HAPPENING Boletín del Instituto Oscar Masotta Nº 9 Lunes 30 de julio 2001 Directores de la publicación: Samuel Basz, Jorge Chamorro, Germán García y Stella Palma Responsable de la publicación el Comité de Iniciativa del IOM (S.Basz, J.Chamorro, G.García, J.C.Indart, R.Mazzuca y M.Torres) Editorial Mónica Torres LO QUE FUNCIONA EN TUCUMÁN Estuve en Tucumán el sábado 7 de julio participando del seminario clínico que se viene dictando desde abril. El programa está organizado siguiendo la idea de impartir una enseñanza sistemática del psicoanálisis, una enseñanza de carácter propedeútico. Lo que encontré en Tucumán continúa la lógica que Jorge Chamorro explicitaba en su editorial de marzo, acerca de la inauguración del IOM. Además del seminario sobre "Histeria y neurosis obsesiva" que dicté y que se corresponde a un punto muy bien articulado de un programa consistente, participaron también Julio Leites y María Teresa Pérez puntuando un texto de Miller sobre esquizofrenia y paranoia y el clásico de Freud sobre un caso de paranoia. Lo que encontré en Tucumán es una muestra del trabajo conjunto de los directores del CID, (hay que destacar aquí el trabajo previo de Germán García y Jorge Chamorro) la Comisión Ejecutiva de Tucumán y sus colaboradores y el entusiasmo de los participantes. Con un promedio de asistencia que oscila entre ochenta y cien personas, la audiencia, a la que se suman colegas de otros puntos del país, como por ejemplo de Catamarca, es una audiencia interesada y activa. Además tuve la alegría de que se publicara en esos días el número uno de la revista del Instituto Oscar Masotta, CID-TUCUMÁN, la que bajo el título "Seminario clínico", es una muestra del trabajo conjunto de los colegas de Tucumán y de los que viajamos desde Buenos Aires, aunados en el amor al trabajo, como nos los recuerda José Santillán con una cita de Freud que a manera de epígrafe encabeza su editorial de la revista. El rostro de Masotta, una ilustración sobre una foto que recordamos bien, tornaba aún más fuerte la presencia de su impronta, desde la tapa de la publicación. Pienso que Masotta siempre quiso propagar por el mundo el psicoanálisis que hoy con Miller llamamos de la orientación lacaniana. En el sentido de esa orientación, Tucumán ha dado un paso más. Traje algunas revistas para mis colegas del Comité de Iniciativa; la revista es una expresión más de que, la manera en que pensamos el IOM en el Comité, está funcionando en Tucumán. Con sendos trabajos de Elvira Escalante y Eduardo Nuñez Campero el trabajo continúa en Tucumán el 21 de julio, Mauricio Tarrab viaja a principios de agosto. Seminarios, talleres, publicaciones, la iniciativa IOM avanza, también en muchos otros lugares del país. Noticias CID-Corrientes-Chaco Informamos que los días 29 y 30 de junio se llevó a cabo el 4º encuentro extraordinario del Seminario Clínico del IOM. En esta oportunidad disertaron Moira Mascheroni de Gover y Fernando Abelenda. M.Mascheroni desarrolló el día viernes por la noche en la ciudad de Corrientes, los conceptos básicos sobre el diagnóstico estructural en psicoanálisis y el complejo de Edipo en la enseñanza de Jacques Lacan. F.Abelenda, esa misma noche, desarrolló el concepto de sujeto como diferente al concepto de individuo, el sujeto dividido en la lógica del significante. El día sábado en la ciudad de Resistencia M.Mascheroni disertó sobre la estructura clínica en la histeria y F.Abelenda sobre la estructura clínica en la obsesión. Los disertantes articularon histeria y obsesión con los conceptos de evaluación clínica, localización subjetiva e introducción al inconsciente, como se plantean en el texto de Jacques-Alain Miller Introducción al Método Psicoanalítico. El próximo encuentro contará con la presencia de Samuel Basz quien disertará sobre la estructura perversa siguiendo con el programa del Seminario Clínico (año 2001). Fernando Abelenda CID-La Plata Clase de J.Matusevich con N.Suarez. Definición del inconsciente en la dialéctica de la intersubjetividad. Se comienza la exposición del tema recordando el método propuesto por Freud para el análisis de los sueños y cómo este le permitirá dar un estatuto al inconsciente y encontrar sus leyes: condensación, desplazamiento, condición de representatividad y sus propiedades: atemporalidad y principio de no-contradicción. Sueños, lapsus, chistes, tomados como formaciones del inconsciente al que se agregará el síntoma con su especificidad: no es momentáneo, vuelve, nos acompaña, nos hace sufrir, se resiste. Por esto es necesaria una hipótesis suplementaria: la repetición. Otro punto desarrollado fue, cómo alguien se dirige a un analista por su síntoma. Se hace referencia aquí al texto de J.A.Miller Clínica bajo transferencia, donde este presenta los tres estatutos del síntoma: Imaginario-Real y Simbólico- refiriéndose también a la maniobra Lacaniana de romper con la teoría de la comunicación de Saussure. Se toma el esquema L para mostrar que es en el eje Simbólico, eje de los Significantes, donde se juega lo que se constituye como síntoma del sujeto. Con relación al texto de Lacan, rescatado por Miller que se llama Los paradigmas del goce, este esquema L , pertenece al primer paradigma que es el de la disyunción entre goce y Significante. Para el punto sobre la experiencia del inconsciente y su demostración lógica, tomaron el seminario de La Carta Robada, texto Lacaniano sobre la base del cuento de Edgar Alan Poe, diciendo que la “experiencia del inconsciente” es la experiencia de la lectura y del análisis de La Carta Robada, y la lógica del inconsciente es lo que aparece en la introducción. Mostraron así, a través del cuento, el automatismo de repetición, que obliga a pensar al síntoma como resistencia. Toma su principio de la insistencia de la cadena significante, y que en relación a esto es que hay un automatismo de repetición. Se mencionó también lo que dice Lacan, que quien tiene la carta se queda en ese lugar de feminización y se plantea que éste es homólogo al momento de entrada en análisis donde el síntoma se dirige al Otro, siendo el efecto, no la feminización sino la histerización. Con relación a la “Introducción” se plantea que las redes de la asociación libre mencionadas por Freud podrían tener leyes internas. Se habla entonces de una memoria de repetición, esta memoria es pensable para Lacan, ubicando al inconsciente en el orden simbólico. Se la diferencia de la memoria del yo. Lo que se trata de demostrar es que la memoria es una memoria repetitiva. Se procede al desarrollo Lacaniano para demostrar cómo del azar puede surgir alguna norma, que no será azarosa sino que obedecerá a leyes. El 22 de junio Graciela Napolitano expuso acerca del tema: el lugar del otro en psicoanálisis y psicoterapia, presentando la doble oposición a desarrollar entre psicoterapia y psicoanálisis por un lado, y Sujeto-Yo y la interpretación preliminar por otro. Para mostrar estas diferencias se desarrollan tres puntos: 1- Se comienza diferenciando el lugar del Otro. Lacan ha dado distintos nombre al compañero del sujeto, en el curso de su enseñanza. Primero a nivel imaginario, el otro semejante, como compañero del Yo con relación a la identificación especular (Estadio del espejo). A partir del 53-54 aparece la noción del Otro que significa otro tipo de alteridad, lo que le permite diferenciar el sujeto y el Yo y así el sujeto tendrá como compañero el lugar del Otro y el Yo tendrá como compañero al otro como semejante. Se aborda la lógica de lo que hace a la entrada en el dispositivo analítico, lo que se llama apertura del Inconsciente teniendo en cuenta la transferencia. Se trabaja el esquema Z para graficar lo que ocurre en la experiencia analítica, las transformaciones que se operan y cómo sirve para formalizar las entrevistas preliminares. Se muestra cómo a través de Variantes de la cura tipo y La dirección de la cura Lacan señala que el psicoanálisis no es una terapia aunque tenga efectos terapéuticos, que retoma la terapéutica en términos éticos y que por lo tanto no hay variantes de la cura tipo. También opone psicoanálisis y psicoterapia en términos de poder y verdad. El psicoanálisis apunta al sentido del ser del sujeto, mientras que la psicoterapia hace que la pregunta del sujeto no aparezca. 2- Siguiendo con esta diferencia psicoanálisis-psicoterapia, se recurre a lo que Lacan llama el hecho fundamental de la experiencia analítica: el síntoma. Se aborda y desarrolla el síntoma en sus tres estatutos. Patológico ( Imaginario) nivel de la queja, enfermedad en sentido práctico. Implica una dirección al Otro para sacárselo de encima. Si bien es el primer esbozo de división del sujeto, conlleva una demanda terapéutica. Para el psicoanálisis es necesario un tratamiento y una forma especial de intervenirlo para llegar a aquello que lo determina. La psicoterapia ante el síntoma como patológico desecha el registro de la causa. Da la respuesta complementaria a este síntoma que es situado como un sentido a comprender. Privilegia la identificación y deja de lado la formación de síntomas y la estructura que lo determina. El Otro aparece como referencia de saber, Amo que sabe. Se tiende a fortalecer el Yo a expensas de dejar de lado la dimensión del sujeto como dividido. La psicoterapia busca normalizar el síntoma. El terapeuta complementa el síntoma. El psicoanálisis plantea la necesidad de transformar el síntoma patológico en analítico (Simbólico), lo que implica una transformación de la posición del sujeto frente a lo que dice de su síntoma. Con relación al estatuto Real del síntoma es presentado como una urgencia subjetiva, ante la cual Freud desaconsejaba atender al paciente y analizar las situaciones de angustia retroactivamente. 3- Por último se establece la relación transferencia-interpretación, sobre todo con relación a las entrevistas preliminares. Se recuerda que a diferencia de otras orientaciones que señalaban que es necesario esperar la consolidación de la transferencia para interpretar, Lacan, siguiendo a Freud, dice que la transferencia depende de la interpretación. Se ejemplifica con el caso Dora. Estela Soengas CID–SALTA Con la presencia de Graciela Musachi, concretamos el tercer encuentro del CID-Salta e inauguramos la serie que, junto a los otros CID que trabajan en todo el país, configura la trama del “Instituto Oscar Masotta”. El interés de quienes participan de esta propuesta, de esta apuesta, ha tenido su efecto en la constitución de diferentes Talleres de Investigación y esperamos que continúen sumándose propuestas de trabajo en este campo. Graciela Musachi, en su exposición sobre el “El inconsciente freudiano y el nuestro”, parte de un olvido, algo que se escapa, siempre hay algo en el corazón del psicoanálisis, en la teoría, que se escapa. Para explicar el concepto de inconsciente propone hacer lo mismo que Freud, tomando Psicopatología de la vida cotidiana, La interpretación de los sueños y El chiste su relación con el inconsciente y señala, en esos textos, que Freud enseña que eso que se escapa lo vamos a atrapar en el detalle. Indica que estas obras son fundamentales para lo que es su invención: el psicoanalista y el concepto de inconsciente. Lacan dice: el psicoanalista forma parte del concepto de inconsciente, así es que Freud inventó al mismo tiempo al psicoanalista y al concepto de inconsciente. Respecto de los sueños, delimita la importancia de considerarlo como un texto sagrado, acentuar la función de lo escrito, ya que Freud dice que no se trata de escuchar, sino de leer; dado que un equívoco sólo puede deslindarse en la escritura y que sólo si escuchamos como si leyéramos un texto podemos orientarnos en lo que alguien dice. La tesis freudiana se formula a partir de que el sueño es una realización de deseos y que hay deseos de los cuales el sujeto no sabe nada pero que puede alcanzar algún saber a través de las formaciones del inconsciente y que el deseo es atrapable por medio de los detalles en los usos de la palabra. Al nivel de eso que se escapa, del notodo, un nudo imposible de desatar, imposible de ser conocido, el ombligo del sueño. Entonces plantea la pregunta:¿en qué el inconsciente freudiano y el de Lacan, son distintos? Freud trabajaba en la más completa soledad... era el precursor, alguien que leía lo que estaba decantando en su época cuando todavía otros no se daban cuenta. Él estaba inventando una ciencia que no tenía nada que ver ni con la lógica, ni con la lingüística ni con la matemática, un campo nuevo. En cambio Lacan trabaja con los descubrimientos y las invenciones de todas esas ciencias. Reformula el psicoanálisis en función de los desarrollos de las ciencias con las que conversa. Función y campo de la palabra y del lenguaje en Psicoanálisis no existiría sin las obras de referencia de De Sausurre, L.Strauss y Jackobson. A partir de este texto comienza a trabajar en la diferencia entre la función de la palabra y el campo del lenguaje, y en el año 56 (Seminario II), dice: “El sentido viene con la palabra”. La palabra se desarrolla en una temporalidad (diacronía, al decir de L.Strauss). En cambio el lenguaje dispone de todo el tiempo (la sincronía), su estructura no necesita del tiempo y no tiene que ver con el sentido (esto en referencia a los desarrollos de De Saussure). Realiza un recorrido de lo que implican las hipótesis estructuralistas, siguiendo el texto de Miller S´truc dure. Tenemos elementos sin sustancia, cuya sustancia es la relación que esos elementos tienen entre sí. Es una sustancia relacional. Esta idea de estructura como antisustancialismo es lo que Lacan llama la cadena significante, que escribe así: S1 S2, esta cadena describe todo el lenguaje. Por eso el sujeto es tan complicado, en tanto es lo que pone en relación un significante con otro. Va siendo transportado de un significante a otro en la cadena. En un análisis, el sujeto puede concluir lo que él es, por un momento, pero siempre está ese ombligo, esa noción de pérdida. Al momento de decirlo ya no lo es, su posición va a ser otra. Lacan introduce al sujeto a diferencia de L.Strauss, no como agente del discurso, no como causa del discurso, ni de sí mismo, sino como sujeto del inconsciente, es lo que se produce del lenguaje al entrar en la función de la palabra. Segunda hipótesis estructuralista, supone un conjunto de definiciones correlativas. Es lo que Lacan llama el tesoro del significante, tesoro que habita al sujeto, pero que este ignora que posee. Esto constituye el diccionario de cada uno y es lo que interesa al analista: qué quiere decir cada palabra para ese sujeto. Así Lacan introduce lo que se llama función del Otro, del inconsciente es el discurso del Otro. Otro de los efectos del antisustancialismo es el efecto de aligeramiento: se produce una sustracción del ser. Uno ya no es sino diferencias, sin términos positivos, el ser siempre se encuentra afuera, en el Otro. El sujeto padece esta falta en ser, que constituye una ley, la ley del significante. Cada elemento tiene su identidad fuera de sí, por eso mismo, esto permite introducir la problemática de la identificación: si el punto de partida es una falta en ser, esta falta en ser se remedia con la identificación. Todo esta hipótesis implica que el sujeto está mortificado por el lenguaje, en tanto lo despoja de identidad consigo mismo, lo congela en un significante para otro significante, en esa remisión infinita de un significante a otro y lo condena a desear el otro significante, lo aliena en otro significante que le diga lo que él es. Se cierra el encuentro articulando en dos casos clínicos (presentados por Oscar Montivero y Eleonor Gimenez), lo trabajado durante las clases. Alberto Valentinuzzi CID-Tucumán Con la presencia de Mónica Torres, hemos dado continuidad al desarrollo del programa del CIDTucumán con el abordaje de las modalidades de la histeria y la neurosis obsesiva, titulado “La pasión del neurótico”. A través de su reconocida solvencia conceptual y clínica, Mónica Torres, puso a jugar histeria y obsesión, a partir de los pares: mujeres y hombres, erotomanía y fetichismo, enfermedad intersubjetiva y enfermedad intrasubjetiva, intriga histérica y obstinación malévola. La histeria equiparada a la femenidad tiene un límite en el pensamiento freudiano, aún cuando algunos textos intentan abrir una vía distinta. Lacan produce las fórmulas de la sexuación y consecuentemente la diferenciación de la posición femenina y la histeria. Mientras el obsesivo, confundido con el significante amo llega al análisis a partir de la producción de una falla, el sujeto histérico lo hace desde su vacío, su pobreza. La pregunta histérica que apunta al sexo, soy hombre o mujer, encuentra para el obsesivo la pregunta sobre la nada. La histeria, paradigma del deseo del Otro, es para el obsesivo o el deseo o el Otro. Enfrentados al deseo la histeria escapa a la rutina, al número, al orden, las cosas fuera de lugar, mientras que el obsesivo se instala en este espacio. Dice J.A.Miller al hablar de las sorpresas del amor, que como la relación sexual es imposible, las neurosis intentan desmentirlo. Las referencias clínicas a los casos princeps de Freud, La bella carnicera, Dora, el Hombre de las Ratas, a la casuística propia así como a las referencias a Sócrates, Mme. Bovary, Vértigo de Hitchkok, contribuyó aún más al vivo entusiasmo e interés del público que concurre puntualmente a su cita con el IOM. Punto aparte merece la presentación en la oportunidad, del ejemplar Nº 1 de la publicación del CIDTucumán, donde se transcriben las conferencias de J.Chamorro, A.Testa, así como las reseñas a cargo de los docentes locales, una feliz conjunción. Andrea Fenik Delegación Comodoro Rivadavia TERCERA REUNIÓN DEL IOM El pasado 13 de julio de 2001 se realizó en el auditorio de OSDE la tercera reunión, de las previstas para el corriente año del Seminario de Introducción al Psicoanálisis. En la oportunidad contamos con la presencia de Deborah Fleischer como docente invitada, quien tomó como eje de su exposición la cuestión de las Psicosis. Realizó una reseña de los diversos tratamientos que recibió el tema a la luz de las ideas de Freud, M. Klein y Winnicot y la posición de cada uno de estos autores alrededor de la transferencia en esta estructura y la posibilidad de análisis en función de su desarrollo. El establecimiento del objeto es lo que marca esta posibilidad de establecer transferencia y también la diferencia entre estos autores, ya que, para Freud, estos pacientes eran incapaces de hacerlo y, en consecuencia, fuera del alcance del método psicoanalítico. Para Klein, en cambio esta posibilidad está presente desde el comienzo. Deborah Fleischer mostró como en el caso Dick, introduce desde el principio del tratamiento una serie de oposiciones que implican un ordenamiento simbólico que operan más allá del mito edípico en el que las conceptualiza la analista inglesa. Para Winnicot también es posible un tratamiento siempre que se pueda establecer una falla en el objeto materno originario, idealizado a causa de no haber operado la “madre suficientemente buena” capaz de desilusionar al niño. En Lacan el temprano interés por las psicosis está dado por el hecho de que esta estructura permite verificar la determinación significante del sujeto. En la psicosis es posible detectar los llamados “fenómenos elementales” que no serían otra cosa que una cadena significante que, a causa de una falla en la metáfora paterna, no pudo ser adecuadamente articulada, provocando un colapso del sujeto y retornando desde lo real como alucinación. Deborah Fleischer mostró cómo es posible describir la constelación clínica que provoca el desencadenamiento de la psicosis, así como también lo que es posible esperar de psicoanálisis en esta circunstancia. Comentó entonces la posibilidad de establecimiento de una metáfora delirante que a modo de suplencia de la metáfora paterna permita la estabilización del paciente. Enfatizó el cuidado en las entrevistas preliminares en buscar los fenómenos elementales y la ausencia de neurosis infantil. Si bien Lacan recomendaba no retroceder ante las psicosis, debe decidirse cuidadosamente que hacer ante las llamadas prepsicosis ya que sometidas al método psicoanalítico pueden desencadenarse. Advirtió también acerca de la posición que debe asumirse en la dirección de la cura, en la que al no haber suposición de saber, cualquier intervención desde este lugar se tornaría persecutoria. Los asistentes interrogaron acerca de la comparación entre lo que puede esperarse del psicoanálisis y otros abordajes, como la psiquiatría, y también sobre el lugar posible de la interpretación. Si bien se notaron algunas ausencias debido al inicio de las vacaciones de invierno y de algunos rigores climáticos que impidieron la presencia de colegas de la provincia de Santa Cruz, la asistencia se mantuvo en el nivel de los encuentros anteriores. El próximo encuentro está previsto para el 25 de agosto donde trabajaremos la relación entre Feminidad e histeria con la participación de docentes locales. José Luis Tuñon Ida y Vuelta Esta sección intenta abrir un verdadero intercambio, esperamos la vuelta. Los grupos de discusión del CID-La Plata han comenzado con frecuencia mensual con los siguientes docentes locales: Inés Garcia Urcola, Néstor Suarez, Claudia Viccino, Estela Soengas, José Damiano, Cecilia Fasano, Jorge Santopolo, Fátima Aleman, José Lachevsky, Leticia García, Carolina Alcuaz, Germán Schwindt, Paula Vallejo, Marcelo Ale, Alberto Justo , Ana Piovano y Adriana Echegoy. El psicoanálisis y las ciudades En un informe elaborado por la Sociedad Psicoanalítica Argentina (APA), llamado “La difusión del psicoanálisis en el interior del país”, se habla de tres períodos: 1942/1968: Viajes de analistas que carecían de la continuidad y organización requerida para un crecimiento regular, lo que dejó “un sentimiento de frustración y desconfianza” (sic). 1968/1975: Los analistas que luego tomaron contacto con diversos grupos informales, se insiste, “se encontraron, muchas veces, con un grupo resentido, dolido y frustrado”. 1978/1982: “La primitiva expansión se consolidó, afianzó y desarrolló en forma más sistematizada y creciente”. La conclusión que sacan los autores del informe se resume en un párrafo: “Sin querer extendernos mucho, esto nos lleva a considerar que el rol del individuo aislado que imparte enseñanza a un grupo en formación es extremadamente complejo. En efecto, además de su tarea específica de enseñanza y de su función movilizadora, cumple una tarea preparatoria básica en tanto es precursora de la institución; además, debe poder sobreponerse al halago que lo llevaría a eternizarse en su rol, y a la hostilidad que lo podría mal disponer y hacer abandonar su tarea. En síntesis, debe permanecer el tiempo justo para balancear, armónicamente, estos factores. Y esto es difícil”. Como se ve, en esta ocasión nuestros colegas abandonan el tiempo standard y reconocen la función de la permutación. Para resolver lo expuesto como problema en el párrafo anterior se dice “...sostenemos como imprescindible el pasaje de la colaboración individual a la institucional (...) Creemos que es conveniente la creación, en cada lugar, de una estructura original, nueva y diferente, es decir, distinta de las ya existentes, que pueda agrupar distintos grupos o parte de los mismos para ultimar y mantener los contactos con la institución que acude”. La experiencia se hizo, a partir de 1978 (después de “un período de anarquía cultural”) en las siguientes ciudades: Mendoza, San Juan, Córdoba, Tucumán, Mar del Plata, Rosario, Bahía Blanca, Corrientes, Neuquen, General Roca, Posadas, Bariloche, Viedma y Junín (Pvcia. de Buenos Aires). Dado que veinte años después el IOM se extiende por algunas de esas ciudades –además de otras, que no están en el inventario de APA- sería de utilidad, para dibujar nuestro mapa analítico, contar con información de cada lugar. Es por eso que invitamos a nuestros amigos a enviar notas breves sobre la historia, para difundir la creciente complejidad de la orientación Lacaniana en nuestro país. En 1982 Adam Limentani, entonces presidente de la IPA, viajó a Buenos Aires preocupado por la “formación paralela, los centros psicoanalíticos desvinculados y un psicoanálisis que deja mucho que desear (sic) debido a la frecuencia limitada de las sesiones”. Esperamos que en cada ciudad compartan la preocupación de Adam Limentani, para impulsar mejor nuestro trabajo de investigación y enseñanza. Germán García Lecturas sugeridas El lenguaje, aparato de goce. Conferencias en Nueva York y cursos en París. Jacques-Alain Miller - Colección Diva – 1º Edición Junio 2000 La expresión “el lenguaje aparato de goce” es utilizada por Lacan para esclarecer su definición clásica del inconsciente estructurado como un lenguaje, desde la perspectiva del goce. Con ella, da cuenta del cambio de paradigma en su conceptualización del goce: lo simbólico no es ya autónomo sino que guarda una relación primitiva y original con el goce. El título de este libro resulta del hilo conductor que enlaza los distintos artículos seleccionados para su preparación: el análisis, por parte de Jacques-Alain Miller, del ultimo período de la enseñanza de Lacan y las modificaciones que dan cuenta de ello. Jacques-Alain Miller, fiel lector de Lacan, estudia minuciosa y metódicamente estas transformaciones, permitiéndonos captar el organizador central que estructura este recorrido, y al hacerlo, nos orienta en una lectura que nos aproxima cada vez más a Lacan. Nota: Toda la información deberá ser enviada a stpalma@yahoo.com con copia a iom@eol.org.ar Incluso las que son para La Carta de la Escuela y la EOL Postal.