Unidad 4: La escritura I Carlos Alberto Rincón Castellanos 38 UNIDAD 4: LA ESCRITURA I Por: Carlos Alberto Rincón Castellanos “La escritura es quizás el mayor de los inventos humanos, un invento que une personas, ciudadanos de épocas distantes que nunca se conocieron entre sí”. Carl Sagan “Sin la escritura, el pensamiento escolarizado no pensaría ni podría pensar cómo lo hace, no sólo cuando está ocupado en escribir, sino incluso normalmente cuando articula sus pensamientos de manera oral. Más que cualquier otra invención particular, la escritura ha transformado la conciencia humana”. Walter J. Ong “Escribir es, de alguna manera, poner afuera nuestro pensamiento. La escritura expone nuestro yo. Cuando escribimos logramos asistir a una puesta en escena de nuestra subjetividad. Gracias a la escritura, hacemos permanentes actos de reconocimiento, de agnición. Nos convertimos en actores y espectadores de nuestra propia obra”. Fernando Vásquez Rodríguez “Por medio de la especulación oral no es posible el desarrollo de la academia y de la ciencia. La escritura ha de convertirse en práctica reguladora de la comunicación, pues sólo así puede instaurarse la interlocución académica y científica, y abrirse el camino hacia la generación de nuevo conocimiento. Es fundamental propiciar condiciones para que se asuma la escritura como un compromiso ineludible con el saber, sin caer en la información enciclopedista, y como un testimonio de la sensibilidad académica y del espíritu crítico”. Fabio Jurado Valencia “La escritura potencia la acción comunicativa discursiva porque facilita el descentramiento al separar los enunciados de la situación en que nacen [...] La escritura rompe con la inmediatez de la situación y obliga a una interpretación en términos del contexto [...] La escritura permite también visualizar la estructura del lenguaje”. Antanas Mockus “Escribir es nacer de nuevo. Darse a luz uno mismo. Recrear el goce. Es, en fin, ser doble”. Louis Timbal-Duclaux “El aprendizaje de la escritura, a semejanza del aprendizaje del arte musical, debe provenir de una vocación, un llamado al cuerpo pulsional. [...] La escritura debe ser una respuesta del cuerpo, emanada de los rasgos de carácter, a la convocatoria de civilidad Unidad 4: La escritura I Carlos Alberto Rincón Castellanos 39 que le hace la sociedad al sujeto. La escritura no es algo externo, no debe pensarse como algo que hace parte de los adornos exteriores de una persona. Así como leer no es simplemente vocalizar lo escrito, escribir debe ir más allá de fraguar frases correctas”. Rodrigo Navarro Marín “El habla se genera, principalmente, en relación con una función materna; mientras que la escritura aparece ligada más con una función paterna”. Guillermo Bustamante Z. “Creo que todo el mundo debería escribir, como ejercicio personal, independientemente de resultados literarios o eventuales publicaciones. Escribir sienta muy bien, es beneficioso para la salud mental del hombre. De la misma manera que el mutismo intoxica, expresarse, hablar y escribir, desintoxica”. Carlos Gumpert 1. IMPORTANCIA DE LA ESCRITURA Al igual que lo advertimos con la lectura, también aquí podríamos continuar en forma indefinida presentando citas para referirnos a la importancia de la escritura. Pero es indispensable que precisemos desde ya este concepto. Definimos la escritura como el uso consciente, reflexivo y controlado del código escrito para generar texto en ausencia de contexto situacional. Esto significa que vamos a incluir en el concepto de escritura tanto el código escrito como el proceso semiodiscursivo de producción de diversas clases de textos lingüísticos1. Es claro, entonces, que cuando hablamos de escritura no estamos haciendo alusión simplemente al sistema semiótico visual y espacial ni a la mera realización de unas grafías, o a la ancestral rutina académica de copiar en un cuaderno lo que está escrito en un libro2. Para nosotros, todo acto de escritura auténtica implica siempre un proceso semiótico, una función semiótica. Sólo esta escritura rompe con la inmediatez del mundo vital, la trasciende para interpretarla mediante significados indirectamente relacionados con la base material —cómo negar, además, que este tipo de escritura tiene efectos sobre la conciencia del sujeto y que está íntimamente ligada a su deseo—. Ahora bien, ese uso consciente, reflexivo y controlado del código escrito implica un conocimiento de la gramática de la lengua (ortografía, aspectos morfosintácticos, etc.), de los mecanismos de cohesión del texto (conectivos, referencias, elipsis, 1 No conservaremos, por consiguiente, la distinción que algunos autores establecen entre escritura y escribir, para designar con el primer término al código escrito y, con el segundo, al proceso de la composición. 2 En la academia, suele suceder que las ideas pasan de las notas del profesor al cuaderno del estudiante, sin pasar por la cabeza de ninguno de los dos. Unidad 4: La escritura I Carlos Alberto Rincón Castellanos 40 puntuación, etc.), de las diversas formas de coherencia según el tipo de texto, de factores pragmáticos, estilísticos, retóricos3 e, incluso, de las sutiles convenciones sobre la disposición espacial del texto (márgenes, espacios en blanco, tamaños de las letras, etc.). En la adquisición de todo este conocimiento, la lectura desempeña un papel preponderante. Las investigaciones han demostrado que la competencia lectora es la habilidad lingüística que más se relaciona con la escritura. Es decir, nuestra capacidad para escribir se desarrolla no sólo a partir de una instrucción especial y de una práctica sistemática y permanente, sino también a partir de la lectura, de la comprensión e interpretación de textos escritos. En definitiva, parece que antes de aprender a escribir debemos aprender a leer. La escritura es una tecnología dinámica y moderna que ejerce múltiples funciones en nuestra vida cotidiana (funciones intrapersonales e interpersonales)4, está relacionada con todas las áreas del ejercicio laboral y con las diversas disciplinas de estudio. Por estar dotada de una dimensión social, cognitiva y discursiva, es un poderoso instrumento de aprendizaje, de reflexión y de comunicación, que nos permite desarrollar actividades personales, académicas y profesionales. La escritura cambia nuestra forma de comprender el mundo y es un excelente recurso para aprender a pensar de un modo científico. Con una educación adecuada, sus aspectos técnicos y metodológicos pueden ser enseñados y aprendidos. El empleo consciente, reflexivo y sistemático de la escritura desarrolla las capacidades cognitivas y comunicativas. La escritura potencia la comunicación porque propicia el descentramiento y objetiva el pensamiento; desvincula los enunciados de la situación de la que surgen y genera formas de pensamiento más complejas y sostenidas. Además, la escritura hace posible visualizar la estructura del lenguaje, almacenar conocimiento y liberar la mente del compromiso de memorizar. El sujeto que ha aprendido por medio de la escritura a organizar su pensamiento y a desvincular sus comunicaciones de la inmediatez de la situación en la que se producen, posee una mayor autonomía y una superior capacidad de análisis y reflexión. Desde luego, lo anterior debería ser una característica de todos los profesionales universitarios. 3 “El problema retórico está formado por todos los elementos de la situación de comunicación: la audiencia, la relación con el autor, los roles del emisor y del receptor, el tema del que se habla, el canal, el código, etc. También incluye los propósitos u objetivos que se traza el autor”. Daniel Cassany, Describir el escribir, Barcelona, Paidós, 1993, p. 149. 4 Para ampliar la información sobre estas funciones, ver Daniel Cassany: “Funciones, representaciones y prácticas de lo escrito. Algunas consideraciones sobre didáctica de la composición”. pp. 17-20. Unidad 4: La escritura I Carlos Alberto Rincón Castellanos 41 2. LA PROBLEMÁTICA DE LA ESCRITURA EN LA UNIVERSIDAD Al exponer la problemática de la escritura podemos resultar redundantes, puesto que ella marcha paralela y completamente vinculada a la de la lectura: Los estudiantes universitarios presentan serios problemas relacionados con la construcción de textos escritos y con la comprensión lectora. La problemática de la escritura en la universidad se inscribe, obviamente, en una problemática mucho mayor: en la de los diversos órdenes de la vida sociocultural y política del país y en la de todo el aparato educativo colombiano. Un alto índice de analfabetismo funcional ha caracterizado a la comunidad universitaria. Nos preguntamos: ¿Por qué un enorme porcentaje de estudiantes y profesionales universitarios no producen textos escritos? El intento de ofrecer respuestas a este interrogante debe comenzar por un reconocimiento: en nuestro medio no ha existido, por desgracia, una conciencia categórica del papel fundamental que la escritura desempeña para el individuo y para la sociedad. Y obviamente tampoco ha existido esta conciencia de su importancia en el campo educativo, tanto para el maestro como para el alumno. Incluso, hay quienes aún se resisten a admitir la trascendencia que el ejercicio de la escritura tiene en el mundo moderno; ingenuamente continúan creyendo que la escritura es una simple habilidad lingüística, ignoran que ella es soporte y herramienta imprescindible para la estructuración y el desarrollo pleno de la capacidad de pensamiento crítico e independiente de todo sujeto letrado, y desconocen su función primordial en los procesos de construcción y apropiación del conocimiento científico. Se ha generalizado la perniciosa creencia de que el ejercicio de la escritura es un dominio exclusivo de la literatura o de las humanidades, o de unos pocos privilegiados, sujetos dotados de un talento innato y de una particular sensibilidad. En la escritura, es preciso establecer una distinción entre el código escrito y el proceso de la composición del texto. El código escrito se concibe como una competencia (el saber), como un conjunto de conocimientos de gramática y de lengua que posee el escritor, como un sistema semiótico visual y espacial. Por su parte, la composición del texto se entiende como una actuación (el saber hacer), como un proceso semiodiscursivo de producción textual; el uso consciente, reflexivo y controlado del código escrito; el empleo de un conjunto de estrategias comunicativas con el propósito de generar un texto escrito. Unidad 4: La escritura I Carlos Alberto Rincón Castellanos 42 Cassany destaca la importancia de esta distinción, puesto que partiendo de ella se desarrollan unas estrategias orientadas a “la adquisición del código” y otras vinculadas con “el proceso de la composición” 5. Es indudable que la adquisición del código se lleva a cabo por medio de una instrucción especial, de una entrada de información. Se trata, en realidad, de aprender un código nuevo que es sustancialmente distinto del código oral. Los códigos oral y escrito son dos códigos diferentes y autónomos, desarrollan funciones distintas en una comunidad lingüística; aunque en determinados casos dichas funciones puedan ser complementarias. Por eso, nadie debe pretender escribir de la misma manera como habla, pues la escritura no es un simple sucedáneo de la oralidad. Hablar y escribir son actividades psicolingüísticas productivas, ambas tienen un proceso productivo y uno interpretativo. Pero el código escrito posee sus propias características. En la enseñanza y en el aprendizaje de la lengua, los códigos oral y escrito deben tratarse de manera equilibrada e independiente. En cuanto al proceso de la composición del texto escrito, en él podemos identificar tres grandes etapas: la planeación, la ejecución y la revisión. La planeación puede ser considerada oralidad, pero también escritura. Cuando se planea, es probable que ya se está escribiendo, puesto que la planeación debe considerar no sólo el qué sino también el cómo, el para qué y el a quién se le va a escribir. ¿Quién puede escribir con claridad sobre algo que desconoce? En palabras de Villarreal Vásquez (1993: 421),“se escribe sólo de aquello que se sabe; más aún, de aquello que se sabe y se comprende; y mucho más todavía, sólo de aquello que se sabe, se comprende y se aprecia”. Como vemos, escribir es una actividad compleja. En la elaboración de un texto escrito, se emplean variadas estrategias comunicativas y se recurre a múltiples convenciones. Además, por medio del proceso de la redacción se estructura, organiza y se expresa con la suficiente claridad el pensamiento. Gracias a la práctica de la escritura, el hombre puede llegar a analizar su propio pensamiento, a operar una reflexión directa sobre lo que escribe. De otro lado, muchos docentes han ignorado con demasiada frecuencia que la adquisición de la escritura no es un proceso meramente técnico, aislable de las condiciones en que se da: condiciones de tipo social, individual, textual y pedagógico. De tipo social: las condiciones del contexto socioeconómico y cultural colombiano no han permitido un acceso equitativo al acervo cultural de la humanidad, estrechamente vinculado con la práctica de la lectura y de la escritura. 5 Daniel Cassany, Describir el escribir, Barcelona, Paidós, 1993,194 p. Unidad 4: La escritura I Carlos Alberto Rincón Castellanos 43 De tipo individual: no se contraponen a las anteriores sino que las presuponen. La escritura es una tecnología que tiene efectos innegables en la conciencia de los sujetos. Ella nos brinda la posibilidad de reestructurar nuestro pensamiento y de visualizar la estructura del lenguaje. Además, la escritura está muy ligada al deseo del sujeto y a su autoestima. Normalmente, una persona con una autoestima baja no escribe. Cuando en la academia se habla de asumir la escritura como un compromiso, se corre el grave riesgo de plantearla como un deber, como una imposición externa al individuo, como un requisito académico más; y no como una auténtica respuesta emanada del deseo, de los rasgos del carácter y de variadas necesidades y compromisos del sujeto. De tipo textual: vinculadas con el contenido, con el propósito, con la estructura y con la naturaleza de los textos. Estas condiciones han permitido hablar de exigencias de la escritura relacionadas con operaciones de alto nivel —todos los subprocesos involucrados en el proceso de la composición de un texto— y con operaciones de bajo nivel —habilidades secretariales y de redacción—. De tipo pedagógico: en la enseñanza de la escritura se ha establecido una distinción entre las técnicas y las estrategias orientadas a la adquisición del código escrito y las que se vinculan con el proceso de la composición. Sin embargo, tanto en unas como en otras, en muchos cursos de español como lengua materna se han cometido desaciertos y excesos, y se han profesado fanatismos de diversa índole que han contribuido a inhibir aún más el deseo de escribir de los estudiantes. Y prácticamente todos estos cursos se han desarrollado con una metodología que ha conducido a programar y a evaluar los escritos de los alumnos como productos terminados, y no como borradores propios del proceso de la composición6. Para no extendernos demasiado en estas condiciones, creemos que basados en un enfoque dinámico, propio de las didácticas procesales de la composición escrita7, y desde una perspectiva operativa, pragmática y funcional de la lengua, que contemple el lenguaje como una forma de actividad humana, con hablantesoyentes-lectores-escritores reales, se pueden diseñar estrategias efectivas que contribuyan a mejorar la capacidad de escribir de los estudiantes, para lo cual el 6 Ernest Hemingway comentaba que la última página de Adiós a las armas la reescribió treinta y nueve veces, simplemente porque creía que cada vez debía organizar mejor las palabras. 7 Estas didácticas parten de la identificación de cinco componentes: 1. COMPONENTE MOTIVACIONAL Y DE CONTROL GLOBAL (define la meta de un texto, su audiencia, su estilo, etc.). 2. COMPONENTE CONCEPTUAL (define la estructura conceptual del texto en términos de unidades significativas, organizadas en torno a tópicos, temas, marcos, etc.). 3. COMPONENTE LEXICAL (proyecta lo conceptual en las expresiones lexicales adecuadas). 4. COMPONENTE SINTÁCTICO (0rganiza los componentes anteriores en estructuras sintácticas dotadas de cohesión y de coherencia). 5. COMPONENTE NOTACIONAL Y ORTOGRÁFICO (permite concretar la expresión escrita del texto producido). Unidad 4: La escritura I Carlos Alberto Rincón Castellanos 44 curso de español como lengua materna debe fijarse los siguientes objetivos generales: Ampliar y consolidar la enciclopedia cultural del estudiante, ya que ésta es el supremo código de la escritura. Nadie puede escribir sobre aquello que no sabe ni comprende. Mediante la práctica de la escritura, estimular el desarrollo del pensamiento creativo o divergente, puesto que la creatividad está estrechamente ligada a dicha práctica. Diseñar estrategias que faciliten la producción de textos escritos claros, precisos, coherentes y adecuados, que sean la demostración de la existencia de un pensamiento organizado y de una personalidad sólidamente integrada, con una visión abierta hacia el futuro, capaz de interactuar con su medio y de servirse de las tecnologías propias del mundo moderno. Emplear el lenguaje de manera monogestionada, sostenida e independiente del contexto de emisión y producción del discurso. Desarrollar conductas metacognitivas sobre los usos del lenguaje escrito: “Se aprende a escribir reflexionando sobre lo que se escribe”. Producir un grado de motivación que no sea sólo el despertar del interés por escribir sino el mantenimiento del gusto por hacerlo8. Es cierto que los cursos de español no pueden pretender enseñarle a nadie a ser escritor profesional —y menos aún de textos literarios—. Pero su propósito final sí debe ser, como lo afirma el profesor Villarreal Vásquez (1993: 418), conseguir que los estudiantes escriban “como personas sólidamente integradas y partícipes con su época, con las nuevas técnicas y métodos actuales, y con una visión abierta hacia el futuro”. No estamos muy seguros de haber contestado la pregunta inicial; sin embargo, creemos haber presentado elementos que, sin lugar a dudas, hacen parte de una respuesta que no es nada simple. A ese primer interrogante, podemos agregar otro: ¿Quiénes aprenden a escribir? 9 8 “Crear hábitos de lectura y escritura” es un objetivo que nos hemos encontrado consignado en muchos programas de español. Este objetivo convierte la lectura y la escritura en resultados de una acción instructiva del maestro, ajena a los deseos e intereses del alumno: se debe leer y escribir, independientemente del sentido y del propósito que estas acciones tengan, puesto que hábito es también adicción. 9 Las estadísticas de Villarreal Vásquez son muy ilustrativas de la problemática de la escritura: sólo el 5% de los estudiantes que han pasado por sus cursos aprende a escribir sin un método; el 25% logra aprender mediante algún tipo de metodología, y el 70% no aprende a escribir en forma aceptable, ni con método ni sin él. Unidad 4: La escritura I Carlos Alberto Rincón Castellanos 45 Queremos terminar estas reflexiones sobre la problemática de la escritura en la universidad, con una cita que alude a una situación inquietante: “Reflexionando sobre la escritura como registro de la cultura de un pueblo, de una producción que puede favorecer su independencia, su autonomía, no deja uno de mirar con cierta malicia el mayor estímulo de algunos organismos internacionales e instituciones nacionales a la promoción de la lectura y a la investigación de la comprensión de ésta, en relación con el estímulo a la escritura en cuanto construcción de universos referenciales, emotivos y poéticos; no deja uno de encontrar en dicho estímulo la voluntad de mantener e incrementar la diferencia entre pueblos constructores y pueblos consumidores de conocimiento” 10. NOTA: toda la bibliografía de las unidades dedicadas a la escritura aparece al final de la Unidad 14. 10 Rubén Arboleda Toro, Lengua escrita y rendimiento escolar, En: Guillermo Bustamante y Fabio Jurado (comp.), Entre la lectura y la escritura, Santafé de Bogotá, Magisterio, 1997, p. 44.