#1 RECOMENDACIÓN SEPTIEMBRE 2014 NEGATIVA A RECIBIR TRATAMIENTO Los casos de negativa voluntaria a recibir tratamiento suponen un reto en la práctica clínica habitual. En principio, éste es un derecho de los pacientes amparado por la leyes nacionales 17.132 de ejercicio profesional y 26.529 de derechos de los pacientes. Ley 17.132. Art. 19. Inc 3: “Los profesionales que ejerzan la medicina, sin perjuicio de lo que establezcan las demás disposiciones legales vigentes, están obligados a respetar la voluntad del paciente en cuanto sea negativa a tratarse o internarse, salvo los casos de inconsciencia, alienación mental, lesionados graves por causas de accidentes, tentativas de suicidios o de delitos.” Ley 26.529. Art. 2. Inc. e) Autonomía de la Voluntad. El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también a revocar posteriormente su manifestación de la voluntad. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir en los términos de la Ley Nº 26.061 a los fines de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos médicos o biológicos que involucren su vida o salud. En el marco de esta potestad, el paciente que presente una enfermedad irreversible, incurable o se encuentre en estadio terminal, o haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación, informado en forma fehaciente, tiene el derecho a manifestar su voluntad en cuanto al rechazo de procedimientos quirúrgicos, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital cuando sean extraordinarias o desproporcionadas en relación con la perspectiva de mejoría, o produzcan un sufrimiento desmesurado. También podrá rechazar procedimientos de hidratación o alimentación cuando los mismos produzcan como único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible o incurable. En todos los casos la negativa o el rechazo de los procedimientos mencionados no significarán la interrupción de aquellas medidas y acciones para el adecuado control y alivio del sufrimiento del paciente #2 ¿Por qué los pacientes suelen negarse a un tratamiento? Los pacientes pueden negarse al tratamiento por una gran variedad de razones. La mayoría de estas situaciones son fácilmente manejadas con un conocimiento básico de los derechos de los pacientes y de la ley. Sin embargo, algunos casos son difíciles de resolver porque la ley no contempla cada situación en particular. El primer paso para abordar el tema consiste en tratar de comprender los motivos por los cuales los pacientes pueden llegar a negarse a un tratamiento que aparece como conveniente. Los investigadores han identificado y publicado las razones por las cuales los pacientes suelen negarse a la atención médica y han desarrollado un verdadero perfil de los “pacientes reacios”. Estos pacientes suelen estar molestos por malos entendidos, y la situación que muchas veces les plantea el médico los enoja y los llena de temor. Estos malos entendidos a menudo se exacerban cuando los pacientes no comprenden el lenguaje utilizado por el profesional para explicar el problema. La negativa al tratamiento o internación en más frecuente en las guardias de emergencias. Cuando se entrevista a estos pacientes, la mayoría sostiene que se retiraron de la guardia porque no estaban de acuerdo con la evaluación y el plan de tratamiento, o porque sentían que sus problemas no eran tan severos como lo manifestado por el médico. Algunos pacientes adictos frecuentemente se enojan porque no se les administran las drogas que solicitan. Otros pacientes con enfermedades crónicas como asma, epilepsia o diabetes, cargan todo el enojo que les produce su situación sobre el médico de guardia. Otras causas pueden ser el temor a sufrir dolor, malas experiencias hospitalarias previas, el descubrimiento de un diagnóstico serio o porque sentían que los médicos de guardia o residentes estaban “practicando” con ellos. Finalmente, algunos pacientes son incapaces de establecer prioridades, equiparando tratamientos que potencialmente podrían salvar sus vidas con responsabilidades personales tales como alimentar al gato o cerrar adecuadamente su casa… En muchos de estos casos, el médico tratante suele optar por el camino más fácil, que es hacer que el paciente documente y firme claramente su negativa en la historia clínica o en un formulario y no suele perder mucho tiempo en tratar de determinar cuáles son las razones del paciente para la negativa. Raramente se consulta a psicólogos o psiquiatras. Sin embargo, cuando surgen problemas, se ha observado que muchos de los pacientes que se negaron al tratamiento carecían de una información clara sobre su enfermedad y los riesgos de la negativa a recibir tratamiento. #3 Aspectos éticos Los médicos en general suelen aceptar sin mayores objeciones que un paciente pueda rechazar un procedimiento al que se lo quiere someter aunque de ello dependiera una mejoría en su estado físico o salud. Pero les cuesta aceptar esta negativa cuando existe verdadero riesgo de vida. Se suscita así un conflicto entre el valor vida y el derecho personalísimo a la autodeterminación. La bioética considera al paciente como un agente moral autónomo, cuya autodeterminación y dignidad personal deben ser respetadas. El valor vida no puede ni debe prevalecer frente al principio de la dignidad inherente a todo ser humano. La dignidad humana exige que se respeten las decisiones personales, el propio plan o proyecto de vida, en la medida que no perjudique a terceros. El derecho al rechazo al tratamiento médico es la contrapartida, y a la vez la consecuencia natural del consentimiento informado. En efecto, toda vez que se les reconozca a los pacientes el derecho a ser informados de los aspectos relevantes que hacen a la terapéutica que se les propone, ya consentir su aplicación, deberá reconocérseles la facultad de rechazar tal tratamiento. Siguiendo a Highton y Wierzba, “Si se partiera de la base de que el consentimiento del paciente es condición previa al tratamiento y de una completa idea de libertad de la persona, correspondería admitir lisa y llanamente que – a menos que hubiera intereses sociales o de terceros de por medio – el rechazo de la práctica, luego de la revelación de sus riesgos, beneficios y necesidad, debería constituir la más completa defensa para el médico acusado de negligencia por no haber administrado el tratamiento por cuya omisión resultara la muerte o daño definitivo del paciente.” Para que el paciente pueda ejercer libremente su derecho a la autodeterminación, deben cumplirse al menos tres condiciones: a) Actuar voluntariamente, sin coerción. b) Tener información suficiente y adecuada a su entendimiento sobre la decisión que va a toma y las eventuales consecuencias de su negativa, es decir sobre el objetivo del tratamiento propuesto, sus riesgos, beneficios y alternativas posibles. La información “necesaria” es aquella que va a necesitar o requerir un paciente de acuerdo con su interés subjetivo (para emitir una declaración de voluntad razonable); es decir, el médico debe ponerse en el lugar del paciente y evaluar lo que para él sería razonable saber. #4 c) Tener competencia para consentir: lo que significa poseer una serie de aptitudes psicológicas (cognitivas, volitivas y afectivas) que le permitan conocer, valorar y gestionar adecuadamente la información, tomar una decisión y expresarla. Es precisamente este punto uno de los desafíos más importantes al que se enfrenta el médico cuando los pacientes se niegan al tratamiento o a la internación. Si el paciente es mayor de edad y capaz, el médico tiene dos opciones frente a la negativa al tratamiento recomendado: Puede realizar otros procedimientos que aparecen como alternativos de común acuerdo con el enfermo Puede dejar de atenderlo totalmente, si puede derivarlo a otro profesional. Determinación de la capacidad del paciente para negarse al tratamiento La capacidad del paciente para procesar la información y negarse a lo que se le propone debe presumirse siempre, salvo que exista una sentencia legal de incapacidad. Sin embargo, existen algunas situaciones que obligarían al médico a realizar una valoración de esa capacidad, como por ejemplo cuando el paciente rechaza un tratamiento que está claramente indicado en su caso y no consigue argumentar los motivos con claridad, o se base en ideas y presupuestos excesivamente irracionales. Si bien se debería aplicar alguna forma de determinación de capacidad para los pacientes que se niegan al tratamiento, no existe un test mental estándar. Aunque se han descripto varios tests psicológicos (ej: Mini Mental), los médicos clínicos generalmente buscan una forma más operativa de estimar la competencia para decidir. Los pacientes deben estar orientados en tiempo, espacio y sobre sí mismos, y deben ser capaces de mantener una conversación relativamente extensa acerca de su enfermedad y de los objetivos del tratamiento. Esto automáticamente excluye a los pacientes no cooperativos y/o no comunicativos y a quienes tiene un estado mental claramente alterado. A su vez, los pacientes deben demostrar su comprensión repitiendo la información provista por el médico, incluyendo los riesgos y beneficios de lo que se le propone y a lo que se expone si se niega. Los deseos y razones de la negativa deben ser constantes a lo largo del tiempo, por lo menos hasta que se finaliza la entrevista. La racionalidad de la negativa debería mantenerse sin cambios ante cuestionamientos repetidos. Debe tenerse en cuenta que el juicio del paciente puede estar alterado en el caso de #5 intoxicaciones por alcohol o drogas, hipoxia, demencias, encefalopatías o enfermedades orgánicas. El médico no está obligado a utilizar un test formal del estado mental en todas las situaciones. Sin embargo, alguna forma de determinación de los procesos mentales debería ser aplicada y documentadas en la historia clínica. El proceso para determinar la capacidad del paciente no debería resultar atemorizante. Siempre es de buena práctica permitir que miembros de la familia o amigos sean testigos del procedimiento. Suelen ser aliados efectivos para que el paciente cambie de parecer y permita ser tratado. En el peor de los casos, podrán testificar sobre los intentos del médico por brindar la atención y la negativa del paciente a lo que se le propone. Si la necesidad del tratamiento no es inmediata y da tiempo, puede solicitarse la asistencia de un psicólogo o psiquiatra para ayudar en la verificación de la capacidad para comprender los procedimientos diagnósticos o terapéuticos que se le proponen. El conocimiento de todas estas consideraciones es de vital importancia a la hora de enfrentarse a un paciente que se niega a recibir tratamiento, ya que este deseo puede ser el síntoma guía para llegar al diagnóstico de un trastorno cognitivo o afectivo subyacente, que inhabilite la aplicación del principio de autonomía en la toma de decisiones. Negativa de los padres a procedimientos en sus hijos Nuestro departamento médico-legal ha recibido recientemente consultas acerca de cómo proceder en estas situaciones. En casi todos los casos, los padres se niegan a cumplir con el protocolo oficial de vacunación obligatoria para sus hijos, cuestionando a la medicina científica y la institucionalidad del sistema de salud. La mayoría también expresan su preferencia por el modelo homeopático y la medicina ayurvédica, cuyo modelo básico de inmunización se basa en directrices nutricionales, sanitarias y de profilaxis que excluyen preferentemente las vacunas tradicionales. En otros casos, los familiares se niegan a la realización de estudios que deben realizarse por ley (ej: FEI). Otros se niegan a la transfusión de sus hijos en base a creencias religiosas (Testigos de Jehová). Los padres suelen invocar en estos casos la patria potestad y su derecho a la autonomía personal basándose en el art. 19 de la Constitución Nacional, en tanto la vacunación obligatoria obstaculizaría el plan de vida que han trazado para su familia. #6 El mencionado artículo establece que las acciones privadas –que no ofendan el orden ni la moral pública ni perjudiquen a terceros- están exentas de la autoridad de los magistrados. La jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación es clara en cuanto a que el principio de autonomía encuentra límites en el derecho a la salud de la comunidad y en el interés superior del niño. “La decisión adoptada por los recurrentes al diseñar su proyecto familiar afecta los derechos de terceros, en tanto pone en riesgo la salud de toda la comunidad y compromete la eficacia del régimen de vacunaciones oficial, por lo que no puede considerarse como una de las acciones privadas del artículo 19 antes referido. Ello es así porque la vacunación no alcanza sólo al individuo que la recibe, sino que excede dicho ámbito personal para incidir directamente en la salud pública, siendo uno de sus objetivos primordiales el de reducir y/o erradicar los contagios en la población. Sólo de esta forma puede entenderse el carácter obligatorio y coercitivo del régimen para todos los habitantes del país (art 11 de la ley 22.909 que se funda en razones de interés colectivo que hacen al bienestar general). ” Suprema Corte de Justicia de la Nación (CSJN), junio de 2012. C.111.870. N.N. o U.,V. Protección y Guarda de Personas). El ejercicio de la responsabilidad parental no es absoluto, encontrando como límite el interés superior del niño. La patria potestad se otorga únicamente para cumplir los deberes que la misma impone. Uno de esos deberes es cuidar a los infantes en su desarrollo físico, mental y espiritual, el que sólo puede darse plenamente si está garantizada la salud. Por su parte, asegurar la salud es un deber del Estado y es aquí donde encontramos la colisión entre la autonomía de los padres de elegir el sistema de salud con que protegerán a sus hijos y la obligación del Estado de garantizar el acceso a la misma a todos los niños.” Suprema Corte de Justicia de la Nación (CSJN), junio de 2012. C.111.870. N.N. o U.,V. Protección y Guarda de Personas). Dado estos antecedentes, ante la negativa de los padres, el médico deberá recurrir a la Justicia, a través de la Defensoría de Menores e Incapaces que corresponda a su zona. NO alcanza con que los padres llenen un formulario con la negativa a la vacunación. En todos los casos se deberá denunciar este hecho. #7 Apéndice: NEGATIVA A LA INTERNACIÓN Y TRATAMIENTO Nombre del Paciente: ___________________________________________________ Fecha : __________________________________________________________ Documento (LE/DNI/CI) _________________________________________________ Yo, ______(nombre y apellido)_________, dejo constancia de que me retiro del sanatorio_____(nombre del centro)_________ en contra de la recomendación del médico tratante. Libero a él, al personal involucrado en mi atención y al sanatorio de cualquier responsabilidad por daños que pudieran resultar de mi abandono del hospital en contra del consejo médico. He discutido mi negativa con el Dr. ______(nombre del médico)___________________ y he tomado la decisión por mí mismo, sin haber sido forzado por nadie. Comprendo lo siguiente: 1. El diagnóstico potencial es: _________________________________________ 2. El tratamiento y los estudios recomendados son: _________________________ ________________________________________________________________ 3. Las alternativas al tratamiento incluyen:________________________________ ________________________________________________________________ 4. Los beneficios esperados del tratamiento/estudios incluyen:_________________ ________________________________________________________________ 5. Los riesgos de la falta de tratamiento o la no realización de estudios incluyen: __________________________________________________________________________ __________________________________________________________________ Comentarios: #8 También entiendo que si cambio de parecer, podré recibir tratamiento en este sanatorio a cualquier hora a pesar de estar firmando este formulario y retirarme en contra del consejo médico Firma del Paciente: _____________ Fecha:_____________________ Hora:______________ Firma de Testigo:______________ Aclaración:___________________________________ Firma del Médico:_________________________Aclaración:___________________________________