'Ser~icio de urolog!a del hospital del Sagrado Cora~ón. Director, Dr. M, Bretón Plandiura CONCEPTOS P:ARAMÉDICOS, y MÉDICOS SOBRE LA IMPOTENCIA , , Dr. Á. VIÑAS CARRÉ ¡Juventud, divino tesoro, te {ui.\5te pUlJ'a no. volver! Cuando quiero l/omr, no l/oro, ,y (/ veces lloro si;! 'querer ... H.UBÉ~ DARÍO P mi profesión y particularmente por la rama que ocupa parte de mis actividades, y' por otra 'parte ser un entusiasta de la Endoc;inologia. como asimismo mis, ·Iecturas literarias de formas biográficas - y hasta cierto punto filosóficas - me han obligado más' de una vez al razonamiento metódico del hombrl' impotente, en 'el s'entido general, y del. hombre impotente en el sentido abstracto. . Por lo cual intento en el presente ensayo dar un concepto general, del hombré impotente; para posteriormente escudrÍñar las, causas y sus diferentes formas. Mucho Se habla de la impotencia del hombre, peto debemos indicar a,<;:uál clase de impotencia se refiere y posteriormente dar con la determinación de la fase. " ' , Si solamente mencionamos la palabra impotente no' singularizamos a cual actividad o accian se refiere,' pues con el ai'sláiniento de la palabra --:- impo-' lente - debemos entender ',a un complejo general de inferioridad, que 'bien podemos decir es sinónimo de humillación. ' . Si consideramos que todos nos sentimos animados de deseos que, la mayor parte de las veces 'nü se ha'n de, ver saciados, todos debemos considerarnos !impotentes y aun el hombre más superhombre; pJles, de no ser así, seriamos ,omnipotentes y como tal solamente' existe Uno. Permitidme, pues, que de la conjunción de los casos de impotencia, observados y consultados; me sirvan para meditar en las horas de descanso que surgen a lo largo de los desencantos de la trayectoria de. la vida; y coneHo __ aUn 'con mis in,certidlllI1bres - sea útil. para hacer reflexionar sobre un problemaque resulta vital en 'el individuo por ser ('J1 él cogitable, es decir, objeto únic'o del pensamiento en el hombre impotente. Sin dejarnos llevar por fantasía, se comprende que 'el homl;lre impotente y particularmente el de mayores sentimientos espirituales, obedecerá siempre a una depresión moral; ,no precisamente por la ausencia de una voluptuosidad ~ que 'puede existir en él, aun relativa - , sino que por' ella nos servimos para llegar a una mayor fusión afectiva con nuestra compañera. Es curioso que Dios, habiendo dado al hombre una capacidad de creación, hablando en sentido general, aun aquella que caracteriza a toda, la especie animal, que nos pone bajo el mismo común denominador bajo la forma de la procreación, haya inhabilitado un número determinado de hombres para esta . misión. Como complemento a esto 'último tenemos los casos de demencia, en los cuales' pueden desaparecer· todos los insÚ'ntos, pero el insu'nto' sexual permanece nürmal 'y aun puede exagerarse con toda su potencia creadorá. lEn nuestra Hist{)ria de ESRaña tenemos un buen ejemplo sobre la anulación OR la • ARTíCULO 'ORIGINAL .' Agosto 1948 .4N.4LES DE MEDICINA Y CIRUGIA 79 de instinto~ con la perseveráncia del instinto sexual. Es' el caso, conocido por vosotros, de Doña Juana la Loca. . . Por consiguiente, al hombre impotente ,al fa~tarle .la potencia' creadora es muy fácil que con el tiempo pierda, a. su vez, el in~tinto sexual; pierda su personalidad, enfermando por el fracaso y que este fracasQ fácilmente' dará lugar a. un círculo v'¡cioso. Podríamos considerarlo como a UID hómbre en agonía durante una . larga parte de su vida, 'si recordamos la definición de agonía según Unamuno: «Agoniza el' que vive luchando, luchando contra la vida misma y contra la mu.erte.»· Con consideración aparte, debemos elim~nar el impotente a voluntad, al ~lllatoreta, pues en estos casos es exclusivamente su aislamiento espiritual, la • sublimación de su amor a. Dios, quien produce la pérdida de la potencia 'co.eundi.· . Experimentalmente,: tenemos observado en los animales privados deliber.tad, lesiones degenerativas del testículo debidas al efecto inhibitorio. Ante .el impotente sexual debeinos sentir iuna verdad.era conmiseracipn, ya que su afecdón puede' ser vilipendiosa para la mujer aIl!ada y' nuestra misión es buscar 'Ia patogenia para recurrir, posteriormente, al tratamiento 'por el' procedimiento más razon¡lble. . . Con razón dice Lrgneu, refiriéndose al hombre impotente: «Apela a todo lo imaginable para curar; llama a todas las puertas y acaba por acudir al psiquiatra y al urólogo, teniendo ambos motivos para tratarlo; porque cada uno tiene' sobre este asunto &u modo de olJinar, su procedimiento y su punto de vista especial.» Pero en la patogenia de las inipoten¡.:ias, aparte de laS orgánicas, debemos dar un amplio campo a la Endocrinología, ram'a importantísima de la Medicina que debiera ocuparnos mayo'r tiempo en su estudio, ya que en ella hay ca mponentes diredrices de todo nuestro organismo cuya . subordinación nuestra 'empieza ya en los primeros meses embrionarios decidiéndonos hacia la elección del sexo. '. . . , El diagnóstico de la clase de impotencia en realidad. n'0' debe hacerse ant'es de la nubilidad, o sea no hacerlo antes de' que el individuo sea apto para la n;producción, pues incu"rririamos en un desatino al razonar fuera de la lógic:1, 110 estando aün las glándulas endocrinas particularmente la hipófi,sis -.:.... en s,u funcionamiento 'correspondiente, y particularmente' por la acción frenadora del timo. Para diagnosticar una impotencia orgánica cualquier médico podrá lograrlo con facilidad,. pero para diagnosticar la impotencia funcional no o.curre lo mismo. De esto resultü la manerit sofística que los historiadores' declaran impotente a un hombre. Debemos pensar, con todo lo dicho, .que, de la misma manera que existen hombres incapaces de concebir ideas o conceptos, existen otros hombres cOIJ incapacidad 'de engendrar hijos y ni aún d.e concebir el placer sexual. Cl.asificación de las impotencias sexúales '. A las impotencias debemos clasificarlas - en orgánicas y funcionales·· quc debidamente nos ocuparemos de ellas; p.ero primero ·quisiera bacer una clasificación metafórica de las impofencias funcionales. '. Podemos encontrarnos con hombres que manitiesien su capacidad para algún roce placentero, pero al intentar llegar a la cumbre se desmoronan. En metáfora podemos decir,. que no alcanzan nunca a' construir la torre de Babel; o bien, expuesto c.on más sutileza,' es .e~ caso de.la madre que después de engendrar durante el debido tiempo, al llegar a término' se le muere el bijo. Otros. impotentes son aquellos con eyaculación precoz. Metafóricamente son aquellos individuos que alcanzan· el título universitario COn tal rapidez que ·80 ANAT~ES DE MEDICINA Y CIRUGIA Vol. XXIV. -. N.o 3& desconocen completamente las materias qu;' lo' compon~n, De otra manera" e,s la conocido frase del cazador' cuyo 'disparo de fusil es antes de tiempo'. Otra forma de impotencia relativa 'es' aquella que puede concebir una idea ,'e inclusive ponerla en práctica, pero es incapaz de sostenerla. " Cón elló vemos, jas variantes de las manifestaciones de la impotencia, conocidas \aptigua~ente con' el npmbre de «frígide et maleficiati» debido a considerarlos hechizados. ' . De todas' mis lecturas he apreciado ¡lue las leyes judías nunca tratan de la ,impotencia, 'como si Dios -según Voltaire"- no permitiese imp,otentes en el pueblo' sagrado' que un día dominará el mundo, como si la gran obra de todos lós judios fues'e la, propagación de la especie.' Esto hace pensar en que la impotencia era considerada una maldición. que determinan la impotencia .Falta de factores . .. De las' dos impotencias genital.es - la ,generandi y la coeundj, - ' nos' ocq( paremos de la segunda, o Soea la:' inéapacidad para practicar, normalmente el· acto ,sexual. .. . Pero antes debemos recordar' los factores necesarios para una potencia normal:' el instinto sexual, la erección. y la' eyaculación. 'Con estos tres fadores (lbsérvese, las diferentes modalidades que pué;~e haber. '-'" , El instinto sexual . El· instiIito, sexual, al igual que otra clase de instinto, es la voz de la na'turaleza tomando, la dirección hacia la sexualidad. Es una instintividad que tiende siempre a desplegarse. para conseguir su finalidad, y que, "acostumbra adquirir su eX3cerba~ión en el ·climaterio. Una y otras definiciones sobre el instinto sexual son· diferentes según el criterio de sus autores; pero en realidad ni aún los filósofos están,' de acuerdo. El instinto sexual DOS obligará a movernos' de manera centrípeda, buscan-: do el objeto deseado. Otras veces. este instinto actuará de manera centrífuga, tal es la 'masturbación u onanismo. . Suele ser frecuente que este instinto sexual tome una· mayor actividad - incurriendo inclusive en una m.ayor agresividad - en aquellas ,personas de mimor :espiritualidad y cultura; aquellos' individuos que, precisamente y paradógica" mente, tienen 'una mayor impotencia de9ntológica. Son aqueiJos individuos inca-, paces de afrontar, con solvencia; ..las incidenci¡¡s de la vida' sin dejar de 31JlOnestarnos, Caracteriza a estos individuos que, para satisfacer- sus convenienCias son lo suficientemente fuertes para alcanzar las mayores cumbres - ? - pero siempre' sin el 'mérior respeto a los hermanos que enCuentra en su camino. Referente a esto último pensaréis que para llegar a un deseo la sociedad obliga a prescindir ele muchos principios sociales, que requiere una audacia sin 'respeto al prój¡mo, Es posíble, es cierto que así ocvrre la ma~'oría de las veces',' ·Pero 'pensad por un momento que tod'os ,nosotros empleásemos estos procedimi'entos, sin el menor amor ni respeto par"a <:ion nuestros semejantes, Imaginaos la de luchas que suscitaría esta igualdad de 'Iudacia irrespetuosa. Pues bien; a este indi viduo irrespetuüso para con vosotros, a este individuo que vist9 a grüSSQ modo parece provisto de gran poteneialidad, tiene que recurrir a la bestia cupidisinla y no puede sujetarse a las normas racionales. "lIue caracterizan al Hombre, Es impotente para conseguir sus propósitos dentrJ" de una lógica y una ética.· A su vez, podéis añadir que de los desengaños co.ntinuos que nos traen los amigos surge la irrespetuosidad, y con ella nos desplegamos en nuestra órbita de manera puramente instintiva. Es posible que sean elios unos factores' influenciativos, es posible que esta desconsideración para, con el prójimo conduzca a una agresividad, pero nosotros debemos superarlos., Agosto 1948 ' ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA 81 , Creo 'que son muchos los jndividuos que permanecen flota'ndo por éncima ,de todas e~tas inmundicias irracionales, pero permanecen desconocidos., Con verdad se dice: -La vida terrenal es tan áspera, tan poco agradecida::. De, todo lo, d~cho deducimos que la relación potencia coeundi y potencia ética están en relación inversa. Relación qu'e en una misma' persona puede in'vertirse al haber agotado los placeres. En la Historia encontraréis' muchos. casos. Por esto· dice REICHARDT: «La tarea del hombre' consistirá siempre en hallar el I'ect"O camino, la mesura y el equilibrio entre estas dos potencias; la voluntad 'instintiva y la voluntad individual, la vida' de los impulsos hormonales vegetativos y el autodominio consciente y 'espiritualizado.» , Según esto, en cualquier hombre el instinto sexual ocupa, generalmente, un lugar' e·n, su vida 'que no le impide actuar deontológicamente con ética. Pero en los hipersexuales puede actuar el i¡;¡stinto con una tiranía ins'oportable, ya que Son pocos' los hombres que llevan su' instinto sexual por el cami'no de la ética, y no hablemos de la ética pura; pues inc'urririamos en el asceta.' Ahora recuerdo ·las frases de JORGE SAN.D al comentar el <Condenado por desconfiado», de Tirso de Molin'a: que álobedecer los instintos vale cien veces más, pues estos instintos son: buenos y malos y puede llegar el momento en que su c,Orazón co,nmovido le tornará más grande. ," Me guardo para otros' ensayos las refutaciones que se han escrito sobre esta .frase de JORGE SAND.· • . Esta tiranía,' próducto de una sexualidad, puede llega'r en otros in4ividuos a'la negación v.oluntaria, al suicidio; ya lo demuestran las estadísticas sobre el mayor incremento de suicidios en' los meses de mayor líbido (mayo y, junio). , Confirma 'esto la acCiónfrenadora de la libido -' el instinto sexual sobre .la reflexión, sobre la ética. En otros hombres el poder tiránico del )nstinlo, sexual lleva al irrisorio deseo de morir - en los púberes - cuando -su líbido 'empiezá a 'imponer un fuerte impulso, sin diferenciación del objeto. '., Caracteristica'del instinto sexual en el impotente Lo que más caracteriza el instinto sexual, cualesquiera que sea su graduación, es la indiferencia del objeto para satis'facer, su deseo, incurriendo alguna .vez en la indiferenciación del sexo. ' . ,Hay personajes en la Historia cuya qbido era muy erótica, eran individuos muy amantes de la belleza y con desconocimiento de las mujeres. Tenemos, como ejemplos: Miguel Ángel, Leonardo' de Vinci, Beethoven, etc. Algunos de' ellos ni pensaron en el amor femenino, y otros solamente consideraron, el amor bajo un cierto platonismo. . El estudio biográfico d e estos, personajes, no obstante sus imperfecciones y partidismos, nos sirven. para ,conceptuar - de manera íntima -las dos Clases ae potencialidad que caracterizan al hombre, y aun 'siendo ellas 'dispares ti e:nen un algo de común qqees la extensa relación que tiene el estudio orgánico con el estado psíquico, la endocrinología con el carácter. Hablar de la personalidad y la impotencia ocuparia, para mí, una larga extensión que os obligaría, primeramente, a un estudio razonado de las prin'ripales figuras de ~a Historia. Pero, creedme, que si así lo haceis :...c...' y por aña, didura sois médicos - , llegaréis a una meta que, salvo alguna excepción, clasic ficaréisprontamente a qué clase y' grado de potencialidad ética y coeundi pertenece un' iJidi vi duo. In!¡tinto sexual en los tuberculosos 'Fácil es apreciarlo, y asl lo 'encontraréis descrito en cualquier tratado,' que los enfermos tuberculosos .tienen un¡¡ líbido hiperex-citabilizada, contrariamente a las otras enfer.medades. Se supone exista una ,toxina erótica en la afección , . 82 A,NALES DE MEDICINA Y CIRUGIA Vol. XXIV.-N.o38 u tuberculosa que sel'Ía la productora de una superexcitabilidad de la líQido'j pe~o tengo cierta 'resistencia a creerlo. , Veamos. El ,enfermo tuberculoso,: inclusive con témperatura - no en c~sos avanzados ':-"es un individuo generalmente bien nútrido, con ,abund'ancia de reposo y ',ellnínimo.de preocupaciones, habituado al estado febril. Por otra parte,acostumpran 'ser' individuo,s en la edad ,propia ,de 'la, sexualidad, y la' mayoría de ellos con. una hiperextitabilidad general. Además, la afección puede obligarles a estar bajo la acción de estupefacientes. ' ' Así; en estas condiciones no 'Creo tenga nada de particular qlie su libido esté aumentada. Aumento 'no producido por substancias propias de dicha afección, sino por causas externas. La erección Un estado :necesario e indispensable para la potencia coeundi 'es la erecc.ión del pene, relacionada con la libido, el sistema endocrino ,y consecutivamente el sistema neurovegetati va, '' La erección es siempre dependiente de la libido ~ 'a, no ser en los casos de priapismo - , es decir, que invariablemente no puede haber erección sin instinto sexual. Contrariamente, puede existir la libido COn ausencia' de erección. Así como el factor instinto sex.ual podemos, clasificarlo dentro de la esfera psíquica, el factor erección necesita un pe,rfec,to, equilibrio entre ]a parte psíquica, y la' parte, orgáhica, Causa principal de esta desarmonía la encontramos , en la tiI:nidez, es decir, falta de coordihaciónentre la apetencia,el deseo y la ' facultad de hacerlo. Fisiológicamente, la erección es una acumulación de sangre, es un' fenómeno de vasodilatación arterial y se' constituye bajo una acción -refleja. Se produce un. espasmo de los' músculos bulbo-cavernoso y del transverso pmfundo del " periné impidiendo el reflujo de sangre; además, da lugár a un ,aflujo de sangre en los cuerpos cavernosos que están dilatados' por la relajación de la musculatura lisa. . ' La acción refleja puede ser loc;al y central. La eXci,tación' local es transmitida por el nervio dorsal del pene. - rama del pudendo común - (la sección de, este nervio en el caballo suprime la erección). La excitaciQncentral puede ejercerse en ambo,s sentidos - inhibidor o dinamógeno - ; iniporta'nte e,n la clínica al definir ciertas impotencias por I psiconeurosis. . tI ce,ntra reflejo se halla en' la me.dula lumbo' sacra, de donde la explicación de las erecciones matutinas de los arterioesclerósicos medUlares.' Este centro está tamhién bajo la dependencia del centro vasodilatador·del bulbo; muy ~ _'excitado, por ejemplo,' en los ahorcados, de donde la eyaculación de éJIos. Eyaculación Otros dos factores para el individuo n.ormal son la eyaculación y elorgasmo, ,si bien este último puede faltar en algunas formas patológicas, y contrariamente podemos encontrar casos con orgasmp sin eyaculación. ' La eyaculación en c,1 hombre puede no surgir efectos para la reproducción debido a múltiples caús¡¡s;' pero sería una ventaja si :ocurriese como en -ciertos , animales - roedores --¡- que' el producto segregado se coagula' en el liquido prostáticolfo'rmando un coágulo, por lo qúe sería más fácil la "reproducción por la ,producción de un tapón vaginal que después del coito aprisiona los esper-' matozoides en, la vagina, Dentro de la eyaculación puede haber alteración de tiempo - la, eyaculación precoz' - , y ,contrariamente, tenemos la eyaculación retardada de los alco-' hólicos crónicos. " Toda eyaculación está intimamente relacionada COn el sistema simpático. Al' producirse .el máximo de excitación simp*tica es cuándo se produce la eyaculación. ' ' Agosto 1948 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA 83 . Mucho se ha hablado de ·que la tumefacción d,el verum montanum impide. el paso de la esperma hacia la vejiga, de igual manera que se manifiesta la imposibilidad de la micción durante la erección., Es lamentab~e esta creencia en l.os m.édicos, aun aquellos cuya cuÚura especializada deberia corregirlos de su error; " , . El impedimento del paso del esperma hacia el interior de la vejiga, como igu~tlmente la dificultad a la micción durante la· erección, se debe' s'ol'amente' al espasmo del esfínter interno de la vejiga, o sea la hiperexdtabilidad del simpático. En los trabajos actuales, y con anterioridad a ellos, se menciona la manera de levitar ciertas eyaculaciones (precoces; polucioI}es) anestesiando el glande con una solución de cocaína, ·considerando que la mucosa del glande po'see unas· terminaciones nerviosas -los CQrpúsculos de Krause - que son los encargadQs del placer sexual. No puedo negar .el efecto anestésico de la cocaína so·bre estos corpúsculos, pero sí niego su influencia para los estados de la potencia coeundi. ,Así, vemos que con estas diversas modalidades es difícil dar una definicióli única y limitada de lo que 'es la impotencia. Corrientemente' se admite como' impotente al falto -de erección; pero creo que este concepto debe/abarcar un concepto más general, lindando casI" con la norn;¡.alidad. Si analizamos detenidamente la vida íntima de muchos individuos, e inclusive buscamos la explicación de sus actividades que pueden no parecernos ló~ gicas, encontrarefnos casi siempre un factor endocrino alterado, una' distonia, causa a su vez ,de una modalidad de impotencia . . La edad y la impotenCia La duración de la' potencia coeundi es variable de unos individuos a otros, según el temperámento, es decir, según su sistema endocrino, por la raza - ya que al' estudiar la etnogr¡¡fía se aprecia la intervención ,de los fadores geográficos y climatológicos 'en el desarrollo genital -. Empieza a manifestarse la potencia entre los diez y los quince años, si bien hay casos de precoCidad sexual (afecciones adrerrales, basofilismo hipofisario, casos de boeiocoloideo, etc.). Viene luego la juventud, que bien dice la frase - se nos escurre ·como agua en los dedos - para dar lugar, posteriormente,a la vejez, en la cual encontramos una impotencia fisiológica. La presentación de esta impotencia es variable; , . existén hombres que llegan a los setenta años aun con potencia e ímpetu gené,sico -;- caso de Goethe, Herschel, Virchow, 'Ibsen, Víctor Hugo, Galdós, Anatole France - . Ya rebuscando más, tenemos' a Atila; rey de los Hunos, llamado el azote de Dios, que murió a los 124 años' eri su noche de bodas con IÍilda, la princesa de Borgoña. El 'caso de Tomás Pern, el gran libertino, centenario en Inglaterra que fué procesado' por estupro a los 102 años. ' Por consiguiente., no es tan fácil librarse de este instinto stixuaI que 'para unos resulta placentero y para otros atormentador; con raZÓn dijo Platón: <fDichoso el día que podré sacudir el yugo de la ~exualidad.» , Imp'otencia orgánica Vamos con' una breve enumeración de los casos: Hipoplasiagenital. Estrechez vaginal Doble pen.e Hiperestesia Aglandia Tumor,es genitales Macrogenitosomía Gran hidrocele o hernia inguinal Hipospadias Gran obesidad 'Indunlción plástic~, cuerpos caverFimosis aCentuada (por el dolor) nosos CastraciGlI1 (eunucos) ,Amputación pene °róstata. ·Ulcera fagedénica ,1' ti .4NALES DE MEDICINA Y CIRUGIr1 , 84 Vol. XXIV. - N.o 38 Creo no es necesario ocuparme ele cada uno de estos ,casos; así, pasaremos a un capítulo importante dentro de esta:,; impotencias.' . La hipofisis y sil' relación con la impotenCia La principal glándula. de se.creción intema que posee el organismo es la hipófisis, por ser ella o la reguladora de las den1 ás glándulas y la, encargada, de la sexualidad desde ,la infancia hasta la pubertad. ,Cualquier disfunción de la hipófisis produce invariablemente una alteració;; de' íos' órganos genitales e· ihevitablemen te una aiteración de la potencia coeundi. Una hipersecrec¡"ón hipofisaria de clase gonadotfópica dará lugar a una ,mayor excitación sexual.' Contniriamente, una. hipo,{unción. De los varios hormones hipofisarios que nos interesal). en la afeceión que lÍos ocupa, son el gonadotrópico y el tirotrópico. Si la di,sfunción hipofisaria con, insufici'encia gonadotrópica se manifiesta antes de.la pubertad, tendremos una Impotencia orgánica. Pero 'de ser ella pos'terior a la pubertad, aparentemente tendremo,s una impotencia funcional. Todo esto. es d,ebido a la relación intim'a que existe entre las hormonas. Al aumentarla séc,reción del .lóbulo anterior de la hipófisis -, que es doride se encuentral1 los hormones gonadotrópico y el tirÍJlrÓ'pi,co - disminuye la secreció!1 del timo y la,pineal, amhas frenadoras del desarrollo genital. Igual; reLación ínti~a encontramos entre la hipófisis y el testiculo. Este es excitado hasta la pubertad por .la hipófisis; pero al llegar a,Ia edad ~dulta es el testículo' quien tiene una acción frenadora sobre la hipófisis. Referente al aCI'omegál'icc, con su aspecto de tagarote - por la alto y des-' garbado -..:... existe en él un aumento de secreción del lóbulo anterior de la hipófisis, particularmente del hormón de crecimiento, que está a cargo de las ,células eosinófilas, cual hormón i·nterfiere al hormón gonadotrópico. Q sea, hay un predominio de células 'acidófilas' ~ crecimiento - sobre las' células basófilasgonadotrópicas. POI' ello en todo acromegálico, eti un principio existe una disminución de la lihido ~'y aun puede estar 'aumentada - , pero con el tiempo termina irremediablemente en ,una impotencia total. '.De ahí ,comprenderéis que siempre' que se, origine un aumento' de .las células 'basófilasse produciI;á un aumento de la líbido. De lo cual se deduce la. mayor hipersexualidad en los il1dividJ,los de taHa pequeña. Hipersexualidad 'que, .a su vez, por exceso de hormón tireolropopuede llegar a la producción de una modalidad de impoten6a, la manifestación de eyaculación precoz. , Concretando, si el aumento de' células acidófilas de la hipófisis se verifica en el adulto, tendremos el acromegálico; pero si este aumento se. verifica en la infancia o adolescencia, tendremos al imdividuo con gigantismo. En' ambas formas encontraréis impotencia, pero la del tipo 'gigantismo correspoúde a la del tipo eunuco, ' Dentro las afecciones hipoJisarias encontraremos la impotencia con todas sus modalidades. En la enfermedad de Simmons, debido a ta pérdida del estímulo pituitario, si bien en el hombre la enC'ontraréis difícilmente, pues ,es una afección que se manifiesta particularmente en las mujeres, apreciándoles además un adelg::\zamiento pronúnciado. ' de , ' , . El tiroides y su relación con la impotencia En líneas ::ú1teriores se habla dé la rel:Jción, acción frenadora del testículG sobre lanipófisis; púes bien, el testículo puede a su vez frenar el hO'rmón tireotropo.'Así, un exceso de hormón tireotropo - 'en el adulto - , caso del hipertiroideo, puede prGduclr ,una insuflciencia testicular; y es por esto que en 10&' enfermos hipertiroideos al a~ministrarles extractos' testiculares mejoran la disfunción tiroidea. Consecutivamente a esta· aéción frenadora sobre el tiroides se inhibirá el si¡n'pático. De ahí el buen. resulltado en el tratamiento de la eyacula . . , • Agosto 1948 ANAI,ES DE MEDICINA l' CIIWGIA 85 .<Ción precoz que caraCteriz~ a los. hipertiroideos al administrarles extractos testiculares, no ohstante estar aumentada en ellos la libido. Según LOE'wH, inclusive en la mujer hipertiroidea obtendremos un buen resultado con 105 extractos testieulares. Sobre este particular no tengo la ex'pe~'iencia que ,deseo, pero' no por ello niego la' posibilidad de. que así sea. Además, el hipertiroideo con su modalidad de. impotencia si se sobteañade una avitaminosis B. aumentará su impotencia; pues, si bien la vitamina B actúa •. de manera sinérgica con el tiroides, por otra parte es antagonista del tiroides y excita 'el centro de la libido. . El castrado y su impotencia Los castrados por traumatismo o Dar acto quirúrgico conservan durante . bastante tiempo la potencia coeundi, párticularmente si la castración. ha sido en la edad adulta. Contrariamente, cuando la castración se efectúa en el preadolescente, la impotenc'ü¡ surge prontamente; tales son los casos de eunucos. La impotencia en estos eunucos, desde luego, es manifiesta, pero puede existir la Iíbido e inclusive 'puede estar exagerada. La ,castración voluntaria, llamada eunuquismo, es practicada en determinadas regiones en los niños del c_oro - debido al cambio de voz - , como asimismo en algunos ténores. Es costumbre' propia de algunas sectas, como ·la de los skoptzis rusos. ' Una característica de tpdos estos hombres castrados o con hipogenitalismo es la marcada disposición para las' artes. Recordar esta coincidencia con el complejo de inferioridad ante la sexualidad de los grandes pintores y músicos. Según Voltaire, parece indicar que en España había muchos hombrespri. vado's de estos dos órganos por la orden que ejecutó Felipe n, anulando todos los casamientos en los hombres que carecian d,e testículos . . Sobre este" tema paramédico y médico me ocuparé en otro ensayo. Impotencias funcionales. La diabetes y la impotencia . Puede ser en. la diabetes la' impoten"Cia un síntoma precoz, de tal manera que el enfermo puede estar sin otra manifestación sintomática y ser la impotencia la afección que le lleva a la ·consulta. De donde la necesidad de' practicar un análisis de orina, pero recordando que el umbral de la 'glucosa al paso por el riñón puede ser muy elevado, por lo cual nos obliga a practicar una glicemia. [>eroeste sinton¡a de la pérdida de virilidad no es constante en la diabetes, y aun en determinados casos - raros - está aumentada. Al encontrar glucosuria en un impotente no tiene que llevarnos a diagnosticar forzosamente una impotencia por diabetes, pues puede haber glucosuria en otras afecciones cuya descripción haría interminable este. trabajo; pero sí debéis recordar que la glucosuria puede presentarse en afe·cciones que por ellas mismas ya determinan impotencia. Ejemplo, la enfermedad de Simmons, por estar disminuida la tolt;ralicia para el. azúc~r. Es difícil j)Usear l~ patogenia de. esta impotencia por diabetes. Creo debe existir una disfUl,ción l1eurovegetatiYil. Pero debe hab'er una relación con la función testicular, ya' qu<:' la administración de extractos testiculares en' un diallético mejor'a g!icemÍa. Pero esta mejoria la obtendremos si el individúo 'está 'en la edad senil,no en los' jóvenes; y en los individuos sanos la glicemia permanece normal. Por mi parte, desearía saber si alguna vez se ha observado la impotencia en la diabetes asociada <1 la tuberculosis, ya que en ésta siempre está aumentada la libido y la potencialidad coeundi. Insisto en que debe haber alguna relación entre la diabetes' y las gl~ndulas . genitales. Pues no solamente la diabetes puede producir impotencia, sino que también la literatura' cita algunos casos de diabetes después' de la castración su • 86 ·A.NALES DE MEDICINA Y ClTWGIA Vol. XXIV. - N.o 38 en la mujer. -y está experimentado que tanto los' extractos testiculares como la foliculina disminuyen la ghcemia; podria ser por inhibición del lóbulo anterior de la hipófisis. Reserva alcalina de la sangre e impotencia Una, disminución de la reserva ,ücalina de la sangre y consecutivamente una acidosis, produce una mayor excitación, una mayor afectividad; si~mpre que no sobrep8se de, ciertos limites. Ejemplo típico lo tenemos en el ,aumento de la líbiC:o durante el período prem'enstrual debido a una acidosii'¡ fisiológ'ica, coincidiendo con un aumento' de suicidios. . Igualmente se produce una 'mayor acentuación de la líbido al descender la calcemia. La alimentación ácida aumenta los efectos de la adrenalj¡~a y. disminuye los. de la insulina, preponderando el tiroides y el, simpático. Por el contrario, . una dieta alcalina produce .una preponderancia del timo y del parasimpático. Dedúl;:case de esto las impotencias posibles según variación de Ph. Impotenciaeri diversas afecciones En el saram¡;ión puede observarse, como secuela, una frialdad sexual y consecutivamente una impotencia. El profesor VALERIO, de Hio de .JaneiJ'o, cita la observación en Ulios 14 casos; dos de su's,:enfermos - con lúes positivas .tueron tratados con medicación especifica, empeorando su impotencia; los otros enfermos mejoraron con sesiones de onda corta y ,con autohemoterapia. Afortunadamente, esta impotencia postsarampión no 'es frecuellte, mas siendo , esta afección' casi inevitable en los niños. Por otra parte, es posible encontrar una pubertad Plecoz consecutiva a una encefalitis postsarampión. Las impotencias por intoxicación son sobradamente conocidas en lqs indivjduos que abusan de estupefacientes. El mismo alcohollsmo lleva a una infalihle impotencia en cUalquiera de sus modalidades; si bien el alcohol en canti· dades moderadas es considerado como un afrodisíaco. ' ' Por buena, suerte para nosotros, no debemos recurrir al 'empleo de depilatorios, pues, sus abusos producen urja impotencia debido, al talio, principal ingrediente de la mayoria de los depilatorios. Otra manifestaci,ón de impotencia - dé tipo progresivo - la encontnimos ' en la tabes, dando lugar primeramente a una debilidad en la erección o bien .l una eyaculaci'Ón precoz. En todas 'las' afecciones medullares, particularmente las paraplejías; y e'n éstas, no obstante la impotencia,' puede haber un aumento de la libido. Los iraumrlltismos craneales y aun las mismas conmociones cerebrales, pu'eden ir seguidas: de disminución de la libido y de la potencia coeundi. STIER, en. Alemania, cita varios' casos. ' Inclu~íve después de intervencione& de llerr~~as yapcndicitis' es posible encontrar enfermos cuya potencia es insuficiente. Una avitaminosÍs produce también una disminución de la líbido y de la potencialidad. Así la falta de vilamina B dará lugar a ana pérdida del instinle.1 sexual - particularmente en la fase preadolescente - , ya que la hipófisis es muy sensible a la deficiencia de dicha vital'tüna y por consiguiente no habr:i el estímulo pituitario, sexual. La deficiencia de vitamina E produce, en un principio una impotencia generandi, pero si esta avitarpinósis, se prolonga terminará con l~na des,aparición de la libido. La impotencia, la eyaculación precoz, la homosexualidad, Antes de daros un breve' resumen det tratamiento de la Impotencia, es mi deseo daros unos pequeños conceptos sobre estos tres factores que pueden guiar . • ,a AgQsto 1948 A,N.1LES DE MEDJCINA y CIfWGIA ,87 psíquicamente a, un individu~, y así, por otra parte, con esto y lo expuesto' anteriormente, resulta'rá más fácil para vosotros la indicación terapéutica. Al hombre con impotencia .,.- forma eyaculación precoz ~ (tipo Don Juan) acostumbra c:aracterizarie su veleidad, cuya voluntad resulta ineficaz por estar poseídos de una in,constancia. Son aquellos hombres que ~icostumbi:an da'r el :tillar con facilidad, no de forma nlambicada - poco a poco - como corres· ponde al hombre compietamente ·fol'mádo. ' Debemos considerar posible una iml10tenc'ia' por sugestibilidad en los casos de cierta timirlez, o bien por la presencia de una tercera persona; esto último era muy probable en los 'siglos anteriores:cpor la costumbre antigua que tenian las cortes de hacer 1" prueba del congr~s,i), o sea ejérce~ los actos matrimoniales ante cirujanos y matronas. Sobre esto tenemos un caso muy conocido e historiado particularmente por ~IARAÑ'óN referélltea Enrique IV, cuyo rey se percataría de dicho factor sugestivo, ya que man'dó derogar la antigua ley de consumar el matrimonio Lli presencia de ,testigos cuando contrajo su segundo matrimonio. Y de. la tanto hablada impotencia de Enrique IV, no creo fuese una impoten.cia total, pero pór razones de' Estado así fué concep.tuado; como .igualmente ocm'rió con Alfonso, rey de p.ortugal, debido a la ligereza de su esposa al desear contraer matrim0nio con su cuñado; y como los eclesiásticos pasaron a ser jueces anté los casos de impotencia, en tal concepto· fué ~eclarado en la Cnt'edral de LIsboa en el año 1667. Algunos autores buscan las causas de la eyaculación precoz en el coito interrun)pido, lá masturbación, alteraciones p'síquicas, etc.; pero debemos considerarlo - l a mayoría de las veces - por causa de una distonía neurovegetativa' con predominio del sil1}pático. Como' estudio complementario, ¿no sería conveniente observar si los impotentes con eyaculación precoz pasan a ser enfermos prostáticos? Referente a la impotencia por homosexualidad no es tal impotencia; sí, solamelJte, ante el sexo' contra'rio. Con considera,ción aparte está el homosexual . frenado por la voluntad que según este .concepto podríamos incluir algunos personajes' históricos. Pare~e existir alguna relación entre los homosexuales y los zurdos, según criterio de MARAÑÓN. Por mi parte, diré que aquellos personajes historicos que los conceptúo como homosexuales' - aun aquéllos que no la practican --.:. casi todos fuel'on zurdos o bien ambidextros. I 'Tratamiento de las impotencias La metor terapéuticn para las impotencias será el etiológico, atendiendo el la 'modalidad de la impotencia, pues no .podemos considerar impotente al individu() que tiene erecciones normales con ayuda' de su' simple imaginación, y faitan ellas ante una mujer de ~urdel. . . ,Ante uri enfermo d,e impotencia jamás' debernos ser doctrinarios ,del pirronismo, jamás escépticos; contrariamente, debemos dar pábulo a sus esperanzas y convencerle de la certeza de nue'Stro diagnóstico y de la eficacia de nuestro tratamiento . .Jamás debemos apostatar nuestra fe en la Medicina, pues bien dijo COLERIDGE: «El mejor médico es el que mejor pue'da infundir esperanzas.» . . Es esencial preguntar su ti~mpo de apárición., si es' intermitente, si guarda relación con algún acontecimiento de su vida ~ sea orgánico o psíquico. Si solamente. su trastorno sexual se manifiesta en pres'encia de rameras, pues en estos casos basta la simple desconfianza ante el miedo del venéreo. ' Si tiene antecedentes venéreos. El abuso' de onanisino. Las· r.elaciones con su esposa, si están en bu'ena armonia. . . El encontrar la causa de la impotencia es para nosotros esencial y para el enfermo servirá para demostrarle nuestra capacidad terapéutica. Con razón dice PALAZzClLO: . «Encontrar la causa y demostrarla al enfermo, inspirarle con- .. 88 .' fiNALES DE MEDICINA Y CIRUGIA Vol. XXIV. - N.o 38 fianza, hacerle corilpartir su fe en la eficacia del tratamiento, tales son las con~ diciones del éxito». iEn parte, ya he indicado, en las descripciones anteriores, el tratamiento a seguir, por lo -cual seré breve. ' 'En los casos de lliperNlrolMismo podemos ,empezar administrando, la Vitamina E" con preparados de extractos testiculares,' alternando con preparados ,de acetilcolina, Practicar también dos masajes prostáticos por sémana. En los casos de e1yacllD(¡I(-ion precoz, cerciorarse primero si no- tiene' por ·causa un hipertiroidismo latente. A su vez pueden darse preparados de quinidina - por su acción paralizadora ,sobre la adrenalina' - y a su vez' preparados de papaverina., . • , , DOPPLER atribuye todas las manifestaciones seniles a una hiperdinamia d,el ,simpático, o sea hay una deficien'da en el riego sanguíneo. ' De esto- se comprende que a menor riego sanguíneo menor secreción interna del testículo e inversamente, De donde dedujo DOPPLER 'el empleo de la simpáticodiaftéresis (simpatía'ectomía quimicacon fenal), ya que destruyendo las fibras simpáticas se produce una mayor vascularización.' ' VORONOFF recomendó injertos de testículo de chimpancé dentro la glán-dula genital del hombre. TI!OREK modifica el método implantando el testículo en el espacio retrorrenal, previa cauterización de la túnica albujínea. Pero ,con anterioridad a eUos tenemos a BRO\VN-SÉQUARD, que fué quien descubrió las propiedades de las glándulas genitales soBre los signos s'omáticos y psiquicos del sexo; é¡ fué' el primero 'que inyectó un extracto ,testicular bajo la piel, apreciando' un aumento de la potencialidad coeundi, intelectual y mayor , facnidad en la micción. Le siguió HUNTER introduciendo los injertos testiculares. y luégo tenemos a STEINACH quien con los injertos testiculares demo.stró su acción in,cretora. Más tarde demostró que ligando los deferentes la función incretora se regeneraba por el éxtasis que produci'a en los testículos. Esta liga<iura del cordón puede hacerse entre epidídimo y testículo, o bien pOT fuera del epididimo, Pero sea por un procedimiento u otro, a los tres meses ha concluido su 'efecto increLor; asimismo lo demnestran los exámenes histológicos. De practicar la transplan,tación testicular es condiciÓn fundamental hacerla directamente y no de procedencia animal" pues la conservación y la pro, cedencia animal facilitan' la reabsorción rápida. Por la experienCia se demuestra que el animal depehde esen¡;:ialmente, más aún que el hombre, de las hormonas. De ello se deduce que las transplantaciones testiculares modífican el carácter s'exual de los animales en mayor, grado que en el hombre. - •