SEA 23 12/4/07 13:37 Página 1 EL FONDO DE RAYOS X h t t p ://SEA.AM.UB.ES El Fondo de rayos X fue la primera radiación cósmica de fondo descubierta (en 1962) y todavía hoy se están desentrañando sus significados y sus implicaciones. Muchos de los espectaculares avances de la Astronomía en el último siglo han venido de la mano de la apertura de nuevas bandas en el espectro a los curiosos ojos de los astrónomos. Una de tales bandas son los rayos X: un cuanto de radiación (o fotón) de rayos X de los que se utilizan en las radiografías es mil veces más energético que un fotón óptico, y por tanto son muy penetrantes (por eso se utilizan en medicina). Observar en la longitud de onda de los rayos X nos permite ver las regiones más escondidas del Universo, y las más violentas y calientes, donde los campos gravitatorios y magnéticos son más intensos. La variedad de fuentes en el cielo de rayos X. Afortunadamente para la vida en la Tierra, la atmósfera absorbe práctica- Imagen cortesía de Xavier Barcons, Instituto de Física de Cantabria, España, SSC, AXIS y ESA. mente todos los rayos X cósmicos antes de que alcancen la superficie. Hasta la Era Espacial, que permitió llevar instrumentos más allá de la atmósfera terrestre, no fue posible el desarrollo de la Astronomía de rayos X. Y fue precisamente en la primera observación de una fuente cósmica de rayos X fuera del Sistema Solar (Escorpión X-1) en 1962 donde se descubrió una radiación brillante y difusa proveniente de todo el cielo: el Fondo de Rayos X. Con cada sucesiva generación de instrumentos de rayos X, que han permitido tomar imágenes más precisas, se han detectado fuentes cada vez más débiles, hasta que se ha conseguido descomponer la mayor parte de este fondo “difuso” en la emisión superpuesta de muchas fuentes individuales (hasta dos mil en un área equivalente a la de la Luna llena). La mayor parte de estas fuentes son Núcleos Galácticos Activos, donde agujeros negros con masas equivalentes a millones de veces la masa del Sol crecen, engullendo masas similares a la del Sol cada año. Este material se calienta al caer, y emite ingentes cantidades de radiación antes de desaparecer en el agujero negro, con una eficiencia en la conversión de materia en energía hasta 30 veces superior a la del reactor de fusión que convierte hidrógeno en helio en el núcleo del Sol. En la última década se ha descubierto que la mayor parte de las galaxias poseen uno de estos “monstruos” en su centro (aunque en la mayoría, como en el caso de la Vía Láctea, no brille por falta de “alimento”), y que la masa de los mismos es tanto mayor cuanto mayor es la galaxia. Por tanto, es muy probable que la formación y crecimiento de estos súper agujeros negros sea consustancial a la formación de las galaxias. Así, el Fondo de rayos X sería un eco fósil del nacimiento de las galaxias, mucho más violento de lo que sus majestuosas imágenes permiten suponer en el óptico. Los secretos de cuándo y con qué rapidez se formaron las galaxias podrían desvelarse en parte estudiando esta radiación misteriosa de los albores del tiempo, descubierta hace 45 años, y que aún sigue deparando sorpresas. Francisco J. CARRERA TROYANO Universidad de Cantabria Espacio coordinado por la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ASTRONOMÍA HTTP://SEA.AM.UB.ES