Compraventa y requisito de escritura publica En Puerto Rico, nuestros abuelos y antepasados solían vender fincas y propiedades verbalmente. En ocasiones esta mala práctica se hacía por varias generaciones, al punto de que muchas veces se perdía el hilo conductor que debería terminar en el actual dueño. ¿Estos contratos verbales, son válidos? La realidad es que en términos generales en Puerto Rico un contrato se formaliza cuando reúne los elementos esenciales. Los elementos esenciales son consentimiento, objeto y causa. No obstante, aunque los contratos verbales cumplan con estos requisitos cuando se trata de ciertos contratos que involucran bienes in-muebles o derechos inmobiliarios, la ley requiere que estos consten en escritura pública. La constitución de hipoteca sobre inmuebles y la de constitución de régimen de propiedad horizontal así lo requieren, entre otros. Aunque afortunadamente la práctica de venta verbal ya no es tan común, todavía existen quienes la utilizan. De hecho, repetidamente, y con el propósito de ofrecer legitimidad al proceso alguna de las partes en el proceso de compraventa solitita que la misma se haga mediante un affidávit. ¿Es esta práctica aceptable? La respuesta es que no es aceptable. De hecho tan reciente como el pasado diciembre nuestro Tribunal Supremo suspendió temporeramente de la práctica notarial a un notario porque, entre otras consideraciones, autorizó un affidávit para la compra de un solar. Los hechos específicos de ese caso son como sigue: "Juan Notario" fue contratado por la parte vendedora para que le ayudara con la segregación de un solar de su propiedad que interesaba dividir en dos lotes para venderlos. La segregación se realizó mediante escritura pública por "Juan Notario". El problema es que previo a esta escritura de segregación, "Juan Notario" autorizó un affidávit donde el dueño vendió lo que iba a ser el primer lote a un matrimonio porque éstos tenían urgencia de tener un documento que acreditara su dominio sobre el lote, puesto que ya habían vendido su residencia y deseaban comenzar a construir en este lote. En 1996, luego de que el matrimonio construyera su hogar en lo que seria el lote número 1, se efectuó la segregación del solar, ya que el matrimonio necesitaba acreditar ante la Autoridad de Energía Eléctrica que eran propietarios del solar donde se encontraba su casa para que le conectaran la electricidad. Esta segregación fue autorizada por "Juan Notario". Luego de efectuada la segregación, ese mismo día, "Juan Notario" autorizó la escritura de compraventa del lote número 1, venta que había sido realizada un año antes por medio de un testimonio de autenticidad del segundo lote resultante de la segregación. La prohibición a los notarios en Puerto Rico para que autoricen compraventas de bienes inmuebles mediante affidávit emana del articulo 56 de la Ley Notarial, 4 LPRA § 2091 (2003). Este artículo dispone que no se pueda hacer por medio de testimonio de autenticidad negocios que tengan por objeto la creación, transmisión, modificación o extinción de derechos reales sobre bienes inmuebles. Este articulado es preciso analizarlo en conjunto a nuestro Código Civil. La sección 3453 del Titulo 31 de L.P.R.A. establece que: - Deberán constar en documento público: (1) Los actos y contratos que tengan por objeto la creación, transmisión, modificación o extinción de derechos reales sobre bienes inmuebles. (2) Los arrendamientos de estos mismos bienes por seis años o más, siempre que deban perjudicar a tercero. (3) Las capitulaciones matrimoniales y la constitución y aumento de la dote siempre que se intente hacerlas valer contra terceras personas. (4) La cesión, repudiación y renuncia de los derechos hereditarios o de los de la sociedad conyugal. (5) El poder general para pleitos y los especiales que deban presentarse en juicio; el poder para administrar bienes, y cualquier otro que tenga por objeto un acto redactado o que deba redactarse en escritura publica, o haya de perjudicar a tercero. (6) La cesión de acciones o derechos procedentes de un acto consignado en escritura pública. Debe quedar claro pues que tanto la escritura de compraventa así como los anteriores no puede ser autorizada sin excepción por notario público en Puerto Rico mediante affidávit. Su constitución sólo puede ser autorizada por notario publico mediante escritura con el pago de los aranceles tarifarios aplicables. El autor es abogado corporativo con más de 16 años de experiencia en la industria bancaria.. Para información, llame al 787-635-0172 o escriba a rferreir@coqui.net. La realidad es que en términos generales en Puerto Rico un contrato se formaliza cuando reúne los elementos esenciales: consentimiento, objeto y causa Publicado en Construcción, sábado, 18 de febrero de 2006, pág. 53.