De ningún modo tendrá por inocente al malvado: Éxodo 34:6-7 Serie: Su Nombre Paul Creel Intro: Antes de yo fuera cristiano, es decir, antes de que Dios en su misericordia decidiera resplandecer su poderosa luz en mi corazón para que pudiera ver la gloria de Cristo, una de las cosas que yo no quería creer de la fe cristiana era la doctrina del infierno y de la ira de Dios. Me parecía que Dios nos daba tiempo en esta vida pero luego, si no habíamos tomado las decisiones correctas para el fin de nuestras vidas que Dios arrojaría nuestras almas eternamente al infierno. Y mientras flotábamos por el espacio suplicándole que nos diera misericordia, diría, “¡No! Ya es muy tarde.” Pero después de que Dios me salvó de las tinieblas y de su ira contra mi pecado, empecé a ver un retrato más claro. Que nuestro pecado, nuestra rebelión contra Dios, nos separa de Él. Y Él es la fuente de todo verdadero gozo y de todo verdadero amor, de toda sabiduría, y de todas las cosas buenas. – Ya que Dios nos creó y antes del pecado gozábamos perfectamente de su presencia, allí en su presencia es donde más experimentamos gozo y amor y todo lo demás. Y si fuéramos a perder por completo esa presencia, eso sería el infierno – la perdida de toda capacidad de dar y recibir amor y gozo. Antes de ser cristiano, pensaba que si tal vez pudiéramos deshacernos de esa doctrina, todo lo demás sería muy bonito y tendríamos una religión mucho más agradable para todos. Ese era el Dios que yo quería. Un Dios que amaba, pero que no juzgaba y castigaba. Yo no estaba solo en eso tampoco. Uno de mis favoritos autores, C. S. Lewis dijo una vez, No hay ninguna otra doctrina que yo más quisiera quitar del cristianismo, que la doctrina del infierno, si eso estuviera en mi poder. Pero ella tiene todo el apoyo de las Escrituras, y especialmente de las palabras de nuestro Señor Jesucristo; ella siempre ha sido sostenida por la cristiandad, y tiene el apoyo de la razón. Es imposible quitar esta doctrina, y no deberíamos tratar de hacerlo. Porque es una buena doctrina, y es una doctrina absolutamente esencial si vamos a conocer, amar y adorar a Dios. Y dios sin ira sería un dios sin bondad. Déjenme tratar de enseñárselo. Contexto: Moisés le pidió a Dios que le enseñara su gloria, y Dios le dijo, Éxodo 33:19 Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová… Y luego en capítulo 34:5 dice. Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová. Y luego versículos 6 y 7: 6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. Hay varias cosas que estos dos versículos (6 y 7) nos pueden enseñar que van a ser de mucho beneficio si vamos a entender quién es Dios. 2) La ira de Dios es una expresión de su bondad. 1) La ira de Dios existe. Está muy claro en este pasaje. La Biblia habla de la ira de Dios más de 600 veces. Salmo 7:11 dice, “11 Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días.” Jesús mismo habló muchísimo de la ira de Dios y del infierno. Así que no podemos descartar al Dios del AT como el dios enojado que castiga y tener a Jesús como el dios simpático que perdona, como si no fueran el mismo Dios, o como si Dios haya cambiado y se haya vuelto más simpático y compresivo en su vejez. o El Anciano Lloyd nos enseñó la semana pasada que el amor de Dios es un tema predominante en el AT. o Y Jesús dijo en Juan 3:36 “…pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” Jesús habló muchísimo del juicio de Dios. – De hecho no fue porque hablaba del amor de Dios que lo querían crucificar, sino porque hablaba consistentemente sobre el juicio de Dios contra la injusticia y la hipocresía. Dios le dijo a Moisés, “Haré pasar todo mi bien delante de tu rostro…” No hay ningún mal en Dios. Por tanto, su ira es parte de su bondad. Su bondad no estaría completa si ella. La ira de Dios nace de su bondad. Como padre, yo no puedo tolerar cosas que destruyen a mis hijos: deshonestidad, crueldad, pereza, codicia. Y naturalmente me enojo cuando veo estas cosas en ellos. Ahora yo no soy Dios, y el Espíritu Santo muy frecuentemente me recuerda de lo que Santiago dice, Santiago 1:20 “…porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.” Yo entiendo eso, y muchas veces tengo que arrepentirme ante Dios y mis hijos por mi actitud cuando me enojo. Pero Dios no peca. Su ira no está mezclada con pecado. Y el enojo de un padre terrenal sí nos puede mostrar que la santa ira de Dios padre existe porque Él odia lo que destruye a sus hijos. Es una expresión de su amor. El pecado destruye las cosas buenas que Dios ha creado y Él no se mantiene lejos – indiferente. Un Dios bueno, tiene que castigar el pecado. Tal vez no eres padre o madre, pero tal vez tienes un amigo(a) o algún familiar que amas que has visto haciendo cosas que destruyen su vida. Yo he tendido y tengo amigos alcohólicos, amigos adictos a drogas, amigos que han hecho cosas para destruir sus matrimonios. – Si realmente amamos a esas personas, no nos quedamos callados, porque amamos a esas personas y odiamos lo que les está destruyendo. Por eso es posible lo que algunos dicen que yo antes no entendía, “Odia el pecado y ama al pecador.” toda injusticia y mal hoy a las 12:30, ¿quién de nosotros saldría de este lugar? Yo no. Gracias a Dios por su paciencia y misericordia. 2a) Una de las expresiones de la bondad de Dios consiste en dejarnos experimentar las consecuencias de nuestros pecados. Hermanos, Dios nos quiere llevar a un lugar donde ya no hay más dolor ni llanto. Pero eso sólo es posible si ya no hay pecado. El cielo sólo puede ser el cielo si no hay pecado allí. La ira de Dios nace de su amor por su creación y por pureza. También es importante notar lo obvio: todos tenemos pecado. Digo eso porque a veces las personas dicen cosas como, “¿Por qué Dios no acaba con la injusticia de una vez por todas si Él es bueno?” Y eso sí pasará, pero tenemos que confiar que Dios tiene el mejor plan para llevarlo acabo. Porque si Dios decidiera acabar con toda injusticia hoy, ¿qué si empezara contigo? Si Dios decidiera acabar con Vemos en nuestro pasaje que Dios “visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. Antes de seguir, tenemos que aprovechar de este momento para clarificar algo. Hay mucha confusión fuera y dentro de la iglesia sobre la llamada “maldición generacional”. Hay muchos que creen que si un padre o madre comete algún pecado, entonces los hijos serán condenados a repetir o pagar por ese pecado. – Pero hermanos tenemos que recordar que toda maldición termina en la cruz de Jesucristo. En Jesús la muerte y la maldición encuentran su fin, – No importa si le hicieron brujería a tu padre o si te hicieron brujería a ti cuando eras pequeño(a), cuando una persona pone su fe en Cristo, nueva creación es. La palabra nos dice que Nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo. Hermanos, el papá de mi papá era un borracho, un ladrón y un racista, y según lo que me han contado, trató terriblemente a todas las personas que le rodeaban. – Y mi papá era un hombre muy severo y abusivo verbal y sicológicamente. – Pero hermanos, gloria al Dios que me salvó. Él ha hecho una obra en mi corazón – y sigue obrando – y yo no soy una continuación del pecado de mi abuelo y mi padre, porque tengo un Padre celestial que me ha entregado una herencia mucho mayor y mejor. Toda maldición termina en la cruz de Jesús. Quiero compartir con ustedes un versículo de Ezequiel 18:20: dice “20 El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.” ¿Qué significa entonces lo que dice nuestro pasaje? Significa que los pecados de los padres tienen un efecto en la vida de sus hijos. Si yo robara dinero de la iglesia, ¿eso afectaría a mis hijos? Claro. Si engañas a tu esposa y la dejas por otra mujer, ¿eso va a afectar a tus hijos? Por supuesto que sí. A veces Dios, en su misericordia y bondad, nos deja experimentar las consecuencias de nuestros pecados para despertarnos a la verdad. – Y es de suma importancia que nos despertemos, porque vemos que la manera en que Jesús describe el infierno, que el infierno es el fruto de nuestro pecado. Escuchen estas imágenes que usaba Jesús hablando del infierno. el gusano que no muere – una imagen de remordimiento y culpa que no tienen fin las tinieblas de afuera – la completa ausencia de la presencia de Dios el crujir de dientes – una imagen judía que significaba auto-condenación y odio-propio fuego – agonía constante El infierno es simplemente el fruto de constantemente decirle a Dios que te deje quieto y el dejar que el pecado crezca en ti. Lewis: “el cristianismo afirma que todo ser humano individual vivirá para siempre…Hay muchas cosas sobre las que no me haría falta molestarme si fuera a vivir sólo setenta años, pero por las que más valdrá que me moleste, y mucho, si voy a vivir eternamente. Tal vez mi mal carácter o mis celos están empeorando gradualmente... tan gradualmente que su aumento a lo largo de setenta años no será demasiado evidente. Pero podrían llegar a ser un infierno dentro de un millón de años: de hecho, si el cristianismo es verdad, infierno es el término técnicamente correcto para describir lo que podrían llegar a ser.” ¿Cómo serían tus tendencias pecaminosas en un millón de años si siguieran creciendo sin fin? El infierno es solamente Dios dándote lo que le pides…que te deje quieto. En otro lugar (El Gran Divorcio) Lewis dice lo siguiente: “En última instancia sólo hay dos tipos de personas: los que dicen a Dios "hágase tu voluntad" y aquellos a quienes Dios dirá, al fin, "hágase tu voluntad." Dios en el libro de Apocalipsis dijo, “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía.” Esto significa que cuando Dios nos deja experimentar algunas de las consecuencias de nuestro pecado aquí en esta vida, es la misericordia de Dios que nos está despertando a la verdad. ¿Puedes ver eso en tu vida? ¿En qué área de tu vida te está despertando a las consecuencias destructivas de tus pecados? 3) Dios decidió dejar que su amor venciera su ira Hay un contraste que vemos en la presentación del nombre de Dios… que guarda misericordia a millares… que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. Los que estudian el hebreo dicen que esto es una estructura paralela y que como al final del versículo 7 donde dice “generación”, también al final de la primera parte, la traducción debería decir “millares de generaciones”. O sea que en hebreo se ve que la misericordia de Dios es mayor que la ira de Dios de manera exponencial. O si volvemos a la frase “tardo para la ira”, en Arameo (el idioma que Jesús habría usado), la frase se traduce así, él que hace distante la ira y trae cerca la compasión. Dios sentía dos emociones correctas hacia nosotros: ira y compasión. Y en su soberanía, decidió traer una cerca y alejar la otra. o Dios justamente sentía ira contra nuestros pecado y hubiera sido justo que nos castigara eternamente. o Pero decidió, traer cerca su compasión. Es uno de los misterios más profundos del universo. Tal vez el más profundo. o Dice Pedro que son “cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.” Dios amarnos así no es como cuando yo quiero ver a uno de mis hijos libre de algún mal hábito. Es mucho más profundo. Es como si yo decidiera adoptar a un miembro de ISIS y traerlo a vivir en mi casa después de que decapitara a uno de mis hijos. Yo sé que eso es difícil de escuchar, pero ¿no es cierto? ¿No es lo que Dios hace para nosotros? ¿No nos adopta después de que nuestro pecado causó la muerte de su Hijo Jesús? 4) Solamente podemos escaparnos de la ira de Dios por medio de Cristo. Hay lo que parece ser una contradicción en esta frase que necesitamos mirar juntos si vamos a entender esto. En versículo 7, dice, “guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado…” ¿Cómo puede Dios ‘perdonar la iniquidad’ y al mismo tiempo ‘no tener por inocente al malvado’? Si no va perdonar al malvado, ¿a quién va a perdonar? La resolución a esta aparente contradicción se encuentra en Cristo Jesús. Esta profecía sobre Jesús nos explica: Isaías 53:3-6 3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Jesús es nuestro substituto. Jesús es él que no pecó pero sufrió lo que nosotros merecíamos. Jesús es el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Jesús es el que absorbió toda la justa ira de Dios y luego al nosotros creer el Él, nos entregó su perfecta rectitud ante el Padre. Nosotros por poner nuestra fe en Cristo, en su perfecta vida, muerte y su gloriosa resurrección, heredamos su perfecta vida de obediencia. Dios lo castigó no sólo físicamente, sino que Jesús experimentó y absorbió todo el rechazo y abandono que también merecíamos. Sólo mirar la copa de la ira de su Padre causó que sudara gotas de sangre porque sabía no sólo iba a morir físicamente sino también espiritualmente. Esto es importantísimo hermanos porque si no sabemos cuánto pagó, no sabemos cuánto agradecerle. (Ilustración de alguien que vino a tu casa y pagó una factura de JD…”) Si no crees en el infierno, nunca entenderás cuánto Dios te ama. Queremos un dios que ama pero que no castiga, pero cuando inventamos un dios así, no solamente no es el Dios real, sino también disminuimos infinitamente su amor. Sin ver el infierno que Jesús sufrió en nuestro lugar no sabemos si decir “gracias” o caernos ante Él y besar sus pies. 5) Si no creemos que Dios castiga el pecado, no viviremos en paz con otros Quiero terminar con algo práctico que aprendí de Tim Keller sobre la existencia del infierno. Algunos dicen que si uno cree en un Dios que castiga el mal, que eso lo llevará a responder con violencia cuando alguien le hace algún mal. Pero quiero decirles que a menos que creamos en el Dios verdadero, el Dios que en Romanos 12 dijo, “17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Si no creemos es ese Dios, nos veremos obligados a vengarnos cuando alguien nos trata mal. Sólo cuando sabemos que Dios es un Dios justo y que Él va a castigar todo pecado, podemos escaparnos del ciclo vicioso de la venganza. Y gracias a Dios que Cristo ya pagó por todos nuestros pecados de una vez por todas y nos ofrece perdón. Gracias a Dios que Cristo es nuestro abogado ante el Padre que declara “¡Consumado es! Ya pagué por sus pecados. Mi sangre cubre su mal.”