COMFER c/Provincia del Neuquén La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en los referidos autos “COMFER c/Provincia del Neuquén s/Inconstitucionalidad –Radiodifusión”, declaró la inconstitucionalidad de la Ley provincial 1646, y ratificó la jurisdicción nacional en materia de radiodifusión. La CSJN señaló “Que al definir el concepto de comercio, en el trascendente e histórico caso Gibbons, la Corte Suprema de los Estados Unidos de Norte América sostuvo que “..el comercio sin duda es tráfico pero es algo más, es relación” y abrió así el camino para una interpretación dinámica compatible y necesaria para la vigencia permanente del texto constitucional (Fallos 178.9) que le acordó contenido expansivo a un proceso de transformación económica con relaciones cada vez más complejas e interdependientes. Así se explica la doctrina que desarrolló y que recogió esta Corte en el caso registrado en Fallos 154.104 cuando afirmó que el vocablo comercio comprende “además del tráfico mercantil y la circulación de efectos visibles y tangibles por todo el territorio de la Nación, la conducción de personas y la transmisión por telégrafo, teléfono u otro medio, de ideas, órdenes y convenios” definiendo el poder para regularlo como propio del Congreso Nacional, cuyo ejercicio se corresponde de una manera tan completa como en un país de régimen unitario”. Luego, la CSJN toma en consideración las facultades del Gobierno Nacional en la celebración de tratados internacionales; especialmente en lo referido a las telecomunicaciones y radiodifusión, justificando la regulación federal. “Que esa regulación como facultad de la autoridad federal resulta compatible con la representación que la Nación ejerce en el ámbito de las relaciones exteriores, y, en el caso concreto, para acordar los diversos aspectos que la naturaleza propia de las telecomunicaciones impone a la comunidad jurídica internacional disciplinar por medio de un organismo específico, la Unión Internacional de Telecomunicaciones de la que la República Argentina forma parte (ver aprobación por Ley 15.931). Esa organización tiene como finalidad facilitar las relaciones y la cooperación entre los pueblos por medio del buen funcionamiento de las telecomunicaciones”. En esa inteligencia la CSJN consideró que tales objetivos, que, entre otros se traducen en la necesidad de evitar interferencias entre las emisoras de los diferentes países, se corresponden con los propósitos establecidos en los convenios de Torremolinos de 1973 y Nairobi, de 1982. Teniendo presente que la República Argentina ratificó esos tratados, la CSJN recordó que “La incorporación a este régimen internacional de las telecomunicaciones, que integra – según el artículo 1 de la Ley 22.285- el marco jurídico al que quedan sometidos los servicios, importa una decisión que compete al gobierno nacional”. Por todo ello, la Corte señaló que “Como el administrador del espectro es el Estado, actúa como parte en los convenios internacionales suscriptos por el país en el seno de la U.I.T. En consecuencia, la adjudicación anárquica de una frecuencia sin intervención de la Administración Nacional puede provocar interferencia hacia y desde estaciones de otros países…Que admitida la jurisdicción nacional en la materia,.cabe declarar la inconstitucionalidad de la ley provincial 1646”.