Formato de impresión El matrimonio del diablo: Abarca y Pineda 2014-11-17- Exclusivas-Reportajes JAN MARTNEZ AHRENS, El Pas Eran las siete y cuarto de la tarde de un viernes cuando Naborina Salgado Macedonio oy seis detonaciones trepar por el hueco de la escalera. Abajo, en el descansillo de la entrada, haba quedado sin vida Justino, su hijo. Un balazo le haba atravesado el rostro, otros dos el abdomen; los tres restantes no encontraron a su vctima. La reconstruccin policial demostrara que, antes de morir, el hombre, vestido aquel da con su guayabera ms blanca, haba intentado subir las escaleras para buscar refugio en la casa de su madre. Los sicarios no lo permitieron. Nunca se supo quin lo mat, o nunca se quiso saber, pero en Iguala hay cosas que se entienden sin necesidad de palabras. Justino Carvajal Salgado, procedente de una familia con fuertes races polticas en Guerrero, era el sndico-administrador del Ayuntamiento, el eterno y fallido aspirante a la alcalda y un funcionario harto de las injerencias de Mara de los ngeles Pineda Villa, la esposa del regidor. A su muerte, sigui el silencio y a este, un gesto elocuente. Un ao despus del crimen, el 8 de marzo de 2014, se celebr en el cabildo un homenaje en su memoria. El alcalde, Jos Luis Abarca Velzquez, se levant y, a la vista de todos, se march antes de que empezase. Nadie se atrevi a preguntar por qu. Al regidor de Iguala, ahora encarcelado junto a su esposa como autor intelectual de la desaparicin (y probablemente, matanza) de los 43 estudiantes de magisterio, siempre le sigui una sombra de terror. De pelo corto, cuerpo depilado y msculo de gimnasio, le gustaba moverse a solas por una tierra donde los polticos no dan un paso sin un enjambre de escoltas. A veces, al volante de su deportivo gris, llegaba conduciendo sin ninguna proteccin al Palacio del Gobierno, en Chilpancingo, y ante los otros alcaldes haca demostracin de lo que todos saban: que l, a diferencia de sus compaeros, no tena nada que temer. Quienes le han tratado le recuerdan como un pequeo dspota, tajante en sus respuestas y con dificultades para enhebrar un razonamiento complejo. A la prensa, cuando se dignaba a responder, siempre contestaba que todo iba bien. Y cuando los asuntos eran espinosos, que l no saba nada. Eso dijo cuando le inquirieron por el asesinato el 1 de junio de 2013 de su principal adversario poltico, el ingeniero Arturo Hernndez Cardona, lder de Unidad Popular, y a quien, segn declarara meses despus un testigo, haba ultimado l personalmente de dos tiros. Y tampoco supo nada despus de la masacre de Iguala. Con los cadveres an calientes de seis personas, cinco muertos a balazos y otro desollado vivo, Abarca asegur con su estilo tajante que no se haba enterado, que l haba pasado la noche bailando rancheras con su esposa y que, ya de maana, todo estaba tranquilo y en calma. En aquel momento no se conoca an la desaparicin de los 43 normalistas. Para cuando se descubri, l y su esposa se haban fugado. Nadie duda de que en su huida recibieron ayuda de Guerreros Unidos. Una organizacin salvaje, surgida del colapso del imperio de Arturo Beltrn Leyva, el Jefe de Jefes, e ntimamente conectada a su esposa. Dos de sus hermanos, Alberto y Mario, haban hecho carrera en el narco. Empezaron a principios de 2000 en Guerrero, como pequeos vendedores de droga, pero poco a poco ascendieron en la escala del crimen hasta que el cartel de Sinaloa, en aquellas fechas en manos del Chapo Guzmn, les abri las puertas al trfico de cocana procedente de Colombia y Venezuela. Cumplido este cometido, recibieron un encargo ms venenoso: abrir una sucursal de sicarios en Guerrero para enfrentarse a la expansin de los Zetas y la Familia Michoacana. El resultado fue el embrin de Guerreros Unidos. Cuando El Chapo se separ de Beltrn Leyva, los hermanos Pineda se apuntaron aparentemente al bando de este ltimo. En diciembre de 2009 una mano asesina arroj sus cadveres a la carretera de la Ciudad de Mxico a Cuernavaca. Supuestamente haban intentado traicionar al Jefe de Jefes. Ese mismo ao, un tercer hermano, Salomn, ingres en prisin por narcotrfico y posesin de armas. Al salir de la crcel, se integr en Guerreros Unidos como uno de los cabecillas. Para completar este abismal crculo familiar, la madre ha sido sealada como testaferro del narco. Hace un ao la secuestr un cartel rival. Maniatada y con los ojos tapados, fue obligada a contar ante una cmara los pormenores de su familia, entre otros, que su yerno protega los intereses de Guerreros Unidos. Con esta parentela, a pocos les extra la fulgurante escalada social del matrimonio. En pocos aos, haban pasado de vender sandalias y sombreros de paja a poseer 17 propiedades entre ellas el centro comercial Los Tamarindos, el mayor de la ciudad. Desde esta plataforma, Abarca dio el salto a la poltica de la mano del facttum local Lzaro Mazn, ahora fulminado por el escndalo. Mazn, antiguo alcalde de Iguala por el PRD y en sus ltimos tiempos hombre fuerte en la zona del candidato presidencial Andrs Manuel Lpez Obrador, intercedi en su poca de senador para lograr la cesin de terrenos sobre los que se construy el centro comercial. Una vez alcanzada la alcalda, Abarca fue, da a da, cediendo el terreno a su esposa. La primera dama de la ciudad de provincias vena con hambre de poder. Ella era la que apareca en las fotografas en primer plano, ella era la que, como recuerdan algunos concejales, entraba en las reuniones y daba las rdenes. Calculadora y dominante, empez a preparar su asalto a la alcalda. Ocup la presidencia de un organismo pblico, Desarrollo Integral de la Familia (DIF), logr ser elegida consejera estatal del PRD y su prximo paso era presentar la candidatura. En su expansin, tuvo sus primeros choques, entre ellos con su rival, el administrador municipal Justino Carvajal Salgado. Y tambin con el ingeniero Hernndez Cardona, a quien en pblico lleg a amenazar de muerte. Ambos no tardaron en desaparecer del mapa. Nada pareca poder frenar su ascenso. Tena de su parte el dinero, el cargo y, sobre todo, el poder de las tinieblas. Como ha declarado el lder de Guerreros Unidos, ahora detenido, ella manejaba las cuentas del cartel y haba financiado las campaas del ya defenestrado gobernador ngel Aguirre, del PRD. El 26 de septiembre, utilizando como excusa la presentacin de su informe de actividades en el DIF, organiz un gran acto en el zcalo. Arrancaba su carrera para las elecciones de 2015. Fue justo ese da cuando llegaron a Iguala dos autobuses cargados de normalistas. Iban a recaudar fondos. Viejos enemigos polticos del matrimonio, su presencia en la ciudad encendi las alarmas. La pareja exigi a la polica municipal, un brazo armado del cartel, que impidiese que reventasen el acto. La orden devino en locura. Los agentes atacaron a sangre y fuego a los estudiantes. Los que no lograron huir fueron detenidos y, segn la fiscala, conducidos a manos de los liquidadores de Guerreros Unidos. En un vertedero, con la precisin que dan aos de prctica, se les ejecut e inciner. Pero la pareja no se alter. An tuvo tiempo para pedir su baja del cargo y abandonar Iguala con tranquilidad. Durante ms de un mes su paradero fue un misterio. En la madrugada del 4 de noviembre fueron capturados en una desdentada casa del barrio de Iztapalapa, en la laberntica Ciudad de Mxico. Dorman sobre un colchn hinchable. l estaba demacrado; ella, maquillada y nerviosa. Desde entonces, han negado cualquier implicacin en los hechos. Como tantas otras veces, aducen que no saben nada. Copyright ElPeriodicodeMexico.com