Gemelo dicigótico con síndrome de Down debido a una

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GEMELO DICIGÓTICO CON SÍNDROME
TRANSLOCACIÓN ROBERTSONIANA
DE
DOWN
DEBIDO
A
UNA
Sotelo-Félix José Isabel, Rodríguez Langridge Adelaide Marie, García Montoya Rodolfo
Martínez Acuña Mónica Imelda y Macías Flores Marco Antonio.
Laboratorio de Citogenética Humana. Unidad Académica de Medicina Humana y Ciencias
de la Salud. Universidad Autónoma de Zacatecas. Carretera a la Bufa No. 5 Zacatecas, Zac.
C. P. 98000. Tel (492) 922-1056
E- mail: soteloj@cantera.reduaz.mx
RESUMEN.
Los individuos concebidos por embarazos gemelares dicigóticos poseen fórmulas
cromosómicas semejantes a las de los hermanos procreados en tiempos distintos.
Aproximadamente el 5% de los pacientes con Síndrome de Down tienen su cariotipo con
una translocación robertsoniana 14/21, la que puede ser de novo o heredada de padres
fenotípicamente normales, pero que son portadores balanceados de la translocación.
Presentamos los cariotipos obtenidos de sangre periférica de una mujer y de un varón,
productos de un embarazo gemelar dicigótico que cursó sin complicaciones. El gemelo
femenino clínicamente correspondió a Síndrome de Down. El gemelo varón, los padres y
tres hermanos varones de los casos índice fueron fenotípicamente normales.
El cariotipo del gemelo femenino confirmó el diagnóstico de síndrome de Down, pero
correspondió a una translocación cuya fórmula cromosómica fue 46,XX,-14,+t(14q21q); el
gemelo masculino tuvo 46,XY, el padre 46,XY y la madre 46,XX.
Debido a que los padres tuvieron un cariotipo normal, la alteración cromosómica aquí
presentada muy probablemente correspondió, como en la mayor parte de las veces, a una
translocación robertsoniana de novo y pudo originarse durante la gametogénesis o después
de la formación del cigoto en etapas muy tempranas del desarrollo.
Una vez diagnosticada la translocación en el cariotipo, se debe realizar el estudio
cromosómico a los padres, ya que pueden ser portadores de una translocación balanceada y
fenotípicamente normales, pero también pueden originar gametos cromosómicamente
alterados, y consecuentemente hijos con una aberración cromosómica desbalanceada y
clínicamente anormales.
INTRODUCCIÓN
Los
embarazos
gemelares
dicigóticos
se
originan
de
dos
espermatozoides que fecundan a dos
ovocitos secundarios producidos en el
mismo ciclo sexual; consecuentemente
los individuos que provienen de ese tipo
de embarazos poseen marcadores
genéticos y fórmulas cromosómicas
semejantes a las de dos hermanos
concebidos en tiempos individuales. En
tanto que los individuos generados por
embarazos gemelares monocigóticos,
originados de un ovocito fecundado por
un espermatozoide, son clones naturales
de sí mismos y por ellos poseen
marcadores
genéticos
y
fórmulas
cromosómicas idénticos. (1).
El Síndrome de Down es el más
frecuente
de
los
padecimientos
cromosómicos y ocurre a nivel mundial,
lo mismo que en nuestro país y en el
estado de Zacatecas, en uno de cada 800 a
1000 individuos nacidos vivos (2-3). El
diagnóstico clínico se debe hacer desde el
momento del nacimiento, ya que los
pacientes poseen hipotonía muscular y
fenotipo característico con su facies
redondeada,
aberturas
palpebrales
oblicuas y con pliegues epicánticos,
puente nasal plano; gran parte de ellos
con cardiopatía congénita y pliegue de
flexión único en uno o en ambas manos
(2).
Aunque todos los pacientes con
Síndrome de Down poseen trisomía
parcial o total del cromosoma 21,
únicamente el 3 al 5% de ellos tienen una
translocación robertsoniana, ocasionada,
generalmente, por fusión de los brazos
largos de los cromosomas 14 y 21 (4).
Esta fusión puede heredarse de alguno de
los padres, el que será portador de una
translocación balanceada y tendrá un
fenotipo normal, o ser una translocación
de novo, en cuyo caso puede originarse
después de la formación del cigoto, en
etapas muy tempranas del desarrollo, o
durante la producción de células
germinales en la meiosis de cualquiera de
los padres (5).
DESCRIPCIÓN DEL CASO
El embarazo gemelar fue producto
de la 4ª Gestación, de término y de
evolución y parto normal; en el momento
de la fecundación la madre tenía 30 años
y el padre 24 años y estaban clínicamente
sanos, así como el gemelo masculino y
sus tres hermanos varones que se
muestran en el árbol genealógico (fig 1).
El gemelo femenino presentó hipotonía
muscular y el fenotipo característico del
Síndrome de Down con su facies
redondeada,
aberturas
palpebrales
oblicuas y pliegues epicánticos, puente
nasal plano y pliegue de flexión único en
ambas manos.
Figura 1. Árbol genealógico
ESTUDIOS CITOGENÉTICOS
Los estudios cromosómicos se
realizaron a partir de sangre periférica
obtenida en jeringa estéril heparinizada;
procesamos a los cariotipos y a las bandas
cromosómicas G de acuerdo a lo descrito
por Rooney (6) e interpretamos los
resultados en 20 metafases. Inicialmente
elaboramos el estudio cromosómico a los
gemelos, posteriormente, y con el fin de
determinar el origen de la translocación,
se muestrearon a los padres.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Las 20 metafases analizadas en
cada cariotipo presentaron las siguientes
fórmulas cromosómicas: a) 46, XX,
t(q14;q21) en el gemelo femenino (fig 2),
b) 46,XY en el gemelo masculino y el
padre de los propositus (fig 3) y c)
46,XX en la madre de los propositus (fig
4).
Figura 2. Carotipo con 46,XX,t(14/21) del gemelo femino, la flecha superior señala al
cromosoma con la translocación y la inferior el sitio que correspondería a un cromsoma 21.
Figura 3. Carotipo con 46,XY, que representa a la fórmula cromsómica masculina
normal del padre del hermano gemelo del propositus.
Figura 4. Carotipo con 46,XX, que corresponde a la madre de los propositus.
Tal como lo esperábamos, el
cariotipo del gemelo masculino fue
normal y el del gemelo femenino
confirmó el diagnóstico de Síndrome de
Down, pero con fórmula cromosómica
46, XX, -14, +t(14q21q). Este resultado
nos obligó a buscar el origen de la
translocación y por ello, a realizar
cariotipos a los padres, cuyas fórmulas y
estructuras cromosómicas resultaron
normales; por lo que dedujimos que la
aberración cromosómica presente en el
paciente con Síndrome de Down muy
probablemente correspondía a una
translocación de novo, ya que no fue
posible excluir mosicismo germinal en
cualquiera de los padres
El género de los gemelos y sus
fórmulas
cromosómicas
también
confirmaron el diagnóstico de la
dicigosidad; de ello se deduce que los
productos fueron engendrados en
ovocitos secundarios liberados en el
mismo ciclo sexual y fecundados por
espermatozoides
cromosómicamente
distintos, uno de ellos portador de un
cromosoma sexual X y otro con un
cromosoma Y (1).
Las translocaciones robertsonianas
se
producen
en
cromosomas
acrocéntricos; en el caso de las
translocaciones 14q;21q lo hacen por
deleción de los brazos cortos de un
cromosoma 14 y un cromosoma 21 y por
la fusión posterior de sus brazos largos
(fig
5).
Las
translocaciones
robertosonianas pueden ser de novo o
heredadas, en las primeras no existe
previamente esa aberración cromosómica
y suele originarse en las divisiones
celulares iniciales del cigoto o durante la
meiosis en la producción de cualquiera de
los dos gametos responsables de esa
fecundación,
siendo
esta
última
posibilidad la más frecuentemente
reportada en los textos (4-5). En las
translocaciones heredadas, aunque los dos
progenitores
sean
fenotípicamente
normales,
uno
de
ellos
posee
constitutivamente la translocación y los
gametos que produzca cada vez tendrán
distintas posibilidades de segregación de
los cromosomas 14 y 21 (7).
Figura 5. Esquema de la secuencia de produccción de una translocación 14/21.
En
los
individuos
cromosómicamente normales, durante la
meiosis
se
realiza
apareamiento
longitudinal e intercambio de su material
genético
entre
los
cromosomas
homólogos, y la distribución al azar del
homólogo de cada par entre las células
resultantes asegura que cada uno de los
gametos posean material genético de
origen paterno y materno, y con ello, en
caso de producirse fecundación, la
variabilidad entre los individuos (8). Sin
embargo,
las
translocaciones
robertonianas deben hacer figuras
trirradiadas para poder realizar el
apareamiento e intercambio de material
genético
entre
los
cromosomas
homólogos, así como para poder segregar
y distribuir entre los gametos a los
cromosomas involucrados (9). (fig. 6)
Figura 6. Posibilidades de segragación de los pares cromosómicos involucrados en
una translocacón 14/21 y posibilidades cromosómicas en la descen dencia, en el caso
que de alguno de estos gametos se uniera con otro normal.
Durante la segregación alterna A
(línea A, figura 6), un gameto recibiría
una copia de los cromosomas 14 y 21
normales, mientras que al otro le tocaría
el cromosoma con la translocación 14/21.
Si hubiera fertilización de ellos por
gametos
normales
se
originarían,
respectivamente, un cigoto con un
cariotipo normal, o un cigoto con 45
cromosomas, uno de éstos con la
translocación 14/21. En cualquiera de
estos casos los individuos resultantes
serían clínicamente normales (7-9)
Si la segregación fuera adyacente
B (línea B, figura 6), un gameto recibiría
el cromosoma 14 normal, pero carecería
del cromosoma 21; al otro gameto le
correspondería, además el cromosoma 21
normal,
el
cromosoma
con
la
translocación
14/21.
Si
hubiera
fertilización de ellos por gametos
normales se originarían, respectivamente,
un cigoto (generalmente no viable) con
monosomía del 21 y 45 cromosomas en
total, o un cigoto con 46 cromosomas, de
éstos dos 21 independientes y uno con la
translocación 14/21. En este último caso
el individuo resultante tendría tres copias
de los brazos largos del cromosoma 21 y
por ello clínicamente correspondería a un
síndrome de Down (7-9)
Si la segregación fuera adyacente
C (línea C, figura 6), un gameto recibiría
el cromosoma 21 normal, pero carecería
del cromosoma 14; al otro gameto le
correspondería, además del cromosoma
14 normal, el cromosoma con la
translocación
14/21.
Si
hubiera
fertilización de ellos por gametos
normales se originarían, respectivamente,
un cigoto (generalmente no viable) con
monosomía del 14 y 45 cromosomas en
total, o un cigoto con 46 cromosomas y
de éstos dos 14 independientes y uno con
la translocación 14/21. En este último
caso el individuo resultante tendría tres
copias de los brazos largos del
cromosoma 14, y por lo general
productos con trisomía de cromosoma 14
no son viables (7-9)
Hasta donde sabemos,
los
productos con monosomías del 21 o del
14 así como los trisómicos del 14 no son
viables, y debido a ello, de los individuos
portadores
balanceados
de
la
translocación 14/21 se deberá esperar en
la descendencia que sobreviviera las
posibilidades de la segregació n alterna
(línea A, figura 6); es decir, hijos
fenotípica y cromosómicamente normales
o
fenotípicamente
normales
pero
portadores
balanceados
de
la
translocación cromosómica; pero también
de una de las posibilidades de adyacente
B (línea B, figura 6) se puede originar
hijos con síndrome de Down por
translocación 14/21 (7-9).
Dado que los padres de nuestro
propositus tuvieron un cariotipo normal,
el
origen
de
la
translocación
robertsoniana
aquí
descrita
muy
probablemente fue de novo, y de acuerdo
a lo reportado en los textos pudo haberse
originado en las primeras divisiones
postcigóticas o durante la meiosis en
alguno de los padres; por ello, la
posibilidad de que se vuelva a presentar
nuevamente el Síndrome de Down en la
familia es remota (7-9). Sin embargo, es
necesario hacer énfasis en la necesidad de
realizar el estudio cromosómico en todos
los pacientes con síndrome de Down, ya
que, cuando es debido a una translocación
14/21, siempre existe la posibilidad de
que alguno de los padres sea portador
balanceado de la translocación y,
consecuentemente, existe riesgo de
repetición de esta cromosomopatía en la
familia.
REFERENCIAS
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