c IGLESIA "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? GUILLERMO BARANDA, S.J. stas palabras del Salmo 22 en el relato de la Pasión según S. Mateo (27,46) se han prestado para muchas homilías y dramatizacionesacerca del abandono y sufrimiento de Jesús en la Cruz. Una lectura más cercana al texto de Mateo nos lleva a concluir que ellas reflejan la libre entrega de Jesús, su fidelidad a Dios como el Hi;o, y, en S. Mateo, anuncian la resurrección. Mateo, aj citar el £.22, intenta presentar ala comurídad cristiana que lee y medita la Pasión, el tema del 'justo sufriente' de la corriente sapiencial del A.T. que se encuentra fundamentalmente en los 'lamentos' del Salterio (súplicas u oraciones para pedir ayuda). El creyente del A.T. que reza este Salmo ha vivido la experiencia fundamental de encontrarse con el Dios que escucha el clamor del ser humano (como en Egipto, Dt 26,5-9) porque es fiel, misericordiosoyantetodosalvador. Por eso el 'lamento1 de! S.22 es una forma de alabanza y acción de gracias: "en ti confiaban nuestros padres, confiaban y los ponías a salvo", "tú eres quien me sacó del vientre... desde el vientre materno tú eres mi Dios", "fuerza mía, ven corriendo a ayudarme", "líbrame... sálvame...", "fieles del Señor, ala- E MENSAJE N g 387, MARZO - ABR:L 1990 badlo... porque no ha sentido desprecio ni repugnancia hacia el pobre desgraciado... cuando pidió auxilio, lo escuchó", "él es mi alabanza en la gran asamblea". El Señor ha manifestado 'su justicia' salvando. De esta manera el S.22 es reflejo de fe profunda en el Dios que se ha manifestado en la historia como fiel salvador. En El se puede confiar. El escucha el grito del dolor. Por eso, es parte de la oración del creyente y signo de confianza y fe en Dios Salvador. Jesús en el Evangelio de S. Mateo aparece enfrentando su muerte en obediencia a la voluntad de Dios Su Padre. Ene! Huerto, utilizando la oración que había enseñado a los discípulos, se entrega al Padre como hijo. Esta relación cercana y única entre Jesús y el Padre va a desencadenarla Crucifixión ('blasfemia'). Las burlas que padece en la cruz se mofan de este 'status1 especial con su Padre (el Hijo de Dios). Las palabras del S.22 llaman la atención porque en ningún momento hemos visto a Jesús abandonado por Dios. En el Huerto y en la advertencia de la mujer de Pilato se subraya que Dios precisamente está con él. El Evangelio nos muestra a Jesús orando con las palabras de un salmo que reflejan la victoria def que se entrega y confía plenamente en el Dios fiel. Así la Cruz es el triunfo del que afirmaba tener una relación especial con Dios. Jesús cree en Dios, se entrega a El, confía plenamente, es el Hijo (S.22). Mateo, al citar el Salmo, habla de esa fe profunda que va del dolor a la victoria, del sufrimiento a la salvación, de la muerte a la vida. Los signos espectaculares, producto de la muertede Jesús, son prueba del triunfo de Dios, de su presencia salvadora, de su fidelidad y misericordia. Corresponden al himno de Acción de Gracias del Salmo 22. El triunfo del Hijo es el triunfo del que se entrega y vive desde el Padre, reconociendo a Dios como la única fuente de vida, reconociéndose creatura -hijo- delante de Dios, que goza de la libertad de sentirse amado por Dios incondicionalmente. La Cruz es el triunfo definitivo sobre el pecado. Definitivo porque Jesús aceptó como su Padre y Señor sólo a Dios. El no transformó el poder, el honor y el reconocimiento humano en 'el' Absoluto de su vida. Dios fue Dios en Jesús. Desde entonces recibimos la vida en Jesucristo cuando precisamente reconocemos a Dios como el Verdadero y Único dador de Vida, 63