la dinastía T‘ang y se encontró con el reverendo Tao-sui. Ninguna otra enseñanza es más importante para los discípulos y seguidores laicos de Nichiren. Se la menciona en el capítulo ―Poderes sobrenaturales‖.14 Volveré a escribirle en detalle. Respetuosamente, Nichiren En el vigésimo tercer día del octavo mes, tercer año de Kenji (1277). Respuesta a Nichinyo Antecedentes En esta respuesta a Nichinyo, Nichiren Daishonin expresa su agradecimiento por las ofrendas que ella ha enviado al Gohonzon y le explica el significado del objeto de devoción. No se conoce con certeza la identidad exacta de Nichinyo. Se cree que fue o bien la esposa de Ikegami Munenaka, el mayor de los hermanos Ikegami, o bien una hija del sacerdote laico Matsuno Rokuro Saemon, fervoroso creyente de la provincia de Suruga. A juzgar por las dos cartas que el Daishonin le envió, parece haber sido una mujer bien instruida y de considerable riqueza. Si pensamos, además, que recibió un Gohonzon –objeto de devoción—es evidente que se trataba de una creyente sincera. Esta carta contiene una descripción física del Gohonzon, donde se detallan las figuras en él representadas y su significado. El Daishonin también recalca la importancia de la fe en el Gohonzon. En la primera mitad de la carta, el autor observa dos características del Gohonzon: que es sumamente importante y que es extraordinario o muy poco frecuente. Cita el Sutra del loto y otras obras para mostrar que el Gohonzon es la corporificación del ―verdadero aspecto de todos los fenómenos‖ y de los ―tres mil estados contenidos en cada instante de la vida‖. En la segunda mitad, puesto a describir el gran beneficio de la fe en el Gohonzon, declara: ―Jamás busque este Gohonzon fuera de usted misma‖, y agrega que éste se encuentra sólo en la fe. Luego, narra dos ejemplos de la tradición secular para recordarle a Nichinyo que la fe es, con mucho, el elemento más importante para manifestar ―el Gohonzon‖ en nuestra vida. Concluye enfatizando que entonar Nam-myoho-renge-kyo con fe es la forma más completa de práctica budista. 1 Yen Yüan (514-483 a. C.), también llamado Yen Hui, fue uno de los discípulos más respetados de Confucio. 2 Seres que se congregaron en la ceremonia en donde se predicó el Sutra del loto. Los dos mundos –el mundo del deseo y el mundo de la forma- son dos de las divisiones que integran el mundo triple. Los ―ocho grupos‖ se refieren a las deidades del mundo del deseo, a los dioses del mundo de la forma, a los reyes dragones y a sus seguidores, a los reyes kimnaras y a sus seguidores, a los reyes gandharvas y a sus seguidores, a los reyes asuras y a sus seguidores, a los reyes garudas y a sus seguidores, y al rey del mundo humano (Ajatashatru) y a sus seguidores. 3 Sutra del loto, cap. 2. 4 El escalpelo de diamante. 5 Declaración atribuida a T‘ien-t‘ai, aunque la fuente no ha sido identificada. 6 Se dice que esta cita deriva del Tratado sobre las enseñanzas secretas y sagradas. 7 Sutra del loto, cap. 3. 8 La novena conciencia, o conciencia amala, es la naturaleza de Buda, o fuerza purificadora fundamental, libre de todo impedimento kármico. Aquí, el Daishonin la asocia con Nam-myoho-renge-kyo. 9 La palabra japonesa con que se designa el término ―fe‖ consta de dos ideogramas chinos. 10 Sutra del loto, cap. 3. 11 Esta frase aparece en el capítulo 2 del Sutra del loto. 12 Esta frase aparece en el capítulo 3 del Sutra del loto. 13 Emperador Kuang-wu (6 a. C.-57 d. C.), fundador de la dinastía Han posterior. Antes de ser emperador, sufrió una derrota militar y, en plena retirada, él y sus tropas se vieron arrinconados contra un ancho río. Su edecán de confianza, Wang Pa, le mintió adrede; le aseguró que el río estaba congelado y que podían cruzarlo. El futuro Emperador creyó en el informe y, efectivamente, encontró que las aguas del río se habían helado. 14 Esto, presuntamente, remite a un pasaje del capítulo ―Poderes sobrenaturales‖ del Sutra del loto que dice: ―Cuando yo haya pasado a la extinción, deberéis aceptar y mantener este sutra. Quien lo haga accederá al Camino del Buda con total certeza y sin ninguna duda‖.