C1RCULACION Para estudiar de DE LA SANGRE. 411 conveniente el mecanismo de la circulacion de la sangre en las cavidades del corazon, es preciso tomar un punto de partida : la aurícula derecha, por ejemplo. La sangre llega á la aurícula derecha conducida por las venas cavas superior é inferior y por las venas coronarias. Penetra en la aurícula mientras se halla en estado de diás tole, y cuando se llena esta cavidad, sus paredes se con traen y comprimen la sangre que busca una salida. No puede retroceder hacia, las venas, porque la contracción de la aurícula tiende á obturar los orificios de entrada, cer rados incompletamente por la válvula de Eustaquio y por una manera la válvula coronaria, y porque, como la contraccion em pieza en el apéndice auricular y se propaga hácia el ven trículo, empuja la sangre en esta misma direccion. Ade mas, la presión ejercida por las nuevas columnas de san gre que vienen de las venas, impide el retroceso de la que se halla en el interior. Como por otra parte, la sangre no encuentra ningun obstáculo que se oponga á su entrada por el orificio auriculo-ventricular, porque la válvula tri cúspide se abre de arriba hácia abajo, se introduce libre mente en el ventrículo derecho, que se halla relajado, por lo mismo que la aurícula está en contraccion, pues ya he mos dicho que el sístole de la aurícula coincide con el diás tole del ventrículo. Cuando la sangre ha llenado el ventrículo derecho, sus paredes se contraen y el líquido comprimido busca tam bien una salida. No puede volver hácia la aurícula, porque la válvula tricúspide lo impide, en virtud de un mecanismo que más adelante estudiaremos y ademas porque, aun suponiendo que la válvula tricúspide tenga otro objeto y no sirva para tapar el orificio aurículo-ven tricular, éste se cierra por sí mismo cuando se contrae el ventrículo, como se demuestra introduciendo un dedo en el citado orificio, por la presion que se experimenta y por 412 TRATADO DE FISIOLOGIA HUMANA. la fuerza que le sujeta en cada sístole ventricular. Como por otra parte, la abertura que comunica con la arteria pulmonar está libre, porque las válvulas sigmoideas se abren de dentro hácia fuera, ó de abajo arriba, la sangre 'FIG. penetra fácilmente en la arteria pulmonar. 57.— dérecha. Cavidades del D aurícula corazon. izquierda. izquierdo. C aurícula A ventrículo derecho. B ventrículo E orificio aurículo-ventricular derecho y válvula y de la arteria de la vena cava inferior. — aurículo-ventricular izquierdo y válvula mitral. G origen válvulas sigmoideas. II origen de la aorta y válvulas. I orificio K vena cava superior. L L orificios de las venas pulmonares. F orificio tricúspide. pulmonar Concluido el sístole del ventrículo derecho, la arteria pulmonar se dilata á impulso de la sangre recibida ; las válvulas sigmoideas se cierran, impidiendo por una parte que la sangre retroceda hácia el corazon, y por otra que salga del mismo ventrículo la que se va acumulando du rante su período de diástole, y que ha de estar allí conte nida hasta que una nueva contraccion venza la resistencia de las válvulas y la lance, lo mismo que á las oleadas an teriores, á la arteria pulmonar. Esta sangre, impulsada por las fuerzas de que hablare mos al tratar de su circulacion por las arterias, llega á los CIRCULACION pulmones DE LA SANGRE. 413 transforma de venosa que era en arterial, y vuelve por las venas pulmonares á la aurícula izquierda del corazon. La aurícula izquierda se conduce en este caso como lo había hecho anteriormente la derecha. Se contrae, y su manera especial de contraccion impide el retroceso de la sangre y la obliga á atravesar el orificio aurículo-ventricu lar,, en donde no halla ninguna resistencia—porque la válvula mitral se abre lo mismo que lo había hecho la tri cúspide de arriba hácia abajo, y la sangre se acumula en el ventrículo izquierdo que se halla entonces en su pe riodo de dilatacion. Al diástole sucede el sístole del ven trículo, cerrándose el orificio aurículo-ventricular de igual manera que en el corazon derecho y las válvulas sigmoi deas que se hallan en el orificio de comunicacion con la aorta y que habían permanecido cerradas hasta entonces por la presion que sobre ellas ejercía la sangre contenida en la misma arteria, ceden el paso á la oleada sanguínea comprimida que penetra en la aorta, arrastrando la sangre que encuentra á su paso para que se distribuya al fin en todos los tejidos. ; se — Para seguir mejor el movimiento de la sangre en el co razon, hemos supuesto que funcionan primero la aurícula y el ventrículo derecho, y que sólo entran en accion la aurícula y el ventrículo izquierdo al volver la sangre desde los pulmones. Si se recuerda, sin embargo, que el sístole de las aurículas es simultáneo, y que coincide con el diás tole de los ventrículos, se comprenderá que cuando la aurícula derecha comprime la sangre recibida de las venas cavas para lanzarla al ventrículo derecho, la aurícula iz quierda comprime al mismo tiempo la contenida en esta cavidad para impulsarla hácia el ventrículo izquierdo ; y que cuando se contrae el ventrículo derecho para lanzar la sangre á las arterias pulmonares, se contrae simultá neamente el izquierdo para arrojar la que él contiene á la 414 TRATADO DE FISIOLOGÍA HUMANA. arteria aorta. La circulacion pulmonar y la circulacion ge neral son de consiguiente simultáneas. Hemos dicho que la disposicion particular de las vál vulas aurículo-ventriculares impedía el retroceso de la san gre á las aurículas cuando los ventrículos entraban en contraccion. Así sucede efectivamente en circunstancias normales. Las lengüetas valvulares forman una especie de cono, cuya base corresponde á la aurícula y cuyo vér tice mira hácia el ventrículo. La sangre de las aurículas penetra fácilmente por la base del cono, y se abre paso se parando sus paredes. La sangre de los ventrículos, al in tentar subir hácia las aurículas, comprime las paredes del cono, y apretándolas entre sí, cierra la abertura que dejan las mismas cuando se hallan separadas. Esta teoría, ideada por Parchappe ha sido perfectamente desarrollada por Marc Sée : segun este autor, la contraccion de los múscu los papilares, que se verifica en el mismo momento en que se contraen las paredes de los ventrículos, pone tensas las cuerdas tendinosas y tira de las válvulas hácia abajo ; es tando estos músculos papilares de tal manera dispuestos en el ventrículo izquierdo, que se encajan uno dentro de otro y llenan la porcion izquierda de la cavidad ventricular. En virtud de esta contraccion, aplican una contra otra las dos valvas de la válvula ?nitral, así como contra la pared del ventrículo, atrayéndolas fuertemente hácia el lado iz quierdo. Por lo que se refiere al ventrículo derecho, los músculos papilares de las válvulas, aplican las de la tri , dspide contra la superficie del tabique. A pesar de todo, en algunos casos patológicos, si las válvulas no funcionan como de ordinario, ó si las altera ciones del tejido muscular del corazon impiden la oclusion completa de los orificios aurículo-ventriculares pueden sobrevenir trastornos circulatorios graves. Por eso, cuando hay algun obstáculo que se opone al paso de la sangre por los vasos del pulmon, la arteria pul , • LATIDOS DEL CORAZON. 415 puede desembarazarse fácilmente de la sangre que contiene, ni recibir la que le envía el ventrículo dere cho, y esta sangre, que encuentra obstruido su camino, retrocede, se abre paso á traves de la válvula tricú spide y refluye en parte á la aurícula derecha y á las cavas, con tra cuyas paredes choCa en cada movimiento sistólico del corazon, dando lugar al fenómeno que se conoce con el nombre de pulso venoso. Es tanto más fácil que la sangre de las aurículas refluya en algunos casos, como el que acabamos de citar, hacia las venas que desembocan en el corazon, cuanto que la vál vula de Eustaquio, que se encuentra en la embocadura de la vena cava inferior, resguarda solamente la mitad ó las dos terceras partes de la circunferencia de este orificio, y cuanto que lo mismo la embocadura de la vena cava su perior que las de las venas pulmonares se encuentran des provistas de válvulas. Verdad es que la contraccion suce siva, peristáltica y vermicular de las aurículas suple en parte esta falta : verdad es tambien que los hacecillos musculares, dispuestos á manera de esfínteres en la em bocadura de las grandes venas, contribuyen con su con traccion á que se cierren los orificios venosos ; pero si esto basta en circunstancias normales, no es suficiente cuando existen entorpecimientos poderosos que se oponen al curso natural de la sangre. monar no § 79. Latidos del corazon. —El corazon durante sus contrac ciones choca con la pared torácica correspondiente á la re gion precordial y los latidos de este órgano se hacen per ceptibles en el espacio intercostal que separa la quinta y sexta costilla del lado izquierdo. Se cree por algunos fisiólogos que estos latidos son de bidos al sístole auricular, porque lanzada la sangre tí, los , 416 ventrículos, TRATADO DE FISIOLOGÍA HUMANA. inclinan hácia adelante y chocan contra la pared del pecho ; pero las observaciones directas efectua das en los animales vivos dan á conocer que la inclinacion hacia adelante de la parte libre del corazon coincide con el sístole de los ventrículos. Como las fibras musculares que•ocupan la cara anterior de la porcion ventricular son más largas que las de la cara posterior, se acortan más que estas últimas durante la contraccion de los ventrículos, y la punta del corazon se dirige hacia adelante y hacia arriba. Ademas, la sangre arrojada á las arterias á consecuencia de la contraccion ventricular, reacciona sobre la parte libre del corazon em pujándole en sentido contrario, como sucede, por ejemplo, al descargar una escopeta, y la punta de este órgano tro pieza con la pared torácica. Ya Harbeo habia tenido oca sion de observar en el vizconde de Montgomery, herido gravemente y curado despues, á pesar de haber quedado el corazon casi al descubierto, que este órgano se levantaba bruscamente y chocaba contra la pared anterior del torax en cada contraccion ventricular. M. Bamberger ha podido notar, introduciendo el dedo en una herida del tórax, que se la punta del corazon chocaba contra el dedo del observa dor cada vez que los ventrículos se contraían, separándose de nuevo en el momento de diástole. En los casos de vi cios de conformacion de las paredes torácicas, se han com probado estas mismas observaciones ; y en la Academia de Medicina de Barcelona examinamos detenidamente hace algunos anos á M. Groux, á quien faltaba congénitamente parte del esternon, lo que permitía notar que el choque del corazon contra las paredes del pecho coincidía con el pulso y con el sístole ventricular, observándose al mismo tiempo que durante este sístole experimentaba el corazon un movimiento de torsion alrededor de su eje longitudi nal, á consecuencia del cual mente del lado izquierdo su punta se dirigía ligera hácia el derecho. La direccion CIRCDLACION DE LA SANGRE. 417 oblicua de las fibras musculares que forman los ventrícu los, ocasiona sin duda este movimiento- en el estado normal. A pesar de que para conformarnos con el lenguaje usual hemos hablado de choque del corazon contra las paredes del pecho, tal vez no tiene lugar este choque, ya que el corazon permanece aplicado á la pared torácica, y que, en el momento del sístole, se aplica con más fuerza contra la referida pared, elevando la region precordial y simu lando un choque que acaso no existe en realidad. Con esto se comprenderá que son varias las,causas que contribuyen al latido, pero que, entre todas, la principal consiste en el cambio que el órgano experimenta en el momento del sís tole; es decir, cuando pasa de la relajacion á la contrae cion, 6 sea cuando se endurece y comprime con energía la sangre que contiene. Así es que aun el corazon extraido del cuerpo del animal, cogido con la mano, da en sus con tracciones una sensacion idéntica á la que se experimenta cuando se aplica esta mano en la region precordial. Esto mismo confirma el Cardiógrafo de Chauveau y Marey, que consiste en un tubo flexible, lleno de aire, cuyas extremidades terminan en dos bolsas igualmente flexibles y llenas de aire tambien, y que permite, en vir tud de la elasticidad del gas contenido en su interior, que las variaciones de presion que experimenta una de las extremidades se comunique rápidamente á la otra; la cual por medio de una palanca que recibe y amplifica el movi miento, lo transmite á un aparato anotador donde queda dibujado. De este modo, si se introduce una de las extremidades del tubo en el ventrículo derecho de un caballo, la pre sion que experimenta se hará perceptible en la extremi dad que ha quedado al exterior, y si se emplean diferen tes tubos, de manera que uno de ellos se introduzca en el ventrículo derecho, otro en la aurícula del mismo lado MAGAZ.- Tratado de Fisiología humana. 418 TRATADO DE y otro en el espacio FISIOLOGÍA intercostal RUMANA. con que tropieza el zon, podrá apreciarse el &den de sucesion de mientos, su energía, su duracion y la relacion encuentran con el choque precordio.l. sus en cora movi que se B, elásticas situadas las extremidades del tubo flexible. C aparato imprimen su trazo las palancas del aparato esfigmográfico. D, aparato esfiginográfico recibe, transmite y amplifica el movimiento producido en cada uno de los cardiógrafos por la presion ejercida sobre las bolsas en que éstos terminan. 58.— A bolsas anotador en el que que tubos ó El cardiógrafo en de Chauveau y ve, para el estudio del , Marey no sirve, como humano. Marey, con se corazon el nombre de cardiógrafo clínico, ha inventado un aparato muy ingenioso, de uso tan frecuente en las cátedras de fisiología, como en las salas de los hospitales. Consiste este instrumento en una cápsula de madera aplicada al pecho por sus bordes ; el aire de esta cápsula está relacio nado con un tambor de palanca el cual se comunica con el papel ahumado del cilindro inscriptor ; un resorte que sale de la cápsula, deprime, por medio de una placa de marfil, la region del tórax en que se verifique el latido ; CIRCULACION DE LA SANGRE. las pulsaciones del corazon deprimen el resorte, y se munican al aire de la cápsula de donde, pasando por tubo de cautchuc, se dirigen al referido tambor. FIG• 59. —Carliélrafo clínico de 419 co un Marey. El cardióscopo de Marey ó explorador de tambor es to davía preferible al que acabamos de explicar : se compo ne este aparato de una campana de madera en cuyo inte FIG. 60. —Explorador de rior hay situado de Marey. metálica que comunica con un tubo el fondo de aquella, y al cual atraviesa : la una en cápsula tambor 420 TRATADO DE FISIOLOGÍA HUMANA. cápsula está cerrada en su parte inferior por una mem brana de cautchuc y en su interior contiene un. resorte de laton que empuja la membrana hacia fuera : en la parte exterior de esta membrana y hacia el centro, se encuen tra un disco de aluminio y un boton de corcho. El resor te de laton es tan sensible, que la presion más ligera lo deprime y entonces el aire de la cápsula es empujado, sale por el cubo y hace funcionar el tambor del polígrafo, cuya palanca traza en el papel ahumado del cilindro ins criptor la curva correspondiente á los latidos cardiacos. no. 61. Interpretacion —Lazado del latido del corazon humano. No basta ver del trazado cardiográfico. el trazado, sino que es preciso saberlo leer. La lectura de un trazado, lo mismo que la de un manuscrito ó de un impreso, debe hacerse de izquierda á derecha: cada mo dificacion que la curva gráfica presenta, corresponde á un determinado momento de la revolucion cardiaca. Así, por ejemplo ; la primera elevacion que se nota en el extremo izquierdo de la figura 61, está relacionada con la contrae cion de las aurículas; la grande elevacion que sigue á esta se debe á la contraccion de los ventrículos ; las pequenas elevaciones en número de dos ó tres que suceden á esta grande elevacion, reconocen como causa la influencia de las oscilaciones aórticas, sobre la pulsacion del corazon; el descenso de la curva que comienza con el sístole, re presenta la deplecion incipiente de los ventriculos; el des censo brusco que sigue á la última oscilacion, significa la completa salida de la sangre, que desde los ventrículos ha — CIIICULACION DE LA SAYGRE. 421 á las arterias; y la elevacion ocurrida despues de este descenso extremo indica que el ventrículo se va lle nando poco á poco. Compréndese facilmente la importan cia que este punto adquiere, cuando del terreno fisiológico pasamos al terreno clínico : entonces vemos que los tra zados cardiográficos, así como los esfigmográficos, que más tarde estudiaremos, forman un precioso elemento de diagnóstico para las enfermedades del corazon y de pasado la aorta. § 80. Aplicando el oido sobre las pa Ruidos del corazon. redes del pecho, en la parte correspondiente al corazon, se perciben, en el estado normal, dos ruidos diferentes : el primero coincide con el sístole ventricular, es bastante os curo, profundo, prolongado, tiene su máximum de inten sidad entre la cuarta y quinta costilla y es simultáneo con el choque del corazon contra la pared torácica; el segundo coincide con el reposo del corazon , es más claro y super ficial, menos prolongado, tiene su máximum de intensidad hácia el tercer espacio intercostal y coincide con la con traccion de los troncos arteriales que salen del corazon. Para distinguir estos ruidos entre sí, llamamos al primero sístole ventricular y al segundo sistólico arterial, porque, segun todas las probabilidades, el primero es ocasionado por el sístole de los ventrículos y el segundo por el sístole de los troncos arteriales que nacen del corazon. Si pasamos á un análisis detallado, veremos que el pri mer ruido del ventrículo derecho corresponde á la union del quinto cartílago derecho con el esternon, y el del ventrí culo izquierdo á la punta del músculo cardiaco : que el se gundo ruido corresponde á la derecha del esternon en la extremidad interna del primer cartílago costal, para la — 422 TRATADO DE FISIOLOGÍA HUMANA. arteria aorta, y á la izquierda del esternon en el segundo espacio intercostal izquierdo, para la arteria pulmonar. Se ha dicho que el ruido sistólico ventricular era produ cido por la contraccion de las aurículas y que resultaba del choque de la sangre contra las paredes de los ventrícu los; pero este ruido coincide, como hemos dicho, con el sístole de los ventrículos, y entonces las aurículas se ha llan dilatadas. Ademas, segun los experimentos de M. Beau se percibe tambien, aunque las aurículas no puedan entrar en contraccion. En nuestro concepto, el ruido sistólico ventricular es pro ducido por diferentes causas á la vez. En el momento del sístole de los ventrículos, la sangre choca contra la pared de estas cavidades, y este choque ha de producir algun ruido. Ademas, la tension súbita de las válvulas aurículo ventriculares, determinada por la onda sanguínea que tiende á retroceder hácia las aurículas, el roce de la misma onda sanguínea contra las bridas fibro-musculares que su jetan las válvulas tricúspide y mitral, el frotamiento de la parte inferior del corazon contra la pared del torax, y hasta la misma vibracion 6 murmullo oscilatorio, poco perceptible á la verdad, ocasionado por la contraccion de los músculos enérgicos son otras tantas causas que pue den contribuir á la produccion del ruido sistólico ventri cular. Si este ruido es oscuro y profundo, se debe á la masa compacta de fibras musculares de que están formados los ventrículos, y si tiene su máximum de intensidad entre la cuarta y quinta costilla, es porque precisamente corres ponde á esta parte el espacio ventricular en que se pro duce. Vintrich ha logrado, por medio de un procedimiento muy ingenioso, analizar perfectamente este ruido : descom pone el ruido total en dos distintos, uno valvular y otro muscular. Para ello, se sirve de un resonador formado de un cono de zinc y una membrana de cautchuc ; el cono es , RUIDOS DEL CORAZON. 423 truncado, y la membrana, colocada encima de él, puede segun el grado de esta ten sion, se percibirá el sonido valvular ó el muscular. El ruido sistólico arterial coincide con el reposo del co razon : de consiguiente, no debe buscarse su orígen en las contracciones de este órgano. Pero como el reposo del co razon va acompanado de la contraccion de los grandes troncos arteriales que acaban de recibir la sangre de los ventrículos, y como la contraccion de la aorta y la de la arteria pulmonar ocasiona el retroceso de la sangre, y esta choca contra las válvulas sigmoideas, que cierran entonces el orificio arterial ó de comunicacion con los ventrículos, parece natural atribuir el orígen del ruido que nos ocupa al choque de la onda sanguínea contra el plano valvular. Los experimentos de M. Hope confirman esta opinion. Si se fijan las válvulas sigmoideas contra las paredes arteria les, por medio de pequenas erinas metálicas, el ruido seco y claro que caracteriza al que hemos llamado sistólico arte rial, desaparece y es sustituido por otro de fuelle ó por un silencio completo, volviendo á aparecer el primero si se colocan de nuevo las cosas en su situacion normal. Inyec tando un líquido en la aorta torácica de un cadaver y di rigiendo la corriente hácia el corazon, se cierra brusca mente el orificio aórtico de esta víscera y se percibe un ruido análogo al de que nos estamos ocupando. Si se corta la punta del corazon de una vaca, de manera que la sangre comprimida por los ventrículos salga por la herida y no por los orificios arteriales, el ruido sistólico ventricular continúa manifestándose, segun se deduce de los ensayos de una comision de médicos de Dublin ; pero el sistólico ponerse más 6 menos tensa ; arterial desaparece, porque ya no pueden entrar en juego para producirlo las válvulas sigmoideas. Este ruido es más perceptible que el anterior, porque se produce más super ficialmente y no hay masas musculares que impidan su comunicacion al exterior, y tiene su máximum de intensi 424 dad TRATADO DE en un FISIOLOGÍA HUMANA. punto más elevado que el primero, porque cor responde al de insercion de las válvulas sigmoideas en las arterias aorta y pulmonar. La siguiente figura ideada por Beaunis, es una de las representaciones esquemáticas más instructivas que cono cemos. 1 I 2, 3 II FIGURA 5 iiiii #32. En esta figura, representativa del ritmo, la duracion y la sucesion de los movimientos de las cavidades cardiacas, el sístole está representado por la curva superior á la linea de las abscisas y el diástole, por la curva inferior á esta linea: el movimiento de las aurículas está representado por la linea A A; el de los ventrículos por la linea Y V; la duracion de una revolucion cardiaca, corresponde á la lougitud de las lineas V V, A A. La inspeccion de esta figura nos ensena lo siguiente : 1.0 el sístole auricular antecede inmediatamente al sístole ventricular ; 2.° el principio del sístole ventricular coincide con el princi pio del diástole auricular: 3.° el sístole auricular, repre senta tan sólo una quinta parte de la duracion total de RITMO DURACION Y SUCESION DE LAS CONTRACCIONES CARDÍACAS. 425 revolucion cardiaca: 4.° el sístole ventricular corres ponde á dos quintas partes de esta revolucion: 5.° duran te los dos quintos restantes de la revolucion, las aurículas y los ventrículos están en diástole. Toda revolucion car diaca-, atendiendo á los movimientos, se divide en tres tiempos; 1.0 sístole auricular: 2.° sístole ventricular: 3.° reposo del corazon : el latido cardiaco, como se ve en la una figura, corresponde al segundo tiempo. Sin embargo, bajo el punto de vista clínico, se puede fundar la division de los tiempos, no en los movimientos sino en los ruidos, haciendo coincidir el primer tiempo con el primer ruido. Los estados patológicos del corazon, á consecuencia de los cuales se altera el juego de las v,álvulas, ó las adhe rencias de este órgano con la serosa que lo envuelve, oca sionan ruidos anormales como el de fuelle, el de cuero, et cétera, modificaciones en el timbre, agudeza ó intensidad de los ruidos normales, cuyo estudio corresponde á la pa tología. La impulsion comunicada á la sangre por las contrac ciones ventriculares, da lugar á que el choque de la onda sanguínea se perciba en las paredes arteriales cuando se comprimen ligeramente con el dedo sobre un plano resis tente, como el formado por los huesos radio, temporal, etcétera. A la impresion provocada en este caso por las arteriales en el órgano del tacto, se le designa con el nombre de pulso. El mayor ó menor número de veces que los ventrículos se contraen en un tiempo dado, da lugar á que el pulso sea más ó menos frecuente. La frecuencia del pulso puede depender de un estado patológico, así como tambien de circunstancias individuales, extranas á toda enfermedad, y conviene, por lo mismo, conocerlas. En el feto y en los primeros tiempos de la vida extra uterina, el corazon late de ciento treinta á ciento cuaren ta veces por minuto. El número de pulsaciones disminu paredes 426 TRATADO DE FISIOLOGÍA HUMANA. ye gradualmente desde los dos anos á la edad adulta, en cuya época es, con corta diferencia, de setenta y dos. En la vejez aumenta hasta setenta y cinco y en la decrepitud se aproxima á ochenta. Las contracciones del corazon son más numerosas en la mujer que en el hombre, cualquiera que sea la época de la vida en que se les compare. En igualdad de sexos y de edades, las contracciones del corazon son más frecuentes en los sujetos que tienen menor estatura. El ejercicio muscular, el estado de vigilia, los climas cálidos, la diminucion de la presion atmosférica, el tra bajo de la digestion, el uso de alimentos azoados y de be bidas fermentadas, cgntribuyen tambien á que se aceleren las contracciones del corazon. § 81. Capacidad del corazon.— Se ha intentado calcular la cantidad de sangre que el ventrículo izquierdo del cora zon envía por minuto al sistema aórtico, y aunque las evaluaciones hechas no pueden expresar de una manera exacta la verdad, tienen, sin embargo, su importancia re lativa. Admitiendo que el número de contracciones sea, por término medio, de setenta y dos por minuto, admi tiendo que la capacidad del ventrículo izquierdo sea de ciento ochenta centímetros cúbicos, y admitiendo que se vacía completamente en cada movimiento de sístole, re sultará que la aorta recibe doce mil novecientos sesenta centímetros cúbicos por minuto, ó sean doscientos diez y seis en cada segundo. Pero este cálculo, basado en las suposiciones anteriores, no puede ser completamente exacto, porque es más dificil de lo que á primera vista parece apreciar con exactitud la verdadera capacidad del ventrículo izquierdo; porque tampoco se vacía comple tamente en cada movimiento de contraccion, y porque CAPACIDAD DEL 427 CORAZON. la cantidad de sangre puesta en movimiento por las con tracciones del ventrículo, no dependen sólo de la frecuen cia de estas contracciones, sino de la mayor ó menor dila tacion de su cavidad en el acto del diástole. Las mismas observaciones pueden hacerse cuando se trate de apreciar la cantidad de sangre lanzada á la arteria pulmonar por el ventrículo derecho en cada una de sus contracciones. Marey, con objeto de evaluar el gasto del corazon, se sirve de los trazados cardiográficos, teniendo en cuenta que la pulsacion del corazon está formada por los cambios de presion de la sangre, combinados con los cambios de vo lumen del órgano. Estos cambios de presion y de volumen pueden estudiarse gráficamente á beneficio del siguiente aparato ideado por el autor que acabamos de citar. FIG. 63.— Aparato de Illarey para evaluar el gasto del corazon. Extraido un corazon de tortuga, se le hace comunicar por una de sus venas con un tubo de cautchuc que se dirige á la aurícula, y por una de sus arterias, con otro tubo análogo : un recipiente situado por encima contiene san gre desfibrinada, que por medio de tubos de cautchuc de rrama esta sangre en el corazon : sale el líquido por el vaso arterial á beneficio de un tubo que encuentra un es 428 TRATADO DE FISIOLOGÍA RUMANA. figmóscopo en su camino, y esta sangre vuelve al reci piente por otro tubo; del recipiente pasa segunda vez al corazon y así sucesivamente va repitiéndose esta circula cion artificial. A cada diástole del ventrículo de la aurícula, la sangre entra ; á cada sístole sale y con el contacto de la sangre renovada el corazon puede latir por espacio de lar gas horas. Un tambor de palanca relacionado con el esfig móscopo, y otro tambor relacionado con el frasco que contiene el corazon, actúan sobre sus palancas inscripto ras, y estas últimas, en el papel ahumado del cilindro, nos dan respectivamente y en sentido inverso, las curvas de los cambios de presion y las de los cambios de volumen. § 82. Fuerza del corazon.— Se ha intentado tambien conocer la fuerza de contraccion del corazon ó la potencia motriz de este órgano. La fuerza de contraccion del corazon puede apreciarse por la rigidez de sus paredes en el acto del sístole y por la fuerte compresion que se experimenta cuando se intro duce el dedo en el interior de los ventrículos. Si se tiene en cuenta que la fuerza de contraccion de los músculos está casi siempre en relacion con el número de fibras de que se componen, ó lo que es casi igual, con su peso, es natural que el lado izquierdo del corazon ten ga una potencia motriz doble próximamente de la que co rresponde al lado derecho. El trabajo mecánico del corazon, considerado en sí mis mo, es decir, el peso que la fuerza desplegada por las contracciones de este órgano podría elevar á determinada altura, en un tiempo dado, puede apreciarse con exac igual á la que se necesita para no titud. Vierordt cree que es levantar trescientos gramos á un segundo. Volkmann, aceptando metro de altura como base que el en un corazon FUERZA DEL 429 CORAZON. lanza á la aorta, en cada contraccion ventricular, de cien to setenta y cinco á ciento ochenta gramos de sangre ; que la velocidad con que camina en este vaso es de tres á cua tro decímetros por segundo, y que su tension media es equivalente á una columna de dos metros y veinticuatro centímetros de sangre, deduce que el ventrículo izquierda ejecuta un trabajo igual al que se necesitaría para levan tar cuatrocientos gramos á un metro de altura. Si estos cálculos son exactos el trabajo ejectuado por el corazon en 24 horas bastaría para levantar á un metro de altura un peso de algunos miles de quintales. Cualquiera que sea la fuerza desplegada por el corazon, lo que más importa conocer es la tension que esta fuerza determina en la sangre lanzada á las arterias. Esta tension puede apreciarse con facilidad ; y segun veremos más ade lante, la onda sanguínea impulsada por el ventrículo iz quierdo comprime de dentro á fuera las paredes arteriales con una fuerza equivalente al peso de una columna de mercurio de unos quince centímetros de altura. La tension comunicada por el ventrículo derecho es algo menor. La tension arterial es casi igual en todos los mamíferos, aunque sea diferente su talla y el volumen de su corazon. Esto puede significar, como asegura Volkmann, que el corazon de una gallina comunica á la sangre un impulso igual al que le comunica el corazon de un caballo; pero no significa que la fuerza de contraccion del corazon sea igual en estos dos animales, sino que existe una relacion casi constante entre esta contraccion y el calibre de los orificios aórticos 6 la cantidad de líquido que ha de po nerle en movimiento en cada sístole. Por eso, aunque la contraccion ventricular es más enérgica en el caballo, co mo tiene que desalojar una cantidad de sangre mucho ma yor que el corazon de la gallina, la comunica, con corta diferencia, Existe un una impulso igual. relacion constante entre la energía de que 430 TRATADO DE FIBIOLOGiA HUMANA. dispone el corazon y la cantidad de sangre que terior contiene. Gl. — Aparato de Marey para apreciar el esfuerzo máximo del en su in corazon. Para apreciar el esfuerzo máximo del corazon, se vale Marey de un procedimiento muy sencillo. Un recipiente lleno de sangre, vierte su contenido por el mecanismo del sifon, en el corazon C de una tortuga, mediante un tubo T, relacionado con una vena : otro tubo B que sale del cora zon, representa las arterias, y bifurcándose va por la ra ma principal P hasta un nivel superior al recipiente R, para derramar por el orificio O la sangre procedente del músculo cardiaco: la otra rama de bifurcacion II, va á un manómetro de mercurio 31. El mínimum de volumen del ventrículo en el sístole, está significado por la línea pun teada. A cada sístole, cuando la sangre se derrama por el orificio O, el manómetro senala elevaciones de presion. En el caso de que comprimiendo el tubo se impida la sa lida de la sangre, el manómetro indica una presion cuan do menos doble. Por lo demas la fuerza de contraccion del corazon puede aumentar ó disminuir en un mismo individuo por diferentes circunstancias En la edad adulta es mayor que en la infancia 6 'en la vejez. En los casos de hemor , CIRCULACION DE LA SANGRE EN LAS ragias ó de que, por cualquiera 431 ARTERIAS. disminuya otra causa, la cantidad de sangre que hay en circulacion, ó se haga mas pobre de principios excitantes, como sucede á con secuencia de la fatiga ó de las privaciones, etc., dismi nuye tambien la energía de la contraccion ventricular. El corazon, lo mismo que los demas músculos de la economía, se contrae bajo la influencia de ciertos estí mulos, como las excitaciones mecánicas 6 químicas, la electricidad, etc. ; pero el agente cuya influencia provo ca, en el estado normal, las contracciones de este ór gano, es la sangre que ocupa sus cavidades. La intermi tencia de los movimientos sistólicos del corazon depende principalmente de la manera regular y periódica con que se verifica el aflujo de la sangre. La voluntad no ejerce accion alguna directa en las contracciones de este órgano, y aunque sujetas á la influencia nerviosa, no depende directamente ni del cerebro, i de la médula oblongada, ni de la espinal, pareciendo mas bien que el corazon encuentra en sí mismo, probablemente en los ganglios nerviosos alojados en sus paredes, la accion nerviosa en virtud de la cual ejecuta sus movimientos rítmicos y regulares. CAPÍTULO De la circulacion de la sangre Y. en las arterias. § 83. Contractilidad y elasticidad de las arterias. Las arte rias, cuya estructura y distribucion suponemos cono — cida, tienen dos propiedades importantes, que conviene examinar detenidamente por la grande influencia que ejercen la circulacion. Nos referimos á y á su contractilidad. en su elasticidad 432 TRATADO DE FISIOLOGÍA HUMANA. La elasticidad de las arterias se demuestra en el ca daver comprimiéndolas ó estirándolas. En el primer caso se aplanan, en el segundo se alargan ; pero tanto en el uno como en el otro recobran su forma cilíndrica y su posicion primitiva, desde el momento que cesa el es fuerzo empleado para comprimirlas 6 alargarlas. En el individuo vivo es fácil convencerse tambien de la elas ticidad de los vasos arteriales. Tomando un muelle de reloj y enroscándolo en forma de anillo sobre un tronco arterial los bordes libres de este anillo se separan cuando los ventrículos entran en contraccion, y vuel ven á juntarse cuando el corazon se halla en estado de reposo. La arteria carótida de un perro se dilata de este modo, durante la contraccion ventricular, un veinti dosavo poco más ó menos de su diámetro ordinario. Las arterias no sólo se dilatan bajo la influencia de la con traccion ventricular, sino que se alargan, dando lugar, á veces, á inflexiones y corvaduras que demuestran por sí solas la elasticidad de estos vasos. La contractilidad propia de las arterias se demuestra por gran número de hechos diferentes. Las inyecciones arteriales se hacen mejor en el cadaver cuando noésta fresco, que en los animales vivos 6 en los que hace poco tiempo que han muerto, porque en estos dos últimos casos no ha desaparecido todavía la contractilidad de estos vasos. La accion del frio, el simple contacto del aire 6 la apli cacion de sustancias astringentes provocan la contrae cion de las arterias, que basta para detener la salida de la sangre, al menos mientras dura la accion de los indi cados agentes, sin que pueda impedir el que á veces se presenten, algun tiempo despues, las hemorragias lla madas consecutivas. La contractilidad arterial es menos enérgica en los grandes troncos arteriales que en las ramas más peque nas. En los primeros predomina el tejido elástico en su , MOVIMIENTO DE LA SANGRE EN LAS 433 ARTERIAS. túnica media y apenas se observan elementos muscula res. Á medida que las arterias se alejan del corazon aproximándose á la periferia, el tejido muscular de su membrana media se hace más abundante, hasta que en las arteriolas constituye por sí solo la porcion intermedia de las paredes. Virchow asegura que los capilares sanguí neos están completamente desprovistos de elementos mus culares, y otros fisiólogos, aceptando esta idea, admiten, para explicar las contracciones activas de los indicados paredes están formadas de un protoplasma contráctil. Las fibras musculares asociadas al tejido elásti co de las arterias no obedecen en sus contracciones á la voluntad, pero están sujetas, lo mismo que los demas músculos de fibra lisa, á la influencia del sistema nervio so, siendo su contractilidad lenta en la manera de mani festarse y en su desaparicion. vasos, que sus Conocidas las propiedades arteriales que acabamos de examinar, es más fácil darse cuenta de los fenómenos que acompanan á la circulacion arterial. §84. Movimiento de la sangre las arterias. La contrae cion de los ventrículos del corazon lanza la sangre á las arterias. Esta sangre empuja la que va delante y distiende al mismo tiempo las paredes arteriales. El sístole cesa y el corazon se encuentra en su período de descanso ; pero como las arterias dilatadas tienden á recuperar su posicion primitiva desde que cesa el esfuerzo ventricular, y como al mismo tiempo tienen contractilidad propia, el diámetro de estos vasos disminuye y la sangre comprimida se ve obligada á marchar hácia la periferia, porque las válvulas sigmoideas impiden el retroceso de la misma hácia el corazon. Mientras tanto, los ventrículos se contraen otra - Tratado de en Fisiología humana. — 28 431 TRATADO DE FISIOLOGÍA HUMANA. y las ondas sanguíneas que penetran en el árbol arterial, no sólo comunican nuevo impulso á las que las preceden, sino que, comprimidas tambien cuando se ponen contractilidad de los vasos, se en juego la elasticidad y dirigen hácia la periferia como las anteriores. Desde que las arterias salen del corazon hasta que se extinguen en el sistema capilar, van, sucesivamente bifur cándose, siendo mayor el calibre de estas bifurcaciones, que el del vaso que las había originado. El sistema arterial considerado esquematicamente viene á ser un cono truncado, cuya base se encuentra al nivel vez, del sisteMa capilary cuya seccion más reducida, comparable al vértice, se halla en el nacimiento de la arteria aorta. El sistema venoso, representa tambien un cono cuya base co rresponde al sistema capilar y cuyo vértice se encuentra en las terminaciones auriculares de las venas cavas. El siste cilindro. ma capilar, es por su parte comparable á un Los calibres respectivos entre el cilindro capilar y los conos arterial y venoso, son los siguientes : el del cilindro es al del cono arterial, como 800 es á 1; y al del cono ve á 1. Siendo elásticas las arterias y el empuje del corazon intermitente, resulta, que cada sístole del ventrículo de termina dos importantísimos fenómenos : 1.0 la progre sion del líquido sanguíneo ; 2.° un verdadero movimien to ondulatorio. Marey ha demostrado que el gasto de por un un líquido que sale de una manera intermitente noso, como 400 es • tubo elástico, es mucho más considerable que si en iguales condiciones se derramara por un tubo rígido ; de lo cual resulta que el corazon produce un efecto mucho mayor, circulacion, di en lo que se refiere á la actividad de la rigiendo la sangre en el interior de una tubería elástica, del que resultaría si le lanzara sobre tubos rígidos. La elasticidad arterial reemplaza al sístole cardiaco en los momentos de intermitencia que éste tiene, y como esta MOVIMIENTO DE LA SANGRE EN LAS ARTERIAS. 435 fuerza que era intermitente, se convierte en fuerza conti nua, cambia el movimiento intermitente de la sangre en movimiento continuo, aprovechándose mucho más de esta manera las contracciones del corazon. En tanto es así, en cuanto las arterias cercanas á este órgano presentan el chorro intermitente; chorro que se va haciendo continuo á medida que se van encaminando hácia el sistema capi lar. La elasticidad arterial retiene cierta porcion de la fuerza que le ha comunicado el ventrículo en el fenómeno sistólico ; fuerza que poco á poco restituye, empujando la sangre en el intermedio de la contraccion ventricular. El movimiento de la sangre en las arterias es pues, continuo y uniforme, aunque las contracciones ventricula res son intermitentes. El Sr. Turró, de Barcelona, ha publicado un folleto en el que sostiene una teoría diferente á cerca de la influen cia de la elasticidad y de la contractilidad de las arte rias en la circulacion de la sangre, teoría digna de estudio y de meditacion. Los elementos musculares de la túnica media de las arterias, representan asimismo su papel. Cuando traen, estrechan el calibre de los vasos, se con disminuyen la cargo, producen una anemia: cuando se relajan, ensanchan el calibre, aumentan la irri gacion, producen la hiperemia. Son, en una palabra, los modificadores de las circulaciones locales ; y obedecen cons tantemente á los nervios vaso-motores. Estudiada la revolucion cardiaca y conocidas las pro piedades de las arterias, comprenderemos sin dificultad la progresion de la sangre en el interior de dichos vasos. Ya hemos visto que la causa principal del movimiento de la sangre debía buscarse en la contraccion ventricular: que esta contraccion es de naturaleza intermitente ; que cada vez que se produce, es arrojada desde el corazon á las arterias, una nueva columna de líquido sanguíneo. Pero irrigacion que está á su 436 TRATADO DE FISIOLOGÍA HUMANA. tambien sabemos quelas arterias, siendoelásticas, obedecen á esta propiedad de índole física; que la pared distendida durante el sístole ventricular, recobra su primitiva forma en el reposo cardíaco ; que al verificarse este fenómeno, la sangre es comprimida ; es decir, que en los intervalos de los sístoles ventriculares, la sangre continúa sujeta á una presion reconocible por el chorro que se escapa de toda arteria abierta, tanto durante el sístole ventricular, como en el periodo de reposo. En otros términos, existe en las arterias una tension permanente, que obrando sobre la san , gre, determina la progresion constante del líquido sanguí neo. Si no existiera la elasticidad de las arterias, la sangre, en el reposo cardíaco se escaparía babeando, por la incision de estos vasos y solamente se obtendría el chorro, en el mo mento de la contraccion ventricular : lo cual equivale á decir, que siendo la causa intermitente, el efecto sería in termitente tambien. Solo por una ofuscacion inconcebible, ha podido negarse esta especial accion de las arterias, pues no se trata de un hecho imaginado, sino, antes al contrario, perfectamente demostrado. Poiseuille demuestra la distension arterial de la siguiente manera : se vale de una cajita que presenta dos agujeros diametralmente opuestos, en cuya tapa superior existe un tubo graduado ; esta cajita se separa en dos partes, al nivel del eje de los agujeros citados ; se descubre una por cion de carótida de un animal y se introduce una de las dos porciones de la caja debajo de la arteria ; encima de este vaso se coloca la otra porcion, de manera que los dos agujeros abracen dicha arteria en dos puntos diferentes; se llena de agua la cajita y el tubo y de esta manera, siem pre que aumente el calibre de la arteria, el agua compri mida en la caja, deberá ascender en el tubo superior, Ahora bien, por este procedimiento se observa que en cada sístole ventricular el citado líquido se eleva. MOVIMIENTO DE LA SANGAE EN LAS ARTERIAS. 437 De todo lo dicho se deduce 1.0 que la contraccion ventri cular es la causa eficiente de la circulacion sanguínea : que la elasticidad arterial, es el regulador de esta circulacicm: 3.° que la contractilidad de las arterias, careciendo de ritmo y de regularidad, no puede considerarse como una causa permanente que influya en la circulacion gene? al, estando su papel puramente reservado, á influir en las circulaciones locales, segun las corrientes que reciban las arterias del aparato especial vaso-motor. Compréndese facilmente, despues de lo que acabamos de indicar, que á cada contraccion de los ventrículos, in troduciéndose en las arterias una nueva cantidad de sangre, se produzca un considerable aumento de presion. Este au mento estará representado por un choque; este choque dará lugar á una onda, que comenzando en el vértice del cono, se propagará sucesivamente hasta su base; esta onda, resultan te de los cambios de presion, se percibirá perfectamente en las arterias. Cuando un vaso de este género, descansa sobre un plano óseo, y se comprime con el dedo, produce en este dedo una sensacion especial, conocida en Fisiología y en-Patología, con el nombre genérico de pulso. La arteria comprimida se dilata en virtud del aumento de presion; entra en diástole, lo que equivale á decir que el pulso coincide con el diástole arterial consecutivo al sístole del ventrículo. De esto se deduce que el pulso es la propagacion de un choque, de una oscilacion de un movimiento ; nada tiene que ver con la velocidad de la circulacion : no es una masa material que se dirige de un punto á otro, sino un movimiento que por entre las moléculas de esta masa se extiende y se propaga. Weber fundándose en que el pulso Be presenta en las arterias distantes del corazon despues que en las arterias cercanas, ha podido explicar la forma cion de una ola, que saliendo del corazon se fracciona poco á, poco, para entrar en cada arteria ; esta ola, lo mismo , 438 TRATADO DE producidas FISIOLOGÍA HUMANA. superficie líquida, cuando en ella se echa un cuerpo extrano, se forma en el punto de contacto ; no sale de este punto ; se propaga, porque cada parte líquida toma una forma especial : finalmente, se extingue por completo : « unda non est materia progre diens, sed forma materice progrediens». El pulso, pues, no es la onda originada en el ventrículo, sino la onda lejana que esta misma ha producido. Por eso, los latidos arteriales son menos perceptibles en los puntos más separados del corazon y dejan de percibir se en los vasos muy pequenos. Por eso, aunque el pulso es producido por el sístole ventricular, como la transmision del movimiento no es instantánea en todo el árbol arte rial, las pulsaciones de la arteria se perciben algo mas tarde que las del corazon, sobre todo en aquellos ramos más apartados del centro circulatorio. Para evitar los efectos de la impresion brusca de la san gre en los tejidos más delicados, los vasos no se dirigen siempre en línea recta al punto en que se distribuyen, sino que forman inflexiones y corvaduras, con el objeto de que ese impulso sea menor, ó de que desaparezca del todo al llegar á la red capilar. Explorando el pulso, podemos apreciar la mayor ó menor rapidez de las contracciones del corazon y su mayor 6 me nor regularidad ; pero podemos equivocarnos fácilmente en cuanto á la energía ó debilidad de las mismas contrac ciones. A veces, las arterias se hallan en un estado de con traccion espasmódica, y como la onda sanguínea no puede dilatarlas con la facilidad acostumbrada, la intensidad de la contraccion ventricular parece más pequena. Lo contra rio sucede cuando su contractilidad se halla, por decirlo así, adormecida. Los vasos se dilatan fácilmente al impulso de la sangre que choca contra su pared interna, y esta fa cilidad de dilatacion puede atribuirse, equivocadamente, á la mayor energía de las contracciones del corazon. que las en una PROCEDIMIENTOS PARA LA EXPLORÁCION DEL 439 PULSO. Varios son los procedimientos destinados á la explora cion del pulso. Nos detendremos únicamente en la expli cacion de los principales, haciendo caso omiso de un gran número de aparatos que en diferentes monografías se des criben. Exploracion digital : por medio de lapalpacion, se reco noce comunmente el pulso ; los datos deducidos de este procedimiento exploratorio tienen en clínica una impor tancia considerable. Hemautografía: los procedimientos hemautográficos son quizá los que dan resultados más seguros ; consisten simplemente en incindir un vaso y dirigir el chorro al papel del cilindro rotador, para obtener de esta manera verdaderas gráficas de sangre. Examinando sencillamente el cano líquido, podremos tambien conocer la presion ar terial, por la altura á que se eleve el chorro; y la influen cia de las contracciones del ventrículo, por la mayor ele vacion, que se observa en el momento del sístole. Laudois á beneficio de los procedimientos hemautográficos, ha obte nido resultados muy precisos. Esfigmo-manometría : el esfigmómetro de Herisson, se reduce á un tubo lleno de líquido, cerrado en su parte inferior ensanchada, por una membrana de cautchuc ; se aplica por esta parte sobre una arteria y las oscilaciones que el líquido experimenta en su interior, son isócronas á las pulsaciones arteriales : la importancia de este aparato es limitada, pues sirve unicamente para dar á conocer la , , y la velocidad del pulso. Otro tanto podríamos decir, del manómetro pulsador de Chelius. Esfigmo-fotografía: los rayos luminosos reflejados en un punto cercano al de la pulsacion de la radial, son recogidos sobre una pantalla revestida de papel sensibilizado ; el hace cillo se ve obligado á trazar en el papel fotográfico una línea vertical, por la interposicion de una segunda pantalla pro vista de una hendidura apropiada ; la longitud de la línea regularidad 440 TRATADO DE FISIOLOGÍA HUMANA. corresponde al momento de la pulsacion. Ademas de procedimiento, ideado por Czermak, puede hacerse este uso, á imitacion de Ozanam, de una columna oscilante de mer curio. Esfigmo-fonía : el esjig mofono de Stein consiste en un resorte apoyado en una arteria, el cual se eleva cuando se verifica el diástole arterial y se deprime cuando la arteria se reduce ; este resorte empuja un tornillo y cierra una corriente que habiendo llegado por aquél, sale por éste. Las interrupciones y las oclusiones de la corriente, se perciben claramente á beneficio de un teléfono relacionado con el aparato. Esfigmo-mierofonía: S pillm annyDumonthanmodificado el esfigmófono de Stein, echando mano de un resorte de papel en lugar del resorte de acero, sobre el cual está fijado el carbon movible : sin embargo, con este aparato, que realmente ofrece bastante sensibilidad, no es posible percibir los ruidos, que en la circulacion de la sangre se producen. El esfigmofono de Riv.hardson es una combinacion del micrófono, del teléfono y del esfigmógrafo : su sensibili dad es notabilísima, percibiéndose perfectamente los lati dos del pulso. Un contacto á desliz del micrófono reem plaza el rodaje del esfigmógrafo y una pequena batería de bicromato de potasa, constituye su parte activa ; final mente, un teléfono de Bell y un sistema de enlace con la muneca, completan el aparato. Desde el momento en que la aguja es movida por el pulso, se produce una serie de movimientos por el contacto ó desliz del micrófono, dando lugar á variaciones de intensidad de la corriente, las cuales transmitiéndose desde el micrófono al teléfono pueden ser perfectamente percibidas aplicando al oido este último aparato. Puede hacerse tan considerable la inten sidad de los sonidos, que á 30 yardas de distancia sean cla ramente perceptibles ; y, al contrario, puede hacerse tan PROCEDIMIENTOS PARA LA EXPLORACION DEL PULSO. 441 debil esta intensidad, que el ruido imperceptible para el enfermo, exige la aplicacion del teléfono al oido del médico para que éste lo pueda percibir; para obtener estos efectos basta modificar la potencia de la batería. El explorador microfónico de Boudet, tal como lo describe su autor en una importante monografía, consiste en una lámina de cautchuc endurecido, ligeramente cóncava, y perforada en su centro, en una de cuyas extremidades se eleva un vástago sobre el cual sube y baja un pequeno carrete de cobre, entre cuyos montantes oscila un cilindro de carbon. F Fm. 65— Explorador microfónico La extremidad libre de de Boudet. lámina de un resorte va á parar debajo del carbon y la otra extremidad de este resorte está fijada en el otro extremo de la lámina de cautchuc. Una pequena lente de carbon fijada al resorte, toca la extremidad del cilindro del carbon descrito. Otro resorte colocado debajo del primero, termina en un bo una 442 ton TRATADO DE explorador FISIOLOGÍA HUMANA. que atraviesa el orificio de la lámina de cautchuc. Todo choque ó presion verificados en el boton, es transmitido á los dos contactos existentes entre los car bones, por cuyo motivo, la intensidad de la corriente que los atraviesa, cambia : cada variacion de la inten sidad de la corriente, es recogida por un teléfono y percibida perfectamente por el observador. La sensibi lidad de este aparato es exquisita, pero ofrece el incon veniente de no ser aplicable sino á la arteria radial. Para explorar las otras arterias debemos valernos del estetós copo microfónieo de Ducrotet, que consiste en un micró fono colocado sobre un tambor de Marey de membra na elástica, provisto de un embudo de marfil destinado á aplicarse sobre los vasos 6 sobre el corazon ; este em budo está en relacion con el tambor, por medio de un tubo de cautchuc. \ FIG. 66. — Esteloseopo .microfónico de Duerotet. La membrana del tambor está formada de vejiga de cer do; en su centro lleva fijado un pedazo de carbon : otro carbon de forma cilíndrica, oscilante sobre un eje trans versal, está colocado por encima del primero; ambos car PROCEDIMIENTOS PARA LA EXPLORACION DEL PULSO. 443 bones están reunidos á una pila y á un teléfono, por me dio de dos hilos conductores. Esfigmógrafo reflector de Czermak. Un espejo movi ble alrededor de un eje horizontal apoya su pequena ex tremidad en una arteria; el hacecillo luminoso que se di rige á este espejo es reflejado por la extremidad opuesta y traza los movimientos en una pantalla; estos movi mientos, como se comprende, son producidos por el pul so. Esfigmógrafo eléctrico de Czermak: Adaptando al esfig mómetro de Herisson, por ejemplo, un aparatito que determina oclusiones é interrupciones de la corriente eléc trica, pueden inscribirse los movimientos del pulso. Es •gmógrafo de .ms de Landois : El gas contenido en un aparato á propósito, recibe las pulsaciones de una arteria, siendo isócronas á los latidos del pulso las variaciones de la llama. Los esfigmógrafos de palanca se dividen en dos grupos: es á saber, esfigmógrafos simples y esfigmógrafos inscrip tores; estos últimos se subdividen á su vez en dos sub grupos; el de los esfigmógrafos directos y el de los esfig mógrafos transmisores. El tipo de los esfigmógrafos simples está perfectamente realizado en la palanca improvisada de King : este autor para estudiar el pulso venoso se vale de un hilo de lacre obtenido en la lámpara por la traccion de esta sustancia; una de las dos extremidades de este hilo se fija á la piel por medio de una gotita de sebo, y como el hilo descansa sobre la vena, la extremidad libre (brazo de la resisten cia de esta pequena palanca de tercer género ) presentará sumamente amplificados los movimientos de la vena. Si en lugar de aplicarlo sobre una vena lo aplicamos sobre una arteria superficial y ponemos en contacto la extremi dad de la palanca con el papel ahumado del cilindro ins criptor, obtendremos unas clarísimas gráficas del pulso, por medio de este esfigmógrafo tan sencillo. Nosotros — 444 TRATADO DE FISIOLOGÍA RUMANA. servimos de un hilo de cristal obtenido á la lámpara. Entre los esfigmógrafos inscriptvres diversos se cuen tan el esfigmógrafo de Vie rordt, el de Marey, el de Brondel, el de Behier y el de nos , Longuet. Elesfigmógrafo deVierodt, está fundado en la elevacion de una palanca de tercer gé nero, por la dilatacion de la arteria ; el arco de círculo producido por el brazo de la resistencia, corrige me segunda palanca se diante una de longitud calculada, unida á la primera por medio de un cuadrado que lleve un estilete en relacion con un cilindro inscriptor. El esjigmógrafo de M. Ma rey, aunque bastante compli cado si se le examina en su conjunto, está reducido en su parte esencial á un resorte A de acero, cuya extremidad libre lleva un boton de marfil que se apoya sobre la arteria radial. Cada pulsacion de la arteriaeleva el resorte, ycomo éste en la parte superior del boton, contiene un vástago que engrana con una rueda dentada, fijada sobre el eje del 67.—Esligalógraro de M PROCEDIMIENTOS PARA LA EXPLORACION DEL PULSO. 445 movimiento de una palanca ; esta última se moverá siem pre y cuando el resorte sea movido. La palanca es muy larga y muy ligera, y como su brazo B está armado de una punta inscriptora á cuyo alcance pasa, con movimiento siempre uniforme, por un mecanismo de relojería, una tira de papel ahumado, C, queda trazada en la misma una línea curva, cuyas ondulaciones indican, segun su mayor ó menor amplitud, proximidad ó igualdad, todas las mo dificaciones que el pulso puede experimentar en su fuerza, rapidez, regularidad é intermitencia. Las elevaciones del trazado corresponden á las pulsaciones de la arteria (diás tole arterial), y las depresiones á la reduccion de calibre de este vaso. El esfigmógrafo pasivo de Brondel sólo se distingue del de Marey en que la palanca no verifica presion elástica so bre la arteria, por cuyo motivo la constancia de presion sobre este vaso, queda asegurada : su aplicacion es suma mente fácil, pues ni siquiera necesita atarse al antebrazo. El esfigrnógrafo de Behier, se distingue del de Marey por la adicion de un dinamómetro movido por un vástago, con objeto de graduar la presion. El esfigrnógrafo de Longuet consiste en un vástago ver tical apoyado sobre la arteria cuyos movimientos verticales son transformados en movimiento horizontal ; en una hoja de papel movida por un mecanismo de relojería, se inscribe el trazado gráfico. Entre los esfigmógrafos transmisores hayel primitivo de Marey, el modificado de este autor, el Polígrafo de Mathieu y Meurice y el pansfigmógrafo de Brongeest. El esfigmógrafo transmisor de Marey consiste en un vás tago vertical en relacion por un lado con la arteria y por otro con un tambor de aire, quien á su vez está en relacion con un tambor inscriptor. La inspeccion de la figura basta rá para comprender este importante instrumento. El nuevo modelo del esfigmógrafo transmisor de Marey, , 446 TRATADO DE FISIOLOGÍA HUMANA. consiste en un tambor explorador colocado en la montura del esfigmógrafo comun, que gira al rededor de una char nela: del centro de la membrana del tambor parte en vás tago metálico que se articula con el resorte compresor de la arteria. Los trazados del esfiginógrafo se conocen con el nombre de esfigmógramas. , 1\1111111 votimiimulionm FIG. 65. — Esfiganógrafo transmisor de Marey. Elpolígrafo de ilathieu y illeurice consiste en una plan cha metálica aplicada sobre la arteria, provista de un vás tago, que transmite la pulsacion de un tambor. El pansfigmógrafo de Brongeest no presenta nada de par ticular en su principio. § 85. Esfigmografía volumétrica : está fundada la esfigmografla volumétrica en la dilatacion de los órganos periféricos por el aflujo de la sangre á las arterias y á los capilares PROCEDIMIENTOS PARA LA EXPLORACION DEL 447 PULSO. cada sístole ventricular. Entre los diferentes aparatos que se han ideado para estudiar la esfigmografía volumé trica, citaremos el de François Franck, el de Piegu, el ple tismógrafo de Mosso el de Fick el de Chelius y el hidros figmógrafo de Mosso. El aparato de François Franck, destinado á estudiar los cambios de volumen de la mano, consiste en un recipiente cerrado por una membrana de cautchuc provista de una abertura para la introduccion de la mano ; un tubo vertical introducido en el vaso establece relacion entre el líquido y un tambor de palanca ; dicho tubo presenta una dilatacion con objeto de imprimir las oscilaciones. en , Fin. 69. — , Aparato de Francois Franck destinado de la á estudiar los cambios de volumen mano. El aparato de Piegu consiste en una caja hermeticamente cerrada llena de agua tibia adaptada á un tubo vertical, dentro de la que se introduce un miembro ; las oscilaciones de la columna líquida corresponden á los movimientos de la respiracion y á las pulsaciones cardíacas.