VIII Área Derecho Empresarial VIII Contenido VIII-1 Reglas generales para la celebración de contratos Ficha Técnica Autor :Dr. Cristhian Northcote Sandoval Título : Reglas generales para la celebración de contratos Fuente: Actualidad Empresarial Nº 274 - Primera Quincena de Marzo 2013 1.Introducción Para la celebración de un contrato existen una serie de formalidades o requisitos que se deben cumplir, dependiendo del tipo de contrato que se celebre. Pero existe también un conjunto de reglas generales que son aplicables a todos los contratos, y que funcionan como un marco general de regulación previsto por el Código Civil. En la medida que estas reglas generales son aplicables a todos los tipos de contratos, es indispensable conocerlas para reconocer sus efectos en las operaciones que celebra una empresa, sin perjuicio de las características o condiciones específicas de cada operación. En el presente informe, desarrollaremos algunas de las reglas generales más importantes que contiene el Código Civil para regular los contratos. 2. Marco legal Las reglas generales de contratos están previstas a partir del artículo 1351º del Código Civil. 3. Concepto de contrato modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial”. Así, un contrato tiene como efecto crear, regular, modificar o extinguir obligaciones entre las partes que lo celebran, pues no podrían ser exigidas frente a una persona que no forme parte de la relación contractual. Es importante señalar que no debe confundirse al contrato con el documento o documentos que se pueden suscribir para darle una forma escrita. En efecto, si nuestro contrato no requiere de ninguna formalidad establecida por ley, puede celebrarse incluso de manera verbal, como lo veremos más adelante. Y siendo así, suscribir un documento escrito no sería una condición esencial para la existencia y validez del contrato y no debe confundirse al documento con el este. Esta diferencia es de suma importancia pues puede ocurrir, por ejemplo, que el documento tenga una serie de errores o defectos en su contenido. Estos errores pueden generar que el documento no sea comprensible, pero de ninguna manera generarán la invalidez del contrato, pues el documento no es un requisito de validez. Para entender mejor estas consideraciones sobre la forma del contrato, veremos lo que nos dice el Código Civil con respecto al perfeccionamiento. 4. Perfeccionamiento de contratos El artículo 1351º del Código Civil define al contrato de la siguiente forma: Cuando hacemos mención al perfeccionamiento de contratos estamos refiriéndonos a lo que usualmente se denomina como celebración del contrato. Es decir, se considera que un contrato queda perfeccionado cuando se han reunido todos los elementos necesarios para su validez. “Noción de contrato Artículo 1351º.- El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear, regular, Como regla general, el contrato queda perfeccionado cuando se produce el acuerdo de voluntades de las partes invo- El primer punto que debemos aclarar es el concepto de contrato, para establecer cuándo un acto u operación constituye en realidad un contrato. N° 274 Primera Quincena - Marzo 2013 lucradas. Excepcionalmente, cuando una norma legal lo requiera, será necesario que el acuerdo de voluntades se exprese en una forma determinada, como un documento escrito o una escritura pública. Veamos lo que nos indica el artículo 1352º sobre el perfeccionamiento de contratos: Informe Especial Reglas generales para la celebración de contratos Informe especial “Perfección de contratos Artículo 1352º.- Los contratos se perfeccionan por el consentimiento de las partes, excepto aquellos que, además, deben observar la forma señalada por la ley bajo sanción de nulidad”. Nótese que las formalidades a las que hace referencia este artículo, como condición adicional al consentimiento de las partes, deben ser establecidas por una norma legal que indique expresamente que a falta de dicha formalidad, el contrato será nulo. Veamos un ejemplo de esta situación. El contrato de donación puede hacerse sobre bienes muebles e inmuebles. Para cada caso, el Código prevé una formalidad obligatoria, bajo sanción de nulidad, como se precisa en los siguientes artículos: “Donación por escrito de bienes muebles Artículo 1624º.- Si el valor de los bienes muebles excede el límite fijado en el artículo 1623º, la donación se deberá hacer por escrito de fecha cierta, bajo sanción de nulidad. En el instrumento deben especificarse y valorizarse los bienes que se donen”. “Donación de bienes inmuebles Artículo 1625º.- La donación de bienes inmuebles, debe hacerse por escritura pública, con indicación individual del inmueble o inmuebles donados, de su valor real y el de las cargas que ha de satisfacer el donatario, bajo sanción de nulidad”. Como se puede observar, estos artículos señalan expresamente una formalidad Actualidad Empresarial VIII-1 VIII Informe Especial para el perfeccionamiento del contrato de donación para bienes, muebles e inmuebles, disponiendo que, en caso de inobservancia de las formalidades previstas, el contrato será nulo. Es importante señalar también que la nulidad del contrato no es subsanable, es decir, que no puede considerarse que el contrato es válido si se realizan otros actos o formalidades distintas a las señaladas por la ley, aun cuando las partes estén de acuerdo. De los artículos citados, podemos apreciar que las formalidades que contiene el Código Civil consisten en mecanismos de instrumentalización del contrato, es decir, de formas que buscan darle a las partes seguridad con respecto al contenido del contrato y de los acuerdos que han adoptado. Por ello, podemos establecer una suerte de orden de jerarquía entre las distintas formalidades previstas por el Código: · La forma escrita. La forma escrita es básicamente la suscripción de un documento escrito por las partes intervinientes del contrato. Cuando esta es una formalidad obligatoria bajo sanción de nulidad para el contrato, todas las partes intervinientes deben suscribir el documento para considerar que ha sido perfeccionado. · El documento de fecha cierta. Muchas veces se confunde al documento de fecha cierta con el documento con firmas legalizadas por un notario. Sin embargo, la legalización notarial de las firmas es solo una de las formas por las cuales un documento adquiere fecha cierta. La fecha cierta es una característica de un documento en virtud de la cual se tiene absoluta certeza de su fecha de emisión o celebración, que no necesariamente es la expresada en el documento, sino la fecha cierta que se configure a través de la circunstancia prevista por ley. En este caso, la norma legal que establece las circunstancias que otorgan fecha cierta es el artículo 245º del Código Procesal Civil: “Fecha cierta Artículo 245º.- Un documento privado adquiere fecha cierta y produce eficacia jurídica como tal en el proceso desde: 1. La muerte del otorgante; 2. La presentación del documento ante funcionario público; 3. La presentación del documento ante notario público, para que certifique la fecha o legalice las firmas; 4. La difusión a través de un medio público de fecha determinada o determinable; y 5. Otros casos análogos. VIII-2 Instituto Pacífico Excepcionalmente, el juez puede considerar como fecha cierta la que haya sido determinada por medios técnicos que le produzcan convicción”. Como vemos, la legalización de las firmas en el documento es solo una de las circunstancias que le otorgan fecha cierta. Incluso, ni siquiera estamos ante un listado cerrado de condiciones, sino que el propio artículo 245º señala que el juez que resuelve sobre la certeza del documento, puede atribuirle fecha cierta por otras circunstancias no señaladas expresamente por este artículo. • La escritura pública. La escritura pública es un documento público, otorgado por notario como consecuencia de la solicitud o minuta presentada por las partes. Hay que señalar que la escritura pública, como su nombre lo indica, es un documento público y es accesible a cualquier persona que lo solicite al notario. Ahora bien, para que se considere otorgada la escritura pública, las partes intervinientes en el contrato deben suscribirla. Tal vez se genere la duda de por qué no se ha considerado como una forma de perfeccionamiento de los contratos a la inscripción en los Registros Públicos. Esto es así porque la inscripción en los Registros Públicos no constituye ningún mecanismo que otorgue certeza o seguridad sobre la voluntad de las partes, sino que se trata simplemente de un procedimiento administrativo que le otorga publicidad a un acto. En efecto, el objetivo de las formalidades que se imponen para perfeccionar algunos contratos tiene que ver con la necesidad de darle certeza o mayor seguridad a la voluntad de las partes otorgada sobre un contrato. Así por ejemplo, una legalización de firmas o una escritura pública no se cumplirían si es que las partes no se someten a dicha formalidad, acudiendo ante el notario para firmar. Pero la inscripción en los Registros Públicos no requiere de ningún acto de las partes intervinientes en el contrato. Cualquier persona puede solicitar la inscripción de un acto a través del documento público respectivo, como una escritura pública o una sentencia judicial. Estos actos ya no corresponden a la voluntad de las partes y, por lo tanto, no tienen relevancia para determinar el perfeccionamiento de un contrato. Como ya hemos dicho, el Código Civil contiene un régimen general aplicable a todos los contratos, sin perjuicio de las reglas específicas que prevé el propio Código u otras normas especiales para determinadas operaciones. Así lo señala el artículo 1353º del Código: “Régimen legal de los contratos Artículo 1353º.- Todos los contratos de derecho privado, inclusive los innominados, quedan sometidos a las reglas generales contenidas en esta sección, salvo en cuanto resulten incompatibles con las reglas particulares de cada contrato”. Pero para ser precisos, este régimen general que contiene el Código, al igual que las normas legales especiales sobre determinados contratos, serán aplicables siempre que la legislación peruana sea la aplicable al contrato. ¿Por qué decimos esto? Lo que ocurre es que es posible que al celebrar un contrato las partes acuerden que esta relación contractual que están creando no se regule por la legislación peruana, sino por una legislación extranjera. El artículo 2095º del Código regula esta posibilidad: “Obligaciones contractuales Artículo 2095º.- Las obligaciones contractuales se rigen por la ley expresamente elegida por las partes y, en su defecto, por la ley del lugar de su cumplimiento. Empero, si deben cumplirse en países distintos, se rigen por la ley de la obligación principal y, en caso de no poder ser determinada esta, por la ley del lugar de celebración. Si el lugar del cumplimiento no está expresamente determinado o no resulta inequívocamente de la naturaleza de la obligación, se aplica la ley del lugar de celebración”. Puede darse el caso entonces, que las partes hayan acordado celebrar un contrato regulado, no por las leyes peruanas, sino por la legislación colombiana, solo por poner un ejemplo. En este sentido, prima la voluntad de las partes al punto que, incluso las normas imperativas aplicables al contrato serán las contenidas en la legislación pactada y no las de la legislación peruana. 5.Regulación legal de los contratos Cuando no existe un acuerdo de las partes al respecto, la legislación aplicable es la del lugar de cumplimiento del contrato, por la del lugar donde se ejecute la obligación principal, si se deben ejecutar obligaciones en países distintos o, en última instancia, por la legislación del lugar de celebración del contrato. Otro de los aspectos que resulta fundamental al celebrar un contrato es determinar el marco legal que será aplicable, pues de ello depende que el contrato pueda desplegar todos sus efectos, en la forma en la que ha sido acordado por las partes. En la práctica, casi la totalidad de contratos celebrados en el país se regulan por las leyes peruanas, pues es muy raro que las partes acuerden someterse a una legislación extranjera, sobre todo si se trata de operaciones que se ejecutan en el país. N° 274 Primera Quincena - Marzo 2013 Área Derecho Empresarial Volviendo a la aplicación del artículo 1353º del Código Civil, habíamos señalado que las reglas generales del Código se aplicaban a todos los contratos. Pero para desarrollar esta idea, debemos analizar lo que dispone el artículo expresamente. El artículo 1353º dispone que las reglas generales del Código se aplican a todos los contratos, incluso a los innominados, en tanto no contravengan las reglas específicas de determinados contratos. ¿A qué se refiere el artículo 1353º cuando menciona a los contratos innominados? ¿Qué es un contrato innominado? Doctrinariamente, se suele distinguir o clasificar los contratos aplicando diversos criterios. Uno de estos criterios es el que separa a los contratos típicos de los atípicos, y a los nominados de los innominados. Veamos a continuación cuando estamos ante una u otra clase: • Contrato típico: Es aquel contrato que cuenta con una regulación específica en la legislación. Por ejemplo, tenemos al contrato de compraventa regulado específicamente a partir del artículo 1529º del Código Civil. • Contrato atípico: Es aquel que no cuenta con una regulación específica en la legislación. Podríamos mencionar al contrato de franquicia. • Contrato nominado: Es aquel contrato que tiene una denominación o mención en la legislación, pero no una regulación. • Contrato innominado: Es aquel que no cuenta con una denominación señalada por una norma legal. Entonces, las normas generales del Código Civil se aplican a todos los contratos, típicos o atípicos, nominados o innominados, siempre que no contravengan las normas especiales en el caso de los contratos típicos. También es importante establecer en la regulación de los contratos si las normas legales son aplicables a todos los aspectos de la operación ya sea que las partes hayan pactado o no una regla particular sobre dicho aspecto. En otras palabras, es necesario establecer si las normas legales, tanto las generales como las específicas, son obligatorias o no. El artículo 1354º del Código Civil señala lo siguiente: “Libertad contractual Artículo 1354º.- Las partes pueden determinar libremente el contenido del contrato, siempre que no sea contrario a norma legal de carácter imperativo”. Según este artículo, en materia contractual prima la voluntad de las partes sobre las normas legales, salvo cuando se trata de normas de carácter imperativo. ¿Qué es una norma de carácter imperativo? En N° 274 Primera Quincena - Marzo 2013 VIII la legislación, se distingue a las normas imperativas de las dispositivas. función de las estipulaciones acordadas por las partes: Las normas imperativas son aquellas que son de obligatorio cumplimiento y sobre las cuales las partes no pueden establecer una regla distinta. Por ejemplo, son de obligatorio cumplimiento las normas sobre formalidades obligatorias del contrato de donación a las que hemos hecho mención en este informe. “Obligatoriedad de los contratos Por otra parte, existen las normas dispositivas que son aquellas disposiciones legales sobre las cuales las partes pueden acordar una regla distinta, de forma tal que la regla contenida en la norma legal se aplica solamente cuando las partes así lo hubieran decidido o en defecto de un acuerdo distinto. Cabe señalar que la mayoría de disposiciones legales en materia contractual son de carácter dispositivo. De la mano con esta disposición, debemos precisar que los efectos de los contratos solo son aplicables a las partes del contrato, es decir, que las obligaciones que emanan del contrato solo son exigibles frente a las partes, de acuerdo a lo que hayan asumido. Artículo 1361º.- Los contratos son obligatorios en cuanto se haya expresado en ellos. Se presume que la declaración expresada en el contrato responde a la voluntad común de las partes y quien niegue esa coincidencia debe probarla”. “Primacía de la voluntad de contratantes Esto se explica por una cuestión legal, pero también lógica. Pues en la medida que el contrato nace de un acuerdo de voluntades, no es posible que la voluntad de una persona genere obligaciones a cargo de otra persona. Artículo 1356º.- Las disposiciones de la ley sobre contratos son supletorias de la voluntad de las partes, salvo que sean imperativas”. Jurídicamente, esta regla la sustenta el artículo 1363º del Código Civil: “Efectos del contrato 6. Efectos de los contratos Artículo 1363º.- Los contratos solo producen efectos entre las partes que los otorgan y sus herederos, salvo en cuanto a estos si se trata de derechos y obligaciones no trasmisibles”. El artículo 1356º del Código Civil contiene una disposición en este sentido: Ahora bien, hemos visto qué es un contrato y cuál es su régimen legal. Debemos establecer ahora qué efectos tiene un contrato de manera general, independientemente de sus características o condiciones específicas. En primer lugar, hay que tener en cuenta que los efectos del contrato se despliegan en la medida que este haya sido perfeccionado, lo que se logra con el consentimiento de las partes y con la formalidad prescrita por ley, si fuera el caso. Así, el artículo 1359º dispone que el contrato existirá siempre que haya conformidad de las partes sobre todos sus elementos, principales y secundarios: “Conformidad de voluntad de partes Artículo 1359º.- No hay contrato mientras las partes no estén conformes sobre todas sus estipulaciones, aunque la discrepancia sea secundaria”. En la medida que exista la manifestación de voluntad de las partes confirmando su aceptación de las estipulaciones del contrato, entonces quedarán obligadas por todas estas estipulaciones. Hay que recordar que los contratos pueden celebrarse incluso en forma verbal, en cuyo caso se podría dificultar determinar cuáles fueron las estipulaciones acordadas por las partes. Por ello, es que la forma escrita es la más conveniente para que cada una de las partes tenga certeza sobre las estipulaciones del contrato y que luego pueda exigir su contenido. El artículo 1361º del Código Civil establece la obligatoriedad de los contratos en Nótese que la norma hace referencia a la transmisión de los derechos y obligaciones del contrato hacia los herederos de alguna de las partes. Esta regla se aplica solo cuando se trata de una persona natural y en la medida que los derechos y obligaciones del contrato sean transmisibles. Cabe señalar que esta regla por la cual, el contrato solo surte efecto entre las partes, no impide que alguna de las partes se obligue a que un tercero realice alguna prestación o que alguna de las partes se obligue a realizar una prestación en favor de un tercero y no de su contraparte. Estas posibilidades son conocidas como la promesa de obligación de un tercero y el contrato a favor de terceros, regulados en los artículos 1457º y 1470º del Código: “Contrato en favor de tercero Definición Artículo 1457º.- Por el contrato en favor de tercero, el promitente se obliga frente al estipulante a cumplir una prestación en beneficio de tercera persona”. El estipulante debe tener interés propio en la celebración del contrato. “Promesa de la obligación o del hecho de un tercero Artículo 1470º.- Se puede prometer la obligación o el hecho de un tercero, con cargo de que el promitente quede obligado a indemnizar al otro contratante si el tercero no asume la obligación o no cumple el hecho prometido, respectivamente”. Actualidad Empresarial VIII-3 VIII Informe Especial Un aspecto importante para determinar los efectos de un contrato es la aplicación del criterio de la buena fe. Se trata de un aspecto cuestionable en la medida que el concepto de buena fe no ha sido desarrollado plenamente por nuestra legislación y lo que existe es una serie de consideraciones doctrinarias que pueden ayudar a darle contenido a este concepto de la buena fe. Pese a esta indefinición, el Código Civil le asigna un peso importante a este concepto en el artículo 1362º: “Buena fe Artículo 1362º.- Los contratos deben negociarse, celebrarse y ejecutarse según las reglas de la buena fe y común intención de las partes”. Según este artículo, la buena fe constituye un presupuesto de todo contrato, pues el Código asume que las partes proceden en la negociación, celebración y ejecución de un contrato con buena fe. Pero cabe preguntarse cuál es el alcance de esta buena fe si al celebrar un contrato ambas partes están tratando de sacar el máximo beneficio a su favor, lo que, en casi la totalidad de los casos, implica un detrimento para la otra parte. Por ello, podríamos incluso sostener que las partes no actúan con buena fe, sino todo lo contrario, actúan con mala fe para obtener el máximo provecho. Si entendemos la buena fe como una cuestión de transparencia en la actuación de las partes, entonces en ese caso sí podemos darle una mayor coherencia a la aplicación de este criterio en los contratos, pues sí puede aceptarse como presupuesto que las partes actúen sin la intención de engañar a su contraparte. Un efecto muy particular del cual se ocupa el Código Civil en sus reglas generales, es el concerniente a los gastos y tributos que puede generar la celebración de un contrato. Así, el artículo 1364º dispone lo siguiente: “Gastos y tributos del contrato Artículo 1364º.- Los gastos y tributos que origine la celebración de un contrato se dividen por igual entre las partes, salvo disposición legal o pacto distinto”. Esta regla se refiere a los gastos y tributos propios de la celebración del contrato y no a los tributos que por ley o por su naturaleza, le corresponden a cada una de las partes como consecuencia de las ganancias obtenidas por la operación comercial, como sería por ejemplo el IR. 7.Plazo o duración de los contratos Los contratos pueden celebrarse por plazos determinados o indeterminados. Cuando el contrato es a plazo determinado, su duración se extiende por todo VIII-4 Instituto Pacífico el plazo pactado. No existe, en este caso, obligación alguna de renovar el plazo contractual. Si no hay acuerdo, el contrato no se renueva, sino que vence al término del plazo pactado. Cuando los contratos se celebran a plazo indeterminado, entonces su término depende de la voluntad de las partes. El artículo 1365º regula como se pone fin a estos contratos a plazo indeterminado: “Fin de contratos continuados Artículo 1365º.- En los contratos de ejecución continuada que no tengan plazo convencional o legal determinado, cualquiera de las partes puede ponerle fin mediante aviso previo remitido por la vía notarial con una anticipación no menor de treinta días. Transcurrido el plazo correspondiente el contrato queda resuelto de pleno derecho”. Si bien es una regla conveniente frente al vacío que puede producirse cuando un contrato se ha celebrado a plazo indeterminado, es probable que el plazo de treinta días de preaviso sea insuficiente en una operación comercial diseñada para plazos largos. ¿A qué nos referimos con la insuficiencia de este plazo? Cuando una operación comercial ha generado una importante inversión o gasto para las partes, es muy probable que la operación esté diseñada para que dicha inversión se recupere en un determinado tiempo. Y si las partes no han tenido el cuidado de pactar un plazo definido que les permita recuperar la inversión o el gasto, puede ocurrir entonces que su contraparte le ponga fin al contrato solo dándole treinta días de preaviso. Por ello, es una recomendación general que en todos los casos se procure celebrar los contratos a un plazo determinado, en función de las necesidades de las partes. 8.Conclusiones Estas son algunas de las reglas generales sobre contratos que contiene el Código Civil. Es importante tenerlas en cuenta pues serán aplicables ante la falta de acuerdo expreso de las partes y, en algunos casos, como las formalidades de celebración, serán aplicables en forma imperativa. Para tener una mejor idea de la forma en que se puede elaborar un contrato, reproducimos a continuación un modelo de un contrato de mutuo, que nos puede ayudar a darle una estructura a nuestros contratos: MODELO DE CONTRATO DE MUTUO DE DINERO Conste por el presente documento, el Contrato de Mutuo de Dinero que celebran: • De una parte EMPRESA DE TRANSPORTES FENIX S.A.C., con RUC Nº 20450028858, debidamente representada por el señor Fernando Gonzáles Gálvez, identificado con DNI Nº 07789456, en su calidad de Gerente General, según poderes que corren inscritos en la Partida Electrónica Nº 10506483 del Registro de Personas Jurídicas de la Oficina Registral de Lima y Callao, con domicilio en avenida Bolívar N° 1450, distrito de Pueblo Libre, a quien se le denominará EL MUTUANTE y, de la otra parte, • COMPAÑÍA IMPORTADORA DE REPUESTOS S.A., con RUC Nº 20357745909, debidamente representado por el señor Walter García Pérez, identificado con DNI Nº 12307798, en su calidad de Gerente General según poderes que corren inscritos en la Partida Electrónica Nº 11589412 del Registro de Personas Jurídicas de la Oficina Registral de Lima y Callao, con domicilio para estos efectos en calle 2 de Mayo N° 355, distrito de Jesús María, a quien se le denominará EL MUTUATARIO, bajo los términos y condiciones siguientes: PRIMERA: ANTECEDENTES 1.1.EL MUTUANTE es una persona jurídica dedicada a prestar servicios de transporte de carga y de pasajeros. 1.2.EL MUTUATARIO es una persona jurídica dedicada a la importación, distribución y comercialización de repuestos para vehículos y otras maquinarias. SEGUNDA:OBJETO DEL CONTRATO 2.1.Por el presente contrato EL MUTUANTE se obliga a entregar en mutuo a EL MUTUATARIO la suma de dinero ascendente a US$ 100 000.00 (Cien mil y 00/100 Dólares Americanos). 2.2. Por su parte, EL MUTUATARIO se obliga a devolver a EL MUTUANTE la referida suma de dinero en la forma y oportunidad pactadas en las cláusulas siguientes. TERCERA: DEVOLUCIÓN DEL DINERO MUTUADO 3.1.EL MUTUATARIO se compromete a devolver la suma mutuada más un interés del 1% anual, el 3 de enero de 2014. 3.2.Las partes acuerdan que EL MUTUATARIO devolverá la suma de dinero objeto del mutuo en la misma moneda recibida, o en todo caso, al tipo de cambio de la fecha de pago. 3.3.Las partes dejan constancia de que el lugar de pago será el domicilio de EL MUTUANTE u otro que este designe mediante comunicación simple. CUARTA: P AGO DE INTERESES Ambas partes convienen en que el presente contrato de mutuo se establece la obligación al pago de intereses compensatorios del 1% anual a favor de EL MUTUANTE por parte de EL MUTUATARIO. QUINTA: LEGISLACIÓN APLICABLE En lo no previsto por las partes en el presente contrato, ambas se someten a lo establecido por las normas del Código Civil Peruano de 1984 y demás del sistema jurídico que resulten aplicables. En señal de conformidad, las partes suscriben este documento en la ciudad de Lima, el 2 de enero de 2013 EL MUTUANTE EL MUTUATARIO N° 274 Primera Quincena - Marzo 2013