Debemos aprovechar y tropicalizar el uso de geosintéticos El uso de los geosintéticos es parte integral de algunos proyectos de ingeniería, pero en México como en otro países, no se utiliza a cabalidad la tecnología ni la experiencia que se tiene, al momento de construir la infraestructura, afirmó Alejandro Ramírez, gerente de la empresa Geo Productos Mexicanos, en una reunión del Comité de Infraestructura del Transporte del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM). Explicó que a pesar de contar con normas en materia de geosintéticos se carece de especificaciones, lo que conlleva a la pérdida del objetivo, de asegurar la calidad de los proyectos, sus especificaciones y cumplimiento, además de que las especificaciones erróneas generan costos onerosos en algunos casos, como por ejemplo, al mezclar propiedades de geotextiles tejidos y no tejidos o la ejecución de planos ejecutivos de muros estabilizados mecánicamente, con un diseño que viola la norma aplicable y con factores de seguridad menores a los mínimos aceptables. También, añadió, impera la falta de especialistas en mecánica de suelos, supervisores capacitados y proveedores con ética profesional sobre los sistemas geosintéticos (productos, equipos de instalación, criterios de diseño, etcétera) lo que incide en cambios relevantes al vapor en los proyectos, que los productos se sustituyan al gusto sin consultar al proyectista para bajar el costo y sin contemplar los resultados. El ponente señaló que todo esto tiene que ver en gran parte con la asignación de contratos públicos que se otorgan a la oferta más económica, donde a menudo la diferencia en precio es igual a una calidad inaceptable, por quitar o sustituir un geosintético por uno más barato. Por ejemplo, cambiar un geotextil de 110 g/m2 en lugar de 350 g/m2. En este sentido, advirtió la necesidad de crear más normas o corregir las que emitió el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) y profesionalizar personal especializado en geosintéticos como ha ocurrido en países desarrollados. Sin inglés no hay cariño No obstante, el principal problema que se debe resolver con urgencia, es que los ingenieros aprendan y entiendan el idioma inglés, pues su desconocimiento les impide algo tan simple, como leer los manuales de uso de los geosintéticos, por lo que éstos no se aplican de forma adecuada. Tan es así, que lo que debería ser un procedimiento constructivo fácil y rápido de realizar con propiedades especificadas, se incurre, por ejemplo, en errores como el uso de geotextiles y geomallas sobre pantano, donde se coloca más producto del que debería ser cubierto en una jornada de trabajo, ocasionando que los productos se desplacen. Además de que la colocación transversal de los rollos de producto en pantano es adecuada para geotextiles, no para geomallas. Por si fuera poco, en México falta difusión sobre el uso de los geosintéticos (cursos, bibliografía, publicaciones, seminarios), ya que el último evento se registró en 1990. Tampoco existe el aprendizaje y retroalimentación sobre el producto, lo que provoca una baja credibilidad sobre las ventajas de dicho material. Además de que los tramos de prueba o instalaciones efectuadas no tienen seguimiento al cambiar la administración. Por su parte, Enrique López, encargado del departamento Técnico de la empresa TDM México, explicó que algunos diseños de estos materiales tienen una vida útil de 120 a 150 años, pero en México no se instalan porque las empresas que los pueden ofrecer dado que perderían credibilidad sobre su funcionamiento, debido al desconocimiento de los clientes. Comentó que los geosintéticos ofrecen alternativas técnicamente factibles y en muchos casos su comportamiento supera el uso de materiales convencionales en el diseño y la construcción. Esto permite un ahorro en el costo de construcción de entre 30% y 50% y un ahorro económico de 300% en el mantenimiento, dependiendo del material que se use, de la necesidad del proyecto y de su solución. Mencionó que Bolivia, Argentina y Perú superan a México en el uso de geosintéticos. Por ejemplo, dijo, en Perú no existe una vía que no se construya con geosintéticos, lo que implica que en nuestro país se debe trabajar mucho para difundir sus bondades y aplicaciones. Finalmente, Ramírez indicó que si se copian las medidas tomadas en otros países en materia de geosintéticos y se tropicalizan en el país, se podrían construir obras de infraestructura de mejor calidad a menor costo, un medio ambiente más limpio y nuevas oportunidades de negocios, empleo y desarrollo. Los geosintéticos se clasifican en categorías según el método de manufactura: geotextiles, geomallas, georedes, geomembranas, revestimiento geosintético con arcilla, geotubos, geocompuestos, que sirven para filtrar, drenar, reforzar, proteger, contener y controlar la erosión.