TRABAJO FIN DE GRADO GRADO EN DERECHO Derecho Privado Derecho Internacional Privado Curso 2014/2015 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL Nombre del/la estudiante JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ Tutor / Mª PILAR MAESTRE CASAS Junio de 2015 TRABAJO FIN DE GRADO GRADO EN DERECHO Derecho Privado Derecho Internacional Privado EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL THE ROLE OF AUTONOMY IN INTERNATIONAL COMMERCIAL CONTRACTS Nombre del/la estudiante: JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ e-mail del/a estudiante: jvalcarcel@usal.es Tutor/a: Mª PILAR MAESTRE CASAS RESUMEN La autonomía de la voluntad se erige como el instrumento que permite a las partes contratantes la libertad de elección de una ley estatal y de los usos reconocidos en el tráfico de la contratación mercantil internacional que se adapten a los intereses de las mismas. Esta autonomía puede calificarse de conflictual o material, según la función que cumpla en el contrato, y siempre determinada por los límites que establecen los ordenamientos estatales. De esta autonomía deriva la transformación que ha sufrido el Derecho uniforme del comercio internacional que, gracias a la cooperación de organismos internacionales, ha conseguido suficiente autonomía como para resolver y asistir las controversias derivadas de la contratación internacional aplicando los instrumentos normativos a su disposición, entre los que destacan el fenómeno de la Lex Mercatoria y la práctica del arbitraje comercial internacional. PALABRAS CLAVE: Autonomía de la voluntad, contratación mercantil internacional, Derecho uniforme del comercio internacional, Lex Mercatoria, arbitraje comercial internacional. ABSTRACT The autonomy stands as the instrument that allows the contracting parties the freedom to choose and use a state law recognized in international traffic commercial contracts to suit the interests of the same. The autonomy differs depending on the type of rule that applies to the contract; the conflictual autonomy and material autonomy determined by the limits established by state regulations. That autonomy derives the transformation undergone by the uniform law of international trade with the cooperation of international organizations has achieved sufficient autonomy to solve and attend disputes arising from international contracts by applying the policy instruments at its disposal, including most notably the phenomenon of Lex Mercatoria and practice of international commercial arbitration. KEYWORDS: Autonomy, international contracts, international commercial contracts, uniform law of commercial trade, Lex Mercatoria, international commercial arbitration. EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL INDICE Abreviaturas .................................................................................................................................. 9 1. Introducción ........................................................................................................................ 11 2. La autonomía del Derecho uniforme del comercio internacional ....................................... 13 2.1. La doctrina .................................................................................................................. 14 2.2. Creación del Derecho uniforme del comercio internacional ....................................... 15 2.3. Formas del Derecho uniforme del comercio internacional ......................................... 16 2.4. Rasgos comunes definitorios de las normas que integran el Derecho uniforme del comercio internacional ............................................................................................................ 18 2.5. Autonomía del Derecho Uniforme del Comercio Internacional ................................. 20 2.6. La Lex Mercatoria como parte del Derecho uniforme del comercio internacional .... 20 2.6.1. Antecedentes históricos de la nueva Lex Mercatoria .......................................... 21 2.6.2. La doctrina........................................................................................................... 22 2.7. Dificultades de armonización del DIPr en materia de contratos y la solución alternativa que plantea la Lex Mercatoria ............................................................................... 24 3. Autonomía de la voluntad ................................................................................................... 26 3.1. Autonomía de la voluntad conflictual. Art. 3.1 Reglamento 593/2008 de 17 de junio de 2008 sobre la ley aplicable a las obligaciones contractuales, “Roma I” ............................. 26 3.1.1. Desarrollo histórico y doctrina ............................................................................ 28 3.1.2. Ventajas de la autonomía de la voluntad como criterio de conexión para determinar la lex contractus. Justificación .......................................................................... 29 3.1.3. Críticas a la autonomía de la voluntad como criterio de conexión para determinar la lex contractus. Límites a la autonomía de la voluntad .................................................... 31 3.2. Autonomía de la voluntad material: autorregulación o incorporación por referencia . 33 3.2.1. Distinción fundamental entre autonomía de la voluntad conflictual y material. La “Subsequent Legislation” ................................................................................................... 34 3.2.2. Valor jurídico de las cláusulas que se incorporan al contrato y que conforman la autorregulación .................................................................................................................... 36 3.2.3. Caso especial de La Convención de Viena de Compraventa Internacional de Mercaderías de 1980 ........................................................................................................... 37 4. Importancia de los instrumentos de soft law y su estrecha relación con la autonomía de la voluntad de las partes .................................................................................................................. 39 4.1. Concepto y relación de estos instrumentos con la autonomía de la voluntad de las partes ..................................................................................................................................... 39 4.2. Tipología ..................................................................................................................... 39 4.2.1. Principios UNIDROIT ........................................................................................ 40 4.2.2. INCOTERMS 2010 ............................................................................................. 40 4.2.3. PECL-Comisión Lando ....................................................................................... 42 4.2.4. Principios de la Haya sobre la elección de Derecho aplicable ............................ 43 7 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ 5. Contribución del árbitro a la autorregulación y unificación del Derecho de los contratos del comercio internacional ................................................................................................................ 43 5.1. Importancia del arbitraje en cuanto al fomento de la autonomía de la voluntad de las partes ..................................................................................................................................... 43 5.2. 6. Reglas que aplican los árbitros al contrato internacional ............................................ 46 Conclusiones ....................................................................................................................... 49 Bibliografía ................................................................................................................................. 53 8 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL Abreviaturas ADC Anuario de Derecho Civil AEDIPR Anuario Español de Derecho Internacional Privado BOE Boletín Oficial del Estado CDT Cuadernos de Derecho Transnacional CNUDMI/UNCITRAL Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional/United Nations Commission on International Trade Law HCCH Hague Conference on private international law ICC International Chamber of Commerce INCOTERMS International Commercial Terms MERCOSUR Mercado Común del Sur NAFTA/TLCAN North American Free Trade Agreement / Tratado de Libre Comercio de America del Norte OEA Organización de los Estados Americanos PECL Principles Of European Contract Law / Principios de Derecho Europeo de los Contratos RDM Revista de Derecho Mercantil REDI Revista Española de Derecho Internacional RUU Reglas y Usos Uniformes SAP Sentencia de la Audiencia Provincial STJUE Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión europea STS Sentencia del Tribunal Supremo 9 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ STSJ Sentencia del Tribunal Superior de Justicia UCES Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos Aires UE 10 Unión Europea EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL 1. Introducción Vivimos en un mundo que ha conocido recientemente el fenómeno de la globalización, que supone un intercambio transfronterizo de bienes de manera constante y en aumento, lo cual, necesita de una armonización legal de la contratación en aras de favorecer el contrato internacional; medio adecuado para la circulación de la riqueza ya que facilita y promociona el intercambio tanto de bienes como de servicios consolidándose así como el principal instrumento jurídico de circulación de valores patrimoniales y de riqueza en el ámbito internacional1. Los cambios en cuanto a la contratación internacional han sido vertiginosos y encuentran su desarrollo en la fluidez de las comunicaciones y en las aperturas transfronterizas que dan lugar a la proliferación de nuevos tipos de contratos internacionales2 y en los nuevos medios técnicos por los que se llevan a cabo, principalmente gracias a la irrupción en el siglo XXI de las nuevas tecnologías. En relación con el grado de complejidad que afrontan, los contratos internacionales regulan situaciones que se sitúan fuera del alcance de los contratos internos y por ello es frecuente encontrar en estos elementos como la cláusula de elección de ley o la cláusula de Force Majeure3. Se plantea la necesidad de armonizar legalmente este marco regulador de la contratación internacional, así como la normativa encaminada a la determinación de la ley aplicable a la misma y el alcance de la autonomía de la voluntad en las transacciones contractuales. Con la existencia de normas armonizadas que promuevan la certidumbre jurídica de la que deben gozar los operadores económicos para desarrollar sus actividades comerciales se va a favorecer, no solo la búsqueda de ventajas económicas sino también, la importancia de valores como la credibilidad en el sistema, seguridad jurídica y conocimiento de las reglas de juego establecidas que inciden directamente en 1 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., (Dirs.), Derecho Internacional Privado, vol. II, 6 ed. Granada, Comares, 2005, pp. 500 y ss. 2 GONZÁLEZ MARTÍN, N., “La Convención Interamericana sobre el Derecho aplicable a los contratos internacionales” en CALVO CARAVACA A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., (Dirs.), Estudios sobre contratación internacional, Colex, Madrid, 2006, pp. 243 y ss. 3 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., “Los contratos internacionales y el mito de la “nueva Lex Mercatoria” en CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., (Dirs.), Estudios sobre contratación internacional, Madrid, Colex, 2006, p. 55 a 80. 11 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ el desarrollo de las operaciones comerciales: inversiones, contratación internacional, mecanismos de resolución de controversias, etc.4. Los intentos de unificación internacional de Derecho han asumido distintas formas más o menos vinculantes. Tradicionalmente la unificación ha sido llevada a cabo por instrumentos como las convenciones internacionales, siendo la más famosa la Convención de Viena de compraventa internacional de mercaderías de 19805, actos legislativos supranacionales o Leyes modelo. A pesar de ello, existe un riesgo de que estos instrumentos no se apliquen con uniformidad o que bien, se apliquen tendentes a la fragmentación dando lugar al afloramiento de otras reglas en este ámbito del comercio internacional que provocan la necesidad de distinguir entre dos grandes grupos: las normas de Derecho Internacional Privado convencional e institucional y las normas de un Derecho que se ha venido denominando como “espontáneo” y que no es otro que lo que se conoce actualmente como Lex Mercatoria6, conjunto de usos y prácticas creados por los comerciantes para regular los contratos propios del comercio internacional y esto solo se puede traducir en el ejercicio de la autonomía de la voluntad de los comerciantes a la hora de regular sus relaciones en el ámbito de la contratación internacional. Pero hay que decir que este “Derecho transnacional”, creado por los profesionales del comercio internacional, no es “neutral”, pues refleja los intereses así como la voluntad de las grandes corporaciones multinacionales7 pero, a pesar de ello, es un hecho destacable que los usos y reglas que conforman lo que se ha venido conociendo como Derecho uniforme del comercio internacional tienen una gran incidencia en los contratos internacionales. A estos efectos resaltaremos la importancia que tienen los diferentes instrumentos del “soft law” –denominación que se utiliza por los privatistas para referirse al Derecho no estatal que no tiene fuerza de ley – como INCOTERMS 2010, creados por la ICC 4 SOFÍA RODRÍGUEZ, M., “El principio de autonomía de la voluntad y el Derecho Internacional Privado: asimetrías en su reconocimiento y necesidad de armonización legislativa en el Mercosur”, Revista científica UCES Vol. XV nº 1, 2011, p. 114. 5 Vid. LLAMAS POMBO, E., “La compraventa”, La Ley, Madrid, 2014. En este libro se recoge, en su capítulo V un amplio estudio sobre la compraventa internacional y la regulación material uniforme de la compraventa internacional de mercaderías recogida, principalmente, en la Convención de las Naciones Unidas sobre compraventa internacional de mercaderías hecha en Viena el 11 de abril de 1980. 6 En los apuntes de Derecho Internacional Privado, la profesora MAESTRE CASAS, P., profesora titular de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Salamanca alude a esta distinción entre bloques normativos. 7 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional Privado, Vol. II ed. 15, Comares, Granada, 2014, p. 741. 12 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL (International Chamber of Commerce) para las transacciones de la compraventa internacional de mercaderías, los principios UNIDROIT, instrumento transnacional que armoniza los principios generales utilizados en el tráfico mercantil, los Principios Europeos de los Contratos (PECL) y los nuevos principios que se están desarrollando en el seno de la Conferencia de la Haya sobre la determinación de la ley aplicable a los contratos. A la postre de los contratos internacionales, se valorarán las técnicas de resolución de conflictos en lo que a arbitraje se refiere, como la contribución del arbitraje a la autorregulación y unificación del Derecho de los contratos del comercio internacional puesto que en la práctica internacional cada vez es más frecuente que los contratantes atribuyan a órganos arbitrales la competencia para resolver los litigios derivados del contrato internacional. En este plano de la “resolución de conflictos” derivados de los contratos internacionales, la situación actual se caracteriza por la convivencia de los tribunales estatales, los colegios arbitrales y otros medios de resolución de controversias. Aunque los contratantes acudan a una cámara de arbitraje para dotar de una solución a la controversia, siempre va a quedar abierta la posibilidad de acudir a los tribunales ordinarios en caso de que resulte más eficiente. Se estima que más del 80% de los contratos internacionales cuentan con una cláusula compromisoria a favor de un arbitraje internacional de Derecho privado8. 2. La autonomía del Derecho uniforme del comercio internacional Para lograr entender el marco en el que nos situamos –la importancia de la autonomía de la voluntad en las relaciones comerciales internacionales –es preciso conocer cuál es el Derecho que rige esas relaciones comerciales de naturaleza internacional, para, una vez conocerlo y asimilarlo, poder operar a través de la autonomía de la voluntad en este marco. Con la división del mundo en Estados, cada uno con sus tribunales y sus leyes, surgen los “costes de transacción conflictuales”9, puesto que se corre un riesgo y existe un factor de peligrosidad mayor que en el intercambio interno o nacional ya que no se conoce a priori, qué Derecho nacional regirá el contrato internacional. De ahí la 8 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional Privado... op. cit., pp. 917-918. 9 ESPLUGUES MOTA, C., Compraventa internacional de mercaderías, IMPIVA, Valencia, 1993, p.23. 13 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ emergencia de la creación de zonas supranacionales sin barreras a los intercambios comerciales de Estado a Estado, como la UE, el MERCOSUR, NAFTA, etc.10, lo cual lleva a reducir estos costes. A lo largo del siglo XX se profundizó en la tarea de reunir un conjunto de normas jurídicas dispares entre sí en lo que se refería a su origen, índole y formulación, destinadas a regular el marco del comercio internacional y particularmente los aspectos jurídico-privados de las relaciones comerciales internacionales. Todas estas normas se pueden agrupar en dos bloques de naturaleza diferenciada que operan en el plano del tráfico contractual: un Derecho uniforme “legal” creado a partir de la unificación de las legislaciones nacionales y un Derecho uniforme “vivo”, un ordenamiento autónomo creado por los operadores del tráfico mercantil11. 2.1. La doctrina La codificación de este Derecho uniforme del comercio internacional –sobre todo en cuanto a normas consuetudinarias se refiere –pretende recoger por escrito las prácticas más generalizadas a nivel internacional de las operaciones y transacciones que realizan a diario los operadores económicos, con el fin de sentar las bases de este Derecho y superar la diversidad local que existe. Así, se salvará a los operadores económicos de la inseguridad jurídica que pretenden erradicar y se protegerá esa máxima que durante años ha pretendido asentarse por la doctrina; que las relaciones comerciales internacionales de carácter privado deben desenvolverse en un espacio donde la libertad contractual sea la protagonista. Siguiendo la obra de GONDRA ROMERO, para algunos autores, la clave para entender esta tendencia de libertad contractual en el ámbito privado reside en que, si las partes, conforme a las normas de Derecho internacional privado, gozan de la opción de escoger libremente la ley nacional que rija su contrato, gozarán de la misma libertad para adoptar una regulación “autonormativa” que no tenga relación alguna con el sistema jurídico nacional. Este pretendido sistema normativo “anacional” del Derecho del comercio internacional fue defendido por los trabajos de SCHMITTHOFF que, sin embargo, no contó con el apoyo de otros autores como BATTIFOL, que consideraba que, efectivamente, el Derecho uniforme exige una amplia libertad a la hora de desenvolverse en las relaciones comerciales que los operadores 10 CALVO CARAVACA, A.L., y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., “Los contratos internacionales y el mito de la “Nueva Lex Mercatoria””, en Estudios sobre contratación internacional, (Dirs.) CALVO CARAVACA A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Colex, Madrid, 2006, pp. 55 y ss. 11 GONDRA ROMERO, J.Mª., “La moderna “Lex Mercatoria” y la unificación del Derecho del comercio internacional”, RDM, 1973, p. 15. 14 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL llevan a cabo, pero que no se podía obviar que la autonomía de la voluntad no es absoluta en ningún ordenamiento nacional –por los límites que se analizarán más adelante –y por tanto, menos aún va a serlo en el plano internacional dada la pluralidad de ordenamientos jurídicos que existen con sus respectivos órdenes públicos y políticas económicas12. Esta unificación jurídica en la que se lleva trabajando desde principios del siglo XX, hace frente no solo a las dificultades propias de un proceso de uniformidad del Derecho sino también a dificultades relacionadas con las diferencias ideológicas y dificultades referentes a los niveles de desarrollo económico que se presentan en los diferentes países del mundo. 2.2. Creación del Derecho uniforme del comercio internacional Como se venía adelantando, los Estados promulgan normas de Derecho uniforme, pero eso no sería posible sin las tareas preparatorias de dos organismos de vital importancia: La Comisión de Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (UNCITRAL) creada en 1966 gracias a la resolución 2205 (XXI) de la Asamblea General13 y El Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado (UNIDROIT) creado en 1926 como órgano auxiliar de la sociedad de naciones y que tiene su sede en Roma14. La creación de estos organismos cuyos trabajos se destinan a la ardua tarea de unificación del Derecho mercantil internacional se puede considerar como una garantía de desarrollo del comercio internacional, que se asienta sobre unas bases justas y equilibradas que incluyen, no solo a los países en vías de desarrollo o ya desarrollados sino también –aunque pueda parecer utópico dada la escasa economía y factores necesarios para el desarrollo que presentan –a los países del “tercer mundo”. Me parece lógico incluirlos ya que si la máxima aspiración es conseguir implantar un Derecho uniforme del comercio internacional que tenga alcance “universal” y carácter autónomo se deberá tener en cuenta a todos los integrantes de este mundo en el que vivimos evitándose así –como ya mencionaba anteriormente –la disparidad de normas. Junto a este poder normativo del Estado, están cada vez más presentes los usos del comercio que los operadores económicos –protagonistas de hecho –de este fenómeno 12 GONDRA ROMERO, J.Mª., “La moderna “Lex Mercatoria”… loc. cit., p. 34. 13 Para más información al respecto, vid. http://www.uncitral.org/uncitral/es/about/origin.html donde se encuentra toda la información sobre el origen, composición, mandato, método de trabajo, etc. de este organismo. Disponible en idioma español. 14 Vid. en inglés o en francés, en http://www.unidroit.org/about-unidroit/overview 15 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ del comercio internacional, utilizan en sus relaciones comerciales. Se puede afirmar que crean unos hábitos, que dan lugar a conductas sociales que se han convertido en exigibles en el tráfico internacional. La vigencia de estos usos descansa fundamentalmente en la voluntad de los contratantes, bien sea ésta expresa, tácita o, incluso, presunta, sobre la base de una interpretación “objetiva” de la misma y así se establece en el art. 57 de nuestro Código de Comercio y en el art. 1287 del Código Civil15. Independientemente de la utilización de normas calificadas como “usos del comercio” que se engloban dentro de la costumbre mercantil, también se crean normas no estatales por parte de las asociaciones de mercaderes, como las creadas por la Cámara de Comercio Internacional (CCI)16 radicada en París que elabora reglas mercantiles no estatales y las convierte en cláusulas convencionales o usos y prácticas negociables, cuya fuerza radica en la libertad de pacto por las partes. La costumbre es el cauce típico de la autonomía privada normativa y lo recoge claramente el art. 6 de nuestro Código Civil así como en el art. 2 del Código de Comercio el cual, reconoce valor normativo a la costumbre “local” o a “los usos de comercio observados generalmente en cada plaza”. Esto deja entrever que los cauces que la costumbre tiene para adentrarse en un ordenamiento son estrechos, teniendo en cuenta también lo mencionado en el párrafo anterior; que existe una exigencia fundamental por parte de los Estados y es que la costumbre contra legem no encuentra lugar en el ordenamiento estatal en cuanto que debe respetar las exigencias de orden público y los principios generales que informan nuestro ordenamiento jurídico17. 2.3. Formas del Derecho uniforme del comercio internacional En la misma línea en la que venimos desglosando las diferentes fuentes de creación del Derecho uniforme del comercio internacional, es importante tener claro cuáles son las formas en las que se presenta. La clasificación más completa viene compuesta por siete bloques donde se van a enmarcar los diferentes instrumentos que componen este amplio Derecho uniforme que regula y ofrece soluciones a las controversias del comercio internacional. 15 GONDRA ROMERO, J.Mª., “La moderna Lex Mercatoria…” loc. cit., p. 33. 16 Para más información sobre su historia, http://www.iccspain.org/index.php?option=com_content&view=article&id=47&Itemid=54 http://www.iccwbo.org/about-icc/history/the-merchants-of-peace/ 17 GONDRA ROMERO, J.Mª., “La moderna “Lex Mercatoria”… loc. cit., p. 26. 16 Vid. y EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL La fuente más conocida de Derecho uniforme la encontramos en los Tratados internacionales, creación de los Estados, a los que sigue la costumbre mercantil18, fruto de los hábitos de la sociedad universal de comerciantes. Derivados de la manifestación de la voluntad individual o del consentimiento tácito de una parte contratante respecto a lo establecido por la otra, surgen los usos y prácticas negociables mercantiles. Apuntar sobre ellos que carecen de carácter general como fuente de Derecho pero han logrado una imponente y constante difusión en el mundo de la contratación mercantil y es por ello que los incluyo. Un ejemplo del hecho de que sean considerados una fuente de Derecho uniforme son los conocidos INCOTERMS, de los que hablaremos más adelante, y que son utilizados universalmente por los operadores económicos en sus transacciones comerciales. Derivadas de estos usos y prácticas negociables aparecen las recopilaciones de los mismos, como las Reglas y Usos uniformes en materia de créditos documentarios (RUU)19. Sinónimos en cuanto a la forma y la utilización respecto de los usos mercantiles, tenemos los clausulados contractuales que se incorporan al contrato gracias a la libertad de pacto de las partes (normalmente empresario y contraparte). Por último, hay dos instrumentos de gran utilidad en cuanto que la CNUDMI los califica como textos explicativos y que sirven de base para la preparación de contratos, como las guías jurídicas de la CNUDMI sobre operaciones de comercio compensatorio20 y las Leyes modelo a disposición de los Estados para que puedan crear y promulgar Leyes internas, como la Ley modelo de UNCITRAL sobre arbitraje comercial internacional21. 18 Según ILLESCAS ORTIZ, R., “El Derecho uniforme del comercio internacional y su sistemática”, RDM, 1993-I, p. 44, “las normas a las que estamos aludiendo son formalmente consideradas uso o costumbre del comercio internacional, habiendo sido generadas por la práctica reiterada de los operadores en el intercambio sectorial internacional de que se trate y, consiguientemente, al margen del poder normativo de los Estados”. 19 En la página web de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI) encontramos multitud de textos de otras organizaciones apoyados por la CNUDMI entre los que se encuentra el texto de las Reglas y Usos Uniformes relativos a los créditos documentarios (RUU 500), vid. En Texto reproducido en Informe del Secretario General A/CN.9/395 en http://daccess-ddsny.un.org/doc/UNDOC/GEN/V94/230/98/IMG/V9423098.pdf?OpenElement 20 Vid. http://www.uncitral.org/uncitral/es/uncitral_texts/sale_goods/1992Guide_countertrade.html 21 Vid. http://www.uncitral.org/uncitral/es/uncitral_texts/arbitration/1985Model_arbitration.html Estas leyes modelo son textos pre-jurídicos con plena apariencia jurídica preparados por una formulating agency y presentado a los Estados para que éstos, en el uso de su soberanía, lo utilicen para confeccionar y promulgar una ley interna mediante la tramitación del correspondiente texto jurídico nacional de acuerdo con el procedimiento interno y sin que respecto del mismo quepa aplicar el mecanismo de ratificación de los instrumentos internacionales. La trasposición de la ley modelo en ningún caso resulta obligatoria para los Estados nacionales. Vid. ILLESCAS ORTIZ, R., “El Derecho uniforme del comercio…” loc. cit., p. 77. 17 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ 2.4. Rasgos comunes definitorios de las normas que integran el Derecho uniforme del comercio internacional Los rasgos comunes que caracterizan a las normas que integran el Derecho uniforme tendente a regular los aspectos jurídico-privados del comercio internacional se resumen en tres: internacionalidad, uniformidad y contenido obligacional privado22. A.- Internacionalidad Es indiscutible que el carácter internacional está presente en este tipo de normas puesto que las mismas están destinadas, -siguiendo las pautas definitorias de la internacionalidad de operaciones del comercio internacional utilizadas en los instrumentos que integran el Derecho uniforme- a regular el contrato que se celebra entre partes que tienen sus establecimientos en Estados miembros diferentes. Esto se consagra en el art. 1 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los contratos de compraventa internacional de mercaderías hecha en Viena el 11 de abril de 1980 (CNUCCIM). De acuerdo con CAMPUZANO DÍAZ, el amplio reconocimiento de los usos y prácticas creados por los operadores del comercio es una muestra de sensibilidad hacia la realidad del comercio internacional23 ya que también están dotados del carácter de internacionalidad y, a la postre, hacen que la Convención de Viena de Compraventa Internacional de Mercaderías de 1980 gane en precisión y flexibilidad –ya que regula los aspectos de toda compraventa internacional de mercancías –y también hace que sea más valorada y aceptada por sus destinatarios. B.- Uniformidad En mi opinión, conseguir que exista un Derecho uniforme aplicable a todas las situaciones que surgen en el ámbito del comercio y la contratación internacional por parte de los Estados independientes y soberanos que conforman el mundo en el que vivimos es la máxima a la que aspiran privatistas, operadores económicos, Estados, Organismos de Derecho privado, etc. Se persigue, por tanto, establecer una regla única de validez potencialmente universal para disciplinar las conductas transfronterizas cualquiera que sea la nacionalidad de las partes obligadas, el lugar de la prestación o el lugar donde se sitúe el objeto en relación con el cual la conducta debe ser satisfecha24. 22 ILLESCAS ORTIZ, R., “El Derecho uniforme del comercio… loc. cit., pp. 39 y ss. 23 CAMPUZANO DÍAZ, L., La repercusión del Convenio de Viena de 11 de abril de 1980 en el ámbito de la compraventa internacional de mercaderías, Ed. Universidad de Sevilla, Sevilla, 1997, p. 211. 24 ILLESCAS ORTIZ, R., “El Derecho uniforme del comercio… loc. cit., p. 44. 18 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL Así las cosas, con la uniformidad se cubren las necesidades esenciales para el tráfico mercantil, en primer lugar, la seguridad jurídica en las transacciones que vayan a realizar los operadores económicos y en segundo lugar, la celeridad a la hora de solventar los posibles problemas a los que las partes de la relación jurídico-privada tuvieran que hacer frente. Un buen ejemplo de la importancia de la uniformidad en el campo del comercio internacional lo podemos contemplar en el Convenio de Bruselas de 25 de agosto de 1924 cuyo predecesor fue el texto en el que se contenían las Reglas escritas de la Conferencia de la Haya de 1921 destinadas al ámbito del transporte marítimo de mercancías en aras de suplir las exigencias de la comunidad de mercaderes marítimos que venían atisbando esta necesidad desde principios del siglo XX y, en el Convenio de las Naciones Unidas sobre Transporte Marítimo de Mercancías que se firmó en Hamburgo a fecha de 31 de marzo de 1978 y al que generalmente se conoce como las “Reglas de Hamburgo”. Entraron en vigor en 1992 y lo cierto es que, a pesar de los intentos durante todo el siglo XX de unificar el Derecho de transporte marítimo, el objetivo no se consiguió del todo, debido a la firme oposición de las grandes navieras, quedando limitadas estas Reglas a países con escasa importancia en la actividad marítima25. Ya en 2008 se publicaron las “Reglas de Rotterdam” destinadas a la regulación del contrato de transporte internacional de mercancías total o parcialmente marítimo. C.- Contenido obligacional privado Otra de las aspiraciones de los que han modelado este Derecho uniforme del comercio internacional –sus alfareros –ha sido que los Estados soberanos permitan gobernar sobre las cuestiones privadas de las relaciones de los ciudadanos de estos Estados. Por lo tanto, se consagra así como un orden jurídico-privado que se separa del Derecho público del comercio internacional, sin interferir en la soberanía económica de los Estados y que está formado por normas que disciplinan las relaciones mercantiles. 25 A propósito de la publicación del Convenio de las Naciones Unidas sobre el Contrato de Transporte Internacional de Mercancías Total o Parcialmente Marítimo hecho en Nueva York en 2008, comúnmente conocido como las “Reglas de Rotterdam”, el profesor Ricardo Sandoval López realizó un análisis sobre estas Reglas en un seminario realizado en Valparaíso, Chile el 7 de noviembre de 2008. Vid. SANDOVAL LÓPEZ, R., “Convenio de las Naciones Unidas sobre transporte internacional de mercancías total o parcialmente marítimo”, Análisis retrospectivo de los 30 años de la Ley de Navegación y de los 20 años de las Reglas de Hamburgo, Publilibro, Santiago, 2008, p. 2. También está disponible en “biblioteca y recursos para la investigación de la página de la CNUDMI: http://www.uncitral.org/pdf/english/texts/transport/rotterdam_rules/Sandoval-analysis.pdf 19 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ 2.5. Autonomía del Derecho Uniforme del Comercio Internacional Esta autonomía se caracteriza por dos rasgos visibles que cualquier espectador del plano del comercio internacional puede deducir de la actividad a la que diariamente los operadores económicos se enfrentan; por un lado, la dinámica de crear normas bajo alguna de las formas ya vistas –como por ejemplo a través de los usos internacionales del comercio –que constituyen el núcleo normativo de este ordenamiento autónomo y, por otro lado, este conjunto de reglas van a ser aplicadas, mayoritariamente y en caso de conflictos entre las partes contratantes por los tribunales arbitrales, que van a desplazar a los tribunales estatales en cuanto a la resolución de controversias en el tráfico jurídico comercial internacional. A pesar de esto, es preciso matizar que esta autonomía del Derecho uniforme va a ser admitida de modo relativo y parcial porque tanto los tribunales arbitrales que son los que, mayoritariamente, resuelven las controversias, como la comunidad de comerciantes internacional, debe tener presente la máxima de que los Estados gozan de un orden público que debe ser respetado y que, en mi opinión, es un “telón de acero” a la teoría de la autonomía del Derecho uniforme. 2.6. La Lex Mercatoria como parte del Derecho uniforme del comercio internacional El fenómeno de la Lex Mercatoria no deja indiferente a los protagonistas del comercio internacional, precisamente porque constituye el núcleo duro de la autorregulación de los contratos mercantiles internacionales. Uno de sus defensores, B. GOLDMAN, afirma que es “el Derecho específico de las relaciones comerciales internacionales” (“the law proper to international economic relations”)26. Si bien es cierto que las reglas que la componen, están contenidas en convenios internacionales, leyes estatales, prácticas arbitrales, usos jurídicos comerciales, etc., es fundamental tener en cuenta, dado que éste es el origen de la misma, que la Lex Mercatoria y los elementos que la integran han sido creados por los comerciantes para regular los contratos propios del comercio internacional y esto solo se puede traducir en ejercicio de la autonomía de la voluntad de los comerciantes a la hora de regular sus relaciones en el ámbito de la contratación internacional. La Lex Mercatoria es la que les proporciona la seguridad jurídica en las transacciones que realizan. Pero hay que decir que no es “neutral” puesto que refleja los intereses así como la voluntad de las grandes 26 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional… op. cit., p. 743. 20 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL corporaciones multinacionales dejando a un lado a empresarios y particulares27, que no son pocos, que también operan en el ámbito internacional puesto que dichas reglas podrían perjudicarles. Es por ello que está abierto en torno a este tema un gran debate entre los defensores de este “Derecho de los comerciantes” que comenzó a aflorar ya en el siglo XII y se mantuvo a lo largo de la historia hasta nuestros días, donde vuelve a tomar fuerza dada la globalización económica en la que estamos inmersos, y los que defienden que no es un verdadero Derecho y la rechazan principalmente porque no podemos considerarla como un “Derecho objetivo”28. 2.6.1. Antecedentes históricos de la nueva Lex Mercatoria Durante el Medievo, el estamento formado por la comunidad de mercaderes, la societas mercatorum creó una serie de normas tendentes a operar en el tráfico mercantil frente al Derecho feudal que se imponía a la realidad económica de la época. Los mercaderes bautizaron esta corriente de creación de normas como un Ius mercatorum, un Derecho propio del campo mercantil en el que operaban29. Esta Lex Mercatoria medieval lejos de llegar a ser un conjunto organizado de reglas, se convierte en un conjunto de normas consuetudinarias que sufren constantes cambios debido a las situaciones del comercio a las que se ven expuestas. Sin embargo, sí que se puede hablar de algunas compilaciones de las mismas. Ejemplo de ello es la compilación de usos ingleses Little Red Book de Bristol, que data de 128030. Bien es cierto que con el alzamiento de las soberanías nacionales, el Derecho mercantil internacional se convirtió en un Derecho nacional de cada Estado. Así las cosas, el Ius mercatorum se vio anquilosado y relegado a un segundo plano durante décadas, incluso siglos y se propició la creación de un Derecho internacional privado “conflictualista” que sería el encargado de seleccionar el Derecho aplicable en el caso 27 Vid. CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional Privado… en la p. 741, antes citada, donde se exponen los costes de la unificación del Derecho de la contratación internacional, especialmente aludiendo a este carácter no neutral del Derecho transnacional, tema ya desarrollado por GARCIMARTÍN ALFÉREZ, J.M., tal y como citan en el manual. 28 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional Privado…op. cit., pp. 743-748. 29 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho internacional privado… op. cit., p. 742. Los autores desarrollan los antecedentes históricos de la nueva Lex Mercatoria partiendo de la época bajo medieval donde hablan del Ius Mercatorum como un Derecho corporativo creado por comerciantes y no por el poder político legislativo, destinado a regular esas operaciones entre comerciantes. 30 MORENO, J.A., “El debate sobre el Derecho no estatal y la “Lex Mercatoria””, Revista FORSETI nº 1, 2014, p. 4. También disponible online en www.forseti.pe 21 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ de relaciones transfronterizas a través del mecanismo de la norma de conflicto, técnica de reglamentación indirecta que se erigió como el paradigma normativo del Derecho Internacional Privado gracias a la teoría de SAVIGNY que estableció que, una vez determinada la sede, la relación jurídica va a quedar localizada en un concreto ordenamiento territorial que será el que ha de regirla31. A finales del siglo XIX, el mundo de los negocios internacionales comenzó a percatarse del gran obstáculo que suponía la codificación que tiempo atrás había comenzado a fraguarse debido a la corriente soberanista de los Estados de crear su propio Derecho; el Derecho Privado era “nacional” pero los contratos cada vez eran más “internacionales”. No podemos detenernos en las doctrinas y corrientes que proliferaron a la luz de este asunto, pero sí apuntar a que tras la Segunda Guerra Mundial se comenzaron a unificar las “normas de conflicto” para que resultara más sencillo a los operadores mercantiles conocer, a priori, cuál sería la Ley estatal que regularía su contrato internacional. La creación de la UE facilitó enormemente la uniformidad del Derecho del comercio internacional y el ejemplo más relevante es el Convenio de Roma de 1980 modificado y sustituido por el Reglamento 593/2008 de 17 de junio de 2008 sobre la ley aplicable a las obligaciones contractuales (Roma I)32. En combinación con esta vía, se crearon “normas materiales uniformes” específicas para los contratos internacionales, unas por consenso entre los Estados, como la Convención de Viena de 11 de abril de 1980 sobre compraventa internacional de mercaderías y otras por parte de los comerciantes del International Trade, como los Principios UNIDROIT o los Principios de Derecho Europeo de los Contratos dos esfuerzos destinados a dotar de sistemática y plenitud33 a la nueva Lex Mercatoria, haciendo resurgir el Ius Mercatorum. 2.6.2. La doctrina Esta concepción de la Lex Mercatoria se viene desarrollando desde los años 60 en los trabajos de la célebre Escuela de Dijon la cual, considera que la societas mercatorum, se encuentra en el origen de la actividad normativa trasnacional del 31 Apuntes de DIPr de la profesora MAESTRE CASAS, P., Lección 4: Derecho aplicable y conflictos de leyes, Salamanca, 2014. 32 Disponible en: http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:L:2008:177:0006:0016:ES:PDF. 33 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho internacional privado… op. cit., p. 748. 22 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL comercio internacional y encuentra su razón de ser en el deseo de responder a las necesidades e intereses del comercio internacional. La información recogida en el artículo del profesor DE JESÚS O sobre el tema, apunta a que esta escuela fue creada y dirigida por B. GOLDMAN y desarrollada por los trabajos de PH. KAHN, PH. FOURCHARD, F. OSMAN entre otros juristas destacados34. Los trabajos de juristas anteriores –en los que no vamos a detenernos –llegaron a la escuela de GOLDMAN y se bautizó a esta corriente como nueva Lex Mercatoria. Sobre este resurgimiento de la nueva Lex Mercatoria compuesta por reglas jurídicas desarrolladas a consecuencia del tráfico internacional que pasa a adquirir un carácter global y a erigirse como un Derecho trasnacional de las relaciones económicocomerciales, FERNÁNDEZ ROZAS y DE CASTRO Y BRAVO deleitan con estudios que no dejan indiferente a la comunidad dedicada a la contratación internacional35; han sido multitud los autores que han sentado las bases de una doctrina consolidada al respecto, pero sin duda, destaca la importancia de SCHMITTHOFF, que realizó la descripción más completa sobre este fenómeno, así como su proyección histórica sentando sus bases36. Su obra se expuso por primera vez en la Universidad de Helsinki en 1957 para más tarde asignarse un puesto en el ranking de lo más asentado de la doctrina mundial. En cuanto a la terminología empleada, podemos decir que los usos que conforman la nueva Lex Mercatoria son considerados por la mayoría de la doctrina y la práctica internacionales como “trasnacionales” a la luz de que se equiparan a lo que establecen los Principios UNIDROIT que se califican como “supranacionales”. GONZALO QUIROGA señala que “anacionalidad” y “trasnacionalidad” se presentan como un intercambio del término “supranacionalidad”37. Pero no todos los autores creen conveniente esta terminología de nueva Lex Mercatoria para referirse a este Derecho que regula las relaciones comerciales internacionales. Por citar un ejemplo, ILLESCAS ORTIZ opina que la terminología 34 DE JESÚS O, A., “Contribución del árbitro a la autorregulación y unificación del Derecho de los contratos del comercio internacional”, AEDIPr, t. VIII, 2008, p. 322. 35 Vid. Sobre esto los estudios del profesor CASTRO Y BRAVO, F. DE, “El arbitraje y la nueva Lex Mercatoria”, publicado originalmente en “Anuario de Derecho Civil”, 1979, pp. 619-725. También véase FERNÁNDEZ ROZAS, J.C., Ius Mercatorum. Autorregulación y Unificación del Derecho de los Negocios Trasnacionales. Colegios Notariales de España, Madrid, 2003, pp. 28-29. 36 GONDRA ROMERO, J.Mª., “”Lex Mercatoria” y la unificación…” loc. cit., p. 16. 37 GONZALO QUIROGA, M., Orden Público y Arbitraje Internacional en el Marco de la Globalización Comercial, Dykinson, Madrid, 2003, p. 71. 23 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ adecuada no es otra que el Derecho uniforme del comercio internacional y así lo hace ver en su obra junto a PERALES VISCASILLAS38. Por último, me parece apropiado en este punto en el que he hablado de la terminología utilizada para referirse al Derecho de los comerciantes –en su mayoría se habla de él utilizando el término “Lex Mercatoria” –que este Derecho de los comerciantes, al provenir de una fuente no-estatal es tratado como un elemento de lo que se ha venido denominando en inglés “soft law” –concepto prestado del Derecho internacional público –y de cuyos instrumentos hablaré más adelante. 2.7. Dificultades de armonización del DIPr en materia de contratos y la solución alternativa que plantea la Lex Mercatoria Es importante tener en cuenta que no es oro todo lo que reluce, y que, pese a los esfuerzos por unificar un Derecho internacional privado, en el que se incluye, el Derecho del comercio internacional que nos ocupa, la legislación de DIPr de la UE está “enferma” en lo que respecta a la política legislativa debido a la ambición de la UE que impide que exista una armonización suficiente entre los Estados39, generándose nuevos problemas de aplicación, de interpretación y de nueva armonización40. Ejemplo de ello es el empecinamiento –conseguido –de suprimir el exequátur jurisdiccional para pasar a un exequátur automático recogido actualmente el Reglamento 1215/201241. Con este panorama variopinto de normas que conforman el DIPr encontramos sentencias que, lejos de sentar jurisprudencia, tienden a ser una “caja de pandora” donde los errores se suscitan desde el Fundamento de Derecho I. Ejemplo es la sentencia que dictó la Audiencia Provincial de Vizcaya42 en un litigio suscitado entre una empresa española y otra con sede en Costa Rica en el curso de una compraventa internacional de mercaderías. En esta sentencia se entraron a valorar muchos puntos fundamentales de DIPr –competencia judicial internacional y ley aplicable –pero se olvida de la aplicación 38 ILLESCAS ORTIZ, R., Y PERALES VISCASILLAS, P., Derecho mercantil internacional. El Derecho uniforme. Centro de Estudios Ramón Areces, S.A., Madrid, 2003, pp. 28 y ss. 39 En opinión de FEDERICO F. GARAU cuando habla de “una política legislativa ilógica”. Vid. GARAU SOBRINO, F.F., “¿Qué Derecho internacional privado queremos para el siglo XXI?”, Cuadernos de Derecho trasnacional, 2012, p. 151. También disponible en www.uc3m.es/cdt. 40 SÁNCHEZ LORENZO, S, “La política legislativa de la Unión Europea en materia de Derecho internacional privado: de la técnica del carro ante los bueyes a la estrategia del avestruz”, en ESPLUGES MOTA, C., Y PALAO MORENO, G., Nuevas fronteras del Derecho de la Unión Europea. Liber amocorum José Luis Iglesias Bihigues, Tirant lo Blanch, Valencia, 2012, pp. 133 y ss. 41 Disponible en http://eur-lex.europa.eu/ 42 SAP Vizcaya 11 octubre 2006 (JUR 2007/99716), Ponente: MARÍA CARMEN KELLER ECHEVARRÍA. 24 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL del Convenio de Roma así como de la aplicación –necesaria– de la Convención de Viena de 1980 sobre los contratos de compraventa internacional de mercaderías, tampoco determina la prestación característica del contrato ya que equipara la entrega del bien objeto del contrato con su pago, considera que el foro general del domicilio del demandado en territorio español solamente puede aplicarse en defecto de una sumisión expresa a tribunales españoles y, por último, opina que no es posible la “derogatio fori” de los tribunales españoles43. Me atrevería a decir que aquí es donde entra en acción el Derecho uniforme del comercio internacional que, lejos de enredar aún más el DIPr y su composición, uniforma los usos comerciales pensando en estos casos concretos, de ahí, que sea tan importante la nueva Lex Mercatoria. A pesar de esta importancia resulta especialmente trascendente que la ausencia en el contenido de la misma de disposiciones contractuales imperativas tendentes a moldear un marco jurídico de calidad para los contratos en términos de justicia, coherencia y seguridad jurídica, en comparación con el que presenta el Derecho estatal, se considera por muchos autores como su “talón de Aquiles” y se configura como uno de los principales motivos de rechazo a su aceptación como “ley” del contrato44. En contraste con la opinión de FEDERICO F. GARAU, que culpa a la UE de ser ambiciosa y de enredar y dificultar el entendimiento del DIPr, la profesora HILDA AGUILAR GRIEDER, en uno de sus artículos45 expone que detrás del Reglamento “Roma I” claramente se encuentra la voluntad de las instituciones de la UE de conciliar este texto legal, de vital importancia para el Derecho de los contratos, y esta voluntad conciliadora se encuentra plasmada tanto en textos legales de DIPr como en textos de Derecho material de las instituciones europeas para determinados sectores de la contratación. 43 ARENAS GARCÍA, R., en REDI, 2007-I, p. 310 y ss., también hace un comentario crítico de esta sentencia. 44 BOUZA VIDAL, N., “La elección conflictual de una normativa no estatal sobre contratos internacionales desde una perspectiva europea”, Obra homenaje al profesor Julio D. González Campos, Tomo II, Derecho internacional privado, Derecho constitucional y varia, Eurolex, Madrid, 2005, p. 1322. 45 AGUILAR GRIEDER, H., “Desafíos y tendencias en el actual DIPr de los contratos”, CDT, Vol. IV, nº 2, 2012, p. 26. También disponible en www.uc3m.es/cdt. 25 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ 3. Autonomía de la voluntad Era preciso conocer cuál era y es el Derecho que se aplica a las relaciones de la contratación internacional y toda su historia para conocer ahora lo que es la autonomía de la voluntad y su aplicación práctica en la contratación internacional en general y en la contratación mercantil en particular. 3.1. Autonomía de la voluntad conflictual. Art. 3.1 Reglamento 593/2008 de 17 de junio de 2008 sobre la ley aplicable a las obligaciones contractuales, “Roma I” A la hora de cerrar un contrato internacional es de vital importancia la determinación de la ley que va a regir el contrato. Esa Lex contractus va a venir determinada por un punto de conexión46 al que vamos a denominar “autonomía de la voluntad conflictual”, que es el derecho subjetivo del que disponen los contratantes para poder elegir la Ley que regula el contrato del que participan. A este efecto, el art. 3.1 RR-I (Reglamento Roma I) –que tiene por antecesor el art. 3 del Convenio de Roma de 1980 –contiene claramente que “el contrato se rige por la Ley elegida por las partes”. En el Cdo. 11 del R. Roma I se recoge el criterio de la autonomía de la voluntad como la clave fundamental del sistema de normas del R. Roma I. En la misma línea, la regulación al otro lado del atlántico en la Convención Interamericana sobre el Derecho aplicable a los contratos internacionales (CIDIP) 47 recoge en su art. 7 la misma premisa. Ambos instrumentos normativos siguen la tradición que ya la Conferencia de la Haya había iniciado en la Convención de La Haya sobre la ley aplicable a la compraventa internacional de bienes muebles de 1955 en su art. 2: “la venta se regirá por la ley interna del país designado por las partes contratantes”48. Tampoco podemos olvidar la Convención de La Haya sobre ley aplicable a los contratos de compraventa internacional de mercaderías de 198649 –España no la contempla en su ordenamiento 46 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho internacional privado… op. cit., p. 773. 47 La CIDIP-V fue aprobada el 17 de marzo de 1994 en la ciudad de México D.C.D en la que participaron un total de 19 países del continente americano. Disponible en http://www.oas.org/DIL/ESP/CIDIPV_convencioncontratosinternacionales.htm 48 Entró en vigor el 1 de octubre de 1964. España, aunque en un primer momento firmó la Convención, más tarde no ratificó ni se adhirió a la misma. Disponible en http://www.hcch.net/index_es.php?act=conventions.text&cid=31 49 Aún no está en vigor, y actualmente solo hay dos Estados contratantes del Convenio, y son, Argentina y la República de Moldova. Para más información, disponible en http://www.hcch.net/index_es.php?act=conventions.text&cid=61 26 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL jurídico – que regula en su art. 7.1, de nuevo, la misma premisa sobre la elección de ley por las partes. Para que la elección de la Lex Contractus sea válida, el R. Roma I presenta en su art. 3 una serie de requisitos que las partes contratantes deben cumplir, y que son: la claridad en la elección de la ley ya que no se permiten presunciones, la elección de una Ley estatal y que el pacto por el cual se ha elegido la Lex Contractus sea válido en lo que se refiere a capacidad, fondo y forma de dicho negocio jurídico. El contenido del art. 3.1 RR-I que recoge la facultad de elección de ley aplicable al contrato presenta diferencias en cuanto a lo que recoge el ordenamiento jurídico español en esta materia en el art. 10.5 del Código Civil español50, pues éste exige que la Lex contractus tenga alguna vinculación bien con el negocio jurídico de que se trate bien con las partes. Pese a la introducción de este art. 10.5 CC, la jurisprudencia española ya tenía suficiente base legal (incluso antes de la promulgación del Código Civil de 1889 el TS había acogido este principio) para referirse a la autonomía de la voluntad conflictual. Ejemplo de ello es la STSJ Madrid Social 13 julio 1992 referente a un contrato de mantenimiento de aviones e instalaciones norteamericanas en España, sometido por las partes al Derecho de Virginia, US51. También el art. 3.1 R. Roma I indica que “podrán designar la ley aplicable a la totalidad o solamente a una parte del contrato”, lo cual permite a las partes aplicar, en el marco de la autonomía de la voluntad, distintas Leyes estatales a distintas partes de un mismo contrato. Esto no es sinónimo de la “incorporación por referencia” en cuanto a “pactos privados” –que se verá más adelante –sino que permite, en atención a los intereses de las partes contratantes, escoger secciones de diferentes Derechos estatales que resulten adecuadas al contrato. Este fenómeno introducido por el BARÓN DE NOLDE es conocido como “dépeçage” y ya desde principios de siglo fue admitido por la jurisprudencia francesa en la famosa sentencia de la Cour de Cassation de 5 diciembre 1910 “American Trade Company” en Francia52. Parece lógico, con base en el respeto a 50 Se introduce en el Código Civil a través del Real Decreto 1836/1974, de 31 de mayo sancionándose así, con fuerza de ley el texto articulado del Título Preliminar del Código Civil (BOE núm. 163 de 9 julio 1974). 51 Vid. STSJ de 13 julio 1992 As.1992/3697 en la que se plateaba una incompetencia de jurisdicción debido a la inexistencia de relación laboral del personal americano técnico que contrataba con empresas españolas, en los acuerdos de mantenimiento de aviones e instalaciones norteamericanas en España. 52 CALVO CARAVACA. A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional privado…op. cit., p. 795. 27 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ la coherencia de las normas, que la utilización de esta técnica por las partes no puede derivar en una incoherencia de normas en el contrato puesto que de la propia letra del art. 3.1 R. Roma I se desprende que si a los contratantes se les concede una facultad de elección de la Ley aplicable al contrato es porque es esa Ley la única que puede regular “el núcleo duro” del contrato, sus elementos esenciales y éste núcleo duro no podrá regularse en base a incoherencias, sin perjuicio que el resto de aspectos puedan regularse por otra ley estatal distinta. Como veremos más adelante en los límites a la autonomía de la voluntad conflictual, el “dépeçage” no podrá ir contra las normas internacionalmente imperativas que recoge el R. Roma I en su art. 9, las “leyes policía”. 3.1.1. Desarrollo histórico y doctrina Si nos fijamos en que prácticamente la totalidad de los ordenamientos jurídicos admite el principio de autonomía privada, a la postre podemos afirman que el hecho de que se permita esta libertad de elección del Derecho aplicable en el Derecho Internacional Privado es una ampliación o prolongación de esa autonomía privada. Atendiendo al manual de CALVO CARAVACA y CARRASCOSA GONZÁLEZ, ya en la Baja Edad Media el consejero del Senado de Milán, ROCHUS COURTIUS, indicó que los contratos se rigen por la Ley del país de su conclusión porque ésa es la Ley que las partes, implícitamente, habían elegido. Posteriormente este criterio de la autonomía de la voluntad alcanzó su máxima de la mano del maestro CH. DUMOULIN en el famoso dictamen de los esposos DE GANEY en el año 1525. Este dictamen recogía que los contratos matrimoniales deben regirse por la Ley que las partes han elegido implícita o expresamente y debe presumirse que dicha Ley es la Ley del lugar del primer domicilio del marido. A lo largo del siglo XIX en Europa, la autonomía de la voluntad impregnaba el ámbito de la contratación hasta el punto de que en 1910 La Cour de Cassation francesa dictó una sentencia que asentó un principio de vital importancia; que los contratos se regían por la Ley elegida por las partes. Con el asunto American Trade Company –antes mencionado a propósito del “dépeçage” –se despejaron las posibles dudas que había en torno a este asunto y con ello, todos los países europeos aceptaron este principio de la autonomía de la voluntad como primer criterio para determinar la Lex contractus. En Francia también se asentó la llamada “teoría de la localización” introducida por H. BATTIFOL, que indicaba que los contratantes “localizaban el contrato” en uno de los países conectados con el contrato y que es la Ley de ese país la que va a regir dicho contrato. La jurisprudencia francesa tomó esta teoría como un hito 28 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL pero pronto se pudo observar que daba lugar a incongruencias en cuanto a que era impreciso afirmar que la Ley estatal permite el pacto de elección de Ley, por la simple razón de que ese pacto ya era válido con arreglo a las normas de conflicto aplicables. Con el Convenio de Roma de 1980 esta teoría quedó obsoleta y fue este Convenio el que acogió la autonomía de la voluntad como punto de conexión principal en materia de contratos tras ser ratificado por los Estados parte en él, al igual que otros convenios internacionales reguladores de la contratación internacional que también acogen este principio en materia contractual53. 3.1.1.1. Evolución legal en España Continuando con lo expuesto en el manual de CALVO CARAVACA y CARRASCOSA GONZÁLEZ, antes de la promulgación del Código Civil de 1889, el TS hizo prevalecer la Ley elegida por los contratantes y en su defecto, aplicó la Ley del lugar de celebración del contrato. El TS se valió para ello de lo recogido en las Partidas del Rey Alfonso X El Sabio (Ley 15. Tít. 14, Partida Tercera), y con la promulgación del CC de 1889 que no contenía ninguna norma de conflicto al respecto, la jurisprudencia tuvo que recurrir a la “autonomía de la voluntad conflictual”. No fue hasta 1974, con la aprobación del título preliminar del Código Civil54 que se produjo un salto tanto cuantitativo como cualitativo, ya que de las siete normas que originariamente integraban el Derecho internacional privado en España se pasó a treinta y tres normas aumentando la que ya recogía el CC en su art. 10.5. Con los cambios políticos y sociales que envolvieron España y la entrada en la UE en 1976 la acogida del Derecho Internacional Privado se hizo más grande impulsada por la adhesión a convenios internacionales que versaban sobre distintas materias de DIPr55. 3.1.2. Ventajas de la autonomía de la voluntad como criterio de conexión para determinar la lex contractus. Justificación La autonomía de la voluntad se consagra como punto de conexión principal para determinar la Lex contractus por razones que presentan ventajas que difícilmente 53 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional privado…op. cit., p. 774. 54 Vid. Decreto 1836/1974, de 31 de mayo, por el que se sanciona con fuerza de Ley el texto articulado del título preliminar del Código civil (BOE de 9 julio 1974). 55 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional Privado… op. cit., p. 751. 29 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ pueden negarse tales como la seguridad jurídica preventiva y la realización de los intereses materiales de las partes56. En cuanto a la primera ventaja innegable, se fija el Derecho aplicable al contrato de forma previa y estable. Esto conlleva, en primer lugar, a que las partes puedan adaptar sus comportamientos a la Ley que han elegido y en segundo lugar se van a evitar controversias posteriores entre las partes en torno a cuál es la Ley aplicable al contrato. A propósito de esto es interesante la lectura de la SAP Islas Baleares 15 octubre 2013 sobre un contrato de retransmisión de carreras de Fórmula 1 sujeto al Derecho inglés57. Por ello es que cuando el contrato presente una cláusula de elección de Ley aplicable al mismo, las partes no entrarán a litigar sobre cuál es esa Lex contractus. Así las cosas, se impide que el juez o el árbitro tengan que fijar la Ley del contrato puesto que esto puede crear inseguridad jurídica a las partes. Como segunda ventaja innegable, nos encontramos con que los intereses materiales de las partes se ven realizados ya que la elección de Ley les permite adecuar el contrato o someter la relación jurídica que comparten al Derecho material que mejor se adapte a sus intereses58. Las partes deben saber “lo que les conviene” referido esto no solo a los aspectos de la relación contractual material sino también a la cláusula de remisión de Derecho conflictual59. También es importante tener en cuenta que los contratantes pueden elegir como Lex contractus un Derecho neutral para ambos evitando así la imposición de la Ley estatal de uno u otro contratante al otro y fomentando la celebración del contrato internacional. De la misma manera los contratantes podrán elegir la aplicación de la Ley estatal cuyo contenido interese en mayor medida a los contratantes o la elección de la Ley de un país que disponga de normas jurídicas que sean beneficiosas para dicho contrato. A propósito de esto, sirva de ejemplo la elección del Derecho inglés60 puesto que en este ordenamiento jurídico el juez no dispone de la facultad de completar o corregir lo 56 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional privado… op. cit., p. 775. 57 AP de Islas Baleares (sección 4ª) núm. 386/2013 de 15 de octubre. AC 2013/1955, FJ 4º. 58 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional privado… op. cit., p.775. 59 LEIBLE, S., “La importancia de la autonomía conflictual para el futuro del Derecho de los contratos internacionales”, CDT, Vol III, nº 1, 2011, pp. 217- 218. 60 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho internacional privado… op. cit., p. 776. 30 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL dispuesto en las cláusulas del contrato y así las partes tienen la seguridad de que su voluntad no resulta trastocada por lo que determine el juez. A este efecto, se observa que muchos contratos de transporte marítimo se someten al Derecho inglés por estos motivos. Por último, no podemos olvidar que los contratantes sienten una preferencia por el Derecho propio y así se va a ver reflejado en sus negociaciones. 3.1.3. Críticas a la autonomía de la voluntad como criterio de conexión para determinar la lex contractus. Límites a la autonomía de la voluntad Como es propio del Derecho y sus términos, encontramos autores que han criticado este punto de conexión en aras de la elección de la Ley aplicable al contrato en base a los siguientes motivos61: a. porque la fuente de una obligación no puede encontrarse en la voluntad de los contratantes sino en la Ley, b. y porque la voluntad de las partes deroga las disposiciones imperativas de ciertas Leyes estatales, lo que no puede admitirse ya que éstas no admiten derogación por los contratantes. La influencia de las normas imperativas a la Lex Contractus elegida por las partes gracias a la autonomía de la voluntad, es un problema objetivo del Derecho del comercio internacional el cual, podría subsanarse con la armonización de ambos regímenes. Consiste pues, en encontrar ese equilibrio entre ambas normas sin privar a las partes de su libertad de elección para así, tener en cuenta tanto los intereses de las partes como los intereses del Estado en cuestión. 3.1.3.1. Límites a la autonomía de la voluntad Primer límite a la autonomía de la voluntad: las leyes de policía Bien es cierto que los contratantes no están por encima de la ley, pero es precisamente esa Ley la que les proporciona la facultad de elegir la Lex contractus. Respecto a esta cuestión del Derecho internacional privado de los contratos, la primera norma convencional que trató de ofrecer una solución general fue el art. 7.1 del Convenio de Roma de 1980 y su sucesor, el art. 9.1 del Reglamento 593/2008 sobre la ley aplicable a las obligaciones contractuales (Roma I) que recoge las llamadas “leyes de policía”, que son aquellas cuya observancia un país considera esencial para la 61 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho internacional privado… op. cit., p. 776. 31 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ salvaguardia de sus intereses públicos hasta el punto de exigir su aplicación a toda situación comprendida dentro de su ámbito de aplicación, cualquiera que sea la ley aplicable al contrato. Esta norma es la primera que consagra la posibilidad de tomar en consideración reglas imperativas de otros ordenamientos distintos del que rige la obligación62. Como precedente a esta solución que propone por primera vez un convenio multilateral, el Convenio de la Haya de 1971 sobre la ley aplicable a los accidentes de tráfico por carretera recoge en su art. 7 que “cualquiera que sea la ley aplicable, para determinar la responsabilidad se deberán tener en cuenta las normas sobre circulación y seguridad que estuvieren en vigor en el lugar y momento del accidente”. También en la doctrina europea encontramos comentarios a esta cuestión, sobre todo en lo que se refiere a los límites a la autonomía de la voluntad y el orden público puesto que no hay lugar a dudas en lo que respecta a que la libertad de las partes no puede llegar hasta impedir que al contrato se le apliquen aquellas normas que el legislador, consciente del interés público del Estado, ha dejado fuera de esa libertad que se otorga a las partes para decidir sobre la Lex contractus. En efecto, no estamos hablando de otra cosa que de la eficacia de las normas, puesto que habrá normas que serán eficaces en cuanto que las partes las hayan elegido como Derecho aplicable a su contrato y otras normas que el legislador califica de absolutamente imperativas precisamente porque van a defender y a proteger intereses del Estado. A estas normas, el Código civil francés las denominó en su momento lois de police que operan a los efectos de que allá donde estas normas resulten de aplicación no va a ser posible aplicar un Derecho extranjero pues tal aplicación iría contra el orden público63. Segundo límite a la autonomía de la voluntad: los contratos con parte débil Existen determinadas categorías conflictuales donde la autonomía de la voluntad se ve limitada tal y como ocurre en los contratos con parte débil que limitan la elección del Derecho aplicable para dar entrada a normas materiales imperativas cuyo objeto directo es la relación entre los contratantes. Aquí entraríamos a ver los artículos del Reglamento Roma I que contienen la regulación de esta tipología de contratos, tales como el art. 5.2 R. Roma I relativo al contrato de transporte de pasajeros, el art. 8.1 R. Roma I que 62 GUARDANS CAMBÓ, I., Contrato internacional y Derecho imperativo extranjero, Aranzadi, Pamplona, 1992, p. 507. 63 GUARDANS CAMBÓ, I., Contrato internacional…, op. cit., p. 525. 32 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL regula el contrato individual de trabajo, el art. 7.3 R. Roma I que regula el contrato de seguro y el art. 6.2 R. Roma I dedicado al contrato de consumo. Tercer límite a la autonomía de la voluntad: Cdo. 15 Reglamento Roma I En el caso de que todos los elementos del contrato se encuentren localizados en un único Estado, la elección por las partes de una ley distinta no impide la aplicación de las disposiciones de la ley del país donde se localicen todos los elementos del contrato que no puedan excluirse mediante acuerdo. El considerando 15 del R. Roma I justifica esta disposición para evitar el fraude a la ley con la que existen más vínculos –ya que todos los elementos del contrato radican en un único Estado –y también evitar así el fraude al Derecho comunitario. Cuarto límite a la autonomía de la voluntad: la remisión a una ley estatal La elección de Derecho aplicable al contrato debe referirse siempre, y en todo caso a un Derecho estatal. El Convenio de Roma no permite la eventual elección de un Derecho o un supuesto ordenamiento jurídico no estatal, como es el caso de la nueva Lex Mercatoria. En la misma línea, el R. Roma I no permite hablar del “contrato sin ley” pero sí contempla el alcance de las referencias a usos y prácticas del comercio internacional que las partes hayan incluido en el contrato. Así, el Cdo. 13 R. Roma I establece que esta referencia va a tener el valor de autonomía material puesto que los límites de estas reglas o usos, una vez que entran a formar parte del contrato van a estar determinados por el Derecho estatal que sea aplicable en base al R. Roma I. 3.2. Autonomía de la voluntad material: autorregulación o incorporación por referencia La autonomía de la voluntad material, consiste en la posibilidad brindada a las partes del contrato de establecer pactos o cláusulas del contrato que van a regular aspectos concretos del mismo eso sí, enmarcando esta posibilidad en los límites de un determinado ordenamiento jurídico. Es importante tener en cuenta que a veces, estas cláusulas hacen referencia a normas jurídicas pero esto no es lo mismo que elección de Ley sino que simplemente son disposiciones concretas de la Ley en cuestión que se van a “incorporar” al contrato por la voluntad de los contratantes y este fenómeno es el de la “incorporación por referencia”. La autonomía de la voluntad, según la catedrática de Derecho internacional privado, NURIA BOUZA, ha sufrido un proceso de materialización. Esta elección de ley, cumple 33 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ dos funciones esenciales recogidas en los apartados 1 y 2 del art. 3 del Reglamento Roma I: localizadora y de reglamentación, destinadas conjuntamente a dotar de seguridad y previsibilidad a los contratos internacionales y, por otro lado, a seleccionar la ley que consideren más apropiada en cada caso atendiendo a su contenido, desarrollo, neutralidad… 64. 3.2.1. Distinción fundamental entre autonomía de la voluntad conflictual y material. La “Subsequent Legislation” Se puede observar que ambas, autonomía conflictual y autonomía material, están íntimamente relacionadas ya que el Derecho nacional que va a determinar el marco de libertad de la autonomía material va a ser ese Derecho que las partes han elegido conforme a la autonomía de la voluntad contractual pero su distinción no resulta fácil pues, como veremos más adelante, depende de a cuál de las dos obedezca la declaración de extensión del Derecho uniforme en el contrato65, y en lo que respecta a la distinción entre ambas parece que está lo suficientemente aceptada. Otra cosa es la dificultad que plantea sostener la elección de una ley que no provenga del poder normativo de un Estado o varios u organizaciones internacionales a las que se reconoce competencia para legislar atendiendo a lo que recoge el Reglamento Roma I. De aquí resurge la polémica entre los subjetivistas y los objetivistas acerca de la fuerza obligatoria del contrato. Mientras que para los objetivistas todo contrato está sujeto a una ley y solo el acuerdo de voluntades que respete las disposiciones imperativas de la ley en cuestión adquiere fuerza jurídica obligatoria para las partes, para los subjetivistas la fuerza vinculante de un contrato reside únicamente en la voluntad de las partes no siendo necesaria ley estatal alguna y por tanto, esa elección carece de valor conflictual y toda referencia a la ley se va a interpretar como el deseo de los contratantes de incorporar las disposiciones de la misma al contrato a fin de que completen los aspectos no regulados y así, va a situarse la voluntad de las partes por encima y al margen de las leyes estatales66. Actualmente la cuestión no es tanto el debate entre objetivistas y subjetivistas sino el conocer cuál es el grado de reconocimiento que los Estados deberían otorgar a la 64 BOUZA VIDAL, N., “La elección conflictual de una normativa no estatal…”, loc. cit., p. 1320. 65 CASTELLANOS RUIZ, E., Autonomía de la voluntad y Derecho uniforme en la compraventa internacional, Comares, Granada, 1998, pp. 8-16. 66 BOUZA VIDAL, N., “La elección conflictual de una normativa no estatal…”, loc. cit., pp. 1317-1318. 34 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL normativa compuesta por usos, prácticas y principios del comercio internacional con el claro objetivo de mejorar la regulación de las transacciones internacionales, en resumen, se trata de indagar sobre si resultará posible avanzar en la aceptación por los Estados de la Lex Mercatoria como ley aplicable al contrato. El contenido del art. 3.1 Reglamento Roma I es claro lo cual deja la puerta entreabierta a la aplicación de los instrumentos que conforman la Lex Mercatoria acorde a un límite y es que el contrato en el que se ha efectuado dicha elección quedará sujeto a la ley estatal aplicable en defecto de elección junto con las disposiciones de la Lex Mercatoria a las que se les reconoce un valor de simple “remisión o incorporación material”67. A la hora de clasificar las cláusulas por las que está formado un contrato, es importante separar las cláusulas de Derecho aplicable –donde se consagra el principio de autonomía de la voluntad conflictual –del resto de las cláusulas del contrato y distinguirlas de las cláusulas de “incorporación por referencia” –en las que se consagra la autonomía de la voluntad material –que comprenden las referencias que las partes puedan hacer a cualquier tipo de materiales externos al contrato –ejemplo de ello es la incorporación del contenido de la nueva Lex Mercatoria – y que son cláusulas que cumplen una función integrativa del contenido del contrato ya que cubren aquello que no está previsto expresamente por las partes siempre en el marco de las disposiciones del Derecho nacional aplicable al contrato. De aquí se desprende mejor la explicación del Cdo. 13 R. Roma I –antes mencionado –“el presente Reglamento no impide a las partes incorporar por referencia a su contrato un Derecho no estatal o un convenio internacional”. Cabe preguntarse, en último lugar, qué sucedería si una vez formalizado el contrato, irrumpe en el marco legal un cambio legislativo de la Ley que las partes han elegido para dicho contrato. Este fenómeno conocido como “subsequent legislation”68 se va a abordar de la siguiente manera: si la nueva legislación, fruto de ese cambio legislativo, está vigente en el momento del litigo, va a aplicarse dicha legislación pues afecta al contrato. Por el contrario, si ese cambio legislativo afecta a las cláusulas de “incorporación por referencia”, al tratarse éstas –como se ha explicado anteriormente – 67 BOUZA VIDAL, N., “La elección conflictual de una normativa no estatal…” loc. cit., p. 1319. 68 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho Internacional privado… op. cit., p. 803. 35 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ de pactos privados materiales y no de disposiciones legales, este cambio legislativo no va a afectarlas siempre y cuando la Ley del contrato así lo permita. 3.2.2. Valor jurídico de las cláusulas que se incorporan al contrato y que conforman la autorregulación CALVO CARAVACA y CARRASCOSA GONZÁLEZ aluden a la STS de 3 de marzo de 1997 para mostrar el valor jurídico de las cláusulas de “incorporación por referencia”, que son consideradas como pactos privados de las partes en lo que respecta al contrato al que se van a someter; es decir, son “meras cláusulas materiales del contrato” según F. RIGAUX69. Por lo tanto, no van a considerarse como “Derecho objetivo” puesto que se van a aplicar al contrato y van a tener eficacia en la medida en que la ley que rija el contrato así lo permita. Esta es la línea que ha seguido el Tribunal Supremo cuando se refiere al valor de las Reglas y Usos uniformes relativos a los créditos documentarios que fueron elaborados por la ICC y que se equipara al resto de usos y prácticas comerciales que no se consideran Derecho objetivo, entre las que se encuentra la nueva Lex Mercatoria. Estas cláusulas materiales que van a configurar el contrato, pueden contener diferentes materiales normativos tales como: Disposiciones de un Convenio Internacional que no significa que sea aplicable al contrato. Algunos autores discuten su aplicación como B. BUREAU. Este tipo de cláusula se conoce como cláusula Paramount y fue objeto de discusión en el pleno del Tribunal Supremo en los años 80, de la cual resultó la STS 21 junio 1980 que enfrentó al Banco Vitalicio de España S.A. y a la sociedad anónima Naviera Ason70. Disposiciones que provienen de las condiciones generales de la contratación. Usos y prácticas comerciales típicas de la contratación internacional tales como INCOTERMS 2010. Referencias a la nueva Lex Mercatoria o a los usos del comercio internacional que, en ningún caso son referencias a reglas jurídicas, según apunta el Tribunal Supremo en varias de sus sentencias –como la anteriormente mencionada -. 69 Vid. STS 3 marzo 1997 a propósito de la mención que hacen de ella y de F. RIGAUX, CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., en Derecho internacional privado… op. cit., pp. 801802. 70 Vid. STS 21 junio 1980. En todo caso la validez de esta incorporación de normas individuales de un convenio internacional a un contrato dependerá de la Lex contractus. 36 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL Normas que pertenecen a un concreto Derecho estatal. Normas y reglas sin valor legal contenidas en la doctrina que son elaboradas por expertos privatistas en la materia como los principios UNIDROIT para los contratos comerciales internacionales. 3.2.3. Caso especial de La Convención de Viena de Compraventa Internacional de Mercaderías de 1980 Si bien es cierto que la nueva Lex Mercatoria juega un papel fundamental en cuanto a la autonomía de la voluntad material se refiere –ya que los operadores económicos que celebran contratos recurren principalmente a sus instrumentos –no es menos cierto que no solo los instrumentos que la componen pueden ser utilizados por los contratantes en su autorregulación puesto que también es posible remitirse a otros instrumentos de DIPr como la Convención de las Naciones Unidas para los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías, adoptada en Viena el 11 de abril de 1980, de la que a día de hoy son parte 65 Estados71 y de la que España forma parte tras su entrada en vigor el 1 de agosto de 199172. Es considerada como el instrumento más importante de unificación material, a lo que hay que añadir los esfuerzos y los años de trabajo por parte de UNIDROIT y UNCITRAL, comenzando los trabajos en 1930 y concluyendo en 1980 con la aprobación definitiva del texto normativo73. 3.2.3.1. Ámbitos de aplicación Esta Convención, que tiene fuerza de Ley al estar ratificada por un gran número de Estados que aplican su normativa en lo que respecta a las compraventas internacionales de mercancías entre comerciantes –y aquí es donde es preciso aclarar que su ámbito material de aplicación es considerado como un “microsistema jurídico”74 en base a lo que establece su art. 1.1, donde se establecen los contratos que regula la Convención, y 71 Consultar el estado de adhesiones y ratificaciones de diferentes instrumentos de Derecho mercantil internacional preparados por UNCITRAL en la página web www.uncitral.org. 72 BOE núm. 26 de 30 enero 1991 y BOE núm. 282 de 28 noviembre 1996. 73 CAMPUZANO DÍAZ, L., “¿Hacia un Derecho contractual europeo?”, Revista de Derecho de la Universidad de Sevilla, Universidad de Sevilla, 2002, p. 48. 74 FERRARI, F., Fuentes aplicables a la compraventa internacional de mercaderías, Bosch, Barcelona, 2009, p. 12, donde el autor explica las razones por las que considera que este microsistema jurídico de la Convención de Viena, lejos de su éxito a escala mundial no regula todos los contratos de compraventa internacional de mercaderías así como tampoco regula de modo exhaustivo todas las cuestiones que surgen respecto de los mismos. 37 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ el art. 2, donde se recogen los aspectos no reguladas por la misma –es uno de las recopilaciones más importantes del Derecho uniforme del comercio internacional. En cuanto a su ámbito de aplicación, la Convención entiende, en su art. 4 que “se considerarán compraventas los contratos de suministro de mercaderías que hayan de ser manufacturadas o producidas, al menos que la parte que las encargue asuma la obligación de proporcionar una parte sustancial de los materiales necesarios para esa manufactura o producción. La presente Convención no se aplicará a los contratos en los que la parte principal de las obligaciones de la parte que proporcione las mercaderías consista en suministrar mano de obra o prestar otros servicios”. Aquí se observa claramente ese “microsistema jurídico” al que se aludía en el párrafo anterior y a propósito de esto es importante mencionar la STJUE de 25 de febrero de 2010, Car Trim75, que versa sobre un contrato de suministro en el que la venta de mercancías se acompaña de la prestación de ciertos servicios. Aquí el TJUE entiende que la consideración del contrato en base a la tipología del art. 5.1. Reglamento 44/200176 ha de venir determinada, en primer lugar por la concreción de la obligación característica del contrato de que se trate. La Convención es Derecho dispositivo, puesto que no se impone a los contratantes contra su voluntad, de ahí que el art. 6 permita a las partes excluir su aplicación, de manera total o parcial, del contrato. Tácitamente se puede excluir del contrato o bien porque se elige como Lex Contractus la ley de un Estado no parte en la Convención, bien porque se utilicen “condiciones generales de la contratación” que resultan incompatibles con la CVIM o bien porque las partes alegan un Derecho estatal como ley aplicable al contrato y litigan conforme a tal. Este último ejemplo se resolvió en la SAP de 12 de junio de 2013 en cuanto que se discutía sobre una compraventa entre una empresa libanesa y una española77. Algunos laudos arbitrales han considerado la opción de aplicar la Convención como Lex Mercatoria por entender que resulta aplicable a los contratos internacionales en la medida en que la Convención es el reflejo de las principales reglas del contrato de compraventa, comunes a varios sistemas jurídicos, o 75 STJUE/STJCE de 25 de febrero 2010, Car Trim, As. C-381/08, apartado 24. 76 Reglamento (CE) 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil. 77 SAP Ávila núm. 88/2013 de 12 junio 2013. JUR 2013/229355. FJ 3º donde se resuelve sobre la ley aplicable al contrato mercantil. 38 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL de la costumbre internacional78. A propósito del tema, la CVIM reconoce jurídicamente dos tipos de “usos”; los usos y prácticas que las partes hayan convenido establecer en el contrato y los usos mercantiles no pactados por las partes pero sí conocidos en el tráfico internacional según lo dispuesto en el art. 9.2 CVIM. En esta línea podemos decir que esta autonomía de la voluntad material sienta sus bases en la costumbre mercantil internacional fruto de la actividad de los operadores económicos y que esto se traduce en la creación del conjunto de reglas que conforman la nueva Lex Mercatoria. La reiteración con la que los operadores económicos han venido utilizando estos usos del comercio a lo largo de la historia da fe de que son capaces de solventar los problemas que surgen en el comercio internacional. Por tanto, se han creado unos hábitos que dan lugar a pautas socialmente exigibles en relación con el tráfico internacional, calificadas como “razonables, ciertas y notorias” y que son generalmente aceptadas y exigidas socialmente79. 4. Importancia de los instrumentos de soft law y su estrecha relación con la autonomía de la voluntad de las partes 4.1. Concepto y relación de estos instrumentos con la autonomía de la voluntad de las partes Como apuntaba al inicio, la incertidumbre jurídica sobre la ley aplicable al contrato ha sido la principal nota característica del impulso de corporaciones internacionales como la CNUDMI, el Instituto UNIDROIT o la ICC hacia la creación de instrumentos o reglas uniformes que permitan a los contratantes cubrir esas lagunas de en las leyes estatales para conseguir una mayor seguridad jurídica en sus relaciones80, a la vez que surge la necesidad de unificar criterios que permitan interactuar de forma eficiente. 4.2. Tipología Según SÁNCHEZ LORENZO Y JUENGUER, la calidad jurídica de estos instrumentos viene acompañada indiscutiblemente de la especial adecuación de los mismos a las 78 Vid. El estudio de la aplicabilidad de la Convención de las Naciones Unidas sobre contratos de compraventa internacional de mercaderías como Lex Mercatoria por el profesor de la Universidad de Javeriana de Bogotá (Colombia) en OVIEDO ALBÁN, J., “Aplicabilidad de la Convención de Naciones Unidas sobre contratos de compraventa internacional de mercaderías como Lex Mercatoria” en CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., (Dirs.), Estudios sobre contratación internacional, Colex, Madrid, 2006, pp. 407-429. 79 ILLESCAS ORTIZ, R., “El Derecho uniforme del comercio internacional y su sistemática…” loc. cit., p. 58. 80 GONZÁLEZ MARTÍN, N., “La Convención Interamericana sobre el Derecho aplicable a los contratos internacionales” en Estudios sobre contratación internacional, CALVO CARAVACA A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., (Dirs.), Colex, Madrid, 2006, p. 243. 39 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ transacciones transfronterizas, lo cual, les convierte en instrumentos especialmente idoneos para regular los contratos internacionales81. 4.2.1. Principios UNIDROIT El Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado (UNIDROITInstituto de Roma) elaboró un proyecto de ley uniforme sobre materia de contratos internacionales, con el fin de evitar la aplicación de un Derecho local-extranjero por las partes en los contratos de esta índole. Así, en 1994 publicó un instrumento de carácter armonizador denominado “Los Principios de Unidroit sobre contratos comerciales internacionales”. Se trata de un instrumento transnacional que armoniza los principios generales aplicados en el tráfico mercantil con el fin de que, en caso de controversia entre las partes, éstas puedan acudir a los Principios de UNIDROIT para solventar la cuestión evitando someterse a un ordenamiento jurídico extranjero. Este instrumento fue ampliado en 2004 y se modificó en 201082. Los principios UNIDROIT constan de un Preámbulo y 119 artículos divididos en siete capítulos que regulan la formación, validez, interpretación, contenido, cumplimiento e incumplimiento. El ámbito de aplicación de los Principios UNIDROIT necesariamente, y en base a que el principio rector de los instrumentos del Soft Law es la autonomía de la voluntad material de las partes, va a ser la cláusula contractual. En base al marco en el que se sitúan, se aplicarán siempre y cuando se trate de un contrato mercantil que va a regular una relación jurídica internacional entre mínimo dos partes contratantes que mediante acuerdo así establezcan su aplicación. Son un instrumento muy útil a la hora de colmar lagunas de los Derechos nacionales y de la nueva Lex Mercatoria cuando éstos no proporcionan una solución satisfactoria y universalmente aplicable y así se expone en el preámbulo de los mismos83. 4.2.2. INCOTERMS 2010 Nacen del interés de la Cámara de Comercio Internacional de París por la unificación del lenguaje comercial en aras de garantizar la seguridad de su interpretación. Así fue como en 1936 la ICC, puso los “International Trade” a disposición de los comerciantes internacionales para el desarrollo de su actividad 81 JUENGUER, F.K. y SÁNCHEZ LORENZO, S., “Conflictualismo y Lex Mercatoria en el Derecho internacional privado”, REDI, 2000, 1, pp. 29-44. 82 Las publicaciones de los Principios UNIDROIT están disponibles en la página del Instituto UNIDROIT en inglés y en francés. Vid. www.unidroit.org. 83 GONZÁLEZ MARTÍN, N., “La convención interamericana sobre el Derecho aplicable…” loc. cit., p. 245. 40 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL comercial84. Le siguieron diferentes versiones (en 1953, 1980, 1990 y 2000) y la versión más reciente, los INCOTERMS 2010, está en vigor desde el 1 de enero de 2011. La introducción oficial de los INCOTERMS, en esencia, definía y sigue definiendo –en las consecutivas modificaciones que han sufrido –claramente su objeto: “…facilitar un conjunto de reglas internacionales de carácter facultativo que determinen la interpretación de los principales términos utilizados en los contratos de compraventa internacional”85. En cuanto a su ámbito de aplicación, los INCOTERMS se ocupan de precisar el lugar de entrega de las mercancías objeto de la compraventa. A propósito de esto es interesante leer la STJUE Electrosteel Europe SA vs. Edil Centro SpA, donde el Tribunal confirma que los INCOTERMS determinan el lugar de entrega en el contrato de compraventa internacional de mercaderías siendo aplicable para determinar la competencia judicial internacional ex art. 7.1.b) del Reglamento 1215/201286, el momento en el que se produce la transmisión de riesgos por pérdida o deterior de las mercancías vendidas, la distribución de gastos derivados de la operación de exportación-importación y la distribución de trámites aduaneros, pero no se ocupan de los aspectos jurídicos del contrato de compraventa internacional de mercaderías87. Los INCOTERMS 2010 permiten solventar dos cuestiones; el reparto de los costes de transporte y en su caso, del seguro y, el reparto de los riesgos de pérdida o daño de la mercancía objeto de la compraventa. Para ello están agrupados en cuatro categorías (E – F –C –D) que regulan los derechos y obligaciones de las partes en cada caso. Es importante que, al hacer uso de los mismos, debe hacerse con las letras que los definen en mayúsculas así como la indicación de la versión que se está utilizando, por ejemplo: “La entrega de la mercancía se realizará FOB Valencia (Incoterms 2010)”. Se pueden clasificar estas cuatro categorías en dos grandes grupos: los Incoterms multitransporte; 84 EISEMANN, F., Incoterms, Los usos de la venta comercial internacional, 2ª Ed., Banco exterior de España, Madrid, 1985, p.23. 85 http://www.iccwbo.org/products-and-services/trade-facilitation/incoterms-2010/ 86 A propósito de la sentencia, vid. CASTELLANOS RUIZ, E., “El valor jurídico de los Incoterms para precisar el juez del lugar de entrega”, CDT, Vol. IV, nº 2, 2012, pp. 93-122. También disponible en www.uc3m.es/cdt. 87 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho internacional privado… op. cit., pp. 812. 41 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ EXW, FCA, CPT, CIP, DAP, DAT y DDP y los Incoterms por vías navegables; FAS, CFR, CIF y FOB88. 4.2.2.1. Valor jurídico Existe controversia respecto a los INCOTERMS debido a que algunos autores los consideran como auténticas normas jurídicas mientras que otros opinan que son meras cláusulas materiales que, sólo en base a la autonomía de la voluntad material de las partes, pueden aplicarse al contrato89. La mayoría de los expertos en contratación internacional y la jurisprudencia opinan que se trata de meras cláusulas materiales. A propósito de esto, en la antes mencionada STJUE Electrosteel, en los fundamentos jurídicos 20-21 el Tribunal señala que los INCOTERMS constituyen “usos mercantiles internacionales” pero non self applicable surtiendo efectos jurídicos no como Lex Contractus sino como meras cláusulas del contrato con el valor de pactos materiales acordados por los contratantes90. 4.2.3. PECL-Comisión Lando Se trata de un proyecto realizado por la Comisión sobre Derecho contractual europeo, cuyo presidente es el profesor OLE LANDO y en honor a él así fue bautizada “Comisión Lando”. Su propósito fue redactar un cuerpo en el que se recogieran los principios generales del Derecho europeo de las obligaciones que habrá de regir las relaciones entre sujetos de Estados miembros de la Unión Europea91. Esta comisión armoniza las diferencias propias del sistema del Common Law y de los sistemas continentales en su texto publicado en 1995 bajo el título “The Principles of European Contract Law” (texto original en inglés). 88 Vid. “The Incoterms rules” en: facilitation/incoterms-2010/the-incoterms-rules/ http://www.iccwbo.org/products-and-services/trade- 89 CALVO CARAVACA, A.L., “El Reglamento Roma I sobre la ley aplicable a las obligaciones contractuales: Cuestiones escogidas”, CDT, vol. 1 nº2, 2009, pp. 69-72. 90 STJUE/STJCE 9 junio 2011, as C-87/10, Electrosteel SA contra Edil Centro SpA, FJ 22: “… el órgano jurisdiccional nacional debe tener en cuenta todos los términos y todas las cláusulas pertinentes de dicho contrato, incluidos, en su caso, los términos y cláusulas generalmente reconocidos y consagrados por los usos mercantiles internacionales, como los Incoterms”. 91 OLIVER, L.E., “Principios de Derecho europeo de los contratos y códigos civiles español y francés. Análisis etimológico comparado”, Revista de llengua y dret, nº 42, Escola d’Administració Pública de Catalunya, 2004, p. 91. También disponible en www.eapc.es 42 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL El art. 1 recoge el ámbito de aplicación de los principios donde se observa que serán de aplicación cuando las partes así lo hayan acordado en su contrato92. 4.2.4. Principios de la Haya sobre la elección de Derecho aplicable Recientemente, para fomentar la autonomía de la voluntad en la contratación internacional, el Consejo de Asuntos Generales de la Haya ha realizado trabajos preparatorios con el fin de elaborar un instrumento que fomentará el desarrollo de normas uniformes en materia de ley aplicable a los contratos internacionales93. El origen de estos trabajos lo encontramos en el Convenio de la Haya de 30 de junio de 2005 sobre acuerdos de elección de foro firmado por la UE el 1 de abril de 2009. Este Convenio marcó un antes y un después en los trabajos para la promoción de la autonomía de la voluntad garantizando a las partes la libertad para elegir una jurisdicción competente94 pero se olvidó de la cuestión de la elección de ley aplicable a los contratos internacionales por lo que nació el proyecto de los Principios de la Haya sobre la elección de ley aplicable en materia de contratos internacionales95. Este proyecto recoge en su articulado el ámbito de aplicación de los principios, teniendo como bandera a la autonomía de la voluntad de las partes, a la que limitan con las excepciones propias que hemos venido viendo hasta ahora; art. 11: leyes de policía y orden público. La libertad de elección, como objetivo principal de estos principios, se recoge en su art. 2. A día de hoy, sigue siendo un proyecto ya que continúan los trabajos preparatorios siendo el último, la revisión realizada de los mismos en junio de 2014. 5. Contribución del árbitro a la autorregulación y unificación del Derecho de los contratos del comercio internacional 5.1. Importancia del arbitraje en cuanto al fomento de la autonomía de la voluntad de las partes A lo largo de la exposición se ha hablado de la Societas Mercatorum y se ha delimitado su ámbito de normas de regulación, para finalmente hablar del órgano 92 Traducción del texto de los artículos publicados en “Principles of European Contract Law”, Kluwer Law International, Eds., LANDO, BEALE, La Haya, 2000, pp. 1-93. Disponible en http://campus.usal.es/~derinfo/Material/LegOblContr/PECL%20I+II.pdf 93 Vid. En la página de la Conferencia de la Haya se pueden ver los trabajos preparatorios de la Comisión en las diferentes materias, y en materia de contratos recoge todos los trabajos preparatorios, reuniones, etc. sobre este asunto. 94 Vid. http://www.hcch.net/index_es.php?act=conventions.text&cid=98 95 Vid. http://www.hcch.net/upload/wop/contracts2012principles_s.pdf 43 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ jurisdiccional que va a regir sus relaciones; el árbitro, siempre y cuando así lo pacten las partes en el contrato. El profesor ALFREDO DE JESÚS, considera que la idea de la Lex Mercatoria es en sí misma una idea de autorregulación y bajo esta premisa, la contribución del árbitro en la autorregulación del Derecho de los contratos debe ser entendida en la medida en que es considerado como el juez natural de la Lex Mercatoria96. De esta idea se desprende que el árbitro del comercio internacional, a diferencia del juez estatal, no tiene un foro por el que conocer del asunto sino que su poder proviene de la voluntad de las partes y no del Estado. Por ello, se considera que es un órgano interior del contrato –y no exterior como los órganos jurisdiccionales –que va a tener en cuenta lo establecido por la voluntad de las partes y las limitaciones imperativas que se establecen. Es importante apuntar que un dato revelador de la autonomía del Derecho uniforme del comercio internacional se encuentra precisamente en la creación de tribunales arbitrales que resuelven los litigios derivados de los contratos internacionales y que, cada vez con mayor fuerza irrumpen en el panorama del arreglo de controversias, relegando a un segundo plano a los tribunales ordinarios, siendo cada vez más frecuente la reconocida libertad de someter un contrato a las reglas autónomas del comercio internacional, que se manifiesta en la creciente invocación ante los árbitros de la Lex Mercatoria, especialmente de los anteriormente comentados Principios UNIDROIT97. No se puede olvidar que estos laudos arbitrales van a verse sometidos a reconocimiento estatal y limitados por el orden público de los Estados, por lo que el árbitro deberá tener presentes las limitaciones imperativas de la comunidad internacional98. Todos los instrumentos normativos de arbitraje de la comunidad internacional –que veremos a continuación –obligan a que las partes de un contrato, si quieren someter la controversia a tribunales arbitrales, deben hacerlo constar en el contrato a través de la cláusula compromisoria o “cláusula de compromiso”99. Por ejemplo, el Texto del Reglamento de Arbitraje de la CNUDMI recoge un “modelo de cláusula compromisoria” y lo expresa así “todo litigio, controversia o reclamación resultante de este contrato, su incumplimiento, resolución o nulidad, se resolverán mediante arbitraje 96 DE JESÚS O, A., “Contribución del árbitro a la autorregulación…” loc. cit., p. 323. 97 BOUZA VIDAL, N., “La elección conflictual de una normativa no estatal…” loc. cit., pp. 1320-1321. 98 ILLESCAS ORTIZ, R., “El Derecho uniforme…” loc. cit., p. 86. 99 CASTRO Y BRAVO, F. DE, “El arbitraje…” loc. cit., p. 645. 44 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL de conformidad al Reglamento de Arbitraje de la CNUDMI, tal como se encuentra en vigor”100. Es importante tener en cuenta lo que la Exposición de Motivos, apartado VII, de la Ley de Arbitraje (Ley 60/2003, de 23 de diciembre) establece y es que “5º) La Ley no sujeta a los árbitros a un sistema de reglas de conflicto”. De aquí se desprende que para determinar la norma aplicable al fondo de la controversia, el árbitro acudirá a las soluciones que ofrece la Ley en el art. 34 “…cuando el arbitraje sea internacional, los árbitros decidirán la controversia de conformidad con las normas jurídicas elegidas por las partes… y en caso de no haber una elección de Ley, los árbitros aplicarán las que estimen apropiadas; 3. En todo caso, los árbitros decidirán con arreglo a las estipulaciones del contrato y tendrán en cuenta los usos aplicables”101. A propósito del desarrollo que hemos venido haciendo del fenómeno de la Lex Mercatoria y de acuerdo a lo establecido en la Ley de Arbitraje, si se planteara el caso de que las partes hubieran elegido la Convención de Viena de compraventa internacional de mercancías en la medida en que hayan elegido la Ley de un Estado parte de la misma, sin excluirla de forma expresa, o bien porque no han indicado su aplicación, en este último caso el árbitro se encontrará con un amplio margen de decisión respecto de la aplicación o no de la Convención y lo hará a título de “norma apropiada”. SÁNCHEZ LORENZO hace una distinción bastante acertada sobre el ámbito de decidir sobre una norma a título de “apropiada” o a título de Lex Mercatoria para el caso concreto, ya que él no considera que haya equivalencia, y lo explica así “la invocación de la Lex Mercatoria puede confundirse, en primer término, con una referencia a cuerpos normativos no estatales, quedando subsumida en esta opción. Este sería el caso de la aplicación del Convenio de Viena de 1980 sobre compraventa internacional de mercancías en un supuesto ajeno a su ámbito de aplicación, o de los 100 Vid. El art. 1 del Reglamento de Arbitraje de la CNUDMI http://www.uncitral.org/pdf/spanish/texts/arbitration/arb-rules-revised/arb-rules-revised-s.pdf en 101 En la Exposición de Motivos de la Ley de Arbitraje, apartado VII, hay una aclaración acerca de la preferencia a la expresión “normas jurídicas aplicables” a la de “Derecho aplicable”, ya que la última expresión da la impresión de que engloba la exigencia de remisión a un ordenamiento jurídico concreto cuando la práctica demuestra que en algunos casos lo que ha de aplicarse son normas de varios ordenamientos o reglas comunes del comercio internacional”. 45 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ propios Principios UNIDROIT puesto que la identidad entre estos cuerpos normativos y la Lex Mercatoria no siempre está justificada”102. En los contratos internacionales las partes se muestran reacias a que un tribunal estatal resuelva su controversia, sobre todo si se trata del tribunal del Estado de la contraparte. Por ello es que, al no existir un tribunal internacional que regule estas controversias, el arbitraje se presenta como una opción que le brinda confianza, previsibilidad, celeridad, neutralidad…constituyendo un mecanismo alternativo a las jurisdicciones estatales erigiéndose en la esfera internacional como el método de solución de controversias por excelencia y esto se debe a que ha logrado desarrollar una personalidad adaptada a los negocios internacionales103. 5.2. Reglas que aplican los árbitros al contrato internacional104 El árbitro resolverá, bien por un arbitraje de equidad en el cual decidirá con arreglo a su saber y entender; ex aequo et bono si las partes así lo han pactado en la cláusula compromisoria sin que pueda fundar su decisión en normas jurídicas105 o bien resolver en base al Derecho regulado, es decir, por el Convenio de Ginebra de 21 de abril de 1961 o por la Ley arbitral estatal, que en el caso de España es la Ley 60/2003 de Arbitraje. En la Exposición de Motivos del Convenio de Ginebra de 21 de abril de 1961, la Comisión Económica Europea de las Naciones Unidas muestra su deseo “de contribuir a la expansión del comercio europeo y evitar, las dificultades que entorpezcan la organización y el funcionamiento del arbitraje internacional” y, en vista a la aprobación del Convenio de Nueva York sobre reconocimiento y ejecución de 102 Cf. SÁNCHEZ LORENZO, S., “Derecho aplicable al fondo de la controversia en el arbitraje comercial internacional”, REDI, vol. LXI, 2009, p. 60. 103 FELDSTEIN DE CÁRDENAS, S.L., “Arbitraje e inversiones extranjeras: una mirada desde el Derecho internacional privado argentino”, en CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., (Dirs.), Estudios sobre contratación internacional, Colex, Madrid, 2006, p. 224. 104 Estas reglas van a ser aplicadas por los diferentes tribunales y órganos arbitrales que conforman el panorama del arbitraje internacional en materia de contratación, destacando entre los más importantes la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, creada en 1923 con sede en París, la Asociación Americana de Arbitraje, con sede en Nueva York, la Corte de Arbitraje de Londres fundada en 1892, la Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial que resuelve arbitraje entre España, los países latinoamericanos y Estados Unidos, y la Corte Española de Arbitraje creada en 1982 a raíz del servicio de arbitraje comercial internacional realizado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España con sede en Madrid. Más información al respecto de cada una de estas cámaras en CABELLO GONZÁLEZ, J.M., La contratación internacional, ESIC Editorial, Madrid, 2000, pp. 123-125. 105 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho internacional privado…op. cit., p. 918. 46 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL sentencias arbitrales extranjeras en 1958, se procede a elaborar un cuerpo normativo de arbitraje a nivel internacional. Comenzó a aplicarse en España el 4 de octubre de 1975, tras su publicación en el BOE. El art. VII.1 del Convenio establece cuál será la Ley que rige el contrato pero dicho artículo da lugar a controversia ya que, a la hora de decidir sobre la controversia, no especifica si el árbitro puede fallar según las reglas materiales ajenas a las leyes estatales, es decir, las reglas de la Lex Mercatoria y los instrumentos del soft law antes comentados. Se han mantenido dos posiciones, y la mayoría de la doctrina opina que sí es posible puesto que los árbitros van a aplicar la ley que se indique en el contrato sin olvidar que las reglas de la Lex Mercatoria van a ser, en ocasiones insuficientes y pueden adolecer de lagunas y es por ello que en ese caso, los árbitros acudirán a una Ley estatal mediante la aplicación de una norma de conflicto para aplicarla a la controversia En conjunto con esto, los árbitros también tendrán presentes las normas internacionalmente imperativas que afectan a los contratos. Para el caso de que no haya una elección de Ley, los árbitros deberán determinarla de conformidad con la norma de conflicto dándose a menudo la técnica del false conflict, es decir, que los árbitros examinan las leyes estatales que están en relación con el caso y aplican o bien ambas leyes o bien establecen una solución sin indicar cuál es la aplicada106. En lo que respecta a Derecho español, la Ley 60/2003de arbitraje española en su art. 1 establece el ámbito de aplicación de la misma a arbitrajes que se susciten dentro del territorio español, ya sea de carácter nacional o internacional107. Esta Ley tendrá carácter residual en el caso de que no pueda aplicarse el Convenio Europeo sobre arbitraje comercial internacional y así lo recoge en su art. 34.2. En cuanto a los puntos de conexión sobre la ley que se va a aplicar contempla, la autonomía de la voluntad y permite la aplicación de la Lex Mercatoria, según se desprende de la exposición de motivos de la Ley, en concreto el apartado número VII y la ley aplicable en defecto de elección, y aquí la Ley de arbitraje española considera que los árbitros aplicarán las normas jurídicas que estimen oportunas y esto va enlazado con la facultad de los árbitros de crear las normas de conflicto en estos casos. Considerar importante por ello, la peculiar norma de conflicto del art. 34 LA ya que indica que los árbitros “aplicarán 106 CALVO CARAVACA, A.L. y CARRASCOSA GONZÁLEZ, J., Derecho internacional privado… op. cit., p. 919. 107 Vid. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2003-23646 47 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ las pertinentes normas” jurídicas y no necesariamente una Ley estatal o un “Derecho aplicable””. Finalizando, para el reconocimiento y ejecución de los laudos arbitrales dictados por los tribunales de arbitraje, España se adhirió al Convenio de las Naciones Unidas celebrado en Nueva York en 1958 sobre el reconocimiento y la ejecución de sentencias arbitrales extranjeras el 12 de mayo de 1977108 por lo que está sujeta a un marco normativo en cuanto al reconocimiento y ejecución de las sentencias dictadas por los tribunales arbitrales. Ejemplo de ello es la STSJ del País Vasco de 19 abril 2012109. 108 Vid. Situación actual del Convenio de Nueva York sobre reconocimiento y ejecución de las sentencias arbitrales extranjeras en la página web de las Naciones Unidas; http://www.uncitral.org/uncitral/es/uncitral_texts/arbitration/NYConvention_status.html. 109 STISJ del País Vasco de 19 de abril de 2012. En esta sentencia se otorgó exequátur al laudo dictado en un arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) de 6 de julio de 2010, por el cual se condenó a una empresa de telefonía con sede en España a indemnizar a varias sociedades francesas. Una de las partes se opuso al exequátur alegando en sus fundamentos que se transgredían una serie de artículos de la CNY pero sin embargo, el tribunal consideró que no podía denegarse el exequátur. Vid. Case Law 1416 CLOUT. Disponible en http://www.uncitral.org/clout/clout/data/esp/clout_case_1416_leg-3086.html. También se encuentra en la página de la UNCITRAL un resumen elaborado por P. PERALES VISCASILLAS, corresponsal nacional en la asamblea general de las Naciones Unidas sobre la mencionada sentencia y otras. http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/V14/069/87/PDF/V1406987.pdf?OpenElement. 48 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL 6. Conclusiones A lo largo de la exposición hemos podido observar que el Derecho uniforme del comercio internacional ha alcanzado unos importantes niveles de autonomía, consecuencia del desenvolvimiento de sus órganos en las cuestiones relativas a la contratación internacional como respecto del afloramiento de nuevos instrumentos normativos que han conseguido, en un corto período de tiempo, alcanzar un reconocimiento por parte de los sujetos protagonistas del tráfico comercial, plasmados en la utilización de los mismos en las controversias derivadas del tráfico y, por último, debido al resurgimiento de un fenómeno que, desde la Edad Media, ha estado presente en las relaciones entre los mercaderes del mundo cual es la Lex Mercatoria. Es interesante comprobar que, a pesar de las críticas que pueda merecer tal fenómeno respecto de su naturaleza jurídica, la Lex Mercatoria conoce mejor que los ordenamientos jurídicos las necesidades que se deben superar en este ámbito de la contratación internacional, precisamente porque ella misma es fruto de la voluntad de los que operan a diario en este marco de actividad del comercio internacional; y qué mejor que los protagonistas para decidir acerca de qué es lo que necesitan. Lo cierto es que esta teoría tiene unos límites que no se pueden obviar, ya que los ordenamientos estatales tienen plena potestad a la hora de decidir sobre cuáles son las necesidades que afectan a su territorio y esto entra en conflicto con esa extensión de la libertad que los operadores del comercio internacional poseen en cuanto a la actividad que desarrollan en el territorio de los diferentes Estados. La coordinación es un proceso de vital importancia en este aspecto puesto que las libertades vienen delimitadas por lo establecido en las leyes, elaboradas en un marco legal de seguridad, libertad y justicia y es importante hacer balance entre la libertad de elección de las partes contratantes y los límites que el Estado impone a dicha libertad en aras de favorecer esa ayuda mutua entre las diferentes estructuras normativas que regulan la contratación internacional. Íntimamente relacionadas, la autonomía del Derecho uniforme del comercio internacional y la autonomía de la voluntad de los contratantes, caminan de la mano; y fruto de ese caminar nos encontramos que en pleno siglo XXI, el siglo de las nuevas tecnologías intensamente presentes en el marco de la contratación internacional, los Organismos internacionales del comercio han aunado fuerzas para brindar soluciones 49 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ que permitan a las partes solventar las controversias derivadas de su actividad dentro de un marco jurídico coordinado con las leyes estatales, tratados y convenios internacionales, planteando así la resolución de conflictos a través de cámaras arbitrales, con la utilización de un amplio abanico de instrumentos entre los que se encuentra la Lex Mercatoria. Se trata de un trabajo, en mi opinión, fructífero, ya que se ha conseguido prácticamente el pleno reconocimiento de estos instrumentos no estatales como los INCOTERMS o los principios UNIDROIT, que son el molde de la seguridad jurídica en la contratación, instrumentos creados por organismos especializados en la materia que, ayudados por las leyes estatales permiten completar ese puzzle de normas consiguiendo el marco legal óptimo para desarrollar las actividades comerciales internacionales y hacer frente, y creo que esto es lo fundamental de todo el desarrollo, a la infinidad de casos que pueden presentarse puesto que hasta el momento, de todas las normas jurídicas a disposición de la comunidad internacional, la única que por el momento, a mi juicio, es la más completa, es la Convención de Viena de compraventa internacional de mercaderías de 1980 y aun así, ni ella es capaz de hacer frente a la infinidad de casos que se puedan presentar y por ello es fundamental la utilización de estos instrumentos por las partes en el ejercicio de la autonomía de la voluntad para que, aplicados por los tribunales arbitrales –a los que las partes se someten también haciendo uso de su autonomía de la voluntad –se encuentre una solución que las propias partes han aceptado previamente. Por último, y para finalizar, dos son, en mi opinión, los objetivos claros que se persiguen con esta oferta de soluciones en forma de instrumentos que, ya desde los inicios del comercio, han sido utilizados por los comerciantes y que los Organismos internacionales –como la CNUDMI o la ICC –han rescatado y mejorado para adaptarlos a las necesidades de cada tiempo; en primer lugar, brindar a los contratantes un marco de seguridad en el tráfico comercial de la que adolecían las leyes estatales, seguridad que han conseguido con creces en conjunto con la autonomía de la voluntad de la que gozan los contratantes y, en segundo lugar, han alcanzado el objetivo de crear un marco de Derecho uniforme del comercio internacional –trabajando por supuesto en lo relativo a la uniformidad de este marco para que acapare al mayor número de países posible, atendiendo a las necesidad de los países menos desarrollados –a plena disposición de los protagonistas del comercio internacional. Ambos objetivos, están interrelacionados, no se puede concebir la seguridad en el comercio sin que previamente se haya establecido 50 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL un marco del Derecho propio a las circunstancias y creo que tanto los Estados, como la UE, así como los diferentes organismos internacionales en conjunto están consiguiendo adecuar estos objetivos a las necesidades actuales sin olvidar, claro está, que siempre hay trabajo por hacer debido al dinamismo de las leyes y normas y al desenvolvimiento de las operaciones comerciales. 51 JULIA VALCÁRCEL LÓPEZ 52 EL PAPEL DE LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN MERCANTIL INTERNACIONAL Bibliografía AGUILAR GRIEDER, H., “Desafíos y tendencias en el actual DIPr de los contratos”, CDT, Vol. IV, nº 2, 2012. BOUZA VIDAL, N., “La elección conflictual de una normativa no estatal sobre contratos internacionales desde una perspectiva europea”, Obra Homenaje al profesor Julio D. 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