el aula del accionista Con la colaboración de: la fusión de empresas Es la herramienta de integración más profunda a la que pueden llegar dos o más empresas. Supone la extinción de una de las compañías con la trasmisión del patrimonio a la nueva o bien la absorción de una sociedad por parte de otra. Antes de culminar el proceso, las sociedades implicadas deben atenerse a lo que diga la Ley sobre Modificaciones Estructurales en Sociedades. P ara hacer frente a los retos del futuro y aprovechar las oportunidades que puedan aparecer, algunas empresas optan por la fusión. Supone la herramienta de integración más profunda a la que pueden llegar varias sociedades, porque supone la unión de dos o más compañías en una sola. Las fusiones, que se encuentran reguladas por la Ley de 3/2009 sobre Modificaciones Estructurales de las Sociedades Mercantiles, pueden ser de dos tipos: la que resulta de la extinción de una o más empresas con la transmisión de sus patrimonios a la nueva entidad; o mediante la absorción de una o más sociedades por otra. Los socios de las empresas extinguidas se integrarán en la nueva, y deberán recibir un número de participaciones en proporción a la que tenían en la sociedad inicial. Además, el tipo de canje de las acciones deberá establecerse sobre la base del valor real de su patrimonio. Los administradores de las empresas deberán redactar un proyecto común de fusión, que contenga, entre otros, datos como la identificación, el tipo de canje, los derechos de la nueva sociedad, los plazos, los nuevos estatutos, la información sobre el patrimonio y el régimen de los empleados. En el proceso hasta la fusión, los administradores de cada sociedad deben elaborar un informe sobre el proyecto y remitirlo al Registro Mercantil, cuando proceda. Además, deberán participar expertos independientes. La junta de accionistas de cada una de las sociedades implicadas deberá aprobar este acuerdo de fusión, sin posibilidad de modificarlo en el proceso. Sólo después, se publicará en el BORME el acuerdo y se elevará a escritura pública ese documento. Hay que tener en cuenta que ninguna fusión podrá ser impugnada tras su inscripción final en el mismo registro. Vocabulario imprescindible Absorción: Concentración, unión o fusión de empresas, en la que una de las compañías actúa como absorbente y otra como absorbida. La primera de ellas es la sociedad que pervive, mientras que la segunda integra la totalidad de su patrimonio en la absorbente. Los accionistas de la segunda, además, pasan a ser accionistas de la primera mediante el canje de títulos. Accionista: Titular de las acciones. La condición de accionista da derecho a asistir a la junta general, a votar durante la misma para aprobar o censurar las cuentas de la sociedad o su gestión, a cobrar dividendos, a recibir información de la sociedad y a suscribir preferentemente las nuevas acciones que se emitan en las ampliaciones de capital. En caso de quiebra, el accionista tiene también derecho a cobrar la cuota de liquidación, aunque se debe tener en cuenta que el accionista es siempre el último que puede cobrar en estos casos: la sociedad en proceso de liquidación debe pagar antes a los trabajadores, a los acreedores y a los tenedores de bonos u obligaciones. Canje: Acción que implica el cambio de unos valores por otros. Los canjes se producen, por ejemplo, en las OPA´s: el comprador ofrece títulos propios a cambio de las acciones de la sociedad que desea adquirir. Este tipo de acuerdos de canje se realizan después de haber valorado ambas empresas para que los accionistas de ambas no se vean perjudicados. Estatutos sociales. Documento en el que se recogen las normas que rigen el funcionamiento interno de una sociedad, desde los derechos y obligaciones de los accionistas hasta las funciones del consejo de administración. Entre otros aspectos, se incluye el número de participaciones necesarias para acudir a la junta, las restricciones de voto y el nombramiento de consejeros. El contenido de esta ficha y de las anteriores las puede consultar en www.caixabank.com