Acerca del Juicio de las Naciones Miles Christi - 08/08/2015 https://moimunanblog.wordpress.com/2015/08/07/el-juicio-de-las-naciones/#comment-14718 Recomiendo calurosamente la lectura de este artículo acerca del cada vez más próximo Juicio de las Naciones, así como de este otro, que ayuda a comprender la naturaleza escatológica de nuestros tiempos: https://moimunnanblog.files.wordpress.com/2015/07/la-perspectiva-escatolocc81gica.pdf Añado, a modo de información complementaria, el siguiente comentario que hice en el primero de estos artículos: Estimado Moimunán: Lo felicito por su excelente artículo. Y por el encomiable apostolado que realiza en su página, que siempre consulto con gran provecho. Me permito hacerle una observación en lo referido al plazo que media hasta la ejecución del Juicio de las Naciones, que Usted considera se producirá a más tardar para el año 2021. Según tengo entendido, desde la manifestación pública del Anticristo hasta el Juicio de las Naciones transcurrirá una semana de años, conforme a este oráculo del profeta Daniel: « Él impondrá una alianza a muchos durante una semana; y durante la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la oblación. Y sobre un ala del Templo estará la Abominación de la desolación, hasta que el exterminio decretado se derrame sobre el devastador. » (Dn. 9, 27) Tengo la impresión de que el Anomos aún no se ha manifestado públicamente, o al menos, yo no me he percatado de ello, ni de quien podría ser el personaje en cuestión. Eso significaría, si estuviese en lo cierto, que el Juicio de las Naciones no podría verificarse con antelación al año 2022, y en ese año solamente en el supuesto caso de que el Hombre de Pecado hiciera su entrada en la escena política internacional en lo que queda del 2015, algo que, dicho sea de paso, me parece perfectamente posible. Considero que esa es la gran señal que activará la cuenta regresiva hacia el Dies Irae: luego del establecimiento de la « alianza » con « muchos », siete años pasarán hasta que tenga lugar el Día del Señor. Durante la primera mitad de la semana, el Hijo de Iniquidad buscará consolidar su hegemonía planetaria, durante la segunda mitad, ejercerá su poder efectivo de manera universal y desencadenará la última y gran persecución contra la Iglesia, conocida como « la gran tribulación », acompañada ésta por la predicación de Enoc y Elías, quienes ejercerán su 1 ministerio durante el imperio global anticrístico, y luego serán ejecutados en Jerusalén (Ap. 11, 8). Cuando estos Dos Testigos del Altísimo hayan resucitado a la vista de todos, y para gran estupor y confusión de los impíos, se producirá, a mi entender simultáneamente o poco tiempo después, la Resurrección de los Santos y el Arrebatamiento de los Justos que hayan sobrevivido a la Gran Tribulación. Esto es lo que parece significar San Juan en el siguiente pasaje del Apocalipsis : « Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo. » (Ap. 11, 11-13) A esta primera resurrección, la de los santos que « vivirán y reinarán con Cristo mil años » (Ap. 20, 6), junto a la de algunos impíos, para su escarnio y vergüenza pública, subsiguiente a la de Enoc y Elías, me parecen aplicarse las siguientes palabras del profeta Daniel: « Y muchos de los que duermen en el suelo polvoriento se despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el horror eterno. Los hombres prudentes resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que hayan enseñado a muchos la justicia brillarán como las estrellas, por los siglos de los siglos. » (Dn. 12, 2-3) Me parece importante destacar que, contrariamente a la versión que del arrebatamiento difunden ampliamente las diferentes sectas « dispensacionalistas » protestantes, es un hecho indudable que nosotros habremos de pasar inexorablemente por la gran tribulación, la que desempeña un papel análogo al de la Pasión del Señor en lo que respecta a su Cuerpo Místico. En cambio, es un dato igualmente cierto que seremos « dispensados » de la ira divina que se abatirá sobre el reino universal del anticristo y que tendrá por finalidad la exterminación de los malvados. Es ésta una cuestión no sólo escriturística, sino también de simple sentido común : los santos tendrán lógicamente parte en los sufrimientos de su Divino Maestro, mas serán justamente preservados del castigo temporal que la cólera divina enviará sobre las naciones apóstatas y anticrísticas. Seguidamente al arrebatamiento se producirá entonces el temible y pavoroso Juicio de las Naciones, el cual se prolongará por 45 días, como parece indicarlo el mismo profeta Daniel: « Muchos serán purificados, blanqueados y acrisolados; los malvados harán el mal, y ningún malvado podrá comprender, pero los prudentes comprenderán. 2 A partir del momento en que será abolido el sacrificio perpetuo y será instalada la Abominación de la desolación, pasarán mil doscientos noventa días. ¡Feliz el que sepa esperar y llegue a mil trescientos treinta y cinco días! En cuanto a ti, ve hacia el Fin: tú descansarás y te levantarás para recibir tu suerte al fin de los días. » (Dn. 12, 10-13) Le hago llegar mis muy cordiales saludos en Cristo Jesús y en María Santísima. 3