MARVIN HARRIS: ENFOQUE ETIC DEL MATERIALISMO CULTURAL Marvin Harris nació en Chicago en 1927; obtuvo la licenciatura (1949) y el doctorado (1953) en letras en la Universidad de Columbia, en la Universidad de Nueva York. Realizó trabajos de campo en Brasil, Ecuador, Mozambique y otros países. Este sociólogo y antropólogo cultural estadounidense desarrolló el materialismo cultural y contribuyó a crear una visión mas moderna en la ciencia antropológica. El materialismo cultural postulado por Harris tiene como objetivo científico constituir una estrategia definida que permita formular grupos relacionados de teorías de amplio alcance y aplicabilidad. De esta manera se espera evitar la fragmentación en aumento de teorías inconexas y mutuamente contradictorias exigiendo que toda hipótesis de investigación contenga e implique a variables demográficas, tecnológicas, económicas y ambientales de tipo etic y conductual. Los fenómenos sociales y culturales son definidos inicialmente por los materialistas culturales desde una perspectiva etic, pero esto no significa que sólo lo hagan desde esta perspectiva. La metodología etic, para Harris, representa un enfoque exterior al de la propia cultura que, por tanto, es objetivo y científico. Para entender el significado de emic/etic es necesario acudir a su origen. La pareja de términos fue acuñada por Kenneth Pike en 1954 para representar en las ciencias del comportamiento la misma distinción que en fonología representan la pareja de términos fonética y fonémica. Fonética se refiere al sonido de las palabras, a lo externo en ellas; mientras que fonémica hace alusión a su significado interno. Siguiendo a Goodenough (en Cultura, Lenguaje y Sociedad, 1971)se desprende de lo anterior que la émica se refiere a todo lo que participa metodológica y teóricamente al hacer una descripción émica de comportamientos socialmente significativos (sean éstos lingüísticos o culturales). La ética se refiere a todo lo implicado en la conceptualización y descripción de los componentes émicos básicos u originarios de tal sistema de comportamiento. Para Harris la perspectiva emic queda descartada como punto inicial de cualquier investigación, puesto que lleva a entender la sociedad como existente en la medida en que los participantes se consideran miembros de grupos sociales, compartiendo valores y objetivos comunes. Bajo esta perspectiva la acción social pasa a ser un tipo especial de comportamiento identificado por las intenciones sociales de los participantes, y la cultura queda exclusivamente formada por las perspectivas emic compartidas de pensamiento y comportamiento. Por esto es que el materialismo cultural rechaza las estrategias idealistas. Para entender la estrategia materialista cultural, se debe comprender que la estructura universal de los sistemas socioculturales que propone se basa en las constantes biológicas y psicológicas de la naturaleza humana y en la distinción entre pensamiento y conducta, y entre las perspectivas emic y etic. Son tres los puntos esenciales que deben estudiarse: −toda sociedad debe enfrentarse a los problemas de producción (satisfacción de los requisitos mínimos para la subsistencia); por tanto debe existir un modo de producción conductual etic; −toda sociedad debe enfrentarse conductualmente al problema de la población; por lo que existiría un modo de reproducción conductual etic; −toda sociedad debe enfrentarse a la necesidad de mantener relaciones de conducta seguras y ordenadas entre sus grupos constituyentes y con otras sociedades. De estas categorías se deduce la existencia universal de economías domésticas conductuales etic y de economías políticas conductuales etic. Es preciso agregar una superestructura conductual, conformada por productos y servicios estéticos, deportivos y recreativos de tipo etic. 1 Harris simplifica la anterior clasificación agrupando como infraestructura a los modos de producción y reproducción, y como estructura a las economías doméstica y política. Queda de manifiesto que este sistema de clasificación excluye a los componentes emic de la cultura; por ello Harris agrega un grupo de componentes mentales (que designa en su totalidad como superestructura mental y emic) de manera paralela a los componentes conductuales etic. Esta última superestructura incluye los fines, categorías, reglas, planes, valores, filosofías y creencias sobre el comportamiento consciente o inconsciente que manifiestan los participantes o deduce el observador. Son, entonces, cuatro los componentes universales de los sistemas socioculturales: la infraestructura, la estructura y la superestructura conductuales etic, y la superestructura mental y emic. Es evidente la preponderancia de lo etic por sobre lo emic en la estrategia materialista cultural, hecho que se entiende al tomar en cuenta la gran influencia marxista ejercida en esta teoría. Para Marx, el modo de producción de la vida material determina el carácter general de los procesos sociales, políticos y espirituales de la vida. No es la conciencia de los hombres la que determina su conciencia. El materialismo cultural interpreta y corrige la afirmación marxista: Los modos conductuales etic de producción y reproducción determinan probabilísticamente las economías políticas y domésticas conductuales etic, que a su vez determinan probabilísticamente las superestructuras conductual ty mental emic. Este es el principo de determinismo infraestructural. Lo que el materialismo cultural afirma es la prioridad estratégica de los procesos y condiciones etic y conductuales sobre los procesos y condiciones emic y mentales, y de los procesos y condicones infraestructurales sobre los estructurales y superestructurales; pero es importante considerar que esto no quiere decir que se niegue la posibilidad de que los componentes emic y mentales puedan conseguir cierto grado de autonomía respecto a la infraestructura conductual etic. La importancia dada a la infraestructura responde a un intento de construir teorías culturales que incorporen regularidades sujetas a las leyes de la naturaleza; el materialismo cultural se propone el descubrimiento del máximo grado de orden en su campo de investigación, por lo cual otorga prioridad para la construcción de teorías a los sectores más directamente afectadas por la naturaleza. Para Harris, parece razonable buscar el principio de las cadenas causales que afectan a la evolución sociocultural en el complejo de actividades corporales consumidoras de energía que afectan al equilibrio entre el tamaño de cada población humana, la cantidad de energía dedicada a la produccióny el suministro de recursos para el sostenimiento de la vida. Lo que se stá sosteniendo es que este equilibrio es el fundamental para la supervivencia de los individuos y grupos. Se podría alegar: ¿no parece evidente que el comportamiento está gobernado por el pensamiento? ¿Cómo puede sostenerse que que la conducta determina el pensamiento cuando el propio pensamiento parece una exteriorización de objetivos mentales? Para responder a estas preguntas Harris explica que cuando las condiciones infraestructurales están maduras, ocurrirán los pensamientos apropiados, como resultado de aquellas condiciones materiales. Incluso llega a decir que Insistir en la primacía de la mente en la cultura (...) es una forma de infantilismo intelectual que deshonra nuestra capacidad de pensar propia de la especie. 2