Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba (República Argentina) http://www.acader.unc.edu.ar TRANSFERENCIA DE AUTOMOTORES Obligaciones de las partes por Luis MOISSET de ESPANÉS Semanario Jurídico, Comercio y Justicia, Nº 107, 13 noviembre 1979 I.- Introducción. En la especie que comentamos el adquirente del vehículo ha abonado el precio y recibido el automóvil, por lo que sólo falta que se inscriba el coche a su nombre para concretar jurídicamente la transferencia de la propiedad. El automóvil pertenece a una sucesión, y la administradora judicial tenía autorización del juzgado para efectuar la transferencia, pero no realizó los trámites pertinentes, pese a que el comprador la intimó en forma auténtica con la intervención de un escribano público. El adquirente se ve, entonces, en la necesidad de recurrir a la justicia para reclamar el cumplimiento de la obligación pendiente, que para él tiene singular importancia puesto que no se convertirá en propietario mientras no se haga efectiva la inscripción registral, que en materia de automotores tiene carácter constitutivo. Reclama entonces que la sucesión vendedora le otorgue "la transferencia del mencionado vehículo, en el término que se fije, bajo apercibimiento de ser realizada por el juzgado". II.- El fallo de primera instancia. El Juez acoge favorablemente la pretensión del actor, pero en la parte resolutiva se desliza un "lapsus", que la alzada se encarga oportunamente de enmendar y que -sin duda- es fruto del exceso de trabajo que agobia a la justicia civil, que vive abrumada por la necesidad de mantener al día el despacho, e impide a los magistrados dar una nueva lectura a las resoluciones después que han sido pasadas en limpio y verificar -antes de firmarlas- si ellas traducen fielmente su pensamiento. 1 Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba (República Argentina) http://www.acader.unc.edu.ar La sentencia condena al demandado a "escriturar dentro del término de diez días el automóvil de referencia"; el mecanismo del pensamiento que ha conducido a este error es tan claro que casi no necesita ser explicado. Los litigios en que se reclama la transferencia de un automotor son escasos e, incluso, el problema es de reciente data; en cambio, diariamente se pide a los jueces que suplan la inactividad de un contratante, que prometió en venta un inmueble y luego se niega suscribir la escritura respectiva. El paralelismo existente entre ambas hipótesis, en las que el enajenante se resiste a cumplir obligaciones que le competen, ha hecho que el subconsciente las asimile y que al momento de redactar los borradores del fallo se incluyese mecánicamente la fórmula que corresponde a la escrituración de los inmuebles. En ningún momento se nos ocurre pensar que el magistrado ignorase que en este caso no es necesaria la escritura pública, ya que el contrato de compraventa de un automotor no requiere esas formalidad, y puede dársele indistintamente la forma de instrumento público o privado 1. Simplemente quiso ordenar que se cumpliesen las obligaciones que faltaban ejecutar para que tuviese lugar la transferencia del objeto, y por un reflejo automático, creado por la frecuente repetición de los casos de escrituración, estampó, sin advertirlo, la condena "a escriturar", cuando en realidad pretendía ordenar "la transferencia" del vehículo. La Cámara advierte el error, lo subsana, y con ello satisface los imperativos de la Justicia. III.- ¿Cuál es la conducta "debida" por el vendedor? El punto parece dividir profundamente al tribunal de alzada, aunque creemos que -en realidad- si se ahonda en las respectivas posiciones, la disidencia no es tan grave y ambas posturas conducen a una solución similar. En primer lugar deseamos recordar que el contrato que vinculaba a las partes es una "compraventa", contrato en el cual -por definición 2- "una de las partes se obliga a transferir" la propiedad de una cosa. En el régimen del Código civil la "transferencia" de la propiedad se hacía efectiva por medio de la tradición (artículos 577, 2601 a 2603, 3265 y concordantes). Pero en materia de automotores se ha sustituído la "tradición" por la inscripción registral, como 1 . Ver artº 1, decreto ley 6582/58. 2 . Ver art. 1323 del Código civil. 2 Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba (República Argentina) http://www.acader.unc.edu.ar modo de transferir la propiedad 3. Conviene destacar que tanto la "tradición", como la "inscripción registral", son obligaciones que pesan principalmente sobre el vendedor, pero requieren la colaboración de la otra parte, que puede asumir distintas modalidades. El Código se ha ocupado en detalle de la conducta del "accipiens", en el caso de la tradición, previendo las hipótesis en que falta la colaboración del acreedor y articulando también el mecanismo del "pago por consignación" para permitir al deudor su liberación. En cambio el decreto ley que regula la propiedad de los automotores no se ha ocupado de esos detalles, por lo que resulta indispensable que la doctrina analice el problema, buscando soluciones armónicas. Se advierte, entonces, que en la "transferencia" por medio de la "inscripción registral", nos encontramos principalmente frente a obligaciones de hacer "fungibles", que comprenden la firma de los formularios mencionados en el artículo 14, la entrega de la documentación, la verificación de las características del vehículo, etc. Afirmamos que dichas obligaciones son "fungibles" porque la persona del deudor puede ser sustituída por otra para su cumplimiento, ya que para el acreedor es suficiente con que se realice la "conducta debida", aunque quien la ejecute sea una persona distinta del deudor. Esta aseveración es válida incluso para la suscripción de los formularios, caso en el cual la persona del deudor renuente puede ser sustituído por el Juez, conforme a una doctrina que nace en la interpretación que los autores y la jurisprudencia ha dado a los artículos 1185 y 1187, respecto a contratos que exigían la forma de escritura pública, y que en materia de automotores encuentra su consagración en la parte final del artículo 14, que prevé la hipótesis de transferencias dispuestas por orden judicial, caso en el cual se debera "transcribir la resolución pertinente y adjuntar el título de propiedad del automotor". Además, como ya lo hemos señalado en otra oportunidad, el adquirente debe colaborar para que s cumpla con la obligación de "transferir", ya que los formularios deben ser suscriptos por ambas partes y, en la práctica, luego que el enajenante entrega la documentación del vehículo y firma los formularios, es el adquirente quien efectúa los restantes trámites (por ejemplo la verificación de los números de motor y chasis), y no puede desconocerse el valor que tienen los usos como fuente del derecho 4. Por eso hemos dicho que el enajenante que ha suscripto los formularios, 3 . Ver artículos 1 y 2 del decreto ley 6582/58. 4 . Ver nuestro "Obligaciones que surgen del contrato de compraventa de un automotor", Boletín de la Fac. de Der. y C. Sociales, Córdoba, año XXXVIII, 1974, p. 325-331. 3 Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba (República Argentina) http://www.acader.unc.edu.ar hecho entrega de la documentación y efectuado tradición del automóvil, ha cumplido con la conducta debida... pero continúa siendo dueño del coche mientras no se inscriba la venta que es el momento en que se opera la transferencia 5. IV.- El fallo de la Cámara. a) Voto de la minoría. (Dr. Martínez Gavier) Señala con acierto este voto que, de acuerdo a las prácticas vigentes, será suficiente -para satisfacer los reclamos del actor- que se obtenga la documentación del rodado y se firmen los formularios o solicitudes de transferencia y que si el demandado no cumple con esos deberes será el Tribunal quien sustituya al deudor, en la entrega de la documentación y suscripción de los formularios. Estas son, sin duda, las medidas prácticas que deben adoptarse para que se cumpla la principal obligación que emerge del contrato, que es "transferir" la propiedad del automotor, y es correcto que el fallo las mencione; en cambio no compartimos la crítica que se formula en el voto a la pretensión del actor, en cuanto reclama "la transferencia", ya que aunque se entregase la documentación y suscribiesen los formularios, si posteriormente no pudiese inscribirse la venta por razones imputables al demandado (por ejemplo, falta de coincidencias entre las características del vehículo vendido y el que se entregó), no se habría cumplido con la obligación de "transferir", que es el "fin último" del contrato de compraventa. El actor, al solicitar la "transferencia", obra dentro de los estrictos límites de su derecho. Aceptada su pretensión, y ordenada como primera medida la entrega de la documentación y suscripción de formularios, es posible que su pretensión quede satisfecha; pero si así no fuera, por vía de ejecución de sentencia podrían requerirse las conductas o elementos complementarios que permitiesen hacer efectiva la transferencia. b) Voto de la mayoría (Dres. Fragueiro y Ferrer Martínez). Luego de una pormenorizada relación de causa el doctor Fragueiro, con la adhesión del doctor Ferrer Martínez, resuelve sustituir la errónea condena "a escriturar", que contenía el fallo de primera instancia, por "la transferencia" del automotor, que es la mayor discrepancia que se señala con la minoría, agregando que ella debe efectuarse "con arreglo a 5 . Ver trabajo citado en nota anterior, p. 328. 4 Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba (República Argentina) http://www.acader.unc.edu.ar las disposiciones legales en vigencia", lo que en último término reconduce a las medidas que había propuesto la minoría, es decir la entrega de la documentación y suscripción de los formularios. Por eso hemos manifestado que la divergencia es más aparente que real. Creemos acertado -de acuerdo a lo que expresamos anteriormente- que el fallo ordene "la transferencia" del automotor, tal como había sido pedido en la demanda, y que se haga "con arreglo a las disposiciones legales en vigencia", pero hubiera sido mucho más claro que se pusiese de relieve cuáles eran las actividades que el vendedor había -hasta ese momento- omitido, y que esas conductas correspondían a obligaciones de hacer "fungibles", que serían cumplidas por el Juez en caso de que continuase la renuencia del deudor. V.- Conclusiones 1) Toda compraventa, incluso la de un automotor, tiene como fin jurídico "la transferencia de la propiedad de la cosa", y ésta es la principal obligación del vendedor. 2) En materia de automotores la transferencia de la propiedad se efectúa por medio de la "inscripción registral", que tiene carácter constitutivo, y ha reemplazado a la "tradición", como modo de constituir derechos reales sobre esa categoría de bienes. 3) La obligación de "transferir" la propiedad del automotor exige que el vendedor cumpla con todas las diligencias necesarias para que la inscripción se haga efectiva. 4) En la práctica los trámites inscriptorios suelen ser cumplidos por el adquirente, luego que el enajenante le entrega la documentación del vehículo y suscribe los formularios y solicitudes correspondientes. 5) Debería reformarse la ley, poniendo claramente a cargo del enajenante la obligación de registrar la transferencia 6. 6 . Ver nuestro trabajo citado, Boletín de la Fac. de Derecho, p. 328 y 329. 5