Distintos escenarios post electoral posibles Cuando la soberbia enferma la percepción, solo promueve más ceguera… Hugo César Renés Julio de 2009 Así explican el fracaso electoral los seguidores K. “Los comicios del 28 han dejado en evidencia que la Unión Democrática de 1945 -el esquema de partidos y clases sociales de la Argentina semicolonial vinculados orgánicamente al imperialismo- conserva su fuerza y ha motorizado la alianza de los grandes monopolios, los bancos usureros, la patronal sojera y los aparatos mediáticos y han ejercido, como entonces, su influencia deletérea en buena parte de la clase media, arrastrándola a un odio visceral al populismo para adherir tanto a la Unión-PRO y su darwinismo social como a un estéril y tranquilizante verbalismo progresista”. Escenarios factibles post electoral y sus efectos, según mi interpretación. 1. La voluntad de la que manda no será sustituida a pesar de que el Gobierno quedó debilitado, casi un 70% de los electores les votó en contra, y ese no es un dato menor. Ante un resultado así, es natural que dentro del oficialismo comiencen a cruzarse recriminaciones políticas buscando a los mariscales de la derrota, que seguramente no serán los K, en un escenario tumultuoso dentro del partido peronista, mientras que el sector triunfante del peronismo buscará incorporar a los “conversos” para revitalizar su poder. Tanto los ganadores como los perdedores tendrán mucho trabajo por delante. 2. Calculo que lo primero que hará el matrimonio kirchner será tirar por la borda a todas las tramposas consultoras contratadas, lamentando los casi 6 millones de pesos pagados en encuestas (Roberto “Tito” Barman de la consultora CEOP, preferido de los “K”, les aseguraba que en la provincia Buenos Aires ganaban con un 34,6% sobre un 27,1% de De Narváez.; Management & Fit, Opinión Autenticada, Rouvier, Zuleta Puceiro – OPSM- y Doris Capurro –Ibarómetro-, entre otras que cobraron, también daban ganador a Kirchner. Poliarquía –“PoliGARQUÍA” para la familia K- crispando al oficialismo daba ganador a De Narváez por una diferencia de 2,5 puntos) 3. Ante un escenario así y aunque finjan ignorarlo, es natural que los Kirchner salgan (ellos o algún enviado ¿Scioli?) a buscar, a través de una mayor apertura de espacios de gestión, nuevos aliados para “profundizar el modelo”; mientras que los que resultaron ganadores de la elección pretenderán adueñarse de la llave del Congreso para organizar las distintas comisiones en el futuro Parlamento que les permita realizar efectivamente un control y seguimiento, con peso legislativo, de la gestión del Ejecutivo, poniéndole límites. Seguramente también pretenderán cambiar la cerradura del PJ. 4. Otro dato revelador de nuestra democracia postelectoral es que tanto los liderazgos emergentes de la reciente elección, como la alianza social que surge en el nuevo espacio político y nuestras instituciones, son débiles, lo que los obligará a seguir construyendo consensos pensando en el 2011. 5. Los que votaron en contra del modelo K dejaron en claro la incertidumbre que les produce “lo que vendrá” del actual modelo K, los disfraces estadísticos oficiales, la inseguridad, el repunte de la pobreza, el deterioro de los ingresos y el empleo, el uso del gasto público para hacer política, la fenomenal fuga de capitales ( u$s 40.000 millones) que empezó con la crisis del campo, signos indubitables todos ellos del clima de desconfianza que existe en la ciudadanía, máxime, teniendo en cuenta que en 2010 vencen a valores actuales, unos u$s 12.130 millones, el superávit fiscal primario se va agotando y los tironeos de una nueva ola de conflictos sociales es altísima. 6. Los votos en contra del oficialismo deben ser interpretados como un reclamo de cambios inmediatos. Aunque los dichos de la Presidenta y su marido, aparentemente, persistan en ignorar la realidad, la andanada de reclamos que desde los distintos sectores de la sociedad (empresarios, sindicatos, dirigencia del campo y hasta del mismísimo poder Judicial) les harán llegar, los llamarán prontamente a ver lo que hoy niegan. 7. No obstante este sombrío panorama sembrado de acechanzas económicas y sociales, todavía hay esperanzas como para afianzar consensos superadores que nos permitan construir un pacto social creíble. Seguramente la tendencia actual podrá brindarnos una nueva oportunidad para ganar calidad política como para mejorar la calidad de las prestaciones del Estado, y con ellas, la confianza de la sociedad en sus poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. ¿Por qué se voto como se votó?. Libertad y justicia fueron dos palabras que llenaron las bocas del matrimonio K y sus funcionarios a partir de 2003, pero en manera alguna se tradujeron en realidades tangibles, porque la libertad y la justicia se perdieron cuando aparecieron los caprichos sociales, los intereses creados, las disposiciones legales que hoy valen y mañana no, la amistad y la dependencia ideológica, la influencia política y los “privilegios” de poderes. Por esa razón el ciudadano común, afectado en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que vive y convive, no respeto los “arreglos de cúpula”. Sintiéndose incomprendido y con una suma de rencores a cuesta, votó en contra del matrimonio K (accidentalmente otros fueron los beneficiados, pero no tendrán la seguridad de contar con la lealtad de esos electores si no la saben ganar con hechos y actitudes parlamentarias). En azul y blanco, HUGO CÉSAR RENÉS