El Sol. ¿Amigo o enemigo? Capa de ozono UVC RX IR UVB UVA Luz Visible El sol es la estrella más cercana a nosotros. Siendo una fuente de vida indispensable para el desarrollo de las plantas, los animales y las personas, su radiación puede resultar sin embargo perjudicial para el organismo, especialmente para la piel. A la Tierra solo le llega una pequeña cantidad de esta radiación, puesto que las diferentes capas de la atmósfera detienen la irradiación que resulta más nociva para el hombre. La capa de ozono, situada a 25 km de altitud en la estratosfera, es, para la Tierra, un escudo ecológico fundamental. Al absorber muy eficazmente los rayos gamma, X y ultravioletas C (UVC), constituye una auténtica protección contra los rayos más dañinos del sol. Rayos La energía que llega a la Tierra está compuesta por: • Infrarrojos 2 Proporcionan una sensación de calor y de bienestar. Son, al mismo tiempo, los responsables de los golpes de calor y las insolaciones. • Luz visible Antidepresivo de choque que favorece al mismo tiempo el envejecimiento cutáneo. • Ultravioletas A (UVA) Los UVA estimulan la pigmentación y, por lo tanto, el bronceado. Muy penetrantes, alteran las fibras elásticas y son responsables del envejecimiento prematuro de la piel. Además, intervienen en el desarrollo de algunos cánceres de piel. • Ultravioletas B (UVB) Los UVB estimulan la melanina, lo que provoca, en 48h, la aparición del bronceado. Favorecen la síntesis de la vitamina D (rayos “antiraquíticos”). Son los responsables, a corto plazo, de las “quemaduras” y, a largo plazo, del envejecimiento cutáneo prematuro y la aparición de algunos cánceres de piel. Disminuyen las defensas inmunitarias, lo que explica la aparición de brotes de herpes. Efectos Positivos Efectos Negativos Infrarrojos Calor Deshidratación Insolación Luz visible Antidepresivo Envejecimiento cutáneo Modula las funciones hormonales UVA Bronceado Envejecimiento cutáneo Cánceres cutáneos UVB Bronceado Síntesis vitamina D “antirraquítica” Quemaduras solares Cánceres cutáneos 3 Una estrategia de defensa a medida Hay circunstancias que influyen sobre la radiación solar que nos llega. Así, un cielo nublado deja pasar los rayos UVA y UVB del sol. Unicamente bloquea los rayos IR, por eso no sentimos sensación de calor pero podemos llegar a quemarnos. Además la Luz visible y los rayos ultravioletas pueden alcanzar la piel humana también indirectamente, al reflejarse sobre la superficie que la rodea. Agua 20% 4 Hierba 10 % Nieve 85% Arena 15% a 25% La piel La capa más superficial de la epidermis está constituida por queratinocitos. Éstos se multiplican y espesan la epidermis en contacto con los rayos del sol, lo que aumenta su protección frente a las radiaciones. En la base de la epidermis, las células pigmentarias llamadas melanocitos se multiplican bajo el efecto solar y aceleran la producción de un pigmento, la melanina, cuya propiedad es la de absorber las radiaciones y de crear una pantalla protectora y un color bronceado. La abundancia y el reparto de la melanina determinan el color de la piel y su reacción frente al sol. De este modo, las personas con piel negra (más rica en melanina) están mejor protegidos contra los efectos negativos del sol. UV CAPA CÓRNEA EPIDERMIS Células de Langerhans Queratocitos suprabasales Melanocitos Queratocitos basales DERMIS 5 El bronceado, reacción de defensa natural de la piel UV BRONCEADO Los melanocitos fabrican la melanina en grandes cantidades 6 Bajo la influencia de los rayos ultravioletas A y B, los melanocitos sintetizan la melanina en cantidades mayores. Este mecanismo celular se activa progresivamente: tras varios días de exposición al sol, aparece el bronceado, que constituye una protección natural de la piel frente a los UV (en especial los UVB). Sin embargo, no resulta una protección suficiente para prevenir los efectos nocivos del sol. El bronceado no detiene la totalidad de los rayos ultravioleta. Los UVB y los UVA pueden ser los responsables de la aparición de los cánceres cutáneos a largo plazo. Por esta razón, es esencial prevenir su piel siguiendo los consejos de un buen uso del sol. No todos somos iguales frente al sol. Todo depende de nuestro fototipo. Este viene definido por el color de la piel, del cabello, la tendencia a las quemaduras solares y la aptitud al bronceado. Estas particularidades están genéticamente programadas. Una vez conocemos nuestro fototipo y las condiciones de exposición solar (piscina, playa mediterránea o tropical, alta mar, alta montaña, nieve...) ya podemos elegir la fotoprotección mejor adaptada a nuestra «sensibilidad» natural al sol. (ver pág. 13) SE DISTINGUEN 6 FOTOTIPOS DIFERENTES Fototipo Cabellos Tez Tendencias a quemaduras Aptitud al bronceado I Pelirrojo Lechosa Constante +++ Nula II Rubio Clara Constante ++ Ligera III Castaño Clara Frecuente Clara IV Castaño oscuro Mate Poco frecuente Oscuro V Castaño muy oscuro Mate Excepcional Muy oscuro VI Negro Negra No Negro 7