Una Inspiración del Salmo 8 Oh, Señor, nuestro Dios, ¡Qué admirable es tu Nombre en toda la tierra! Veo las manifestaciones de Tu belleza y oigo los sonidos de Tu Majestad a donde quiera que voy. Incluso los balbuceos de los bebes y la risa de los niños pronuncian Tu nombre en sílabas indefinibles. Cuando contemplo al cielo lleno de infinitas estrellas e intento comprender las grandes distancias, reflexiono con asombro absoluto el interés de mi Creador por mí. Me asombra que Tú te preocupas personalmente por mí. Y sin embargo me has creado en Tu imagen. Me has llamado tu hijo. Me has llamado a ser Tu discípulo Me has elegido a ser tu siervo. Tú me has encomendado la fantástica responsabilidad de llevar a cabo tu actividad creadora. Oh, Señor, nuestro Dios, ¡Qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!