1 PROVERBIO Nº 10 Observen las señales, Dios está con ellas. ENSAYO TEOLÓGICO Es un refrán muy apreciado por mí por la simbología que tiene. Lo bueno de escribir este tipo de texto, es poder interpretar el comportamiento del factor humano. Las señales son mensajes que envía el Universo. En varias oportunidades he expresado que el futuro es presente, y el presente pasado, lo que indica que el único tiempo que vivimos es el presente, el aquí y ahora. En el aquí y ahora, están las señales que podemos decodificar diariamente y dejamos pasar la mayoría de las veces. En el plano intelectual podemos saber a través de la investigación que en la Tierra solamente, hay miles de señales que dejaron en el pasado nuestros hermanos humanos, extraterrestres, entidades del éter, buenas y malas, etc. Estos mensajes siempre quieren indicarnos algo. La Ley Cósmica de causa y efecto contribuye que se vayan sucediendo en forma constante (Ley de la Sincronicidad). Hay mensajes de todo tipo, mas todos son importantes, hasta los más pequeños y sutiles. Mensajes de frecuencias, imágenes auditivas, olfativas, visuales, objetos en el camino, ondas de sonido, palabras propias o venidas de otra inteligencia, psicofonías, psicoimágenes, sueños (fase onírica extremadamente importante), transmisiones, vientos de súbito, voces emergentes, etc. fluctuando entre el pensamiento objetivo y subjetivo. Dios está en las señales, porque está en todas partes. No cae una pluma sin que Él no lo sepa, porque en realidad la pluma es parte de Dios. Todo átomo o célula posee una partícula espiritual. Por tanto animales, vegetales y minerales, poseen partículas espirituales. Si tomamos una piedra y la observamos, estaremos observando una manifestación Divina. La materia se enseña como la parte física que se ve, se puede tocar y pesar, lo que en realidad sería una condensación molecular o energía condensada. Se han realizado experimentos por países avanzados que lograron la desmolecularización de la materia, haciéndose invisible a los ojos (antimateria). Nada se pierde todo se transforma (Lavoisier). Esa materia queda suspendida en el éter y si por ejemplo tenía un trillón de moléculas, en el éter quedaron diseminadas un trillón de moléculas. Lo que no estoy seguro si la ciencia pudo molecularizar la antimateria o sea, el proceso inverso. Cabe esta aplicación al reino animal, vegetal y mineral. El cine también aprovechó estos conceptos para realizar filmes, como por ejemplo The fly (La mosca), donde un hombre es introducido a una cápsula de desintegración molecular, a través de elevar a gran escala la frecuencia electromagnética, y entró por descuido una mosca. Al volverlo a integrar molecularmente, resultó que era mitad hombre y mitad mosca, pues falló el proceso involutivo. Los genes se fusionaron entre sí. El observar las señales nos hace partícipes de la Creación. Desde el punto de vista mental somos co-creadores del Universo. Por cierto que no podríamos estar atentos a cada señal o mensaje que nos pase por el camino. Sería absurdo concentrarnos en forma permanente con este tipo de señales (trastorno obsesivo-compulsivo), pues no alcanzaría el día para interpretarlos. El hombre actual tiene demasiadas ocupaciones, y en general el día resulta corto. No obstante, hay señales que son importantes para nuestra vida, en el aquí y ahora, y puede que nos estén indicando un cambio de ruta. Al fin y al 2 cabo, eso es el libre albedrío, que determina nuestro destino. EL DESTINO NO ESTÁ ESCRITO, lo hacemos con las acciones (efecto) y las decisiones (causa). Dios no es culpable de nada. En ocasiones decimos, si nos fue bien: gracias a Dios; si nos fue mal: Dios dispone; si deseamos el éxito: Dios me ayude; si vamos a correr un riesgo: Dios me proteja; si falleció en el intento: era su destino o Dios sabe por que hace las cosas; si fracasamos en algo: estaba en Dios que no fuera, Dios me tendrá preparado otra cosa o Dios me querrá en otro lugar, etc. Siempre le achacamos a Dios todo lo que nos pasa, y hay un error de comprensión: Justificamos nuestros actos voluntarios. Dios sabe exactamente cuando moriremos, porque es omnisciente, es decir sabe lo que fue, lo que es y lo que será. Imaginemos a un ser supremo observando a la Tierra, y en sus manos tiene el celuloide del tiempo universal, como si fuesen cuadritos en un rollo fotográfico, desde el infinito pasado, presente, y el infinito futuro. Puede ver TODO. Lo que escribo se basa en mi absoluta responsabilidad de conciencia, de muchas décadas de hacer una de las pocas cosas gratis de este mundo: pensar. Llegué a conclusiones después de incorporar a la mente información de distintas disciplinas: astronómicas, astrológicas, fisicoquímicas, matemáticas, metafísicas, numerológicas, ocultas, parapsicológicas, psicológicas, teológicas, etc. Se pueden leer a cien autores, y los cien con diferentes criterios, entonces porque no puedo tener mi propio pensamiento. Al menos me queda la satisfacción de haberlo intentado. Por último, sería bueno pronunciar otro concepto. Cuando nacemos, Dios desprende una célula de su infinita esencia espiritual, para darnos vida, lo que nos hace de origen divino. Pero divina es la esencia, el soplo vital, la chispa divina. Al evolucionar nuestros egos, emociones, pensamientos en la consciencia, lugar donde reside el alma, cometemos errores que no tienen que ver con el espíritu. Cuando un hijo mata a un padre o viceversa, decimos que es un desalmado. Posee poca o ninguna alma. Seguirá viviendo, tal cual sucede con asesinos, violadores, personas en coma, etc. Cuando morimos devolvemos esa “célula espiritual prestada” a la fuente que la cedió: Dios, el Gran Espíritu. El alma está en la conciencia, en la mente que manejamos libremente. Por tanto: ALMA NO ES ESPÍRITU. Los animales poseen espíritu divino, pero carecen de alma o bien poseen alma colectiva. Dios los bendiga a ustedes, a los que me quieren y los que no me quieren, con la esencia del verdadero amor. J. J. CAMERON