Venciendo mi debilidad Cada cristiano tiene una cruz que cargar, todos tenemos alguna debilidad, que hemos estado orando quizás por tiempos para ser libertados por eso, pero que difícil ha sido salir de esos enredos. Para algunos su debilidad está en el carácter, amanecen enojados, etc. Para otros es algún vicio, para otros son las mujeres, para otros son el dinero, etc… El asunto es que todos llevan muy por dentro alguna debilidad, que quisieran que desapareciera como en un dos por tres. Algunos aprendieron a vivir con ella, por tiempos la debilidad está bajo el zapato, pero por tiempo la debilidad le da un zapatazo, algunos piensan que la vencieron y años más tarde se les escapo y les pegó un susto. Y otros se dan cuenta de que nunca los dejará en paz, así que siempre viven vigilantes para que cuando trate de pararse esa debilidad le dan un escobazo y la vuelven a dejar media tonta… Como superar mis debilidades, como vivir en victoria, que debo de hacer para no dejarme vencer por el enemigo. 1. Tenemos que darnos cuenta de que Nuestra carne es muy débil, el problema más difícil que atraviesa una persona es sujetar la carne, esta carne brinca como un caballo chúcaro cuando se quiere amansar. a. Saber que La carne es débil: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. San Mateo 26: 41 b. Mucha gente tiene muy buenas intenciones, si son muy buena gente, quieren ser buenos cristianos, pero cada vez que la carne les pide un deseo ellos se lo cumplen, son como la lamparita de Aladino, la tentación les flota la carne y ellos le conceden el deseo..! c. Cuando te haces Cristiano o vienes a Él, El limpia y perdona tus pecados y tu espíritu es renovado por el poder del Espíritu Santo, pero tu carnita, la chuletica sigue siendo la misma, es decir que los deseos de la carne serán los mismos, pero ahora con una diferencia, y esta es que ahora tenemos al Espíritu Santo de Dios en nuestra vida, quien nos redarguye de pecado. d. Por esa razón Jesús sabiamente decía: “Velad y Orad”, eso significa estar atentos y mantener una constante comunión, 2. puesto que entre más te metes con el Señor, más fuerte eres y entre más fuerte eres, te será más fácil decirle no al Pecado. Saber y reconocer que hay Un aguijón dentro de nosotros. Cuál es tu aguijón? 2 Corintios 12: 7-10 “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. Dependemos de Dios, porque somos débiles a. ¿Alguna vez le has dicho al Señor: “Dios mío quita de mi esta tentación o aparta de mí esta prueba, o vete satanás”?, bueno me imagino que sí, pues todos en momento determinado lo hemos pedido, pero ¿Realmente Dios ha quitado la tentación o apartado la prueba? O será algo por lo cual me hace ser fuerte en el Señor? e. Para nada es malo buscar cada día ser más espiritual, buscar el rostro del Señor para tratarlo de agradar, pero hay momentos en la vida en los cuales aparece aquel aguijón, ese que nos recuerda que no debemos creernos más de lo que somos, ese que nos devuelve los pies a la tierra y nos ayuda a la vez a seguir en el intento de tratar de ser más agradables a Dios cada día. f. Todos tenemos un Aguijón algunos podemos hablar de él y otros a lo mejor no lo pueden hacer, porque su g. h. aguijón es vergonzoso o porque quizá prefieren aparentar de que son hombres sin tacha alguna. Pablo era uno de los hombres más intachables de la historia, casi podía asegurar de que Pablo era casi perfecto en su andar, pero el mismo relata en este pasaje bíblico como le fue dado un aguijón en su carne para que no le permita enaltecerse en sobremanera. Yo no sé cuál sea tu aguijón, pero si te puedo decir que lucharas con el día a día y aunque muchas veces rogaras a Dios para que lo desaparezca, para que lo elimine o lo quite, ten por seguro que estará ahí, no para ser un tropiezo para tu vida, sino para recordarte lo mucho que necesitas de Dios, lo importante que es mantenerte en plena comunión con el Señor para no ser tentado más de lo que puedas soportar. Romanos 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 3. Aceptar la voluntad de Dios aún en Los no y no de Dios: “Entonces respondisteis y me dijisteis: Hemos pecado contra Jehová; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno con sus armas de guerra, y os preparasteis para subir al monte. Y Jehová me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos. Y os hablé, y no disteis oído; antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, y persistiendo con altivez subisteis al monte. Pero salió a vuestro encuentro el amorreo, que habitaba en aquel monte, y os persiguieron como hacen las avispas, y os derrotaron en Seir, hasta Horma”. a. i. j. El pueblo de Israel acababa de desobedecer a Dios, perdieron la oportunidad de conquistar la tierra prometida poniendo como excusa “los gigantes” que se encontraban al otro lado, por esa razón Jehová los había reprendido. Hay momentos en nuestra vida en donde queremos pintar nuestra voluntad como que fuera la voluntad de Dios, hay cosas que Dios no está de acuerdo, pero nuestra naturaleza humana y pecaminosa nos quiere engañar y hacernos ver que es un SI, cuando en realidad la respuesta de Dios es un NO. Y es porque nos cuesta un mundo el asimilar el NO de Dios. La Respuesta de Dios al pueblo de Israel la vemos en el versículo 42:” Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos”. La respuesta de Dios era clara: NO SUBAIS, era un rotundo NO, no estaré con vosotros. No me vas a dejar mentir, pero hay momentos en la vida en donde sabemos muy bien que Dios no esta de acuerdo con lo que vamos a hacer, pero aun así LO HACEMOS. Debemos a aprender a confiar en Dios. Tres pasos importantes: 1. La carne es débil…pero….Velad y orar. 2. Reconocer que soy débil….pero….Dios me acerca a través de esa debilidad hacia él 3. Los no de Dios no los entiendo……pero….él tiene algo mejor para mí. Dios les bendiga pastor Greiner Díaz