TEORIA MATERIALISTA DE LA HISTORIA “Para nosotros, el comunismo no es un estado que debe implantarse, un ideal al que ha de sujetarse la realidad. Nosotros llamamos comunismo al movimiento real que anula y supera al estado de cosas actual. Las condiciones de este movimiento se desprenden de la premisa actualmente existente”. La ideología alemana, parágrafo 18. Existen algunos textos y obras sobre marxismo llamados Manuales de Materialismo Histórico y Materialismo Dialéctico o solamente Manuales de Marxismo, el origen de esos textos es algo dudoso, sobre todo cuando se ha averiguado que ciertos de ellos fueron editados en empresas financiadas por agencias norteamericanas. La intención era manipular una teoría, acomodarla y evitar al máximo el conocimiento y discusión directa de la obra de Carlos Marx. Hay excepciones en donde se pretendió popularizar esas ideas y se obtuvo un producto muy simple, algo mecánico de los aportes de Marx y Engels. En la mayoría de esos casos se divide al marxismo en dos grandes componentes: el materialismo dialéctico y el histórico; y sostienen que hay tres fuentes teóricas principales: la filosofía clásica alemana, la economía política inglesa y el socialismo utópico francés. Además, esos manuales proponen que hay algo que cruza toda esa teoría y no es más que las leyes de la dialéctica propuestas por el filósofo alemán Hegel. Leyes que funcionan en la vida natural y social, de forma indudable. Faltaría incluir las consideradas tres formas del movimiento: Tesis, antítesis y síntesis; formas que se suceden una tras de otra, siempre de ese modo. Y si alguien cree esto pone en entredicho eso que se conoce por dialéctica y da paso a una visión rígida, fija, mecanicista de la realidad. Y eso ya no es de Marx sino de las versiones llamadas marxismos. Es decir, las expresiones materialismo dialéctico y materialismo histórico se deben más que todo a propuestas de marxistas rusos como George Plejanov y Lenin, por ejemplo, intentando popularizar a Marx y adaptarlo a una situación determinada. Cuando Lenin define a la dialéctica como la “doctrina del desarrollo en su forma más completa… acerca de lo relativo del conocimiento humano, que nos da un reflejo de la materia en perpetuo desarrollo”, introdujo un concepto muy discutible y no tan dialéctico como el de “reflejo”. Además, en la obra original de Marx y Engels no hay referencia a esas expresiones de materialismo histórico y materialismo dialéctico; lo que si utilizaron fueron los términos de “método dialéctico” y “teoría materialista de la historia”. Eso de materialismo histórico si aparece definido en muchos manuales e historias de la filosofía como una corriente del materialismo filosófico y fue convertido en la filosofía oficial de la Unión Soviética. Todo lo anteriormente mencionado es para introducir algunas cuestiones que pueden ser debatibles, polémicas y que se emplean comúnmente. Así que, en vez de materialismo histórico al modo de los manuales creo que es preferible apegarse a la noción utilizada por Marx y Engels como ser la de teoría materialista de la historia. Y Aquí voy a exponer ciertas categorías importantes de ese pensamiento. Algunas teorías de la historia proponen que el desarrollo de los pueblos está determinado por el papel que desempeñan las ideas, también suponen que las personalidades con su voluntad y su astucia para entender las coyunturas se encargan de conducir los pueblos en su marcha histórica. En oposición a esas teorías que hacen depender la realidad material de los ideales políticos, morales, filosóficos o religiosos, de los grandes protagonistas de la historia, la teoría de Marx se propone explicar la historia desde la producción práctica de la existencia; invirtiendo las explicaciones tradicionales entre la existencia real y la idea que los seres humanos se hacen de su existencia. La historia no es, para Marx, ni una colección de hechos, como han afirmado las corrientes de inspiración empirista y positivista, ni una sucesión de categorías, como la concebían los idealistas; tampoco se produce gracias a la acción aislada de los caudillos o de personajes históricos. La historia es el resultado del modo en que los seres humanos organizan la producción social de su existencia. Hasta el momento en que surge la teoría de Marx las concepciones de la historia no tomaban en cuenta la base real de la historia o proponían esa base económica como un elemento más del desarrollo. Tales teorías proponían a la historia como algo producido desde fuera de las relaciones sociales, separado de la actividad social y siguiendo pautas supraterrenas. Sostenían que la organización de la producción social estaba determinada por la voluntad, lo mismo ocurría con la organización sociopolítica y con las formas de la conciencia. Marx, en cambio, sostuvo que las relaciones de producción y en, general, las relaciones sociales son independientes de la voluntad y de la conciencia; que la producción y reproducción de la economía “condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida”. Hay algunos momentos claves en la formación de la teoría crítica de Marx acerca de la historia. Algunos de ellos ocurren entre 1845 y 1846 cuando, junto con Federico Engels, redactaron “La ideología Alemana” en donde se proponen las primeras tesis de esta teoría, fue publicada en 1932. Sin embargo, en toda la obra anterior se encuentra una especie de “hilo conductor” (Marx) que cruza las investigaciones realizadas, se expresa en un programa político con el nombre de El Manifiesto Comunista y encuentran su forma más acabada en los tres tomos de El Capital. EL FUNDAMENTO DE LA CONCEPCIÓN MATERIALISTA. En la introducción a la obra "Contribución a la crítica de la economía política", de forma breve Marx expone las tesis principales de su concepción materialista de la historia: "En la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias e independientes de su voluntad, en relaciones de producción que corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, o sea, la base real sobre la cual se alza una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de la conciencia social. En general, el modo de producción de la vida material condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia. En un determinado estadio de su desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, por usar la equivalente expresión jurídica, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se habían movido hasta entonces. De formas de desarrollo que eran las fuerzas productivas, esas relaciones se convierten en trabas de las mismas. Empieza entonces una época de revolución social." De lo anterior se puede afirmar lo siguiente: 1) La estructura económica de la sociedad está formada por las relaciones de producción y este es el fundamento material de la sociedad. 2) Sobre esa base económica se levanta la superestructura jurídica y política; a ella corresponden las diversas formas de la conciencia social. 3) Las relaciones de producción se vinculan con ciertas fases de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. 4) La estructura económica, las relaciones de producción y las fuerzas productivas son los componentes fundamentales del modo de producción. Esto es lo que condiciona el proceso de la vida social, política, espiritual en general. 5) El desarrollo de las fuerzas productivas puede chocar con las relaciones de producción, impidiendo su crecimiento; ello conduce a los conflictos sociales y a las épocas de revolución. Aquí es donde se va formando la conciencia de ese conflicto y se lucha por resolverlo. Las modificaciones de las relaciones de producción a favor de las fuerzas productivas, conduce a etapas de desarrollo y al progreso social. Una expresión de ello es el surgimiento de los distintos modos de producción, desde la sociedad esclavista hasta el presente. 6) En opinión de Marx el capitalismo sería la última forma antagónica de producción y actualmente se encuentra en desarrollo. 7) Todos los modos de producción que han existido, surgen o se hunden dependiendo de la expansión de las fuerzas productivas y de la capacidad productiva de la sociedad. 8) Las fuerzas productivas no sólo incluyen medios de producción (máquinas, herramientas, fábricas, etc.), también están las facultades del trabajo, el conocimiento, la experiencia y otras capacidades humanas utilizadas en la producción. Las fuerzas productivas son los medios sociales para impulsar la producción material. 9) Las relaciones de producción son las que unen a las fuerzas productivas y a los seres humanos en el proceso de producción. Esas relaciones son de dos tipos: -- las relaciones técnicas necesarias para que el proceso de producción siga su marcha. -- las relaciones de control económico expresadas en leyes, en la propiedad privada, y son diferentes para cada individuo según el acceso a las fuerzas y artículos de producción. La contradicción entre esas relaciones es la que hay que descubrir. Todos esos elementos en su conjunto, relacionados con la producción y con las expresiones políticas, jurídicas, filosóficas, religiosas e ideológicas, son los componentes de la sociedad y en su desarrollo histórico van constituyendo lo que Marx denominó formación social; son una totalidad social concreta. EL MODO DE PRODUCCIÓN. Todas las sociedades existentes se han distinguido por producir bienes para su existencia, es decir, han tenido un modo de producir cosas socialmente necesarias. Ese modo de producción o estructura económica está formado por todos los elementos relacionados con la producción material y a partir de ese modo se van formando una superestructura en donde están las instituciones políticas, jurídicas, la ciencia, el arte, la religión y las ideologías. Tanto el modo de producción como esa superestructura son una totalidad social y tienen un carácter histórico. Esto significa que se modifican, se interrelacionan. Ese modo de producción es el que determina la importancia de los otros aspectos de la vida, reconociendo también que las instituciones, las ideas, el derecho, la política, la ideología, la ciencia, etc., encargadas de organizar la sociedad, sólo pueden aparecer como resultado de la estructura económica, que a su vez, es influida, impactada por las relaciones sociales y todo lo que eso implica. Es decir, esa relación no aparece como algo que ocurre en una sola dirección, aunque la base económica sea fundamental, las instituciones sociales la modifican, la organizan y le dan un orden formal, legal, jurídico. Pero ese ordenamiento pasa por saber en manos de quien está la propiedad fundamental, en manos de qué clase social está el poder económico. LA ESTRUCTURA ECONOMICA En la estructura económica hay al menos tres componentes: la materia que se va a transformar en un producto determinado; el trabajo humano o fuerza de trabajo que contiene no sólo fuerza física sino también elementos técnicos e intelectuales; los medios de producción para obtener productos, son las máquinas, las herramientas, los útiles del trabajo. Para producir bienes se requiere establecer relaciones con otros, son las llamadas relaciones de producción que tienen dos formas de expresarse: relaciones técnicas de producción y las relaciones sociales de producción. Las primeras se originan en las relaciones existentes dentro del proceso de trabajo y tienen que ver con los vínculos y control que hay sobre los medios de producción y sobre todo el proceso de trabajo. Las otras dependen del lugar que ocupamos respecto a la propiedad o no de los medios de producción. Esto va a determinar si las relaciones sociales son de colaboración o de dominación. En el primer caso se supone que ningún sector social vive de la explotación del trabajo ajeno y en el segundo es cuando la relación es de dominación, es cuando los dueños de los medio de producción viven del trabajo de los no propietarios. Esa ha sido la relación que ha caracterizado a las sociedades clasistas hasta la actualidad. Uno de los resultados de esas sociedades es resaltado en la obra de Marx, es lo que denominó división social del trabajo. Es el lugar que cada quien ocupa en el proceso social, sobre todo en la estructura económica. Esto hace posible la existencia de una distribución desigual de la riqueza social y se nota en la familia con las relaciones de dominio que el hombre establece sobre los bienes y sobre la mujer y los hijos. Se generan también diferencias entre los intereses individuales y los intereses generales. Al individuo mismo se le imponen actividades y condiciones que él no controla; aparece una masa de riquezas materiales y espirituales en manos de unos cuantos y en detrimento de grandes grupos de población. De la misma sociedad clasista se generan tendencias contra la vida, contra la naturaleza, pero también aparecen formas de superar esos conflictos. Por ejemplo, la organización sindical y política de los trabajadores, las ideologías que pretenden criticar al sistema y proponer alternativas a sus crisis, desarrollos científicos y técnicos que provocan seguridad en el proceso productivo pero también desempleo, surgen clases sociales y otros grupos que encabezan los procesos de transformación. Son los llamados sujetos históricos que ya no sólo se expresan en la clase obrera, también en nuevos actores sociales sin vinculación directa con los procesos económicos. Las relaciones de producción se mueven a un ritmo más lento que las fuerzas productivas hasta llegar a convertirse en obstáculos para el desarrollo social; es el momento en que van desarrollándose condiciones críticas que pueden conducir a revoluciones sociales. Ese conflicto puede resolverse con la transformación de las relaciones de producción conforme al avance técnico, científico, social de las fuerzas productivas. Todo ello va a depender de una serie de procesos no solo materiales, económicos, también ideológicos y políticos, que dan forma a las transformaciones sociales. LA SUPERESTRUCTURA JURIDICO-POLITICA-IDEOLOGICA Este componente de las formaciones sociales está formado por las leyes, instituciones, el poder político, las costumbres, creencias, los sistemas jurídicos, religiosos, filosóficos y políticos. Debido a la relación que tienen con la estructura económica, se encargan de dirigir y controlar la actividad de todos los individuos. En tal sentido, esos elementos superestructurales son los medios de las clases dominantes para ejercer su poder sobre los grupos sociales. En el caso de las ideologías, no sólo justifican al sistema y a la realidad existente, lo muestran como algo necesario, que no debe alterarse para provocar desequilibrios sociales. Pero también hay ideologías que se oponen a lo establecido, como las ideas socialistas y otras alternativas, incluso de tinte religioso, que se encargan de denunciar, criticar, cuestionar las injusticias y mostrar que las formaciones sociales tienen un carácter histórico y que sus formas políticas y jurídicas, responden a los intereses de la clase dominante. Entre los críticos de la teoría materialista de la historia, incluyendo algunos que se consideran marxistas, existe la creencia de que la relación entre la estructura económica y la superestructura tiene un vínculo lineal. Esto se nota cuando se afirma que esa base condiciona y determina a las instituciones y a las ideas. Si esa relación fuera de ese modo, mecánica, rígida, no habría espacio alguno para la lucha social, para el papel de las organizaciones políticas y no tendría que aceptarse la crítica de Marx y Engels al sistema capitalista; si aquella determinación de la economía sobre lo social fuera unidireccional, no existiría el movimiento obrero ni sus partidos políticos, tampoco habría espacio para la lucha ideológica, porque todo ello sería ineficaz, innecesario. Sólo habría que esperar la transformación. Tanto Marx como Engels insistieron en el papel determinante de la base económica. Pero dedicaron gran parte de su actividad a subrayar la importancia de la lucha de clases, de la acción política, del papel de las ideas como sustento en la organización del movimiento obrero para transformar las relaciones sociales desde la toma del poder político. Ese aspecto ideológico es fundamental en la teoría de Marx y va a señalar repetidas veces que el desarrollo de la conciencia de clase, de la conciencia política, de la organización, es principal para superar la alienación, la injusticia, la desigualdad y la explotación del trabajo. Hay una carta de Engels a Joseph Bloch de 1890 en donde sostiene que la causa fundamental de las transformaciones sociales está determinada por la economía, al mismo tiempo dice que esa relación no es en una sola vía, tampoco es inmediata y que todos los cambios sociales no pueden explicarse a partir de la base económica de la sociedad. Existen, pues, otros momentos que aceleran o frenan las transformaciones y se encuentra en la superestructura, ellos son la política, los partidos, la ideología, la ciencia, la religión, las costumbres, el arte, el surgimiento de otros sujetos sociales, el desarrollo de la conciencia, y en general, la cultura. ALGUNAS CONCLUSIONES La relación conflictiva de las fuerzas de producción con las relaciones de producción genera trabajo, objetos de consumo, riqueza social pero también despojo de esa riqueza y acumulación en reducidos grupos de poder. En esa relación hay grandes grupos sociales, no sólo la clase obrera, productora de riqueza y que es condenada a trabajar para sobrevivir y conformarse con salarios que no son suficientes para una vida digna. Estos grupos pueden desarrollar conciencia de su condición social, que les permita organizarse políticamente para transformar esas condiciones de vida. El modo de producción examinado por Marx construye una serie de instituciones para controlar, manipular, regular las relaciones sociales, la más importante de ellas es el Estado, aunque haga creer que es una entidad en donde se manifiestan los intereses generales y que trabaja por el bien común, siempre y en cualquier época histórica, el Estado ha sido y es la expresión política de los grupos económicos dominantes, en nuestro caso, de la burguesía. Los conflictos sociales profundizados a la sombra de ese Estado muestran que su solución sólo puede estar en la actividad consciente de la clase y grupos sociales explotados, ellos tendrán que proponerse otra distribución del trabajo y de la riqueza social, una forma diferente de las relaciones sociales y un Estado que realmente represente los intereses generales. Es decir, una transformación que contribuya a organizar la sociedad sobre bases de equidad, justicia y solidaridad. En la teoría de Marx se hace mención de la existencia de distintos modos de producción. Pero lo esencial de esa propuesta no es tanto describir un modo en particular, a la sociedad capitalista, incluso, en los escritos más acabados como el Capital, hay menos referencias a esos modos, pero hay algo permanente, que sostiene con firmeza, es que necesariamente y como producto del desarrollo de las fuerzas productivas la sociedad entera podrá construir el modo de producción comunista. Esa es una especie de finalidad histórica, pero no el fin del desarrollo sino el comienzo de etapas superiores en la vida social. Además, hay que tomar en cuenta que la teoría materialista de la historia no pretende explicar la historia en sus mínimos detalles; desde ese punto de vista hay momentos históricos específicos que son accidentales; tampoco es una psicología sobre el comportamiento individual pero si busca ubicar esas conductas y sus limitaciones en los conflictos históricos; si se descubren tendencias inevitables como el caudillismo, los caciques, la cultura machista, el papel de las personalidades, examinará esas tendencias incluyendo a esos momentos locales como parte de un proceso general. Finalmente, la teoría materialista de la historia no es sólo una filosofía ni una ideología revolucionaria. Debe ser considerada como una teoría de la historia, de la economía, de la política, de la sociedad, que investiga todos esos aspectos de la vida humana en sus conflictos clasistas y establece que desde esos movimientos van surgiendo expresiones más humanas de la convivencia social.