NEWSLETTER JULIO 2015 EXPERIENCIAS Seguir siendo pioneros Ricardo Anmella, director general de Idilia Foods (Lic&MBA 84). Idilia Foods es una de las dos empresas familiares que nacen del proceso de especialización impulsado por las familias Ventura y Ferrero, fundadoras de la histórica Nutrexpa, que desde el pasado mes de enero se transformó en dos sociedades: Adam Foods (Artiach, Cuétara, Piara) e Idilia Foods (Cola Cao, Nocilla y Paladín). A poco tiempo de haber empezado a trabajar, el director general de una importante bodega de vinos mexicanos se reunió con el fundador. Cuando este le preguntó sobre el plan de marketing, el directivo le contestó que para él el marketing no era lo más importante. Ese fue el último día del directivo en su cargo. Esta anécdota, contada en primera persona por el fundador de las bodegas, acentúa la importancia de compartir la visión y los valores entre la propiedad y los directivos externos. Toda empresa donde la marca representa la mayor parte de su valor, ha de contar con una gestión que tenga clara la importancia del marketing y, sobre todo, de cuidar al consumidor. Idilia Foods lo entiende así y ese fue uno de los motivos para nombrar a Ricardo Anmella director general. Tras más de 30 años en el sector, en la entrevista para Family Business Transformation, el directivo revela que su “gran secreto es el consumidor; en la medida en que sepas lo que quiere, seguro que sacas las buenas conclusiones”, explica. Desde que terminó la carrera y el MBA en ESADE, ha trabajado en diferentes geografías. La experiencia le ha llevado a ocupar puestos de alta dirección en importantes empresas multinacionales, private equity y también de propiedad familiar, para, finalmente, llegar a dirigir una mítica empresa familiar española que en su porfolio tiene marcas tan conocidas como Cola Cao o Nocilla. Es algo que a Ricardo Anmella le hace sentir con “suerte” y como un auténtico “privilegio”. Sobre la diferencia que hay entre los distintos tipos de empresas por las que ha pasado, afirma que en una empresa familiar principalmente siente tener más libertad. “Si hay algo que puede transformase, sé que podemos generar el cambio”, y añade que en Idilia Foods las decisiones se toman teniendo en cuenta el impacto que tienen a medio y a largo plazo y, en su opinión, eso tiene que ver con las marcas y con el consumidor. “Como profesional del marketing, estoy encantado con esta visión. También me gusta destacar que las decisiones se toman aquí, lo que nos permite hacer la innovación y el marketing que creemos que puede ser movilizador”. Ricardo es consciente de que el factor familiar facilita esta visión que comenta. “La cultura familiar ayuda muchísimo. Tanto en la multinacional como en el capital NEWSLETTER JULIO 2015 riesgo, lo principal era mirar el resultado a corto plazo y para conseguirlo muchas veces se tenían que tomar decisiones que afectaban al desarrollo futuro de la marca. Aquí, en el tiempo que llevo en la empresa, nunca he visto hacerlo. Al final hay que invertir en las marcas. Esta es una visión de construcción a largo plazo”, explica. Cuando habla de resultados, se refiere al crecimiento sostenible, tanto desde el punto de vista económico como social. Para Ricardo, esta es otra de las diferencias entre las empresas familiares y otras que ha conocido. Sin embargo, resalta que, al fin y al cabo, una empresa familiar sigue siendo una empresa, y que la presión por conseguir los resultados existe. En toda empresa la presión proviene de los accionistas, pero también hay diferentes tipos de accionistas. “Aquí los accionistas conocen bien el negocio; hace años estuvieron en la gestión, han vivido y crecido con las marcas y, sobre todo, tienen una gran vocación empresarial, con un profundo conocimiento de las categorías. Es algo muy distinto comparado con los accionistas que he tenido en otro tipo de empresas. Eran accionistas que poco tenían que ver con el mercado. Aquí esto no pasa”, destaca el directivo. Idilia Foods es el resultado del proceso de especialización llevado a cabo por las familias Ventura y Ferrero, tras el cual Nutrexpa, la empresa fundada en 1940 por las dos familias, se dividió en dos nuevas entidades. Tal como explica Anmella, durante el proceso ha existido la complejidad operativa y técnica de una separación de los negocios y, sobre todo, la de cumplir los objetivos empresariales en un momento de transformación importante. Entre los principales motivos que llevaron a la decisión de separar el negocio fueron la incorporación de la tercera generación a los órganos de gobierno de la compañía y el mayor foco en los negocios clave. En el caso de Idilia Foods, el cacao. La nueva empresa forma parte de más de 70 años de emprendimiento continuo, surgido de dos familias emprendedoras en un momento difícil, tras la guerra civil, cuando la leche no era de la mejor calidad. Lo que hicieron los fundadores fue crear un producto fortificante y vigorizante para incorporarlo a la leche, además de darle un buen sabor. Al mismo tiempo, fueron pioneros en la utilización de la televisión como medio de comunicación. “Lo que intentamos en la nueva etapa es recoger ese sentido emprendedor, porque seguramente nos ayudará a crecer en el futuro“, anuncia Anmella. España es el primer país per cápita en consumo de cacao en polvo y uno de los de mayor consumo de leche en Europa. Pero emprender y ser innovador en un mercado maduro no es una tarea fácil. “Hay que romper los límites mentales”, vaticina el directivo, también acostumbrado a hacerlo en otras facetas de su vida. Correr maratones seguramente le ayuda a mantener esta mentalidad. Manteniendo el ritmo, con capacidad de sacrificio y resistencia, las metas se alcanzan. “No tiene por qué haber límites”, asegura, aportando dos visiones opuestas. La primera: decir que el consumo de cacao en España es “elevadísimo y, por lo tanto, es difícil que crezca aún más. O la segunda: solamente un bajo porcentaje de vasos de leche incorporan cacao”. Evidentemente, Ricardo es partidario de la segunda visión, y una parte de su realización es el acuerdo entre Idilia Foods y Calidad Pascual, que NEWSLETTER JULIO 2015 combinan sus conocimientos y experiencias para crear una empresa nueva. “Es un ejemplo como dos familias con una cultura similar de entender la empresa se pueden unir. Juntos podemos hacer algo importante. Hay muchas oportunidades”, asegura. Donde Anmella ve las principales oportunidades es en la innovación. “En el sector del cacao no ha habido grandes inventos y cambios, como los que por ejemplo hubo en el sector del café. Hay que inventar algo distinto. Al final, los límites nos los ponemos los directivos, y yo creo que la innovación nos ayudará al crecimiento sostenible”, asegura. Esta es una de las cuestiones clave en la relación entre el directivo externo y la familia propietaria. Según datos de una investigación de The Wharton School, los propietarios pueden percibir negativamente el rendimiento de los directivos cuando, entre otros motivos, los directivos no asumen riesgos para incrementar el valor de la empresa. Anmella (también antiguo alumno de Wharton) no está en este grupo de directivos. “Hay que arriesgarse, aunque tampoco hay que poner en marcha todas las ideas que salgan, sin criterio. La clave es reducir ese número a pocas pero buenas ideas, y que estas pongan al consumidor en el centro.” Tener la gestión en manos de profesionales externos a la familia no es algo nuevo para las familias fundadoras de Nutrexpa. De hecho, esta saga empresarial fue una de las primeras en incorporar esta práctica en sus estructuras de gestión. Este proceso de profesionalización arrancó al inicio de los años ochenta, cuando los miembros de la familia decidieron limitar su papel a participar activamente en el Consejo de Administración y privilegiar la “Aquí los accionistas conocen entrada de profesionales no familiares en la bien el negocio; hace años gestión, hasta entonces en manos de la familia. estuvieron en la gestión, han El éxito de la decisión tomada lo demuestra la vivido y crecido con las marcas y, posición de liderazgo que Nutrexpa ha sobre todo, tienen una gran mantenido durante décadas. Asegurar la vocación empresarial, con un continuidad de esta proyección es uno de los profundo conocimiento de las retos futuros. Para afrontarlo, entre otras cosas, categorías.” Ricardo Anmella cree en el emprendimiento interno y por ello quiere mantener vivo el espíritu emprendedor y los valores familiares: “es una empresa donde desde hace muchos años se mantienen los valores de la empresa familiar y se gestiona con criterios profesionales“. Cuando mejor se puso de manifiesto esta relación fue durante el proceso de especialización que, según confiesa Anmella, en la empresa se ha vivido con mucha normalidad. “Ha sido un proceso ejemplar. Bien planificado, bien comunicado internamente y externamente, y llevado a cabo con consenso y tranquilidad”. El mismo día que fue anunciado el proceso de especialización, todas las personas implicadas conocían a qué empresa iban destinados y cuál era su posición en la nueva estructura. NEWSLETTER JULIO 2015 La buena comunicación es la clave para prevenir los peligros que provienen de los rumores, que, como el cáncer, se propagan hasta acabar con la empresa. En Idilia Foods son conscientes de la importancia que tiene la prevención y por ello potencian “trabajar en sintonía con los valores“, como explica Anmella. “Se trabaja con decisiones que ven el impacto a largo plazo; hay también presión, pero no la presión del cierre del trimestre o del resultado del día siguiente”, asegura. Tener una buena comunicación y valores compartidos lleva a tener un buen clima relacional. Para el directivo es algo muy importante, porque “uno puede venir a cumplir el horario o venir a generar algo nuevo. Generar ilusión y generar valor depende mucho de cada uno, pero también del entorno que estás viviendo. Creo que crear este entorno en una empresa familiar es más posible, porque se presta más atención al empleado.” Tras más de 70 años de historia común puede haber dudas acerca de si la historia continúa o si van a iniciar dos nuevas historias. Para Anmella lo más importante es que es una gran historia de éxito y que el legado continúa. “Algunos de nuestros productos existen desde hace muchos años. Por eso el motor de nuestro futuro es “alimentando generaciones”, un lema que recoge muy bien la historia, lo que somos y lo que queremos ser en el futuro. Creo que estamos en el mejor de los mundos, unas marcas icónicas con una historia extraordinaria y la posibilidad de poder crear un futuro brillante en una compañía de nueva creación”, concluye el directivo, cuyo lema preferido es: “Es de bien nacidos ser agradecidos”. Fue ESADE lo que dio el principal impulso a su futura carrera profesional. Durante el COU (fin del Bachillerato) Ricardo trabajaba colgando jamones y “ganando un dinerillo para comprar la moto”. Puesto que siempre le había atraído el mundo de la empresa, su padre decidió “hacer un sacrificio importante”, pero seguramente nunca se arrepintió viendo lo mucho que Ricardo había aprendido en ESADE. Para Ricardo no caben dudas: ESADE ha sido una gran experiencia. “Al final, lo importante es tener a grandes maestros que plantan semillas. Al cabo de un tiempo, la semilla se transforma en acción. Después de 30 años todavía recuerdo muchas enseñanzas surgidas de las aulas y que me ayudan en el día a día”. Con la gratitud e ilusión de un profesional experto, y el ritmo y la constancia de un maratoniano apasionado, Ricardo Anmella asume el reto de dar continuidad a unas grandes marcas, dirigiendo un nuevo proyecto de más de 70 años de historia. Ante estos retos, algo que tiene muy claro es que “hemos de seguir siendo pioneros”. Autor: Boris Matijas, FAMILY BUSINESS TRANSFORMATION