Estamos presenciando un cambio de época que da pie al

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Cecilia Sierra Salcido
Estamos presenciando un cambio de época que
da pie al surgimiento de nuevos paradigmas para
las familias. El signo más impactante es la
globalización,
seguido
por
las
nuevas
tecnologías,
el
consumismo,
la
crisis
antropológica, la pérdida de identidad y valores,
el individualismo, la violencia institucionalizada,
el relativismo religioso y la desintegración
familiar. Otras señales de este cambio de época
son la deshumanización, la indiferencia, la apatía,
la cultura ligth, la búsqueda del placer y el sin
sentido de la vida, entre otros.
La familia es una de estas instituciones que, sobre
todo en los últimos años, ha sufrido cambios
categóricos. El estilo de vida familiar que
vivieron los abuelos y las nuevas generaciones es
diferente. Ellos y nosotros vemos la familia, el
matrimonio, la sexualidad, los valores, las
instituciones, etc, de manera distinta.
Ante este cambio de paradigmas, el Papa
Francisco lanzó la exhortación apostólica sobre
las familias: Amoris Laetictia. La Alegría del
Amor r ecoge los apor tes de los Sínodos sobr e
la familia, se nutre de los aportes del magisterio
de la Iglesia y de las catequesis sobre la familia
del mismo Papa Francisco.
Publicada el 19 de Marzo 2015, la Alegría del
Amor r econoce la compleja y r ica natur aleza
de la familia, su realidad, valores y desafíos.
La Exhortación apostólica contiene 9 capítulos y
más de 300 párrafos. Aún si el documento sería
la voz oficial de la Iglesia sobre la familia y los
temas que le conciernen, el Papa Francisco
reconoce que “no todas las discusiones
doctrinales, morales o pastorales deben ser
resueltas
con
intervenciones
del
magisterio”. Admite también que ha sido contra
producente el tratar de imponer dogmas y reglas
generales y advierte a las Iglesias locales sobre la
necesidad de dar espacio a la formación de la
conciencia de los fieles, “Estamos llamados a
formar las conciencias, no a pretender
sustituirlas” dice el Papa (AL 37).
El Capítulo I contempla a la familia “a la luz de
la Palabra” mientras que el Capítulo II expone la
realidad y los desafíos de la familia. Mirando a
Jesús, en el Capítulo III, el documento vislumbra
la identidad y la vocación de la familia. Uno de
los capítulos más bellos de la Exhortación es el
No. IV, en el que el Papa Francisco describe el
amor basándose en el Himno al Amor de 1 Cor
13, 4-7. Continúa en el capítulo V exponiendo
rasgos del amor fecundo y la generatividad; habla
pues de la fecundidad ampliada, de la adopción y
del aporte de las familias en la construcción de la
cultura del encuentro.
El Capítulo VI expone algunas perspectivas
pastorales para orientar y construir familias
sólidas y fecundas según el plan de Dios. Este
capítulo toca situaciones y realidades muy
prácticas como los matrimonios mixtos, los casos
de nulidad matrimonial, la homosexualidad, la
discriminación y la violencia intrafamiliar.
El documento establece que pese a su vocación al
amor, la familia no siempre es escuela de
comunión. El Papa delinea la realidad y los
desafíos de la familia y admite con tristeza que
hay mucho dolor y violencia en los hogares.
Consciente de esto, el Papa Francisco declara que
"lo que más pesa en una familia es la falta de
amor". En nuestro alrededor encontramos mucha
soledad, estrés, depresión, etc. En este capítulo se
recuerda que la familia es al mismo tiempo sujeto
y objeto de la evangelización.
Por eso es que en el Capítulo VII el Papa subraya
la importancia de la educación de los hijos, su
formación ética, humana, psicológica, religiosa y
sexual. Ante la crisis del individualismo, del
despliegue de la ley del mas fuerte que
enfrentamos como humanidad, la familia resurge
como el lugar idóneo para "privilegiar las
relaciones de amistad". Se propone como espacio
privilegiado para el armonioso crecimiento y
desenvolvimiento de cada persona. Por tanto para
fortalecer la identidad familiar es importante
conocer a los miembros de nuestra familia,
reconectarnos con nuestras raíces y fortalecer los
valores ancestrales.
El Capítulo VIII invita a “acompañar, discernir e
integrar la fragilidad” y asemeja a la Iglesia a una
“hospital de campaña”. Ante las situaciones
irregulares y la complejidad de los casos de
parejas y familias, la Iglesia debe empeñarse en
desarrollar un sano equilibrio entre normas y
discernimiento de los casos particulares. Ante
todo, el Papa aconseja usar “la lógica de la
Misericordia pastoral”. “Invito a los fieles que
están viviendo situaciones complejas a
que se acerquen con confianza a
conversar con sus pastores o con laicos
que viven entregados al Señor….. E
invito a los pastores a escuchar con
afecto y serenidad, con el deseo sincero
de entrar en el corazón del drama de las
personas y de comprender su punto de
vista, para ayudarles a vivir mejor y a
reconocer su propio lugar en la
Iglesia” (AL 312).
En el Capítulo IX, el Papa reordena
una “Espiritualidad conyugal y
familiar” que se formula y recrea a
partir de gestos cotidianos y concretos.
El matrimonio se construye a base de
diálogo, dice el Papa y sugiere tres
palabras claves para la familia:
"permiso, gracias, y perdón". Invita
también a las familias a mantenerse
unidas en la oración, "Sólo Dios sabe
crear la armonía de las diferencias". El
Papa pide también a las familias que
compartan las comidas, el descanso, las
tareas de la casa, la diversión, la
oración,
las
excursiones
y
peregrinaciones y pide que se tenga
solidaridad con los necesitados.
El Papa reconoce que “Ninguna familia
es
una
realidad
perfecta
y
confeccionada de una vez para siempre,
sino que requiere una progresiva
maduración de su capacidad de amar”.
La familia es patrimonio de la
humanidad, por tanto debemos
atesorarla y protegerla. El Papa exhorta
a las familias a no darse por vencidas y
a seguir adelante, “¡Caminemos
familias, sigamos caminando! (…) No
desesperemos por nuestros límites,
pero tampoco renunciemos a buscar la
plenitud de amor y de comunión que se
nos ha prometido” (AL 325).
REFLEXIONA Y ACTÚA:
Los facilitadores y los participantes enlistan en dos papelógrafo diferentes lo que, en la Alegría del Amor, contribuye o no a
crear una familia. Ej. PRO FAMILIA: Amor, Paciencia, Formación, Cuidado de los ancianos, Transmisión de la Fe, Perdón, Búsqueda del Bien Común, etc. CONTRA FAMILIA: Individualismo, materialismo, etc.
Los participantes forman un círculo alrededor de una imagen
de la Sagrada Familia, una vela y una copia de la Alegría del
Amor.
Cada vez que se mencione algo que contribuye a construir familia, los participantes darán un salto al frente, para situarse
más cercanos a la luz y a la Sda. Familia. Por el contrario,
cuando se mencione algo que degrada al ambiente, saltarán
para atrás. Las primeras 5 personas que se equivoquen recibirán una cita de la Alegría del Amor (previamente seleccionadas), la cual presentarán brevemente al grupo al terminar la
dinámica (se profundizará en el siguiente ejercicio). Los ayudarán quienes se equivoquen después de ellos.
DINÁMICA: Antes y después. En gr upos dibujen o ilustr en
los cambios que han sufrido las familias en los últimos 10 años.
Compara con los cambios que recoge La Alegría del Amor.
PROFUNDIZACIÓN: Se divide en 9 gr upos. Asignar a a
cada grupo un capítulo de la Alegría del Amor. De forma creativa la presentan al grupo.
Grupo 1: A la Luz de la Palabra
Grupo 2: Realidad y Desafíos de la Familia
Grupo 3: La Mirada Puesta en Jesús: Vocación de la Famlia
Grupo 4: El Amor en el Matrimonio
Grupo 5: Amor que se vuelve fecundo.
Grupo 6: Algunas perspectivas pastorales
Grupo 7: Fortalecer la Educación de los Hijos
Grupo 8: Acompañar, discernir e integrar la Fragilidad.
Grupo 9: Espiritualidad matrimonial y Familiar.
COMPROMISO:
1. Se pide se asuma un compromiso concreto en cada uno de
los capítulos. Los acuerdos y compromisos se colocan en un
lugar visible de su casa o salón parroquial. Lo pueden representar de manera creativa.
2. Integrarse a la Comisión de Pastoral Familiar de la Parroquia. Si no la hay, diseñar un plan para crearla y fortalecerla.
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