Parlamento Europeo 2014-2019 Comisión de Peticiones 27.1.2016 COMUNICACIÓN A LOS MIEMBROS Asunto: 1. Petición n.º 0295/2014, presentada por Angelika Odermatt, de nacionalidad alemana, sobre la negativa de las autoridades españolas a aceptar copias electrónicas como equivalentes de los documentos originales Resumen de la petición La peticionaria es una ciudadana alemana que reside en España. Denuncia que las administraciones públicas españolas insisten en pedir documentos originales en sus transacciones y se niegan a aceptar copias escaneadas de los originales. Considera que, dado el predominio de los documentos y libros digitalizados, debe establecerse la equivalencia jurídica de las copias escaneadas y sus originales a nivel europeo, para lo que se requiere la intervención del Parlamento Europeo. En primer lugar, esto haría que se reduzcan la burocracia y el consumo de papel y, en segundo lugar, los trámites serían más rápidos y se reducirían los gastos de envío. 2. Admisibilidad Admitida a trámite el 12 de enero de 2015. Se pidió a la Comisión que facilitara información (artículo 216, apartado 6, del Reglamento). 3. Respuesta de la Comisión, recibida el 27 de enero de 2016 En 2013, la Comisión presentó una propuesta de reglamento tendente a una simplificación de la circulación de documentos públicos entre los Estados miembros. Después de la introducción, en el marco del procedimiento legislativo, de algunas modificaciones por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, se espera que la propuesta sea adoptada ahora durante el primer semestre de 2016. El objetivo de la propuesta es ahorrar a los ciudadanos gestiones burocráticas, tiempo y costes cuando deben presentar en un Estado miembro cualesquiera documentos públicos expedidos por las autoridades de otro Estado miembro. La propuesta no se aplica a la presentación de CM\1084937ES.doc ES PE576.716v01-00 Unida en la diversidad ES documentos públicos en un contexto exclusivamente nacional (es decir, de documentos públicos expedidos por las autoridades de un Estado miembro y presentados ante autoridades del mismo Estado miembro), ni tampoco a documentos públicos expedidos por autoridades de terceros países (aunque ya hubieren sido aceptados como auténticos por las autoridades de un Estado miembro). De conformidad con la propuesta, determinados documentos públicos, como los certificados de registro civil (partidas de nacimiento, certificados de matrimonio, etc.) expedidos en un Estado miembro deberán ser aceptados como documentos auténticos en otro Estado miembro aunque no lleven sello ni estampilla (la llamada apostilla). La propuesta suprime también la obligación de presentar en todos los casos copias certificadas y traducciones juradas de los documentos públicos. Introduce el uso opcional de impresos estándar multilingües para su presentación en otros países como ayuda de traducción, los cuales se añadirán al respectivo documento público. La finalidad de los impresos es evitar necesidades de traducción. Hay que tener presente que la propuesta no regula el reconocimiento en un Estado miembro del contenido de un documento público expedido por otro Estado miembro. Por cuanto se refiere a la cuestión de las copias certificadas, la propuesta establece que cuando un Estado miembro exija la presentación del original de un documento público expedido por las autoridades de otro Estado miembro, sus servicios administrativos no podrán exigir que se les entregue asimismo una copia certificada del mismo. Además, cuando un Estado miembro no exige la presentación de un documento público original, sino que acepta que se le presente una copia certificada, sus servicios administrativos deberán aceptar también las copias certificadas por otros Estados miembros. La propuesta aclara que el reglamento también cubrirá los formatos electrónicos de documentos públicos aptos para el intercambio electrónico, aunque cada Estado miembro puede decidir con arreglo a su legislación nacional en qué casos y con arreglo a qué criterios aceptará documentos públicos expedidos por otro Estado miembro en formato electrónico. La propuesta prevé en una cláusula de revisión que al cabo de cinco años de aplicación del Reglamento, la Comisión considerará la oportunidad de implantar el uso de sistemas electrónicos de transmisión directa de documentos públicos y de intercambio de informaciones entre las autoridades de los Estados miembros al objeto de excluir toda posibilidad de fraude en asuntos cubiertos por el Reglamento. Una vez aprobado por los colegisladores, el Reglamento se aplicará por un periodo de dos años y medio, a contar desde su fecha de entrada en vigor. Con este periodo de vigencia inicial se pretende dar tiempo a los Estados miembros a adoptar todas las medidas de transposición legales y técnicas necesarias para una aplicación sin roces del Reglamento. Conclusión La Unión ha promovido una iniciativa con respecto a las cuestiones planteadas por la peticionaria. Una vez que el Reglamento se adopte y entre en vigor, la Comisión supervisará de cerca su aplicación para estar segura de que logra sus objetivos y redunda en beneficio de los ciudadanos. PE576.716v01-00 ES 2/2 CM\1084937ES.doc