“El jorobado de París” EL LITORAL www.ellitoral.com jueves, 12 de septiembre de 2013 Qué lejos están las estrellas El clásico de Víctor Hugo fue revisitado hace 20 años por la dupla artística, y hoy vuelve en una puesta remozada. Foto: Gentileza Nacho Lunadei El exitoso musical de Cibrián y Mahler, basado en la obra de Víctor Hugo, se presentará mañana en el Teatro Municipal. OO De la redacción de El Litoral cultura@ellitoral.com P epe Cibrián y Ángel Mahler regresan a nuestra ciudad para presentar una exclusiva función de “El jorobado de París”. El exitoso musical de la cartelera porteña dominará la escena de la sala Mayor del Teatro Municipal 1º de Mayo, mañana a las 21. La celebrada obra, reestrenada tras 20 años, llega a Santa Fe en el marco de una gira nacional que viene cosechando elogiosas críticas. Las entradas están a la venta en la boletería del Teatro Municipal. El valor de los pases varía según la ubicación elegida: plateas y palcos (numerados), 200 pesos; tertulias (numeradas), 180 pesos; laterales, 160 pesos; generales, 140 pesos. Producción EL LITORAL argentino ® análisis por Ignacio Andrés Amarillo Sentimientos que se cantan •• “El jorobado de París” vuelve a contar en clave de musical la clásica historia de Víctor Hugo, siempre vigente porque trata sobre pasiones eternas, propias de la condición humana. Y ahí se ancló Pepe Cibrián para repensar un libreto que retoma varias de las visiones del amor que ha venido trabajando en varias de sus obras. Esmeralda es la fuerza centrífuga de las pasiones, una heroína cibrianesca por excelencia, virginal aunque la crean corrompida (como la Sybil Belleza sin condicionamientos “El jorobado de París” fue estrenado dos décadas atrás en el Luna Park y fue un éxito sólo comparable al de “Drácula”. Sin embargo, la remozada puesta en escena de Pepe Cibrián, presentada en enero de este año, presenta una renovación casi Vane de “Dorian Gray”). Claudio Frollo representa al amor como posesión, como objetivación del otro: esto lo emparenta con Drácula, Solimán, Otelo y Dorian Gray. Quasimodo, por su parte, es el otro extremo, el amor como sacrificio, como renuncia a uno mismo (“Ya que tu sol no puedo ser, ¿puedo ser tu luna, yo?”; “¡Mas tal vez tú me permitas ser tu perro, tu guardián, y dormir sobre este suelo que tus tiernos pasos recorrieron!”). Y el capitán Febo es el “no amor”, el simple deseo de su usufructo. Tan sólo Pierre (el galán de la historia) estaría en el terreno del “amor posible”, de quien busca ser retribuido pero aceptaría no serlo: “¡Si pudieras entenderme tú, si pudieras tu sentir, igual que yo! (...) no pido que agradezcas, sólo que comprendas, lo que es amar a alguien y no ser amado”. Si a esto le sumamos la cuestión de la madre incompleta (aquí la Paquette, la engendró y no pudo ejercer su maternidad; reflejo especular de la Nani de Drácula, que crió pero no engendró), tenemos la paleta con la que el autor trabaja, y las fuerzas en tensión que animan el relato. Podemos pensar el musical como una especie de teatro de la crueldad cantado: una puesta en escena del alma humana. Pero con música, las pasiones se convierten en una forma de la belleza. absoluta en una propuesta innovadora y más intimista. “El jorobado de París” es un musical que marcó un hito en la historia de éxitos de CibriánMahler y habla de la verdadera belleza de la condición humana que encuentra el amor más puro sin condicionamientos ni barreras. El musical de Pepe Cibrián y Ángel Mahler aborda como tema fundamental la libertad del hombre más allá de su belleza exterior, y habla de un ser que siendo marginado por el mundo que lo rodea, encuentra la paz a través del amor más puro, el amor incondicional, aquel que no pide nada a cambio, aún a iamarillo@ellitoral.com Elenco Gira 2013 Quasimodo: Miguel Gómez Vicari. Claudio Frollo: Luis Blanco. La Paquette: Cintia Arévalo. Esmeralda: Georgina Reynaldi. Pierre: Mauro Murcia. Febo: Ramiro Moreno Hueyo. Filipón: Nicolás Bertolotto. Magot: Manuela Perín. Truhán: Gastón Avendaño. Aldeana: Verónica Pacenza. costa de ofrecer su propia vida. Es una obra clave en la historia de la premiada dupla Cibrián-Mahler. En su trama, y más allá del protagonista, hay dos mundos bien definidos; uno es pasional y brutal, desenfrenado ante sus propios y constantes deseos, jugado en el personaje de Claudio Frollo, archiácono de París y Príncipe de la Iglesia que cae abrumado ante la belleza de Esmeralda que se contrapone a otro universo festivo y no por eso menos comprensivo depositado en Maggot y Filipón, Reyes de la Corte de los Milagros, que son el símbolo de un mundo subterráneo y peligroso.