La lectura de la Biblia “Las Sagradas Escrituras (…) te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:15). Un cristiano necesita invocar el nombre del Señor, orar y también leer la Biblia. Así como respirar, beber y comer son puntos esenciales para la vida física, invocar el nombre del Señor, orar y leer la Biblia son cosas vitales para la vida espiritual, y deben ser practicados diariamente por los hijos de Dios. I. El origen de la Biblia 1.”Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16). La palabra inspirada en este versículo significa soplada. El origen de la Biblia es de Dios. Fue Dios quien sopló sus palabras de revelación por medio de su Espíritu hacia dentro de los autores de las Escrituras. Lo que fue soplado no fueron sólo palabras, sino también el Espíritu. 2.”Los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu santo” (2 Pedro 1:21). La Biblia es el soplo de Dios. Por medio de su Espíritu Él sopló su palabra hacia dentro de los hombres que hablaron siendo conducidos por el Espíritu santo. Por lo tanto, la Biblia proviene de Dios y fue escrita por algunos santos del Antiguo Testamento, como los profetas, Los líderes y los reyes entre los israelitas, y también por varios santos del Nuevo Testamento: los apóstoles entre otros, como Marcos y Lucas. II. El contenido de la Biblia El contenido de la Biblia es tanto extensivo como inclusivo; los dos aspectos principales de este contenido son la verdad y la vida. La verdad nos trae la revelación y el conocimiento de todas las realidades del universo, tales como la realidad de Dios, la realidad del hombre, la realidad de todas las cosas de la era presente, de la venidera y de la eternidad, especialmente la realidad del Cristo designado por Dios y de la iglesia engendrada por Él. La vida de Dios que vino en Cristo como el Espíritu para ser nuestra vida, hizo que seamos regenerados y comencemos a vivir la vida normal de la iglesia, que es un ambiente propicio para que la vida crezca en nosotros, transformándonos y conformándonos a la imagen de Cristo, con la finalidad de hacernos su expresión e introducir su reino en la tierra. 1.”Tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Aquí el señor Jesús indica que la palabra de Dios Padre en la Biblia es la verdad; ésta nos revela la realidad de Dios mismo y de su plan, para que creamos y Lo recibamos. 2.” Anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida” (Hechos 5:20). Este versículo nos muestra que el ángel le habló a Pedro, ordenándole que predicara las palabras de la vida, que son las palabras de la Biblia predicadas por los apóstoles. Puesto que las palabras contienen vida, pueden suministrar vida y esta vida es de Dios mismo. Esto prueba que el contenido principal de la Biblia no es solamente la verdad, sino también la vida divina. III. La Función de la Biblia 1.”Las Escrituras (…) dan testimonio de mi” (Juan 5:39). La primera Función de la Biblia es testificar de Cristo. Él es el tema y el contenido de la Biblia, y ella es la explicación y la expresión de Cristo. Él es la palabra viva de Dios, y la Biblia es su palabra escrita. Cristo, la palabra viva, es la realidad. Sin Él, las palabras escritas en la Biblia no son más que doctrinas vacías y letras vanas. Sin embargo, sin la palabra escrita de la Biblia como su expresión, Cristo, la palabra viva, sería abstracto e intocable. Por lo tanto, para conocer a Cristo debemos leer la Biblia. 2.”las sagradas Escrituras (…) te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:15). Por un lado, la Biblia testifica de Cristo; por otro, nos hacer sabios para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús, nos revela el método de la salvación de Dios en Cristo y el camino de la salvación del hombre por la fe, para que sepamos cómo ser salvos. 3.”Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:23). La palabra viva de Dios, en la Biblia, es la simiente de la vida que nos capacita para obtener la vida divina para ser regenerados. 4.”Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” (1 Pedro 2:2). La “leche espiritual” se refiere a la palabra de Dios que llega a ser la leche que alimenta. Para los niños espirituales, recién regenerados, la Biblia es la leche que nutre y los hace crecer. 5.”No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Por el contexto, las palabras que salen de la boca de Dios se refieren a las palabras de Dios en la Biblia. Tales palabras no son sólo nuestra leche espiritual, sino también nuestro alimento espiritual, que nos nutre a fin de hacernos crecer en la vida divina y madurar. 6.”Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (salmos 119:115). La palabra de Dios en la Biblia no sólo ilumina nuestro corazón y espíritu interiormente para darnos la sabiduría y revelación, también ilumina nuestros pasos y caminos exteriormente para que no nos perdamos. 7.”Toda la Escritura es (…) útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17). Las palabras de la Biblia tienen variadas funciones: enseñar, redargüir, corregir e instruir a las personas en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Además de éstas funciones existen muchas otras funciones de la Biblia que no han sido enumeradas aquí. IV. La preciosidad y la dulzura de la Biblia “Mejor es la ley de tu boca que millares de oro y plata” (salmos 119:72). “Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal” (salmos 19:10). Estos versículos revelan la preciosidad de la palabra de Dios en la Biblia, por la cual nuestro deseo es continuamente despertado. También revelan la dulzura y amabilidad de la palabra de Dios. V. Como leer la Biblia “Y tomad (…) la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu” (Efesios 6:17-18). Aquí nos es dicho que recibimos la palabra de Dios orando en el espíritu. Esto revela que también necesitamos usar el espíritu cuando leemos y recibimos la palabra de Dios. Sin duda, esto sucede por la oración. Por lo tanto, al leer la Biblia, debemos usar el espíritu mediante la oración a fin de recibir las realidades de las Escrituras en la parte más interna de nuestro ser, nuestro espíritu. Si usamos sólo la mente para comprender, únicamente acumularemos más conocimiento bíblico de buenas doctrinas que no son suficientes para transformarnos interiormente y cambiar nuestra conducta en nuestro diario vivir. IV. Practicar la Palabra “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad”(3 Juan 4). El término andar en la verdad significa practicar la palabra. Muchos hijos de Dios leen la Biblia pero no todos lo practican. El apóstol Juan, siendo de edad avanzada, manifestó su alegría al ver que los que habían sido cuidados por él espiritualmente practicaban la palabra. De esta manera, se convirtieron en colaboradores del apóstol en la propagación de esta palabra a otras personas, supliéndoles con la vida divina y, así contribuyendo para apresurar la venida del Señor. “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le comparé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca” (Mateo 7:24-25). “Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales” (Efesios 3:10).