Poder Judicial de la Nación C. Nº 44.494 “Kristiaan, Ana Isabel s/apelación” Juzgado N°° 3 - Secretaría N°° 6 Reg. 528 ///////////////nos Aires, 24 de mayo de 2011. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud de los recursos de apelación deducidos por el Fiscal de primera instancia -Dr. Federico Delgado- y por la querella -representada por Miguel Ángel Sarrabayrouse Bargalló- contra el punto dispositivo I del USO OFICIAL pronunciamiento obrante a fojas 158/9, en virtud del cual el Juez a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 3 declaró extinguida por prescripción la acción penal emergente de los delitos que se le atribuyeron a Ana Isabel Kristiaan. Para así resolver entendió -a través de un examen de orden jurídico- que no resultaba posible encuadrar los hechos imputados a Kristiaan en la figura de peculado, y de acuerdo con la sanción prevista para el delito de defraudación por administración infiel -que define en seis años el plazo para la prescripción de la acción penal a su respecto-, concluyó que, en el caso particular y según las fechas comprometidas, había transcurrido el plazo de prescripción. Por su parte, la defensa de Ana Isabel Kristiaan interpuso recurso de apelación contra el punto dispositivo II del resolutorio, en cuanto eximió a la querella del pago de las costas procesales. II. Inicialmente, el querellante se agravió por considerar que la resolución puesta en crisis estaría viciada de nulidad, en tanto pretendería avanzar sobre la extinción de la presente acción penal sin que la Excma. Cámara de Casación Penal haya dirimido aún la existencia de una cuestión previa que suspendería el curso de dicho instituto; extremo que, a criterio del recurrente, resultaría violatorio del derecho de defensa en juicio y del debido proceso legal, y controvertiría el sistema de intervención jerárquica que rige en nuestro sistema de enjuiciamiento, al vedar la jurisdicción de aquél Tribunal Superior. Sucesivamente, los recurrentes sostuvieron -con arraigo en la jurisprudencia de esta Sala- que a los efectos de examinar la procedencia de la extinción de la acción penal por prescripción, y no existiendo en la etapa de instrucción una calificación definitiva, debe estarse a la más gravosa que pueda corresponder. Por esta senda, la querella cuestionó especialmente la hermenéutica propiciada por el a quo a fin de desterrar la figura de peculado – art. 261 del C.P.N.-, en tanto habría incorporado elementos normativos ajenos a la literalidad del tipo penal previsto por el Legislador, desnaturalizándolo y violentando así el principio de máxima taxatividad. Asimismo, el acusador particular introdujo un argumento complementario, según el cual la resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación -mediante la cual se revocó la resolución que concedía la extradición de Kristiaan al Reino de los Países Bajos- envuelve la obligación para la Justicia Nacional de arrogarse la persecución penal de la figura de peculado en las condiciones en que fue cometido ese delito, a saber: por un funcionario y contra las arcas de otro Estado nacional. A su vez, la querella introdujo nuevamente ante esta Alzada la procedencia en el caso de una cuestión judicial previa, consistente en el juicio de extradición seguido contra Kristiaan. Finalmente, la defensa de Kristiaan adujo que, en base a los principios objetivos de la derrota (arts 68 del C.P.C.C.N. y 531 C.P.P.N.) y en función a los improcedentes y arbitrarios planteos de la parte querellante, corresponde modificar el criterio adoptado por el a quo e imponer las costas a la parte vencida. El Sr. Fiscal, la defensa y el acusador particular presentaron en esta instancia el informe en los términos del artículo 454 del Código Procesal Penal de la Nación, cumpliendo este último con la audiencia oral prevista en el referido dispositivo legal. III. a) En cuanto a la nulidad deducida por la querella, y de conformidad con lo dictaminado por el Sr. Fiscal de Cámara (cfr. fs. 198/vta.), lo cierto es que los argumentos esgrimidos están orientados a cuestionar la valoración efectuada por el a quo en el auto atacado. De tal Poder Judicial de la Nación forma, y habida cuenta que el decisorio satisface los recaudos formales aplicables, sin que existan vicios u omisiones esenciales, como así también que cumple con la descripción de los hechos de manera clara y razonada, y que los argumentos vertidos por el apelante se refieren al mérito o contenido de dicha decisión -extremo atacable por la vía que se ha intentado en el presente incidente-, tales críticas deberán considerarse en el marco de los recursos planteados como discrepancias conceptuales de los recurrentes con el señor juez que dictó la decisión cuestionada (cfr. causa no. 44.178 “Di Nucci, Daniel y otros s/procesamiento y embargos”, reg. 130, rta. el 24/02/2011; causa no. 44.244 “Jaime, Ricardo y otros s/medidas cautelares”, reg. 992, rta. el 5/10/2010; entre muchas otras). b) Con estos alcances, y a fin de revisar el pronunciamiento USO OFICIAL recurrido, habrá de avanzarse sobre los cuestionamientos introducidos por los recurrentes, en el siguiente orden: i) la obligación de la Justicia Nacional de investigar a partir del fallo dictado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el marco del juicio de extradición de Kristiaan; ii) el carácter vinculante de la jurisprudencia en torno a la aplicación de la calificación más gravosa a los efectos de examinar la vigencia de la acción penal; iii) la procedencia en el caso de una causal suspensiva; iv) la eximición de costas a la querella. i) Inicialmente, ha de señalarse que la razón de ser del proceso de extradición radica en la entrega que efectúa un Estado de un individuo que se halla en su territorio, a otro Estado que lo reclama a fin de someterlo a juicio o para que cumpla o termine de cumplir la penalidad que ya le ha sido impuesta. Inversamente, la negativa del Estado requerido de hacer entrega de ese individuo, podría generar la obligación de someterlo a la jurisdicción del Estado nacional -léase, de sujetarlo a un proceso penal-, mas en modo alguno implica la obligación para la Justicia Nacional de perseguirlo por una determinada figura legal. En esta dirección, cobra vigencia, el adagio latino da mihi facta, dabo tibi ius (dame los hechos, yo te doy el derecho), que alerta a las partes del proceso de imputar meras calificaciones legales escogidas de un repertorio sustantivo existente. Es que, el ejercicio de la persecución penal encuentra anclaje en una imputación de orden fáctica y no jurídica. Por esta senda, si existe una obligación que ha quedado comprometida a partir de la resolución de la CSJN es la de sujetar a Ana Kristiaan a la jurisdicción nacional en la investigación de los hechos que le fueran imputados con motivo de las funciones que habría cumplido en la embajada del Reino de los Países Bajos en nuestro país, mas difícilmente pueda alegarse con éxito que acarrea la obligación para el Director de la investigación de imputar una determinada calificación jurídica. Aquella pretensión sólo podría introducir dos males en el proceso: o bien, entorpecería el propio fin de la actividad judicial, cual es la aplicación de la ley penal -y su consecuente tarea interpretativa-, en cuyo ejercicio el Magistrado bien podrá descartar -como en el caso- alguna de las calificaciones puestas en juego; o directamente, implicaría interpretar que la negativa a extraditar a la imputada al Reino de los Países Bajos ha generado para el Estado nacional la obligación de dictar sobre Kristiaan una sentencia condenatoria, cercenándose así el principio de inocencia y el debido proceso consagrados en la Carta Magna. Por estos motivos, el presente planteo no tendrá acogida favorable en esta instancia. ii) Ahora bien, sin perjuicio de las divergentes calificaciones en que las partes han pretendido subsumir la conducta atribuida a Kristiaan -cuya elección por una u otra habrá de proyectar sus efectos sobre la vigencia de la presente acción penal-, corresponde, previamente, privilegiar una aproximación de orden fáctica. Por esta senda, el Acusador Público formalizó imputación contra Ana Isabel Kristiaan por “…[h]aber sustraído, desde el mes de noviembre de 1997 al mes de octubre de 2002, en su carácter de Jefa Suplente de Asuntos Generales de la Embajada del Reino de los Países Bajos en esta ciudad, fondos públicos de la Embajada holandesa por el monto aproximado de U$S 1.500.000 (un millón quinientos mil dólares). Para concretar la maniobra la imputada falsificó y destruyó gran cantidad de cheques y extractos bancarios de la cuenta 1549405 de la Embajada radicada en el ABN/AMOR Bank de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, permitiendo el desvío de los fondos mencionados para su propio provecho…” (cfr. fs. 395). Consecuentemente, al tiempo de cumplir con la audiencia prevista en el art. 294 del C.P.P.N., el a quo describió los medios comisivos implementados por Poder Judicial de la Nación la imputada en los siguientes términos: “…la compareciente se habría apropiado de diversos cheques […] en los que habría adulterado el nombre de sus beneficiarios y/o falsificado las firmas…” (cfr. fs. 549, el resaltado corresponde a la presente pieza). Si bien es cierto que la figura del art. 282 del C.P.N. -toda vez que el artículo 285 del Código Penal equipara los cheques a la moneda de curso legal en la Nación- no ha concentrado la discusión de las partes trabadas en controversia, no lo es menos que de acuerdo a las constancias incorporadas a la causa y a la intimación, ella integra la imputación y, por lo tanto, no hay forma de considerarla sorpresiva. La Constitución Nacional ha establecido que corresponde a los tribunales el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre USO OFICIAL puntos regidos por aquella y por las leyes de la Nación -art. 116-, determinando así que la instancia jurisdiccional es quien tiene la atribución de resolver en definitiva los casos que se le presentan. Desde aquella aproximación, y sin perjuicio de que los hechos imputados a Kristiaan puedan ser -en definitiva- encuadrados en las figuras criminales previstas en los artículos 173, inciso 7º, 255, 261, 282 o 292 del código de fondo, cobra relevancia la consagrada doctrina emergente de la jurisprudencia de la Cámara Nacional de Casación Penal, según la cual, en el caso de calificaciones diversas, “... para establecer el término de la prescripción de la acción en un proceso penal debe estarse a la pena del delito más severamente reprimido de los atribuidos al inculpado y a la posible calificación más gravosa que razonablemente pueda corresponderle…” (cfr. Sala I, causa no. 4639 “Loekemeyer, Pablo Enrique s/recurso de casación”, reg. 6088, rta. el 6/08/2003; Sala II, causa no. 994 “D’Ortona, Francisco N. y otros s/recurso de casación”, reg. 1515; causa no. 1027 “Gutiérrez, Alicia N. s/recurso de casación”, reg. 1516; causa no. 1097 ”D’Ortona, Francisco N. y otros s/recurso de casación”, reg. 1517 - todos del 10/7/97-; causa no. 1230 ”Imexar S. A. s/recurso de casación”, reg. 1640, rta. el 9/10/97; Sala III, causa no. 11.647, “Rojo, Carlos Alberto s/recurso de casación”, rta. el 12/03/10, reg. 242/10; causa no. 7165 “Ucci, Carlos Eduardo s/rec. de casación”, rta. el 4/06/07, reg. no. 662/07; causa No. 7769 “Rojas, Horacio Omar s/rec. de casación”, rta. el 13/6/07, reg. no.744/07; no. 7645 “Elizondo, Carlos s/rec. de casación”, rta. el 4/2/2008, reg. no. 23/08; causa no. 4069 “Galarza, Marcelo M. s/recurso de casación”, rta. el 6/2/03, reg. 2; n° 6461 caratulada “Ramírez, Rolando s/recurso de casación”, rta. el 19/4/06, reg. 245; causa no. 2185 “Ferrando, Ricardo s/recurso de casación”, rta. el 19/04/00, reg. 205; y Sala IV, causa no. 1856, “Clebañer, Felipe Armando s/recurso de casación”, reg. 3133, rta. el 19/02/2001), tratándose este de un criterio que ha sido igualmente seguido por este Tribunal en el tiempo (cfr. causa no. 44.354 “Incidente de prescripción de la acción penal de Guidotti, Pablo Emilio”, rta. El 3/08/10, reg. 720; causa no. 33.805 “Kammerath, Germán s/prescripción”, rta. el 5/03/2002, reg. no. 126; causa no. 31.945 “Gaset Waidat s/prescripción”, rta. el 6/07/00, reg. no. 607; entre muchos otros). Ahora bien, lo dicho no soslaya que al tiempo del pronunciamiento definitivo se concluya en una significación jurídica más benigna, declarándose entonces, y recién allí, la prescripción de la acción luego del debate en donde las partes hayan tenido oportunidad de probar y alegar sobre las características del suceso para darle uno u otro encasillamiento legal (cfr., en este sentido, CNCP, Sala III, causa no. 2277 “Weinstein”, reg. 175, rta. el 10/4/00, causa no. 3309 “Saksida”, reg. 305, rta. el 21/05/01). De tal forma, el carácter relativo que alcanzan las calificaciones debatidas en la presente etapa del proceso inhibe a los suscriptos de avanzar en un examen estrictamente jurídico de ellas en la presente incidencia y, por esa vía, extinguir la presente acción penal. En consecuencia, ha de concluirse que desde el inicio de las presentes actuaciones hasta el momento en que Kristiaan fue convocada por vez primera a prestar declaración indagatoria -acto que tiene efecto interruptivo en los términos del art. 67 del C.P.N.-, y desde entonces hasta la fecha, no ha transcurrido el término legal para que opere la extinción de la presente acción penal. Por ello, corresponde revocar el temperamento adoptado por el Señor juez a quo en relación a ella. Por lo demás, dado el tenor de los hechos investigados y habida cuenta la posibilidad de comprometer la responsabilidad del Estado Nacional en el orden internacional, el a quo deberá extremar los esfuerzos Poder Judicial de la Nación para avanzar en la dilucidación de la perspectiva criminal señalada en el presente resolutorio con celeridad. iii) La última cuestión planteada por el acusador particular ya fue tratada en la anterior intervención de este Tribunal en la causa (cfr. causa no. 43.595 “Kristiaan, Ana s/rechazo de pedido de prescripción”, rta. el 23/02/2010, reg. no. 99), por lo que habrá de estarse a lo allí resuelto. iv) En lo que atañe a la pretensión deducida por la defensa, ha de advertirse que la parte querellante ha tenido razón plausible para litigar, máxime, dada las coincidencias argumentales identificadas con la postura introducida por el acusador público y a la luz de la solución adoptada por este Tribunal respecto a la vigencia de la acción penal. Por ello, y de conformidad a lo señalado por a quo, este USO OFICIAL Tribunal entiende que en el sub examine se verifica el supuesto de eximición contenido en el artículo 531 in fine del C.P.P.N. Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I. Rechazar la nulidad articulada por la querella. II. Revocar el punto dispositivo I del resolutorio obrante a fs. 158/9 en cuanto declara extinguida por prescripción la acción penal emergente de los delitos que en esta causa se le atribuyen a la imputada Ana Isabel Kristiaan, o Ana Isabel Kristiaan de van Leeuwen o Antjen Eltje van Leeuwen-Krisitaan o Antjen Eltje Kristiaan o Ana Isabel van LeewenKristiaan, y dictar en consecuencia su sobreseimiento. III. Confirmar el punto dispositivo II del resolutorio obrante a fs. 158/9 en cuanto exime a la querella del pago de las costas procesales (art. 531, del C.P.P.N.). Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y remítase a la anterior instancia donde deberán practicarse las notificaciones que correspondan. Sirva la presente de muy atenta nota de envío. Fdo.: Eduardo R. Freiler - Jorge L. Ballestero. Ante mí: Sebastián N. Casanello. El Dr. Eduardo G. Farah no firma por hallarse en uso de licencia. Conste.