Riesgo y pobreza en un clima cambiante Informe de evaluación global sobre la reducción del riesgo de desastres 2009 Factores causales del riesgo de desastres: un trío letal acentuado por el cambio climático Son tres los principales factores que, de manera individual y conjunta, impulsan el riesgo de desastres y contribuyen a las catástrofes, sobre todo en las comunidades más pobres. 1. Desarrollo urbano no planificado: el portal hacia la pobreza y la marginación se debe tanto a unos sistemas deficientes o inexistentes de alcantarillado como a la intensidad de las propias precipitaciones. En 2008 más de la mitad de la población mundial vivía ya en zonas urbanas. Siguiendo las proyecciones actuales, se espera que para el año 2010 cerca del 73% de la población no rural del mundo y la mayoría de las ciudades más 2.Medios de vida vulnerables: catalizador de pobreza y riesgo de desastres en las zonas rurales grandes estarán en países en desarrollo. La incapacidad de numerosas autoridades municipales para garantizar Los medios de vida de gran parte de la población rural la disponibilidad de terrenos seguros para viviendas, siguen dependiendo en gran medida de la agricultura y infraestructuras y servicios adecuados a este crecimiento otros recursos naturales, pero se encuentra muy limitado demográfico, o para crear un marco normativo y de el acceso a los activos de subsistencia necesarios, como planificación con que gestionar los riesgos medioambientales son las tierras, la mano de obra, los abonos, el regadío, la y de otra índole vinculados con la urbanización, ha propiciado infraestructura y los servicios financieros. la proliferación de barrios marginales e infraviviendas, Cerca de un 75% de las personas que viven por denominados de manera eufemística ‘asentamientos debajo del umbral internacional de pobreza de 1,25 dólares informales’. Son casi mil millones de personas en el mundo diarios se encuentran en el medio rural: 268 millones en las que viven en asentamientos de este tipo, cifra que se el África subsahariana, 223 millones en el este de Asia y estima crece al ritmo de 25 millones de personas cada año. el Pacífico y 394 millones en el sur de Asia. Las pérdidas Las personas pobres que viven en asentamientos por desastres afectan a un inmenso número de personas urbanos informales se ven afectadas por mayores niveles de en las zonas rurales pobres. Durante la sequía que afectó riesgo cotidiano. Las ciudades de los países de altos ingresos al África subsahariana entre 2001 y 2003, se calcula que suelen mostrar una tasa de mortalidad de niños menores de unos 206 millones de personas, un 32% de la población, cinco años inferior a 10 por cada 1000 nacimientos vivos. Por sufrió desnutrición, es decir, poco menos del número total de contra, muchos países en desarrollo tienen unas tasas mucho personas pobres del medio rural en la región. Los patrones más elevadas. En la ciudad de Nairobi en Kenia, por ejemplo, históricos de distribución y tenencia de la tierra tienden a en el año 2002 la tasa de mortalidad de niños menores de discriminar en contra de las personas empobrecidas que, cinco años fue de 61,5 por cada 1000 nacimientos vivos en como consecuencia de ello, es posible que únicamente la ciudad en su conjunto, pero de casi 150 por cada 1000 tengan acceso a tierras marginales y poco productivas, nacimientos vivos en los asentamientos informales. propensas a las inundaciones y con lluvias erráticas o poco Datos de ciudades de África, Asia y América Latina copiosas. demuestran que las personas que viven en asentamientos Los medios de vida rurales que dependen de la informales sufren cada vez mayores riesgos por amenazas agricultura y otros recursos naturales son vulnerables de origen meteorológico. La urbanización en sí misma tiende incluso ante pequeñas variaciones meteorológicas y por a incrementar la intensidad de las escorrentías de tormentas tanto especialmente sensibles al cambio climático, lo que provocan inundaciones, muchas veces por falta de que puede llevar a una productividad agraria aún más inversión en la construcción y mantenimiento de sistemas de baja; unos vectores de enfermedades más generalizados alcantarillado. De hecho, un gran número de inundaciones podrían disminuir aún más la resiliencia. Como aspecto UNISDR_insert_2-SP_13052009.indd 1 13/5/09 17:20:03 muchas veces ineludible de la vida rural se encuentran unas infraestructuras inadecuadas que pueden ser (entre otras) viviendas, escuelas y demás edificios públicos. Este aspecto puede verse exacerbado por los desastres: el derrumbamiento de pesadas paredes de barro provocó la destrucción de 329.579 viviendas en el terremoto de 2005 en Cachemira, mientras que la falta de protección ofrecida por construcciones de zarzo y barro y tejados de paja contribuyó a que el número de muertes llegara a las 140.000 personas en el ciclón de 2008 en Myanmar. 3.Declive de los ecosistemas: ya están apareciendo realidades incómodas Los ecosistemas y los servicios que aportan –entre otros, energía, agua y fibra– son la esencia misma de la vida, y por ello su conservación resulta imprescindible para la supervivencia del planeta. Sin embargo, y dado que los ecosistemas contribuyen muchos servicios a un mismo tiempo, un aumento en el suministro de uno de ellos, como la producción de alimentos, puede llevar a una disminución de otros, como la mitigación de las inundaciones. Es motivo de enorme preocupación que el escrutinio de los servicios de los ecosistemas realizado por la Evaluación del Milenio constató que aproximadamente un 60% de estos servicios (15 de un total de 24) estaban en declive, mientras que el consumo de más del 80% iba en aumento. Es decir, el flujo de la mayoría de los servicios de los ecosistemas aumenta a medida que se reduce el capital total disponible. El ser humano ha modificado los ecosistemas para incrementar el rendimiento de determinados servicios, pero tales modificaciones han servido de catalizador para unos comportamientos no regulados: por ejemplo, la deforestación con fines agrícolas o la destrucción de manglares para el cultivo de camarones. Pese a que estos cambios en la distribución de los servicios de los ecosistemas benefician a determinados intereses económicos, el coste de los mismos muchas veces se hace Cambio climático: los ricos consumen, los pobres pagan La amenaza creciente y omnipresente del cambio climático, que ha sido impulsado por las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por sociedades e individuos ricos pero cuyos efectos adversos recaen en los países en desarrollo y sus ciudadanos más pobres, viene a exacerbar este trío letal. Ya es un hecho constatado que un aumento en la temperatura de la superficie terrestre de 2ºC con respecto a niveles preindustriales podría provocar un colapso catastrófico de los ecosistemas, con efectos desproporcionados en las personas más pobres. Ya se están produciendo cambios adversos en la cantidad, la intensidad, la frecuencia y el tipo de las precipitaciones, provocando sequías, inundaciones y tormentas tropicales. En años más ‘cálidos’ (medidos en relación a la temperatura de la superficie del mar, TSM) hay un aumento notable en el número de ciclones de categorías 3 y 4 (más intensos). Incluso un incremento de 1ºC en la TSM provocaría un aumento del 31% anual en la frecuencia global de los ciclones de categorías 4 y 5. Más importante aún, cualquier incremento en la intensidad de los ciclones amplificará la distribución desigual del riesgo. Se calcula, por ejemplo, que el 1,9% del PIB de Madagascar se encuentra expuesto cada año a riesgos por ciclones de categoría 3, comparado con solo un 0,09% del PIB de Japón. Si estos ciclones pasaran a ser tormentas de categoría 4, estaría en riesgo el 3,2% del PIB de Madagascar, pero únicamente el 0,16% del PIB de Japón. sentir en los hogares pobres del medio tanto rural como urbano. En Perú, por ejemplo, la apertura de nuevas carreteras en las laderas orientales de los Andes hacia la selva central para ampliar las fronteras agrarias ha provocado un aumento notable en el número de desastres por deslizamientos de tierra documentados en esa región desde los años 80. Invertir hoy para un mañana más seguro UNISDR_insert_2-SP_13052009.indd 2 13/5/09 17:20:03