0121-67-2007 REF. 88-07-3.TRIBUNAL SEXTO DE SENTENCIA: San Salvador, a las dieciséis horas con veinte minutos del día veinticinco de mayo de dos mil siete. Visto en Juicio Oral celebrado el día veintiuno de los corrientes y este día, en el proceso penal instruido contra MANUEL DE JESUS NAVIDAD, quien es de veinticuatro años de edad, Electricista, Salvadoreño, Soltero, originario de esta ciudad, donde nació el día veinticinco de diciembre de mil novecientos ochenta y dos, residente en Calle San Judas, pasaje Molino número dos, casa diez, San Ramón, Mejicanos; hijo de Juan Alberto Segovia y de María Altagracia Navidad; por el delito de HURTO AGRAVADO, previsto y sancionado en los artículos 207, 208 numeral 5, todos del Código Penal, en perjuicio patrimonial de OSCAR MARGARITO QUINTEROS FLORES, quien es de treinta y siete años de edad, Soltero, Motorista, Salvadoreño, originario de esta ciudad; (C.N. 882007-3). Han intervenido como partes en el Juicio en representación del Fiscal General de la República, la Agente Auxiliar, Licenciada YANETH EUGENIA DIAZ FLORES; y como Defensor Particular del Imputado, el Licenciado JAIME ANASTASIO CAÑAS DOMINGUEZ; ambos mayores de edad, Abogados, y de este domicilio. Conforme a lo prescrito en el artículo 53 numeral 6° del Código Procesal Penal, en Juicio fue sometido el presente proceso al conocimiento de este Tribunal en forma Colegiada, constituido por los suscritos Jueces ROLANDO CORCIO CAMPOS, VIRGINIA LORENA PAREDES DE DUEÑAS y GLADYS MARGARITA SALGADO CASTILLO en calidad de Presidente el primero, quien además presidió la audiencia. El presente proceso se inició mediante Requerimiento Fiscal presentado el día diecinueve de octubre de dos mil seis, por lo que en Audiencia Inicial celebrada en el Juzgado Primero de Paz de Mejicanos, el día veinte del mismo mes y año, se ordenó la Instrucción; remitiéndose el proceso al Juzgado de Instrucción de Mejicanos, donde se celebró la Audiencia Preliminar el día treinta de marzo de este año, dictándose el correspondiente Auto de Apertura a Juicio de las ocho horas y cuarenta minutos del día dieciséis de abril de este año, remitiéndose el proceso a este Tribunal, donde se recibió el día dieciocho del mismo mes y año, señalándose el Juicio para el día veintiuno de mayo de este año, fecha en que a solicitud de la parte fiscal se suspendió debido a la incomparecencia de la víctima, continuándose con su celebración este día, pero en atención a lo avanzado de la hora de la finalización de los debates, únicamente se dio a conocer en forma oral el fallo a que arribó el Tribunal, con expresión de los fundamentos que lo sustentan, resolviéndose diferir la lectura íntegra de esta Sentencia para el día uno de junio de este año. VISTAS Y OIDAS LAS PRUEBAS, y CONSIDERANDO: ENUNCIACION DEL HECHO OBJETO DEL JUICIO. La fijación del objeto del debate se establece en la Acusación y Auto de Apertura a Juicio en los términos siguientes: "El día diecisiete de octubre del año recién pasado, a las trece horas aproximadamente, en el pasaje Molina, número dos, frente a la casa número doce, San Ramón, Jurisdicción de Mejicanos, momentos en que los agentes de la Policía: JOSE TITO MARTINEZ CALLES y LEONARDO MAURICIO GARAY, se encontraban realizando patrullaje preventivo a bordo del equipo policial, cuando fueron informados por medio del sistema de emergencias novecientos once, que en la dirección arriba descrita se había suscitado un problema de daños, por lo que dichos agentes captores se apersonaron al lugar y al llegar al mismo, constataron a través de los señores: OSCAR MARGARITO QUINTEROS FLORES y JORGE MAURICIO RAMIREZ MENDOZA que un sujeto conocido como MANUEL NAVIDAD, quien reside en el mismo pasaje pero en la casa número diez, a eso de las doce horas con quince minutos, le había sustraído el reloj al señor MARGARITO QUINTEROS, manifestándole el señor QUINTEROS que le devolviera el reloj, retirándose el sujeto a su vivienda, saliendo momentos después con un corvo en sus manos, amenazando al señor QUINTEROS y al señor JORGE MAURICIO RAMIREZ, quien se encontraba con él en ese momento, amenazándolo con el corvo, por lo que dichos señores ya descritos, para no ser lesionados por el sujeto optaron por introducirse a su vivienda y cerraron la puerta, llegando el sujeto y continuaba las amenazas con el corvo y a la vez efectuaba golpes con el corvo en la puerta y en la ventana, retirándose después dicho sujeto, yéndose a la casa de una vecina, para curarlo de una lesión, ya que el sujeto se causó una herida en la ceja izquierda al manipular el corvo y golpear la puerta y la ventana, por lo que dichos agentes captores se dirigieron a la referida vivienda a esperar que saliera el sujeto; es el caso que momentos después salió, por lo que en ese momento los referidos agentes captores procedieron a detener al señor, quien fue identificado con el nombre de MANUEL DE JESUS NAVIDAD". DESCRIPCION Y VALORACIÓN DE LA PRUEBA PRODUCIDA EN EL JUICIO. De conformidad al Artículo 162 del Código Procesal Penal, que establece los caracteres de la prueba, referentes a la pertinencia, relevancia, objetividad y legalidad; y en especial la legalidad, ya que la prueba únicamente puede ser valorada si ha sido legalmente obtenida, ofrecida y producida, y en atención a la garantía contenida en el Artículo 15 del Código Procesal Penal, este Tribunal analizará cada una de las pruebas, de la siguiente manera: PRUEBA TESTIMONIAL El testigo JOSE TITO MARTINEZ CALLES, en esencia manifestó que: "Labora en la Policía Nacional Civil; que en el año dos mil seis estaba destacado en Mejicanos; que el diecisiete de octubre de dos mil seis, estaba destacado en esa delegación, específicamente se encontraba en la zona de San Ramón; que ese día hizo un procedimiento en el Pasaje Molino; que el hecho ocurrió en el pasaje Molino de San Ramón; que el compañero que estaba en el puesto de la zona les dijo que había un problema, por lo que llegaron a verificar; que la información era que se había dado un hecho delictivo; que al llegar al lugar de los hechos tuvieron contacto con el ofendido, quien les dijo que un sujeto le había quitado su reloj; que el ofendido no recuerda cómo se llamaba; que al saber de la noticia del hecho el señor les señaló al joven que le había robado, por lo que procedieron a detenerlo; que la víctima dijo que habían varios sujetos, pero sólo señaló a uno de ellos; que ellos procedieron a la aprehensión del sujeto, a quien registraron, pero no le encontraron nada; que cuando capturaron al sujeto éste no se encontraba en estado de ebriedad, pero sí tenía la ceja herida, la cual un vecino se la había curado; que el señor Margarito no dijo que el capturado había sido". El Testigo OSCAR MARGARITO QUINTEROS FLORES, en esencia manifestó que: "En el año dos mil seis vivía en el Pasaje Molina dos de Mejicanos; que en octubre de dos mil seis residía ahí; que el día diecisiete de octubre del año en mención estaba trabajando y a la hora del mediodía fue a almorzar a su casa y cuando salió a la tienda a comprar soda, dos muchachos se le acercaron y uno de ellos le arrebató el reloj; que los muchachos que se le acercaron no los conocía personalmente, solo de vista; que el sujeto que le arrebató el reloj era el que se hace llamar Manuel de Jesús Navidad, siendo éste el que le dijo que le diera el reloj; que el dicente le dijo al sujeto que porqué le iba a dar el reloj y éste se lo arrebató; que luego que le arrebató el reloj el sujeto, el dicente se fue para la casa; que el reloj era negro, marca QSQ, valorado en treinta dólares; que el muchacho regresó a la casa del dicente y le propinó un puñetazo en la boca, luego regresó con un machete y golpeó la puerta, procediendo luego a quebrar unos vidrios de la casa; que un amigo que vivía en su casa habló a la policía; que los agentes procedieron a la captura del sujeto, al que detuvieron por robo y el perjuicio en la casa; que reconoció al sujeto que le robó y le dijo a los agentes que él era; que el reloj que le fue robado se lo entregaron luego de una audiencia preliminar en Mejicanos; que fue la madre del sujeto quien le entregó el objeto; que no tiene nada en contra del sujeto; que el joven presente no sabe si estaba en estado de ebriedad; que les dijo a los agentes que no había ingerido bebidas alcohólicas con el imputado". El testigo LEONARDO MAURICIO GARAY, en esencia manifestó que: "En el año dos mil seis estaba destacado en Mejicanos; que en octubre de ese año estaba destacado en esa delegación; que el diecisiete de octubre de dos mil seis estaba trabajando, siendo su labor la de supervisar todas la patrullas; que ese día se llevó a cabo un procedimiento en el Pasaje Molina de San Ramón; que supo del hecho porque el operador del Sistema de Emergencias 911, vía radial tiró la emergencia de que fueran a verificar un robo; que en el lugar encontraron a un señor de nombre Óscar Quinteros Flores, éste les dijo que hacía unos momentos había sido objeto de robo por parte de un sujeto; que al recibir la información indagaron con el ofendido acerca del nombre del sujeto y si sabía dónde estaba; que la víctima dijo que quien le robó era un sujeto al que conocía como Manuel Navidad; que en el pasaje Molina dos frente a la casa doce capturaron a un sujeto por el delito de robo; que el señor Quinteros señaló al sujeto como quien momentos antes le había cometido el hecho en su contra; que al sujeto lo registraron, pero no le encontraron nada; que el sujeto aprehendido es el mismo que la víctima señaló; que ese día andaba con su compañero Martínez Calles; que el señor Navidad portaba un machete". ACTOS PROCESALES DOCUMENTADOS y PRUEBA DOCUMENTAL. Acta de detención del imputado QUINTEROS FLORES, de folios 4 y de Inspección en el lugar del hecho, de folios 6; con el primero de los documentos, el cual dicho sea de paso resulta coincidente con lo narrado por los agentes JOSE TITO MARTINEZ CALLES y LEONARDO MAURICIO GARAY, específicamente sobre el acto material de detención a que se refirieron, documento con el cual se determina tanto el lugar, hora y fecha en que acaeció la detención, o sea el día diecisiete de octubre de dos mil seis, a las trece horas, en Pasaje Molina número dos, frente a la casa número doce, San Ramón, Mejicanos, detallándose en la misma la razón, forma y motivo de la detención, concediéndosele pleno valor probatorio, en virtud de haber sido elaborada cumpliendo con los requisitos que para la validez de las actas establecen los artículos 123 y siguientes del Código Procesal Penal, es decir que cumple con los requisitos de forma y tiene valor probatorio por encontrarse las firmas de las personas que intervinieron en tal acto; en tanto que con la segunda se establece la existencia del inmueble en el cual la víctima dijo haber sido golpeada por el imputado, así como el daño causado en el mismo, valga decir la falta de tres vidrios solaires de una de las ventanas. Certificación de Archivo delincuencial del imputado MANUEL DE JESUS NAVIDAD, documento que en razón de encontrarse firmado por persona idónea para ello y contar con el sello de la institución policial se le concede valor probatorio, sin embargo el mismo no resulta de utilidad a los efectos de determinar algún tipo de participación del imputado en el hecho atribuido. Respecto a la prueba que ha sido relacionada, tenemos que por parte del testigo OSCAR MARGARITO QUINTEROS FLORES se expresó que el día dieciséis de octubre de dos mil seis, se encontraba en el Pasaje Molina dos de Mejicanos, lugar donde residía, siendo que en horas del mediodía, cuando salió a comprar una soda, dos muchachos se le acercaron y uno de ellos le arrebató el reloj, luego de lo cual se fue para la casa, ocurriendo que el muchacho regresó a la casa propinándole un puñetazo en la boca, luego regresó con un machete y golpeó la puerta, procediendo luego a quebrar unos vidrios de la casa, por lo que un amigo que vivía en su casa le habló a la policía, posteriormente llegaron los agentes, a quienes explicó lo ocurrido, por lo que estos procedieron a su búsqueda y ubicación, reconociendo QUINTEROS FLORES al sujeto quien se encontraba con otros sujetos, por lo que procedieron a la captura del sujeto, al que detuvieron por robo y los daños en la casa, acto de aviso y captura que es confirmado por los agentes JOSE TITO MARTINEZ CALLES y LEONARDO MAURICIO GARAY. La defensa hizo ver que el testigo Calles dijo que no encontró ningún arma, en tanto que Garay dijo que el imputado andaba un machete, lo cual resultaba inconcebible, pues estos andaban juntos, lo cual demuestra inseguridad en estos, sobre todo porque el machete es un objeto grande; sobre el particular es de hacer notar que si bien en principio puede ser cierto ese dato, también debe indicarse que lo que en realidad ocurrió es que el testigo Calles no fue preguntado sobre el arma, de ahí que la omisión se debe a la falta de preguntas sobre ese punto en particular. Cuestionó la defensa el hecho que por parte del agente MARTINEZ CALLES se había hecho mención a que la víctima no había dicho que el imputado había sido la persona que lo despojó de su reloj, por lo que existía contradicción entre lo dicho por éste y el agente MAURICIO GARAY; circunstancia con la cual a criterio de este Tribunal, no resulta relevante a fin de determinar la participación del imputado en el hecho, ya que por parte de la víctima se dijo claramente que él había señalado a los agentes al sujeto como quien momentos antes le había robado, considerándose que la contradicción alegada puede deberse a la gran cantidad de procedimientos que los agentes policiales realizan, siendo lógico que puedan darse olvidos o omisiones en sus dichos, pero que en esencia no le resta credibilidad a sus testimonios. HECHO QUE EL TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO. Sobre la base de las pruebas valoradas, este Tribunal estima como acreditado el hecho siguiente: "El día dieciséis de octubre de dos mil seis, en horas del mediodía, el señor OSCAR MARGARITO QUINTEROS FLORES se encontraba en el Pasaje Molina dos de Mejicanos, lugar donde residía, saliendo éste de su vivienda a comprar una soda, siendo interceptado por dos muchachos, uno de los cuales le dijo que le diera el reloj, a lo cual éste negó, por lo que dicho sujeto se lo arrebató. QUINTEROS FLORES se retiró del lugar hacia su casa de habitación, lugar donde el sujeto se apersonó, propinándole un puñetazo en la boca, posteriormente regresa con un machete y golpea la puerta, procediendo luego a quebrar unos vidrios de la ventana, por lo que un amigo que vivía en la casa de aquél le avisó a la policía. Al lugar llegan los agentes JOSE TITO MARTINEZ CALLES y LEONARDO MAURICIO GARAY, a quienes QUINTEROS FLORES explica lo ocurrido, por lo que estos procedieron a su búsqueda y ubicación, señalando QUINTEROS FLORES entre un grupo de sujetos al que le había despojado de su reloj, por lo que aquellos procedieron a la captura del sujeto, al que detuvieron por robo y los daños en la casa, identificándolo con el nombre de MANUEL DE JESUS NAVIDAD". ANALISIS JURÍDICO. DESCRIPCIÓN LEGAL. Luego del desfile probatorio este Tribunal advirtió a las partes sobre el posible cambio de calificación del delito de Hurto Agravado al de Robo. El artículo 207 del Código Penal al describir el delito de HURTO prescribe: "El que con ánimo de lucro para sí o para un tercero, se apoderare de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, sustrayéndola de quien la tuviere en su poder, será sancionado con prisión de dos a cinco años, si el valor de la cosa hurtada fuere mayor de doscientos colones". Por su parte el artículo 208 del Código Penal aludiendo al HURTO AGRAVADO prescribe lo siguiente: "La sanción será de cinco a ocho años de prisión si el hurto fuere cometido con cualquiera de las circunstancias siguientes: 5) Arrebatando las cosas del cuerpo de las personas; ROBO. Artículo 212. El que con ánimo de lucro para sí o para un tercero, se apoderare de cosa mueble, total o parcialmente ajena, sustrayéndola de quien la tuviere, mediante violencia en la persona, será sancionado con prisión de seis a diez años. La violencia puede tener lugar antes del hecho para facilitar su ejecución, en el acto de cometerlo o inmediatamente después para lograr el fin propuesto o la impunidad. Acción. Es observable la actividad de una persona, la cual intercepta a otra, le exige la entrega de un reloj y posteriormente regresa para golpearlo, causando daños además a la vivienda de éste; sin que tales actividades se hayan verificado en el marco de circunstancias que descarten la conducta, como es la fuerza física irresistible, hipnotismo, etc. TIPICIDAD. En el presente caso es evidente la violencia posterior al hecho, pues la víctima fue golpeada en su rostro por parte del sujeto activo luego de sustraer el reloj, de ahí que no existe un simple arrebatamiento del objeto, sino que la violencia sobre la persona de QUINTEROS FLORES se materializó mediante el golpe ya mencionado, por lo tanto la conducta es susceptible de ser calificada como robo, además en el Hurto la sustracción del objeto propiedad de la víctima se da sin el conocimiento de ésta. En el presente caso el accionar del imputado consistió en haber exigido la entrega del reloj, situación que por sí sola hace desaparecer el hurto y configurar el robo. Son dables los elementos del tipo objetivo, pues se ha utilizado violencia física después de lograr la sustracción de patrimonio ajeno. Cuando la disposición penal alude a violencia, debe entenderse que la misma puede ser física, a través del vencimiento de la resistencia física de la víctima, o moral cuando se utilizan amenazas para lograr vencer la voluntad de la víctima. En el presente caso cuando se posibilita la sustracción a través del sometimiento de la víctima mediante la exigencia del reloj y producción posterior de golpes hacia su persona, queda evidenciada la violencia física exigida para el tipo penal de robo, misma que puede tener lugar antes, durante y después del hecho. Exige el tipo objetivo, que cosa ajena se sustraiga. La consideración de cosa ajena entra en el ámbito de los elementos normativos del tipo; sobre ello estiman estos jueces que el reloj sustraído es cosa ajena respecto del autor, pues se encontraba en la posesión de QUINTEROS FLORES, persona respecto de la cual es dable considerarla tenedora de buena fe. En el sentido expuesto las circunstancias y medios para la sustracción encajan en la amenaza y violencia exigida por el tipo penal ROBO, por lo que aunado ello a la sustracción, se estiman dados los elementos típico-objetivos para calificar el hecho como robo. Atendiendo a la teoría de la disponibilidad, el apoderamiento existirá en la medida en que el sujeto activo haya tenido o no la posibilidad de disposición de lo sustraído. El hecho es calificable en su grado perfecto en tanto que el reloj no fue recuperado en el momento, siendo indiferente el hecho que el sujeto activo se lucrase o no con el producto del mismo. AUTORÍA. De las pruebas vertidas se evidencia la intervención de una persona que intercepta a otra persona y le sustrae un reloj que porta, procediendo luego a golpearlo en su rostro. La víctima señala a los agentes policiales que la persona de MANUEL DE JESUS NAVIDAD es quien momentos antes le había robado; a su vez el agente captor hace ver en el acta de remisión que aquella es la persona capturada y que al momento de la captura la víctima lo señala como el que había sustraído su reloj, por lo que no cabe duda que se trata de la misma persona. TIPO SUBJETIVO. Por la violencia ejercida sobre la víctima, no queda duda que el imputado sabía que sustraía cosas ajenas y que posteriormente ejerció violencia física sobre aquella, y era clara su voluntad de realizar ello, por lo que su actuar es doloso. INEXISTENCIA DE CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN. En el accionar del imputado no se percibe circunstancia justificante que permita determinar que estaba autorizado para realizar la sustracción de cosa ajena. Todo lo anterior determina que la antijuricidad se da tanto en su sentido formal como material. CULPABILIDAD. De acuerdo a las pruebas vertidas se observa que el imputado tanto el día diecisiete de octubre de dos mil seis como en la actualidad, es persona capaz de comprender como de actuar conforme a esa comprensión. Acorde a la edad e instrucción del imputado no se observa que sea ignorante de la prohibición de sustraer cosas ajenas. No existe en el proceso circunstancia alguna que determine que al momento del hecho, al imputado no se le pudiera exigir haber actuado de otra manera. Sobre la base de lo anterior se estima que la conducta enjuiciada es típica, antijurídica y culpable, por ende constitutiva de delito, consecuentemente es procedente condenar penalmente. INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA. La pena para el delito de ROBO oscila de entre SEIS y DIEZ AÑOS DE PRISIÓN, de ahí que tomando en consideración tal mínimo y máximo legal, como los artículos 62 y 63 del Código Penal, cabe considerar lo siguiente: En el ámbito de los delitos de robo, el hecho no revela una gravedad alta, por el relativo bajo valor del objeto sustraído. Sin embargo es de tomar en cuenta la violencia excesiva utilizada después de lograr dicha sustracción. Procesalmente se desconocen los motivos que impulsaron al hecho, pero suponen estos jueces que obedecen a la misma necesidad económica del imputado, que aún en caso de existir, no justifica el hecho, pero sí es un parámetro que determina el atemperamiento de la pena. El imputado tiene una edad (veinticuatro años de edad) como estudios básicos (Noveno grado) que le permite en la medida de lo posible conocer la ilicitud de hechos como el realizado, así como con el suficiente equilibrio emocional para evitarlos, aunque su corta edad pueda haber mermado este último aspecto. No se observa ninguna circunstancia agravante ni atenuante. Sobre la base de lo expuesto estos Jueces consideran legal imponer a MANUEL DE JESUS NAVIDAD la pena de SEIS AÑOS DE PRISIÓN, la que a los efectos de readaptación como evitar hechos como el realizado es necesaria en su ejecución. RESPONSABILIDAD CIVIL En su acusación la parte Fiscal indicó que: "Debido a que la víctima no se ha constituido parte querellante dentro del proceso, solicito de conformidad con el Art. 42 y 44 Pr.Pn., tenga por incoada la acción civil dentro del proceso penal, por lo que según el Art. 13 y sigs. Pr.Pn. cítese a la víctima señor OSCAR MARGARITO QUINTEROS FLORES, a fin de que esté presente para La Audiencia Respectiva". En sus intervenciones en el Juicio, la parte fiscal indicó que el imputado debía pagar un monto de treinta dólares en concepto de responsabilidad civil. Sobre la base de lo solicitado las Jueces VIGIL ESTRADA y PAREDES DE DUEÑAS consideran lo siguiente: Toda Acción Penal lleva aparejada también una acción de carácter civil, la cual en el presente caso ha sido ejercida por la Fiscalía General de la República, ya que la víctima no designó un Abogado Querellante para tales efectos. Como se ha expuesto antes, en el presente caso estos Jueces han determinado en forma certera la existencia del delito calificado como ROBO, como la prueba de la autoría y culpabilidad de MANUEL DE JESUS NAVIDAD, en el mismo. En su intervención en los Alegatos, no existió por parte de la Representación Fiscal pronunciamiento sobre la acción civil, pero como se expuso antes, si lo hubo en el requerimiento y en la acusación. La regla plasmada en el artículo 361 inciso 3 del Código Procesal Penal determina a que el Tribunal debe pronunciarse sobre el monto de la Responsabilidad Civil en la Sentencia Condenatoria, indicando además que "si en el proceso no hubiere podido determinarse con precisión la cuantía de las consecuencias civiles del delito, el Tribunal las fijará tomando en cuenta la naturaleza del hecho, sus consecuencias y los demás elementos de juicio que hubiere podido recoger". Por ende debe el Tribunal pronunciarse sobre el monto de la misma. Generalmente al hablar de acción civil, se está haciendo referencia a la determinación de una indemnización económica por los daños y perjuicios ocasionados por la comisión de un delito. En el presente caso en innegable que han existido daños de tipo moral, los cuales pueden ser tratados, ello debido al impacto causado en la psiquis de la víctima, siendo para el caso procedente la atención de un profesional en la rama de Sicología. Ese tipo de daños materiales que se infiere han existido, deben probarse en el aspecto cuantitativo, es decir el monto a que han ascendido, para así deducir la cuantía de la indemnización. Tal actividad probatoria ha sido nula, y por ende no es posible deducir el monto que resarza ese daño. Se habla de resarcimiento debido a que el daño o perjuicio a un bien material, este puede ser sustituido o resarcido con otro bien material de igual género o calidad, o con dinero para que así el agraviado compre un bien parecido, igual o de mediana o buena calidad. Ante la falta de actividad probatoria en el sentido mencionado, resulta necesario mencionar que cada uno de los que intervenimos en el proceso penal debemos asumir los roles que se nos han designado, e independientemente de la persona que como Agente Auxiliar del Fiscal General de la República intervenga en el proceso, la actividad probatoria debió también haberse enfocado al establecimiento de los extremos procesales que determinen la Responsabilidad Civil, ello debido a que la familia la víctima no lo hizo a través de un querellante. Por tanto, no contando éstas Jueces con parámetros para estimar el monto de esos daños de carácter material ocasionados a la víctima, no se emitirá pronunciamiento por no poder estimar el monto adecuado. Pero en cuanto a los daños morales ocasionados a la víctima, debido a que el imputado MANUEL DE JESUS NAVIDAD, con su accionar ilícito, causó un sufrimiento en la psiquis de ésta, el cual es grave y por ello debe ser indemnizada. Los daños morales (afectación inmaterial o del alma le llaman muchos) se infieren, no se prueban. Para otorgar una indemnización por daños morales deben valorarse varios aspectos, uno de ellos es el daño sufrido y la potencialidad de poder económico del infractor. Los daños morales a diferencia de los materiales, no se resarcen, sino más bien SE COMPENSAN, ya que la víctima ha resultado afectada moralmente y aún condenando al imputado a una cantidad sumamente alta, nunca podría éste reparar ese daño moral que ha quedado grabado para siempre aquella. No obstante lo anterior, la única forma de compensar esos daños es a través de dinero, el cual deberá servir a la víctima para procurarse buenas acciones – tales como procurarse una atención adecuada, valga decir ayuda de un profesional en Psicología - de la mala acción recibida. Respecto de la capacidad económica del imputado, se tiene que este es una persona saludable se entiende que al cumplir la pena seguirá trabajando y por lo cual percibirá ingresos para poder compensar a la víctima y responder por el hecho cometido. De ahí que dados los anteriores parámetros, se estima que es procedente que MANUEL DE JESUS NAVIDAD, indemnice a la víctima en la cantidad de CINCUENTA DÓLARES. PRISIÓN PREVENTIVA. Tomando en consideración que la prisión preventiva tiene razón de ser hasta el momento de la firmeza de la sentencia, por el momento la prisión tiene el carácter de preventiva. Sobre el particular el establecimiento de la calidad de delito como la prueba de la autoría de MANUEL DE JESUS NAVIDAD, en el delito de ROBO en perjuicio patrimonial de OSCAR MARGARITO QUINTEROS FLORES, constituye una razón suficiente para determinar que más que un parámetro de la apariencia de buen derecho, existe la certeza de la culpabilidad en relación al mismo. Tomando en consideración que se ha decidido imponer al imputado la pena de SEIS AÑOS DE PRISION por el delito antes mencionado, se estima que es obvio el interés del mismo de evadir el cumplimiento de la pena, existiendo evidentemente el peligro de fuga, la cual en caso de darse tornaría fumosa la finalidad de reinserción del imputado en la sociedad mediante la misma, se considera que la medida cautelar atendiendo a la pena impuesta es proporcional. Vistos los presupuestos anteriormente planteados se estima procedente resolver que el imputado NAVIDAD continúe en la detención en que se encuentra. POR TANTO: con base en las razones antes expuestas, disposiciones legales citadas y artículos 11, 12, 172 de la Constitución d e la República; Artículos 7, 18, 33, 44, 45, 46, 47, 58, 62, 63, 64, 65 y 212 del Código Penal; 7, 53 No 6°, 338, 345, 347, 348, 353, 354, 356, 357, 358, 359 y 361 del Código Procesal Penal, EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, POR UNANIMIDAD, este Tribunal FALLA: 1) MODIFÍCASE la calificación del delito acusado como HURTO AGRAVADO al de ROBO; 2) DECLÁRASE CULPABLE COMO COAUTOR al imputado MANUEL DE JESUS NAVIDAD, de generales relacionadas en el preámbulo de esta Sentencia, por el delito que definitivamente se califica como ROBO en perjuicio patrimonial de OSCAR MARGARITO QUINTEROS FLORES, por lo que impónesele la pena de SEIS AÑOS DE PRISION, la cual cumplirá en el lugar y forma que indique el Juzgado Segundo de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena de esta Ciudad, por lo que tomando en cuenta que el imputado fue detenido el día diecisiete de octubre de dos mil seis, cumplirá la totalidad de la pena el día DIECISÉIS DE OCTUBRE DE DOS MIL DOCE; 3) POR MAYORIA DE LAS JUECES VIGIL ESTRADA y PAREDES DE DUEÑAS CONDENASE CIVILMENTE EN CONCEPTO DE DAÑOS MORALES AL IMPUTADO MANUEL DE JESUS NAVIDAD POR LOS DAÑOS Y PERJUICIOS GENERADOS A LA VICTIMA, por lo que deberá cancelarle la cantidad de CINCUENTA DOLARES EXACTOS; 4) CONDÉNASE al imputado a las penas accesorias siguientes: pérdida de los derechos de ciudadano e incapacidad para obtener toda clase de cargos públicos, así como recibir distinciones honoríficas, todas éstas, mientras dure la pena principal; 5) CONTINÚE el imputado en la prisión provisional en que se encuentra, para lo cual líbrense los oficios respectivos al señor Jefe de la Sección Traslado de Reos de la Corte Suprema de Justicia, como al señor Director del Centro Penal donde guarda detención; 6) En su oportunidad y en caso de quedar firme esta Sentencia, informe la secretaría en caso de no presentarse recurso alguno, y remítanse las certificaciones de esta providencia a las instancias pertinentes. NOTIFÍQUESE la presente sentencia mediante su lectura integral. VOTO RAZONADO y EN DISCORDIA DEL JUEZ ROLANDO CORCIO CAMPOS respecto al PRONUNCIAMIENTO EN EL ASPECTO CIVIL POR EL DELITO DE ROBO. Sobre la base de lo solicitado en la acusación fiscal, la cual ya fue transcrita en el cuerpo de esta providencia cabe considerar lo siguiente: La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, ha expresado sobre el derecho de Audiencia que "...es una expresión omnicomprensiva con que se hace referencia a las facultades, poderes y garantías que han de obligatoriamente observarse en un proceso" (Sentencia de 16-XII-1997, Amp. 9-S-95, considerando III 4)". En cuanto al contenido del mismo ha expresado "...el artículo 11 de la Constitución de la República señala en esencia que la privación de derechos -para ser válida jurídicamente- necesariamente debe ser precedida de proceso seguido 'conforme a la ley'. Tal referencia a la ley no supone que cualquier infracción procesal o procedimental implique por sí violación constitucional, pero sí exige que se respete el contenido del derecho de audiencia. Aspectos generales de dicho derecho, de modo genérico y sin carácter taxativo, son: (a) que a la persona a quien se pretende privar de alguno de sus derechos se le siga un proceso, el cual no necesariamente es especial, sino aquel establecido para cada caso por las disposiciones constitucionales respectivas; (b) que dicho proceso se ventile ante entidades previamente establecidas, que en el caso administrativo supone la tramitación ante autoridad competente; (c) que en el proceso se observen las formalidades esenciales procesales o procedimentales; y (d) que la decisión se dicte conforme a leyes existentes con anterioridad al hecho que la hubiere motivado" (Sentencia de 13-X-1998, Considerando II 1), y "La exigencia del proceso previo supone dar al demandado y a todos los intervinientes en el proceso, la posibilidad de exponer sus razonamientos y defender sus derechos de manera plena y amplia. Y es que, hacer saber al sujeto contra quien se pretende en un determinado proceso, la existencia de éste, y facilitarle el ejercicio de los medios de defensa, constituyen circunstancias ineludibles para el goce irrestricto del derecho de audiencia. Por todo ello, esta Sala ha sostenido repetidamente que existe violación al derecho constitucional de audiencia cuando el afectado por la decisión estatal no ha tenido la oportunidad real de defensa, privándole de un derecho sin el correspondiente proceso, o cuando en el mismo no se cumplen las formalidades esenciales -procesales o procedimientales-establecidas en las leyes que desarrollan el derecho de audiencia" (Sentencia de 13-X-1998, Amp. 150-97, Considerando II 1). En atención a lo anterior, este Juez reitera el criterio sostenido en otras sentencias, en cuanto a que para decidir respecto de la Responsabilidad Civil, lo hace a partir de lo que prescriben los Artículos 11 de la Constitución de la República; 42, 43 del Código Procesal Penal: 114, 115, 116, y 117 del Código Penal, pues se establece que en algunos casos la ejecución de un hecho descrito por la ley como delito o falta origina obligación civil, debiéndose señalar que de conformidad al Artículo 47 del Código Procesal Penal, cuando deba resolverse la responsabilidad civil antes del juicio, se establece que se convocará a todas las partes a una audiencia en la que se aportará prueba para deducir la responsabilidad civil y al Artículo 361 del Código Procesal Penal, que en su inciso 3° expresa que debe resolver sobre el monto de la responsabilidad civil, incluso cuando no se haya podido determinar con precisión la cuantía. Se percibe una dualidad de criterios, ya que de lo que establece el Artículo 47 del Código Procesal Penal, se estima que se encuentra implícito el criterio que para deducir la responsabilidad civil es necesario que la parte interesada aporte la prueba correspondiente y de acuerdo al Artículo 361 del Código Procesal Penal, subyace el criterio de que el Tribunal fijará la cuantía de la responsabilidad civil tomando en consideración la naturaleza del hecho, sus consecuencias y los demás elementos de juicio que hubiere podido recoger, provocando la incertidumbre de no determinar si es indispensable la inmediación probatoria para el reclamo de la indemnización civil correspondiente o por el contrario violentar el derecho de defensa al condenar sobre la misma, sin la prueba que determine los parámetros de su existencia y cuantía. Por otro parte, sólo con enunciar la parte fiscal que se ejerce la acción civil no resulta suficiente para acreditar la misma, sino que se debe plantear paralelamente la pretensión con indicación de circunstancias, cuantías, requisito que debe respetarse al igual que cuando se ejercita la acción penal. Por consiguiente toda pretensión debe ser probada, por esa razón, aplicar el Artículo 361 del Código Procesal Penal, estaría infringiendo garantías fundamentales, porque vulnera principios pertenecientes a la "teoría general de la prueba", los cuales son: el principio de necesidad de la prueba y de la prohibición de aplicar el conocimiento privado del juez sobre los hechos, la referente a la "Garantía de Audiencia", al no haber sido objeto de discusión en juicio el aspecto resarcitorio; de ahí que la Fiscalía, al solicitar un pronunciamiento en cuanto a la Responsabilidad Civil, debió ésta haber realizado la proposición probatoria correspondiente en la fase de Instrucción, para así hacerla desfilar durante el juicio, y además que dicha actividad probatoria, de haberse dadodebió haber sido pertinente a determinar la cuantía de la Responsabilidad Civil en que ha incurrido el imputado y los daños y perjuicios causados a la víctima. En cualquiera de los casos pretender fijar la cuantía de responsabilidad civil en base a la prueba desfilada genera invadir la esfera de oficiosidad que no cabe en el ámbito civil; aun cuando en relación a la responsabilidad penal, se permite cierto grado de oficiosidad, ello parte de una fundamentación fiscal en la acusación bajo pena de nulidad, Artículo 314 del Código Procesal Penal. Si en el aspecto penal que es de interés público se exige una relación clara y precisa de los fundamentos para la imposición de una pena con mucha más razón se ha de exigir en el aspecto civil; no cabe al Juzgador fijar oficiosamente una cuantía civil. En el sentido antes expuesto, expone PEDRO BERTOLINO: "si para actuar la norma penal, el Juez necesita ser sacado de su inercia por vía de la acción penal, con igual o mayor razón deberá serlo para actuar la norma civil relacionada con el daño material o moral causado por el delito. Sin esta acción pues, el juez no podrá pronunciarse. Resolver la cuestión civil sin audiencia de la contraparte, por éste solo hecho importa resolver parcialmente. Desechar el principio dispositivo en la consideración de la cuestión civil, importa otra violación del principio de imparcialidad, ya que por tal modo, se quita al Juez su carácter esencial de tercero". (EL DEBIDO PROCESO PENAL, editora Platense, La Plata, 1986, p. 89), en el mismo sentido JAVIER LLOBET en "PROCESO PENAL COMENTADO", 1ª. Edición, Imprenta y Litografía Mundo Gráfico, San José, Costa Rica, 1998, p. 215. Además cabe agregar que pretender fijar una cuantía que no se ha solicitado quebranta el Principio de Congruencia por ende también el Derecho de Defensa, al no saber el imputado de qué monto defenderse, ni haber tenido la oportunidad de defenderse. No corresponde a este Tribunal haber promovido la discusión en la parte civil en tanto que no es el papel que corresponde al tercero juzgador y no fue planteado en la acusación. Sobre el particular CARLOS CREUS expresa: "El principio- garantías del Debido Proceso exige- al margen de la regulación específica- la observancia de ciertos recaudos imprescindibles relativos a la inserción de la cuestión reparatoria en el proceso penal; debe realizarse en el estado del proceso que permita precisamente "la existencia de un debido proceso" esto es, la oportunidad que facilite a la defensa "conocerla y contestarla" de modo tal que se pueda decir que la pretensión resarcida ha sido "objeto de juicio permitiendo a aquella impugnarla y producir pruebas al respecto" (LA ACCIÓN RESARCITORIA, Rubizal Culzoni; Santa Fe, 1985 pp.35-36). La pretensión civil constituye un derecho de patrimonio exclusivo de la víctima, no pudiendo por ello la parte fiscal disponer, último aspecto que opera en la pretensión penal. Fijar un monto podría implicar perjuicio a la víctima, pues no ha sido tomada en cuenta a la hora de estimar perjuicios, y podría darse el caso de establecer un monto tal vez inferior al que en este caso en concreto pretendía. Todo lo anterior hace colegir que si bien OSCAR MARGARITO QUINTEROS FLORES tiene el derecho al resarcimiento de los daños derivados del delito, ello debe ser en un marco sistemático con la Garantía de Audiencia que permita al imputado MANUEL DE JESUS NAVIDAD refutar tanto a través de medios de prueba como de alegatos la pretensión pecuniaria; cualquier establecimiento resarcitorio sin respetar la garantía de audiencia sería una decisión contraria al artículo 11 de la Constitución de la República. Por ello, a los efectos de respetar el derecho de audiencia plasmado en el artículo 11 de la Constitución de la República, que prevalece por sobre los artículos 115 del Código Penal y 361 inciso 3 del Código Procesal Penal, lo procedente sería declarar al imputado MANUEL DE JESUS NAVIDAD civilmente responsable, pero para determinar el monto de dicha responsabilidad, ello debería ser objeto del proceso civil correspondiente, donde se garantice plenamente el derecho de audiencia a que se ha hecho referencia, considerando este Juez que en este caso se debería declarar la inaplicabilidad de la norma contenida en el artículo 361 inciso 3 Pr.Pn., por ser contraria al artículo 11 de la Constitución de la República. Así mi voto. En el Tribunal Sexto de Sentencia: San Salvador a los veinticinco días del mes de mayo de dos mil siete.