1 CONSIDERACIONES ACERCA DE CÓMO LA CAPACIDAD DE RESILIENCIA PERMITE AFRONTAR LOS EFECTOS DE LA MIGRACION Autora: Lic. Alicia Neer Se denomina migración a todo desplazamiento de población que se produce desde un lugar de origen a otro de destino y lleva consigo un cambio de la residencia habitual, sea voluntario o forzado, temporario o permanente Las causas son muy diversas, incluyen las crisis sociales (guerras, persecuciones políticas, religiosas, étnicas), económicas (nivel de vida, ganancias, etc.) naturales (catástrofes, mal clima, inundaciones, etc.), la inestabilidad por el peligro de perdida de status social e incluso de la propia vida. Las diferencias constituyen algunos factores que determinan su impacto, unas dependen del individuo, otros son externos a ellos que junto con los motivos de la migración dan el tono vivencial de la experiencia y deciden su éxito o su fracaso. El sujeto que se enfrenta a una situación de esta naturaleza pone en juego su equilibrio emocional. Su capacidad de adaptación a situaciones nuevas le significara estados inevitables de frustración que pondrán a prueba su propia tolerancia. Es una experiencia que no solo consiste en trasladarse a otro lugar para residir sino que es un proceso de separación primero y luego de adaptación, de desprendimiento de la tierra natal y de esfuerzo de integración a un medio extraño, que difiere en códigos y hábitos. Por mejor que sea la experiencia implica un duelo que necesita ser elaborado, duelo que puede ser una experiencia tal que su tramitación implique el destino de todo el proceso, puede ser un “cambio en el cual ciertas estructuras se transforman en otras pasando por momentos de desorganización, dolor y frustración. Así como si el proceso resulta exitoso deviene en crecimiento, en renacer y en posibilidades de integración y si fracasa tiene severas consecuencias psicopatológicas. Aunque intervengan factores externos los decisivos son los internos que dependen de la fuerza yoica. 2 La perdida masiva de objetos que provoca la migración origina también perdidas de parte del self cuyas consecuencias serán tanto mas graves cuanto menos estable sea la estructura psíquica y mas adversas sean las condiciones externas que acompañen la migración. La conjunción de fantasías persecutorias y realidades hostiles mas las perdidas masivas dan lugar a que de acuerdo a sus series complementarias, en el inmigrante se plasmen una variedad de fantasías inconcientes, expresiones de ansiedades como de defensas ante las mismas que se traducen en conductas manifiestas. Paralelamente a las fantasías de muerte o aniquilamiento motivadas por las perdidas masivas surgen fantasías mágicas de renacimiento, tendientes a negar maniacamente las mismas. O de mimetizarse con los lugareños, idealizados y temidos. La imposibilidad de elaborar el duelo por los objetos y partes del self perdidos por la migración suele originar la aparición de sentimientos penosos, nostalgia y excesiva idealización de lo perdido acompañada frecuentemente de una denigración del lugar de residencia. La regresión por la situación altamente traumática que origina la migración y que imposibilita la elaboración normal de los duelos origina conductas, maniacas, negación, omnipotencia e idealización. Pero también puede haber una buena resolución de las mismas gracias a una conjunción de factores, la existencia de un sentimiento de identidad establecido por un yo maduro y las circunstancias extras la que hagan lo mas llevadera posible. Así como la capacidad de respuesta inherente al ser humano, a través del cual se generan respuestas adaptativas frente a situaciones de crisis o de riesgo, esta capacidad deriva de la existencia de una reserva de recursos internos de ajuste y afrontamiento, ya sean innatos o adquiridos. A esto refiere el concepto de resiliencia, que refuerza los factores protectores y reduce la vulnerabilidad frente a las situaciones riesgosas o traumáticas. Depende de cualidades positivas del proceso interactivo del sujeto con los otros humanos, responsable en cada historia singular de la construcción del sistema psíquico humano A partir de esta perspectiva pensamos que el representante psíquico de la pulsión desde su anclaje somático, es tramitado a través de ligaduras representacionales quedando 3 siempre escindidas magnitudes pulsionales no ligadas, que producen huellas activables no evocables. En esto se incluye lo que originariamente quedó más allá de la experiencia de satisfacción y del entramado desiderativo, es lo no ligado de la experiencia con el objeto, es lo incognoscible del otro. Lo irrepresentable es traumático porque siempre es cantidad no ligada que procura descargarse. Así es que las producciones del Inconsciente escindido implican mecanismos universales y permanentes propios de lo irrepresentable correlativos a la constitución traumática del sujeto. Se trata de marcas que no se evocan pero que se activan, de memorias (Pictograma) que se expresan en descargas. El objeto de la demanda despierta la memoria de su cuerpo cada vez que sensibiliza estas cicatrices que señalan diferentes duelos libidinales y narcisistas, una nueva distribución inmediata entre los hilos que teje el fantasma y los que teje el pensamiento, para reforzar el encuentro o el rechazo. Si sobrepasa ciertos límites se convierte en organizador de los cuadros patológicos. (PA) Por eso me parece interesante relacionar el concepto de resiliencia con la interpretación personal que puedo hacer del concepto de potencionalidad de Piera Aulagnier El concepto de potencialidad que engloba los posibles del funcionamiento del yo y de sus posiciones identificatorias una vez concluida la infancia. De ahí se puede deducir que esta en poder del yo, de su quehacer de investigación, de conocimiento, de previsión inventar respuestas frente a los cambios del medio psíquico y físico que lo rodean pero que no esta en su poder inventar defensas nuevas cuando faltan ciertas condiciones (externas o internas) necesarias para su funcionamiento. Si conceptualizamos el psiquismo como una organización que avanza por problemáticas y por irrupción de potencialidades en momentos de procesamiento de la vida psiquica y del acontecer subjetivo podemos acordar que apuntamos a una “puesta en modificacion” por el cual el espacio psiquico propio se convierten e habitables por el yo, como otro de los procesos del yo. O bien el yo consigue desposeer de su poder desidentificante al poder encontrado, consigue descubrir una de sus propiedades, hasta entonces desconocida y hallar una respuesta inédita o bien fracasa y no puede inventar alguna nueva posición de repliegue, un nuevo mecanismo de defensa, una nueva estrategia. 4 El poder maléfico o benéfico de un acontecimiento, de un encuentro depende de razones múltiples, pero su importancia siempre será proporcional a sus repercusiones sobre la economía identificatoria del yo, mas precisamente a la gravedad del riesgo que le hagan correr, volver ineficaz la primera solución que había podido aportar al conflicto identificatorio y que le había permitido si no superarlo, al menos hacerlo vivible. Cuando existe un otro que en un primer momento actúa como sostén de esos excesos de excitación y que en un segundo momento puede otorgar alguna significación a lo irrepresentable, recién entonces lo irrepresentable podrá ser presentado ante el sujeto adquiriendo la cualidad de lo nuevo .Si esto se inscribe en el inconsciente estamos en presencia de una creación. La creación como nueva significación, nueva subjetividad es inconsciente; hasta entonces dos sujetos jugaron a sostener en suspenso lo irrepresentable manteniendo el juicio de realidad suspendido, y en ese espacio potencial algo nuevo se genera transformándolos a ambos. Hay experiencias en las cuales se ha corroborado que pese a condiciones de contexto muy adversas, algunas personas tuvieron desarrollos sociales exitosos conceptualizando la resiliencia como la capacidad humana de enfrentar, sobreponerse y ser fortalecido o transformado por experiencias de adversidad (Grotberg, E., 1995; Luthar, S. et al, 2000) De la resiliencia se deduce que el aparato psíquico posee un potencial descubierto por Freud, pero también un potencial creador – heurístico de valor decisivo para cualquier acción transformadora que permitiría modificar condiciones de adversidad y destinos prefijados Este potencial se puede evidenciar en la clínica en el eje del funcionamiento psíquico global como el pasaje de funcionamientos de riesgo a funcionamientos protectores y transformadores y su correlato de pasaje de estilos de afrontamiento inadecuados del trauma, a estilos adecuados Pero todo ello vectorizado por vínculos intersubjetivos que impliquen sostén y apego seguro . La acción del yo se manifiesta por su posibilidad de metabolizar las huellas de impactos traumáticos o no en representaciones relacionales, por su trabajo de sublimación o represión. ¿Que significado tiene entonces para la medicina psicosocial un abordaje psicoanalítico en este contexto de resiliencia y migración? 5 Desde la perspectiva de la medicina psicosocial podemos abordar el sufrimiento de una persona desde su subjetividad y en el contexto psicosocial y biopsíquico en el que se encuentra, con criterios dinámicos y en permanente proceso en el sentido de que es pasible de modificaciones ya que puede ser atravesado o no por los agentes de salud, las condiciones de su entorno y su capacidad de recuperación. Desde el modelo teórico psicoanalitico acerca del psiquismo que es un modo de abordar la cuestión del sujeto desde su singularidad contextuando en el sus observaciones permite comprender las características y el sufrimiento del paciente a través de su discurso y su inmersión en el mundo que lo rodea..Que no tiene por fin el descubrimiento de una verdad preexistente sino la producción de sentido y de referentes que le permitan hablar, pensar y elaborar el sufrimiento del paciente. Permite otra manera de pensar la tarea con los pacientes y orientar nuestro trabajo Un buen abordaje permite comprender el funcionamiento del psiquismo de un sujeto, su conflictiva intrapsíquica y su capacidad de reflexión su posibilidad de tener o no conciencia de su conflictiva. A la vez que permite generar nuevas inscripciones que enriquecen la subjetividad. Cuando esto no se produce ciertas percepciones o ideas permanecen en algún lugar del psiquismo a la espera de un objeto dador de significación, “un analista posibilita transformar en decible los contenidos de esa zona”, al generar nuevas inscripciones produce nueva subjetividad. Las experiencias personales de pérdidas significativas, violencias de distinto tipo, abusos físicos, emocionales y sexuales, enfermedades crónicas o estigmáticas y las experiencias del conjunto social derivadas del terrorismo de estado, de la exclusión socioeconómica, de la injusticia y de la corrupción hacen necesario considerar lo inefable, lo inenarrable, lo escindido. Se trata en realidad de aquello que es componente universal del funcionamiento psíquico -lo inconsciente escindido (4)- pero que en determinadas condiciones de vivencia traumática comanda las percepciones y devasta tramas representacionales incrementando la vulnerabilidad somática y el pasaje al acto. Se trata de marcas que no se evocan pero que se activan, de memorias no manifiestas que se expresan en descargas. En este modelo psicoanalítico, la fortaleza del yo facilita la tramitación por parte del sujeto de los requerimientos de las otras instancias: es a la vez resultado y causa del 6 proceso de la cura psicoanalítica y del desarrollo de las capacidades resilientes. El trauma puede ser el punto de partida de una estructuración neurótica o psicótica, pero a veces es un punto de llegada en cuanto a generar una fuerte y útil estructura defensiva. Pues bien, el desarrollo de la resiliencia requiere justamente un cambio en la manera de abordar las circunstancias del sujeto si se le permite contar con el auxilio de un otro humano que genera y/o estimula las fortalezas de su yo, favoreciendo sus defensas y capacidad de sublimación. Si el mundo externo produjo una implosión traumática en el sujeto, el auxilio exterior de un otro puede restituir la capacidad de recuperar el curso de su existencia. Y agregaria la importancia que el concepto de pensar la esperanza que propone PA y retrabajado por Anadelia Levin de Said, que implica una propuesta comprometida porque no solo es tarea y simultáneamente soporte de esta, cuyo abordaje se hace imprescindible entender puesto que no implica una posicion esperanzada en la medida que lo esperanzado no constituye solo una expectativa, es lo venidero y ahora ausente, implica capacidad de espera, de expectativa, de registro posible de la experiencia del logro mas alla del logro. 7