21 Manipulación de las espirales miofasciales (mf) La fascia es un tejido extendido sobre todo el cuerpo sin solución de continuidad. Dada esta premisa es natural que un estímulo en cualquier parte de la fascia tenga repercusiones en otras partes del cuerpo. Para que este estímulo pueda solucionar de modo definitivo un problema, hace falta que éste sea dirigido al punto responsable del equilibrio.1 Desafortunadamente este punto no se localiza nunca donde se manifiesta el dolor. Para llegar a este punto hay tres vías: – en la rigidez de un gesto motor se observa la fluidificación de la sustancia fundamental de la fascia, de modo que favorece el desplazamiento de las fibras colágeno dispuestas en espiral. • Si el problema se localiza en una sola articulación, La fascia es el tejido que conecta las diferentes partes del aparato locomotor entonces del sitio del dolor, (CP), se llega al centro de coordinación (CC) de la unidad mf; • Si los dolores se reparten en más segmentos y son despertados por los movimientos efectuados en un plano del espacio, entonces se eligen las secuencias de un plano; • Si la descompensación esta en más sedes y es despertada por más movimientos, se hipotetiza entonces la implicación de una diagonal o una espiral mf. El dolor segmentario tiene su origen cerca a la zona de dolor; el dolor de un plano tiene su origen en más puntos alineados con la zona doliente; el dolor de una espiral tiene su origen en más puntos dispuestos en más planos. En su momento el tratamiento es conducido por la comprensión del origen del problema: – en lo segmentario se quiere reconducir el normal juego articular, efectuado sobre la unidad mf que mueve aquella articulación; – en lo global se quiere recrear el equilibrio postural, efectuado sobre las secuencias que administran un plano del espacio; 1 Si en presencia de un dolor en el cuello no se considera el cc responsable de la limitación del movimiento y el dolor, no se conseguirá ningún resultado. Por ejemplo, si en presencia de un dolor provocado por la rotación del cuello se va a tratar el cc de coordinación de la lateroflexión no se tendrá ninguna mejoría. Al contrario el tratamiento del cc de er-cl dará un beneficio in- mediato, (Vara L., 1991). La intencionalidad hace adaptar la mano a la necesidad: “Manus sapiens potens est”. En lo global la compilación de la carpeta puede no tener en cuenta la unidad del cuerpo. En medicina hay muchos especialistas que se interesan por molestias del aparato locomotor (Tabla 18), pero éstos a menudo olvidan que cada parte de nuestro cuerpo es insertada en el todo y que el elemento que conecta entre ellos todas las estructuras es la fascia; – la fascia une las unidades motoras ipsodireccionales en la unidad mf; – la fascia une las unidades mf hipsodireccionales en la secuencia mf; – la fascia une entre ellos los esquemas motores de los diferentes segmentos con una espiral; – la fascia forma el andamio del sistema nervioso central (hoz del cerebro, dura m.); – la fascia conduce la inervación del embrión y forma las vainas de los nervios; TABLA 18 Estructura del aparato locomotor Componentes Aparato l. Patología Especialista Médico Huesos Dolores articulares Ortopedista Músculos Dolores musculares Algólogo Nervios Dolores nerviosos Neurólogo S. inmunitario Dolores artríticos Reumatólogo A. circulatorio Dolores vasculares Angiólogo 221 MA N IP U LA C I Ó N FA S CI A L pa rt e III 222 Fig. 182. Verificación palpatoria del retináculo superior de los extensores, en correspondencia del centro de fusión ante-medio-pie 1. Fig. 183. Tratamiento del cf an-me-pe 2 operado con el nudillo del índice, de modo de poder trabajar largo rato sin cansarse los dedos. Fig. 184. La carpeta comprende la verificación motora y palpatoria de los centros de fusión. Ma n i p u l a ci ó n d e l a s e sp i ra l e s m i o f a s ci a l e s ( m f ) capítulo 21 223 MA N IP U LA C I Ó N FA S CI A L pa rt e III 224 – la fascia con las secuencias da un significado direccional a la aferencia nerviosa; – La fascia da con el epimisio una consistencia a los músculos y con el epitenon un deslizamiento; – La fascia refuerza las cápsulas articulares y se enlaza con los ligamentos; – La fascia con el periostio señala la desviación ósea y la fractura; – La fascia acompaña con las vainas vasculo-nerviosas las venas y las arterias; – La fascia es el sitio de inflamación, de las reparaciones, del metabolismo; – La fascia es el tejido que pone en contacto la temperatura externa con aquella interna. Si la fascia se enlaza con todas las estructuras del aparato locomotor, es natural que su densificación determine las diversas patologías del aparato locomotor. A menudo los pacientes quieren saber cómo se ha establecido esta densificación, en cuanto esperan así poder prevenir su reaparición. Las causas, que se deducen normalmente de las diversas búsquedas, son el abuso de la parte afectada, el estrés, el dismetabolismo.2 En el Gráfico 6, inspirado en una publicación de Worrick-Wallden,3 observamos en las curvas identificadas con la letra A que el potencial genético reparativo es superior a la cantidad de elementos estresantes sobre el aparato locomotor y ésta permite la completa recuperación de la parte afectada. En B, en cambio, los elementos estresantes superan la capacidad adaptativa del cuerpo y entonces en la fascia empiezan a estancarse los catabolitos y otros procesos inflamatorios se vuelven crónicos. En este punto hace falta intervenir con un masaje depletivo, con un adecuado descanso reparador y con una alimentación adecuada, de modo que permita a las reservas energéticas reparativas restablecer la funcionalidad de la parte. Bajo la letra C se nota que, al no haber sido efectuadas las anteriores estrategias, se tiene una caída del potencial reparativo, 2 El gel coloidal forma la sustancia fundamental del tejido conec- tivo. Los traumas, el mal empleo, la falta de movimiento, los movimientos repetidos, una postura errada, causan una deshidratación de el gel y un endurecimiento de los haces de fibras colágeno. Esto causa un funcionamiento defectuoso de la fascia, de los músculos y de los tendones. A esto puede contribuir una acumulación de toxinas, de catabólicos… (Scientific American., 1998). 3 Si la cantidad reparativa del cuerpo es balanceada con la acu- mulación de los micros traumas, se tiene entonces un óptimo mecanismo reparativo. Si se tiene una escasa nutrición o un estilo de vida no regular, (poco descanso, poco sueño), entonces el daño supera el proceso reparativo del organismo con daños tisulares (Warrick M., 2009). GRÁFICO 6 Agotamiento de los procesos de reparación por consiguiente la densificación permanente de la sustancia fundamental de la fascia. El dolor que se manifiesta es una tentativa que el cuerpo lleva a la práctica para hacer respetar la parte y así poderla reparar. El analgésico y los antidoloríficos, que cubren esta señal de alarma, permiten el empleo anómalo de las articulaciones con consiguientes daños permanentes. A este punto sólo el cirujano podrá poner remedio al daño. Reportamos, ahora, el ejemplo de cómo curar un quiste tendinoso o un dedo retraído con la manipulación de la fascia. El quiste tendinoso es una forma de compensación que el cuerpo crea para remediar una tracción anómala del músculo; éste en efecto, al no ejercitar un estiramiento fisiológico sobre el tendón, necesita un corrector (quiste) a su tracción desviada. Esta descoordinación está ligada con la fascia, que se ha densificado por un empleo continuado y unidireccional, (síndrome de abuso). En este punto no es útil comprimir sobre el quiste (consecuencia), pero hace falta actuar sobre la causa, (densificación) del cc de la unidad mf implicada. Cuando la manipulación ha fluidificado la sustancia fundamental de la fascia, que coordina las unidades motoras que actúan sobre aquel tendón, entonces se establece el proceso de curación. El quiste tendinoso o el dedo retraído no se solucionan inmediatamente, pero son necesarios algunos días con el fin que el cuerpo reabsorba el quiste, que ahora ya no es necesario para corregir la alineación tendinosa. A menudo las inmovilizaciones postraumáticas determinan la densificación de los tejidos blandos periarticulares.