Consejo de la Magistratura - Poder Judicial de la Nación

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Consejo
de la Magistratura
RESOLUCION N° 591/09
En
Buenos
Aires,
a
los
26
días
del
mes
de
noviembre del año dos mil nueve, sesionando en la Sala de
Plenario
del
Judicial
de
Consejo
la
de
Nación
Presidencia del Dr.
la
“Dr.
Magistratura
Lino
E.
del
Palacio”,
Poder
con
la
Luis María Bunge Campos, los señores
consejeros presentes, y
VISTO:
El
expediente
267/2007,
“Remite
expte.
S.
1519/2007 ‘Bárbaro, Francisco (Vicepres. de Roelimar S.A.
s/ Actuación Dr. Vitale H.”, del que
RESULTA:
I. La remisión efectuada por la Excma. Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Comercial de la Capital
Federal, del expediente de Superintendencia Nº S-1519/07,
caratulado
Roelimar
SAICIFA
“Bárbaro,
S.A.)
s/
s/
Francisco
Denuncia
Quiebra
s/
(Vicepresidente
en
autos
Incidente
de
‘Fliter
Subasta
de
Y
Cía.
de
Bien
Inmueble calle Ignacio Arrieta 5020/5030”, con relación a
la actuación del Dr. Héctor Hugo Vitale, a cargo del
Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº
4 de la Capital Federal (fs. 1/15).
El
denunciante
entiende
que
se
habría
producido “la ilegítima e irregular subasta sobre el bien
inmueble de propiedad de su representada, RO-ELI-MAR S.A.
(...) mediante una burda maniobra que pretendió ser un
remate
judicial
en
el
que
se
violaron
todas
las
formalidades de la ley (...) la propiedad fue adjudicada
a un sujeto sin ninguna solvencia, ocultado que compra
para
la
siniestra
‘Liga’,
en
comisión,
mediante
el
artificio de decir que lo hacía por mandato, negándose
éste y el martillero a identificar al mandante”, pidiendo
la intervención de este Consejo a los fines de investigar
el
mal
desempeño
del
cargo
por
parte
del
magistrado
referenciado (fs. 5/5 vta.).
1
Sustenta la imputación en la inteligencia de
que el juez dispone una subasta que fue “convocada fuera
del lugar de situación de los bienes, sin publicación de
edictos en la Provincia de Buenos Aires, con una base
establecida
en
violación
al
procedimiento
de
la
Ley
24.522, inferior al valor de los bienes, sin testimonio
del título de propiedad inscripto, sin la designación de
los
enajenadores
Quiebras,
con
pertinentes
trámite
de
cfr.
base
Ley
sin
de
Concursos
traslado
a
y
los
acreedores por impuestos, mejoras, privilegios, etc., más
un sin número de irregularidades sustanciales y formales
achacables a la sindicatura y martillero actuantes, que
son advertidas y denunciadas al Juzgador” (fs. 7).
Asimismo, expresa que interpuesto por su parte
recurso contra la fijación irregular de la base, el 6 de
junio de 2007, se dicta un proveído que resuelve que los
presentantes no son parte en el incidente de subasta sin
fundamentar
tal
junio,
interpone
se
decisión.
la
Contra
el
revocatoria
mismo,
y
el
19
de
apelación
en
subsidio. El a quo rechaza ambos recursos sin resolverse
las
nulidades
articuladas
por
el
denunciante,
ni
concederse aquellos.
También de esas actuaciones surge que el 19 de
julio de 2007, el señor Roque Francisco Bárbaro presenta
un escrito caratulado “adhiere y amplía denuncia”, en el
que, en su carácter de socio gerente del Establecimiento
Metalúrgico Tres B S.R.L., - locatario del inmueble en
cuestión
por
contrato
denuncia
presiones
de
suscripto
‘La
con
Liga’
RO-ELI-MAR
para
S.A-,
presuntamente
venderle el boleto mediante el que adquiere el inmueble
subastado,
colusión
atribuyendo
entre
el
la
situación
martillero
y
la
a
una
supuesta
eventual
empresa
compradora (fs. 10).
II. El 26 de septiembre de 2007, se presenta
ante este Consejo de la Magistratura el Dr. Vitale en los
términos previstos en el art. 11 del Reglamento de la
Comisión de Disciplina y Acusación (fs. 22/49), en el
cual hace una introducción detallada de los distintos
expedientes judiciales involucrados (Concurso Preventivo,
2
Consejo
de la Magistratura
luego devenido en Quiebra e Incidentes de Escrituración y
de Subasta). Analiza la denuncia en forma pormenorizada
como así también su ampliación, argumentando al respecto
y ofreciendo pruebas por lo que peticiona el rechazo de
la presentación.
III. En la misma fecha, se presenta ante este
Consejo el señor Bárbaro a fin de precisar los hechos
denunciados y posibles imputados, ratificando la denuncia
presentada
y sus ampliaciones (fs. 52/57).
IV. Luego, el 8 de noviembre de 2007, vuelve a
presentarse para ampliar la denuncia por nuevos hechos,
alegando la desaparición de una suma de dinero producto
de la referida subasta, la introducción de un recurso
extraordinario ante la Cámara del fuero por arbitrariedad
y
gravedad
planteada
institucional,
por
acreedores
y
el
rechazo
laborales
de
la
nulidad
contra
la
subasta
realizada (fs. 60/105).
V. El 15 de noviembre de 2007, se presentan
ante
este
Consejo
de
la
Magistratura
tres
acreedores
laborales de la referida quiebra -Manuel Domingo Busto,
Aldo
Elio
Zapata
presentado
una
y
Julio
nulidad
Fabricius-,
de
subasta
quienes
en
el
habrían
expediente
judicial de incidente de subasta, a efectos de adherirse
a la denuncia original (fs. 108).
VI.
Por
último,
se
presenta
nuevamente
ante
este Consejo de la Magistratura el magistrado denunciado
a fin de poner en conocimiento la resolución de la Excma.
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, por la
cual
se
rechazó
la
“recusación
con
causa”
del
Juez,
incoada por la sociedad denunciante, acompañando copias
de la misma como así también del dictamen de la Fiscal
General al respecto (fs. 114/119).
VII. En función de las medidas preliminares, se
requirieron copias certificadas del expediente caratulado
“Fliter y Cia. S.A. s/ quiebra” y de sus incidentes, lo
que
fue
respectivo
debidamente
anexo
que
cumplimentado
obra
agregado
formándose
a
las
el
presentes
actuaciones.
3
CONSIDERANDO:
1°)
Que
en
las
presentes
actuaciones
se
cuestiona al Dr. Héctor Hugo Vitale, titular del Juzgado
Nacional en lo Comercial Nº 4 de la Capital Federal, por
su
actuación
en
la
causa
“Fliter
SAICIFA
s/quiebra”.
Estrictamente, los denunciantes cuestionan los siguientes
supuestos hechos del magistrado:
a) Celebrar una subasta de inmueble en modo
irregular, lo que habría dado lugar a una denuncia penal
por realizarse sin presencia de autoridad judicial, sin
título de propiedad, sin leer los contratos y nulidades
que afectan al bien subastado, falta de publicidad en el
edicto de las nulidades planteadas;
b) Adjudicar la propiedad a quien no acreditó
solvencia y ocultando que compraba en comisión “liga”,
quien no demostró ningún pago efectivo.
c)
Permitir
que
se
active
un
incidente
paralizado durante trece años y caduco para realizar el
inmueble.
d) Determinar una base irreal a los fines de
malvender el inmueble.
e) Subastar fuera del lugar de situación del
inmueble y en violación a la ley de rito. No dar traslado
a
los
acreedores
por
impuestos,
mejoras,
privilegios,
etc.
f)
No
atender
debidamente
los
planteos
de
locatario del inmueble.
g) Todo ello configuraría una causal de mal
desempeño en el cargo por privación de justicia.
Que adelantándonos en el examen de la cuestión
de
fondo
de
estas
actuaciones,
se
debe
decir
que
lo
medular de los actuados que sirven de base a la denuncia
–hoy sometida a estudio-, se identifica con el proceder
estrictamente jurisdiccional del juez.
Cabe
señalar
que
las
medidas
que
son
cuestionadas se inician en el marco del proceso falencial
iniciado
ante
investigado.
4
el
magistrado
predecesor
al
aquí
Consejo
de la Magistratura
Nótese que tal como surge de los actuados, la
quiebra de “Fliter y Cía. S.A.I.C.F.A.” fue dispuesta por
sentencia del 23 de septiembre de 1997 –fs. 48/51-, en
autos identificados bajo el número de expediente 53.895,
fallo
rubricado
Fernando
por
Ottolenghi;
el
entonces
idéntico
juez
actuante
magistrado
que
un
Dr.
año
después -fs. 536/8 de los mismos caratulados, Cuerpo IIIvolvería a decretar la quiebra de la firma. Todo ello
conforme al fracaso del concurso preventivo opuesto por
la deudora en diciembre de 1997.
2°) Que el inmueble al que hace referencia que
origina la queja del denunciante habría sido objeto de
una
compraventa
entre
su
representada
y
la
empresa
fallida, por lo que formula el pertinente incidente de
escrituración.
Como
respuesta
jurisdiccional
a
su
pretensión se encuentra el decisorio rubricado por el Dr.
Ottolenghi el 12 de febrero de 2001 (fs. 90/92 de autos
incidentales), mediante el cual funda el rechazo de la
demanda por falta de prueba.
Que,
en
efecto,
el
denunciante
en
aquella
instancia alegó sin probar en modo fehaciente el negocio
jurídico
del
que
pretendía
reconocimiento,
no
ofreció
evidencia mediante sus libros, y acompañó un instrumento
carente
de
fecha
cierta,
por
lo
que
aquel
juzgador
interpretó que a la luz de la ley –art. 1035 del Código
Civil- carecía de toda validez. Además se basó en otros
indicios tales como el allanamiento de la fallida sin
ofrecer
tampoco
sus
libros
como
prueba
y
que
el
pretendido comprador dice adquirir un inmueble por una
cifra de setecientos ochenta mil dólares estadounidenses
y
esperó
algo
más
de
dos
años
para
perfeccionar
la
escritura.
Que el decisorio tuvo revisión por parte de la
Alzada quien confirmó el fallo del inferior. No obstante,
el hoy denunciante insiste con su pedido mediante recurso
deducido el 4 de noviembre de 2002, el que es rechazado
in límine por cuanto ya había sido motivo de tratamiento
(fs. 156/163 de autos “Filter y Cía. S.A.I.C.I.F.A. s/
incidente
de
subasta
de
bien
inmueble”).
Ante
la
5
denegatoria
se
deduce
planteo
en
queja,
siendo
desestimada por Sala D de la Excma. Cámara de Apelaciones
del fuero.
3°) Que, sucesivamente, se articularon pedidos
de suspensión de subasta, los que fueron resueltos en
ambas instancias como así también planteos de recusación
del magistrado denunciado. En el marco de este análisis
se advierte que el servicio de justicia se ha prestado en
debida forma, contando el presentante con todas las vías
recursivas que, de hecho, ha ejercitado.
4°) Que, a mayor abundancia, cabe remarcar que
el 3 de junio de 2003, la firma RO-ELI-MAR S.A. presentó
un nuevo pedido de suspensión de subasta en razón de la
interposición del recurso extraordinario por la queja que
le
fuera
denegada.
En
la
misma
fecha,
el
Tribunal
desestimó tal pedido, lo que motivó un nuevo recurso de
queja,
conjuntamente
con
la
recusación
de
la
Sala
actuante. La Fiscalía de Cámara, en su dictamen, aconsejó
desestimar
Cámara
la
en
recusación
tal
interpuesta;
sentido.
Luego,
el
resolviendo
recurso
la
también
resultaría denegado por la Cámara.
5°)
Que
puesto
a
analizar
la
calificación
realizada por el denunciante que tacha de “ilegítima e
irregular”
a
la
subasta,
por
alegar
que
el
inmueble
subastado era de propiedad de RO-ELI-MAR S.A., recuérdese
que salió perdidoso en el incidente de escrituración que
dedujo en el año 1998, con resolución firme de la Alzada
en diciembre de 2001. De los actuados surge que el bien
se
encontraba
registrado
a
nombre
de
“Fliter
y
Cía.
S.A.I.C.I.F.A.”, extremo que no es negado por ninguna de
las partes, además de obrar respuesta en idéntico sentido
por la autoridad registral.
El acto de subasta se encontraba ordenado y
firme,
habiéndose
formalizándose
el
ordenado
6
de
magistrado
denunciado
realización
de
los
en
julio
de
procedió
bienes
de
a
la
junio
de
2002
y
2007.
Por
ello,
el
con
la
continuar
fallida
conforme
lo
dispuesto en la Ley 24.522, y de acuerdo a lo ordenado en
6
Consejo
autos,
con
de la Magistratura
control
de
la
Alzada
toda
vez
que
fue
requerido por el denunciante.
En
tales
condiciones
no
puede
hablarse
de
“ilegítimo” el acto de subasta que se desenvolvió en el
marco del debido proceso con el pleno uso del derecho de
defensa que la ley le acuerda a las partes.
En cuanto se pretende una subasta “irregular”
por supuesta violación de las normas legales -falta de
título de propiedad-, nótese que ante la desaparición del
expediente judicial se ordenó su reconstrucción con el
pedido de un nuevo testimonio del título de propiedad, el
que fue glosado al incidente de subasta.
En relación con la existencia de contratos y
planteos de nulidad que afectan la propiedad, el día del
remate no había ninguno pendiente de resolución, por lo
que no se justificaba la suspensión que se pretendía.
Respecto al acto de subasta en sí mismo, se
realizó
en
forma
satisfactoria
en
la
Corporación
de
Martilleros conforme lo dispone la resolución N° 60/05 de
este Cuerpo.
En
cuanto
a
los
dichos
del
denunciante
en
relación con que el adquirente no sería solvente, carecen
de sustento toda vez que abonó en ese acto la seña y
luego canceló el saldo en debida forma, no comprando en
comisión
ni
cediendo
el
boleto
tal
como
alegara
el
denunciante.
Debe decirse que el adquirente en subasta lo
hace en nombre y representación de una sociedad anónima
adjuntando mandato suficiente para el acto, obrante a fs.
601/5, tercer cuerpo del expediente caratulado “Fliter y
Cía.
S.A.I.C.I.F.A.
s/
incidente
de
subasta
de
bien
inmueble”, habiendo acreditado el pago del saldo a fs.
630 y motivando el decisorio de autoría del denunciado,
que
dispone
tener
por
acreditado
el
pago
del
saldo,
disponiéndose la inversión el plazo fijo por treinta días
en
el
Banco
de
la
Ciudad
de
Buenos
Aires,
Sucursal
Tribunales.
7
Por ello, la alegación del denunciante en el
sentido
de
la
supuesta
desaparición
del
dinero
de
la
subasta carece de asidero.
A mayor abundamiento, debe tenerse presente que
el denunciante ha formalizado su propuesta de compra del
inmueble
subastado,
la
que
realizó
mediante
sobre
cerrado. De ello se desprende que admite la legitimidad
del proceso que a la postre cuestionaría.
En
cuanto
a
la
determinación
de
la
base
de
subasta, se la había estimado y luego se la ajustó al
tiempo de realizarse la constatación judicial; contando
con la conformidad de la Sindicatura y sin planteos de
ningún interesado el 31 de mayo de 2007 se fijó en la
suma de $ 1.600.000, resultando vendida en $ 1.740.000.
6°)
Que
debe
remarcarse
que
los
planteos
recursivos del denunciante han tenido debido tratamiento
tanto en primera instancia como en la revisora.
En este sentido, es de recordar que este Cuerpo
ha entendido pacífica y reiteradamente que en su labor
decisoria el juez posee una amplia libertad de criterio
en
la
apreciación
de
los
hechos
y
la
aplicación
del
derecho vigente, lo cual permite la posibilidad de error
o desacierto en el fruto de sus conclusiones, y que ello,
aún en el caso de haber mediado error, no constituye mal
desempeño
en
el
cargo
y,
por
lo
tanto,
escapa
a
la
competencia de éste Consejo.
Que así este Cuerpo ha sostenido, en reiteradas
oportunidades, que el error de juzgamiento en materia de
apreciación
encuentra
de
hechos
y
contemplado
en
aplicación
el
del
ordenamiento
derecho
se
jurídico,
encontrando su vía correctiva por medio de los canales
recursivos
previstos
en
la
normativa
procesal,
no
constituyendo, por sí solo, causal de mal desempeño que
justifique su acusación.
7°) Que no puede desconocerse que la tarea de
interpretar el derecho constituye la más alta función
asignada a un magistrado, y que más allá de la amplitud o
rigidez
8
del
criterio
empleado,
y
del
grado
de
Consejo
de la Magistratura
discrepancia
que
pueda
observarse,
no
debe
ser
considerada como una manifestación de mal desempeño.
Que esta doctrina ha sido, asimismo, adoptada
por
el
Jurado
de
Enjuiciamiento
al
sostener
que
“la
interpretación de las normas aplicables al caso, más allá
de
su
acierto
determinado
o
error,
criterio
comporta
jurídico
la
en
adopción
el
de
ejercicio
un
de
funciones jurisdiccionales materia ajena –como principioal
juicio
político”
(Fallo
en
expte.
N°
6
“Dr.
Luis
Alberto Leiva s/ pedido de enjuiciamiento”, del 9 de mayo
de 2002).
8°) Que es de recordar, a modo de colofón, que
para
los
planteos
denunciante,
recursiva
la
eventualmente
ley
expresa
de
rito
(conf.
efectuados
ofrece
art.
una
256
por
el
alternativa
del
Código
de
Procedimiento Civil y Comercial de la Nación). Conteste a
ello,
este
Consejo
ha
venido
expresando
desde
su
creación, que las meras discrepancias con los criterios
adoptados por los jueces no resultan suficientes para
sostener
o
justificar
un
proceso
sancionatorio,
y
en
menor grado, el de remoción de magistrados.
Que
24.937
y
el
sus
artículo
14,
apartado
modificatorias,
B,
de
establece
la
que
ley
“Queda
asegurada la garantía de independencia de los jueces en
materia del contenido de las sentencias”. Complementando
lo normado, el Jurado de Enjuiciamiento ha entendido que
“Más allá de la ubicación del art. 14 apartado B de la
ley citada, incluida respecto del ejercicio de potestades
disciplinarias, resulta evidente que tal precepto cobra
mayor
vigor
cuando
se
trata
de
la
remoción
de
un
magistrado, puesto que si sus decisiones jurídicas no
pueden ser valoradas para sancionarlo, menos aún podrían
constituir
una
causal
de
remoción.
De
ser
así
se
afectaría la garantía de inamovilidad de los jueces que
es condición primaria y esencial de tal independencia del
Poder
Judicial
imparcial,
así
y
como
de
un
la
administración
elemento
de
justicia
imprescindible
de
la
forma republicana de gobierno” (conf. doctrina del Jurado
en
los
casos
“Dr.
Víctor
Hermes
Brusa
s/
pedido
de
9
enjuiciamiento”, 30 de marzo de 2000, considerando 28,
‘in
fine’;
“Dr.
Ricardo
Bustos
Fierro
s/
pedido
de
enjuiciamiento”, 26 de abril de 2000, considerando 3° ‘in
fine’; y concordantes).
9°)
efectuadas,
ninguna
Que,
y
en
atento
irregularidad
cuestionado
que
virtud
a
que
en
la
configure
de
de
las
la
consideraciones
denuncia
actuación
alguna
de
del
las
no
surge
magistrado
causales
de
remoción previstas en el artículo 53 de la Constitución
Nacional, ni falta disciplinaria alguna de las previstas
en el artículo 14 de la Ley N° 24.937 y modificatorias,
corresponde desestimar las presentes actuaciones.
10) Que ha tomado intervención la Comisión de
Disciplina y Acusación –mediante dictamen 302/09-.
Por ello,
SE RESUELVE:
1°) Desestimar la denuncia formulada contra el
doctor Héctor Hugo Vitale, titular del Juzgado Nacional
en lo Comercial N° 4.
2°) Notificar a la Excma. Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Comercial de la Capital Federal, al
magistrado denunciado y archivar las actuaciones.
Regístrese.
Firmado por ante mí, que doy fe.
Fdo:
Luís
María
Bunge
(Secretario General)
10
Campos
-
Hernán
L.
Ordiales
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