REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2011; VOL 6 (3): 223-226 Rol de matronas y enfermeras en la gestión del riesgo médico legal Dr. Jorge Varas Cortés INTRODUCCIÓN Es necesario valorar el rol fundamental que compete a matronas(es) y enfermeras(os) en el sistema de salud, siendo un componente vital en todo programa tendiente a mejorar la seguridad de los pacientes y a disminuir la posibilidad de demandas por malpraxis. Por su cercanía con los pacientes son quienes están en mejores condiciones para identificar disconformidad, exposiciones a riesgo aumentadas y para identificar tempranamente eventos adversos. Ante cualquiera de las situaciones señaladas, matronas y enfermeras deben informar de la situación al resto del equipo (supervisora, médico jefe) para determinar el mejor curso de acción. Se presentan las principales situaciones a las que se enfrentan y se sugieren las principales herramientas con que cuentan para minimizar los riesgos inherentes a su quehacer profesional. RELACIÓN CON EL PACIENTE Y SU FAMILIA La principal herramienta con que cuentan los profesionales de la salud para evitar juicios por malpraxis, es una adecuada comunicación con los pacientes y sus familiares. La experiencia ha demostrado que en toda demanda subyace un conflicto en la misma. El papel que desempeñan matronas y enfermeras, en la prevención de acciones por responsabilidad profesional, es de suma importancia. Son quienes pasan la mayor cantidad de tiempo con el paciente y su familia y son las primeras en reconocer el enojo o la disconformidad de los mismos, ante distintos aspectos de su atención. De acuerdo a cómo manejen estas situaciones, dependerá muchas veces que se inicien o no reclamaciones contra ellas mismas, los médicos y la institución donde trabajan. Por su cercanía con los pacientes, son también quienes están en mejores condiciones para identificar exposiciones a riesgo, como por ejemplo riesgo de caídas, y para identificar tempranamente eventos adversos. Ante cualquiera de las situaciones señaladas, disconformidad, exposiciones a riesgo aumentadas o eventos adversos, matronas y enfermeras deben informar de la situación al resto del equipo (supervisora, médico a cargo) para determinar el mejor curso de acción. Matronas y enfermeras deben también ser prudentes en sus comentarios. Muchas demandas son desencadenadas por dichos desafortunados, referidos al accionar de otros miembros del equipo. Pueden conocer en ocasiones, procedimientos mal realizados por otros profesionales de la salud y no corresponde hacerlos del conocimiento de terceros. En todo caso, lo que debe hacer es comunicarlos a su jefe de inmediato, de manera verbal y escrita, de acuerdo a protocolo establecido. El personal de enfermería también delega órdenes en el técnico paramédico, lo que le hace asumir la obligación de supervisión con responsabilidad solidaria por los errores cometidos por el auxiliar. RELACIÓN CON LOS MÉDICOS La colaboración entre médicos, matronas y enfermeras es fundamental en el programa de seguridad del paciente y de manejo de riesgo médico legal. La capacidad de estos profesionales para trabajar juntos como un solo equipo, es esencial para mejorar 223 Disponible en www.revistaobgin.cl REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2011; VOL 6 (1): 223-226 la evolución de los pacientes, reducir las exposiciones a riesgos y lograr una óptima atención. Cuando existen tensiones en esta relación, el medio se vuelve inseguro y el paciente queda expuesto a errores. ¿Qué debe hacerse entonces, para mitigar los riesgos provenientes de la mala comunicación? ¿Cómo crear un ambiente que estimule la colaboración y disminuya la tensión, la falta de confianza o incluso la falta de respeto? Si bien no hay una fórmula ideal, hay una serie de estrategias que pueden darse. Esto comienza en los líderes de la organización. La dirección del establecimiento, y jefes de servicios clínicos, tienen que buscar la manera que médicos, matronas y/o enfermeras que trabajan en la atención del paciente se puedan comunicar, porque cualquier falta en el proceso de comunicación afecta la seguridad de sus pacientes. Las acciones e interacciones entre el personal deben ser cuidadosamente evaluadas. IMPORTANCIA MÉDICO LEGAL DE REGISTROS DE ENFERMERÍA-MATRONERÍA Los registros de enfermería y matronería son parte fundamental de la historia clínica de los pacientes. Muchos casos médico-legales son resueltos basándose en lo que escribió una matrona o una enfermera. Los querellantes suelen buscar allí inconsistencias y discrepancias con lo escrito por los médicos en sus evoluciones e indicaciones médicas, siendo muchas veces notoria la diferencia entre lo escrito por distintos integrantes de un mismo equipo de salud. También se suele buscar en estos registros, la falta de respuesta ante un signo anormal, la falta de realización de una medicación o procedimiento indicado y la discontinuidad en la atención. En un juicio sólo servirá lo que se puede probar, y los registros incompletos exponen a enfermeras y matronas a ser víctimas del antiguo aforismo médico legal: “Lo que no está escrito no fue hecho”. En general, los cuidados se registran de manera incompleta o no se registran. Algunos errores que deben evitarse son: • Falta de registro de antecedentes médicos relevantes El equipo de salud debe conocer esta información, la que debe presentarse en forma destacada en los registros. • Falta de registro de las acciones de enfermería y matronería Registrar precozmente todo lo que se hizo por el paciente. Documentar todo lo que se observó y lo que se hizo como resultado de dicha observación. El no hacerlo, tendrá un impacto en el siguiente turno. Las matronas o enfermeras que toman al paciente no sabrán si la misma observación es nueva o bien si hubo cambios, ya que previamente no se había documentado nada. El tiempo también es importante. Si se espera demasiado para registrar los cuidados y acciones, puede olvidar información importante o, peor aún, registrar datos que no son correctos. • Falta de registro de la administración de una medicación Registrar cada medicación que administra incluyendo la dosis, la vía y la hora. Si una medicación es discontinuada por cualquier razón, se debe documentar este hecho rápidamente. No hacerlo, puede resultar en serias complicaciones para el paciente. Los denominados “cinco correctos” para la administración de medicamentos, le permiten al personal que va a administrar una medicación, seguir algunas precauciones estándar, para evitar o minimizar al máximo la posibilidad de un error. Al utilizarlos, se asegura de cumplir algunas pautas para la administración que ya están preestablecidas y que la guían para un mejor proceder. Ellos son: 1. Paciente correcto. 2. Hora correcta. 3. Medicamento correcto. 4. Dosis correcta. 5. Vía de administración correcta. • Falta de registro de reacciones a medicamentos o de cambios en la condición del paciente El registro de la administración aislada de un medicamento, puede no bastar ante una complicación. Enfermeras y matronas deben reconocer una reacción adversa o un empeoramiento en la condición del paciente e intervenir antes de que el mismo sufra un daño mayor. • Trascripción incorrecta de órdenes y falta de cuestionamiento de indicaciones incorrectas Enfermeras y matronas deben estar lo suficientemente familiarizadas con las medicaciones, procedimientos y actividades habituales en su servicio, como para saber cuándo una indicación es incorrecta. 224 Disponible en www.revistaobgin.cl ROL Si no está segura, debe preguntar. Cuestionar una indicación es mejor que cometer un error que podría afectar la salud del paciente. • Documentación en la historia clínica equivocada Se debe prestar especial atención ante cualquier situación que pueda crear confusión entre los pacientes. Algunos tienen el mismo apellido, otros pueden haber sido cambiados de cama. Se debe siempre chequear la identidad del paciente antes de cualquier acción. • Escritura ilegible, incompleta, tachaduras La falta de meticulosidad en los registros, hace presumir una atención descuidada. Los registros deben ser legibles, sin tachaduras. No se debe escribir sobre lo ya escrito, no debe borrarse ni se debe utilizar líquido corrector y no se deben dejar espacios en blanco. Ante una equivocación debe colocarse paréntesis, trazar una línea que permita ver lo que estaba escrito, escribirse “error” y aclarar lo que sea necesario. No se debe añadir nada entre renglones. Si falta espacio, utilizar otra hoja de registro. • Utilización de abreviaturas incorrectas o peligrosas La utilización indiscriminada de abreviaturas no aceptadas universalmente o que pueden prestarse a confusión, puede ser extremadamente peligrosa. Es recomendable, que las instituciones y los servicios en particular desarrollen un glosario de abreviaturas aceptadas. Si bien los espacios para escribir suelen ser mínimos, el exceso de creatividad en el desarrollo de abreviaturas debe ser desalentado. • Asignación de culpabilidad en los registros Si bien no es frecuente, aún es posible observar en algunos registros, críticas hacia otros integrantes del equipo de salud o bien descripciones de deficiencias institucionales, en intentos por deslindar responsabilidades. No se debe utilizar la historia clínica como un campo de batalla donde dirimir disputas con colegas, médicos y con las autoridades de la Institución. Dicha información en el registro de enfermería o matronería, no tiene utilidad clínica y expone a los profesionales y al establecimiento. El profesionalismo del personal debería verse reflejado en toda la documentación médica, incluyendo los registros de enfermería. En todo caso, existen otras vías para documentar incidentes y problemas, mejores que la historia clínica del paciente. DE MATRONAS Y ENFERMERAS EN LA GESTIÓN DEL RIESGO MÉDICO LEGAL • Falta de identificación Resulta fundamental que médicos, enfermeras, matronas y demás profesionales que participen en la atención del paciente, se identifiquen y registren con claridad su nombre en cada evolución o intervención que realicen. COMENTARIO Actualmente, las instituciones de salud, viven un proceso de grandes cambios organizativos, y de manera especial el rol que desempeñan tanto los pacientes como los profesionales. Toda esta realidad, exige a enfermeras(os) y matronas(es), conocimiento y adaptación al ámbito de la bioética y del derecho, con el fin de adquirir un complejo conjunto de habilidades, que les permitan solventar con seguridad los conflictos jurídicos y bioéticos que se dan en su praxis profesional. Del mismo modo, cada vez con más frecuencia, los usuarios de los servicios de salud reclaman sus derechos con mayor conocimiento, de ahí que sea fundamental conocer el conjunto de normas que regulan el ejercicio profesional de la enfermería y matronería, para poder responder de su comportamiento ante la sociedad, dado que una vez alcanzado el derecho a desarrollarse en igualdad con otras profesiones sanitarias, han de responder de sus actos en la misma medida que cualquier otra. En la asunción de responsabilidad, se incluyen dos componentes complementarios: • Conocimiento del terreno de competencia y capacidad de hacer frente, salvaguardando la seguridad. Supone la integración activa de normas, valores, actitudes, formas de hacer, estructuras de relación, etc., adquiridos en la formación como profesional. La persona responsable actúa de una forma u otra frente a situaciones determinadas y sabe responder a ellas tal y como se espera que lo haga, pudiendo adoptar comportamientos aceptables en casos imprevistos y pudiendo dar razón de los mismos, en ambos casos, desde la competencia profesional. • Conocimiento de las formas de toma de decisiones y del contexto en el que se desarrolla su labor, identificando los límites de la responsabilidad, tanto personales como de la línea jerárquica establecida. Ambos aspectos llevan a definir la responsabilidad como “obligación o necesidad moral o intelectual de cubrir un deber, mandato u obligación”. Esta definición une el concepto de responsabilidad con el 225 Disponible en www.revistaobgin.cl REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2011; VOL 6 (1): 223-226 de deber, reconociendo la dimensión ética que en sus orígenes tuvo la palabra. Al sentido moral o ético del concepto de responsabilidad, hay que sumar el sentido legal. La ética y el derecho responden a la necesidad social de regular las relaciones entre las personas y de delimitar y concretar su responsabilidad individual y social. Cuando se habla de responsabilidad tanto ética como legal, siempre se hace referencia al conjunto de normas éticas y legales que regulan las relaciones entre las personas, si bien unas serán de cumplimiento debido y otras de cumplimiento obligatorio. La responsabilidad ética es la obligación de responder de los propios actos desde la perspectiva moral. La consecuencia de la exigencia de esta responsabilidad es la sanción ética. La responsabilidad legal es la deuda u obligación de reparar o satisfacer por sí solo o por otro, la consecuencia de un delito, culpa u otra causa legal. Tanto las normas legales como las morales son de carácter imperativo, ya que ambas llevan la exigencia LECTURAS RECOMENDADAS 1. MILOS P, BÓRQUEZ B, LARRAÍN A. La Gestión del cuidado en la legislación chilena: Interpretación y alcance. Ciencia y Enfermería XVI (1): 17-29, 2010. Disponible en: http://www.scielo.cl/pdf/cienf/ v16n1/art_03.pdf. 2. ESTEFO S, PARAVIC T. Enfermería en el rol de gestora de los cuidados. Ciencia y enfermeria XVI (3): 33-39, 2010. Disponible en: http://www.scielo.cl/pdf/ cienf/v16n3/art_05.pdf. 3. ARROYO MP, ANTEQUERA JM, PULIDO R. Responsabilidad legal y deontológica de los profesionales de la del cumplimiento mediante una determinada forma de comportamiento. En consecuencia, y entendiendo genéricamente por responsabilidad, la obligación que se crea como resultado de la realización de determinados actos o la omisión de algún deber, puede decirse que la responsabilidad profesional en enfermería y matronería, es la obligación que todo enfermero(a) o matrón(a) tiene de responder de sus actos, reparando o satisfaciendo, el menoscabo causado voluntaria o involuntariamente en el desempeño de sus funciones profesionales. Es recomendable aclarar que por “actos realizados en el ejercicio profesional”, se pueden entender tanto las acciones como las omisiones hechas tanto directamente como de forma mediata, es decir, mediante mandato o delegación de autoridad en otra persona (por ejemplo, en técnicos paramédicos). La exigencia que se le pide a todo profesional sanitario es que actúe con diligencia, con sometimiento a la Lex Artis, y siempre protegiendo la vida y la integridad física y psicológica de la persona. enfermería. Primera edición año 2005. Ediciones DAE (Grupo Paradigma). Disponible en: http:// www.enfermeria21.com/pfw_files/cma/2_varios/ libros_on_line/resp_legal.pdf. 4. RUIZ ORTEGA JM. La gestión de riesgos en la especialidad de obstetricia. Matronas Profesión 2003; 4(13): 35-42. Disponible en: http://www.federacionmatronas.org/revista/matronas-profesion/sumarios/ i/7358/173/la-gestion-de-riesgos-en-la-especialidadde-obstetricia. 5. SUMMERS L, MCCARTNEY M. Liability concerns: a view from the American College of Nurse-Midwives. J Midwifery Womens Health 2005; 50(6): 531-5. 226 Disponible en www.revistaobgin.cl