¿Desea usted desarrollar sus poderes psíquicos? Por José N. García, F.R.C. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. Telepatía, clarividencia, precognición, curaciones psíquicas, son términos que han puesto de moda, la nueva modalidad científica de la parapsicología, aunque estos fenómenos eran conocidos desde antaño. No tenemos más que dar un mero recorrido por la literatura esotérica y mística para notar que desde hace mucho tiempo, los Grandes Maestros del Misticismo ya enseñaban y demostraban los sorprendentes poderes de la mente. Sin embargo, uno de los errores más básicos en que se incurre en estos días es asumir que estas facultades nacen con algunas personas, nuestras que otras carecen de ellas. En realidad lo que sucede es que hay personas con un grado mayor de desarrollo, que son más notables, pero igualmente hay otras muy desarrolladas que por temor a ser consideradas como locas lo han ocultado celosamente. Pero ninguno de nosotros puede negar que en algún momento de nuestras vidas hayamos tenido una de estas experiencias excepcionales que nos han dejado un tanto confundidos. Piense usted cuántos impulsos intuitivos han aflorado a su mente que han resultado ciertos; cuántos sueños proféticos ha tenido; o en cuántas ocasiones sus pensamientos han parecido aflorar en la mente de sus amigos o interlocutores como una mera “casualidad". Por todo esto es que los principios Rosacruces afirman que dichas facultades están latentes en nosotros y sólo necesitan ser despertadas Una analogía simple Si alguna vez ha visto usted a un levantador de pesas habrá notado la asombrosa definición y desarrollo de sus músculos. Llegar a este estado probablemente le tomó a este deportista muchas horas, días y hasta años, pero cuando comenzó tenía un potencial latente, que consistía en sus músculos, la energía motora de su sistema nervioso y sobre todo el deseo de mejorarse físicamente. De esta manera plantea la Orden Rosacruz que todos tenemos un potencial psíquico y que sólo es cuestión de comenzar a ejercitar las partes dormidas de nuestro sistema para que éstas logren un estado de eficiencia El por qué de las diferencias Algunas preguntas pueden surgir en este punto, debido a que es muy obvio que hay ciertas personas que desde su infancia demuestran unas capacidades psíquicas que pueden asombrar al más incrédulo, mientras que hay otras que les cuesta mucho hasta hacer el experimento más sencillo. La forma más lógica de explicarlo, es por medio del principio de la reencarnación, según lo exponen nuestras enseñanzas. Las experiencias que hemos acumulado durante un lapso de existencia no desaparecen con el proceso que llamamos muerte, sino que éstas permanecen como vibraciones con el alma-personalidad y son traídas en su memoria cuando se nace nuevamente. Por tal motivo, y reconociendo la estrecha afinidad que debe de existir entre el alma personalidad y el nuevo cuerpo, las Leyes Cósmicas procuran las características adecuadas en éste, que puedan servir como fiel vehículo de las cualidades de la esencia que lo ha de animar. Es de esta forma que el alma es atraída, por las leyes de la polaridad, dentro de un cuerpo hecho a la medida para las experiencias que ésta ha de pasar en este plano terrestre. El cumplimiento de estas leyes propicia de esta forma que el alma en el momento deseado pueda activar los centros psíquicos para manifestarse plenamente, pues estos tienen calidad suficiente y el grado de perfección necesaria para llevar a cabo el trabajo que se les exige. La parapsicología, al no aceptar estos planteamientos que son tan sencillos y lógicos, deja sin explicación estas diferencias que son tan marcadas entre algunos individuos, que no son sino el producto de un desarrollo que se ha producido anteriormente. Breve explicación sobre los centros psíquicos Como en la sección anterior hicimos una ligera referencia a los centros psíquicos, no quisiéramos dejar al lector sin que tuviera tan siquiera una explicación simple de lo que son éstos. Todo en el Universo es vibración; por este motivo el hombre, dentro de su organismo, tiene diferentes tipos de sensores para captar diferentes tasas vibratorias. Mientras nuestros sentidos comunes u objetivos (oído, olfato, vista, tacto, etc.), recogen vibraciones a una velocidad mas baja, el cuerpo está provisto por otros centros que recogen aquellas que no pueden ser captadas por los canales comunes. Este trabajo básicamente es hecho por ciertas glándulas endocrinas, las cuales en su doble función, física y psíquica, bajan esas tasas vibratorias para que puedan ser registradas y comprendidas por nuestra mente objetiva o consciente. Dos puntos de vista diferentes Hay dos puntos de vista diferentes referentes al desarrollo de los poderes psíquicos que tal vez pueden confundir al buscador inexperto. Uno de ellos es el expresado por algunas escuelas esotéricas tradicionales, tales como las cabalistas, así como algunos grupos místicos devocionales, los cuales postulan que el estudiante no debe buscar ni trabajar por su desarrollo, ya que éste vendrá como parte del producto de su evolución espiritual; además, plantean que la energía que se desperdicia en estos ejercicios puede ser utiliza para servir a la humanidad o llevar a cabo el trabajo de los Maestros. Por otro lado, la otra posición es la que cree que se puede llevar a una persona hasta un grado óptimo de desarrollo psíquico sin preocuparse de la parte espiritual o moral que esto envuelve. Las personas que defienden la primera posición expuesta no comprenden que alcanzar una comprensión cabal de la grandeza de Dios no puede llevarse a cabo por medio de procesos de razonamiento intelectual. Aun cuando el discípulo no se proponga en su práctica a desarrollar sus poderes psíquicos, lo estará produciendo el desarrollo en sus centros por medio de la meditación, la entonación de sonidos vocales o mantras, o bien por acción de algunas posturas especiales que afectan los centros nerviosos. Cuando por el contrario se enfatiza en un desarrollo, como exponen los defensores de la segunda posición, se cae comúnmente en un desasosiego que es producido por una falta de orientación. Muchos de los psíquicos así desarrollados, luego que satisfacen sus egos con la demostración de sus habilidades, pierden la noción de la utilidad de los mismos, llegando en ocasiones a aborrecerlos y a detestarlos. Otros menos afortunados que no tratan de investigar sobre las causas metafísicas de los mismos, empiezan, luego de un tiempo, a preguntarse cuáles son las fuerzas que los originan, llegando en ocasiones a cuestionar sus conceptos y marcos de referencias intelectuales, cayendo así en desbalances emocionales e incertidumbre. ¿Cuántas personas pervertidas nos muestra la historia del ocultismo que han usado sus poderes para ganar riqueza, poder, o para causar dolor? Y, ¿cuántas personas hoy en día no los usan para estafar y engañar a los demás? La Orden Rosacruz se ha caracterizado siempre por sus posiciones rectas y serias ante asuntos de esta índole, y en tal circunstancia enseña que ambos puntos extremos no son enteramente correctos. Caminando por el sendero del medio, la Orden ayuda al buscador a desarrollar sus capacidades latentes, mientras le indica el camino para alcanzar un grado más alto de espiritualidad. Estas habilidades psíquicas, orientadas de esta forma, nos permiten no tan sólo ayudar a servir a nuestros semejantes, sino que, de igual forma, nos permiten indagar en otros planos de consciencia, a los cuales no tenemos acceso por medio de nuestros sentidos ordinarios. El mejor método Tres palabras fundamentales es preciso recordar, para lograr un óptimo desarrollo psíquico y estas son: método, sistema y constancia. Un proceso ordenado y gradual y que a su vez esté adecuadamente supervisado por una persona apta y seria, es el más seguro para lograr un desarrollo psíquico. También debe de tener el lector muy presente que en estos caminos no hay atajos o rutas cortas. Todos debemos seguir el mismo procedimiento, practicando y esforzándonos. No caiga en la trampa de pensar como muchos, que pueden adquirir estos poderes tan sólo porque es miembro de una escuela de misticismo o de control mental. De igual modo, no sueñe con que algún maestro le va a conferir tales poderes porque usted tan sólo los desee. Dice una antigua máxima, "como es arriba, es abajo", por tal razón, de la misma forma que el atleta entrena diariamente con voluntad inquebrantable con la ayuda de su entrenador, así propóngase usted escalar la montaña de la maestría para desarrollar las facultades superiores que moran dentro de usted. El mejor consejo que podemos ofrecerle al interesado es: busque una escuela o un grupo serio, aprenda y siga un sistema de estudio y luego practique afanosamente hasta llegar al nivel, que desea; este es el mejor modo, el más efectivo y aquel que le asegurará un desarrollo eficaz, sin peligros para su balance mental o físico. ¿Desea usted desarrollar sus poderes psíquicos? Por José N. García, F.R.C. Telepatía, clarividencia, precognición, curaciones psíquicas, son términos que han puesto de moda, la nueva modalidad científica de la parapsicología, aunque estos fenómenos eran conocidos desde antaño. No tenemos más que dar un mero recorrido por la literatura esotérica y mística para notar que desde hace mucho tiempo, los Grandes Maestros del Misticismo ya enseñaban y demostraban los sorprendentes poderes de la mente. Sin embargo, uno de los errores más básicos en que se incurre en estos días es asumir que estas facultades nacen con algunas personas, nuestras que otras carecen de ellas. En realidad lo que sucede es que hay personas con un grado mayor de desarrollo, que son más notables, pero igualmente hay otras muy desarrolladas que por temor a ser consideradas como locas lo han ocultado celosamente. Pero ninguno de nosotros puede negar que en algún momento de nuestras vidas hayamos tenido una de estas experiencias excepcionales que nos han dejado un tanto confundidos. Piense usted cuántos impulsos intuitivos han aflorado a su mente que han resultado ciertos; cuántos sueños proféticos ha tenido; o en cuántas ocasiones sus pensamientos han parecido aflorar en la mente de sus amigos o interlocutores como una mera “casualidad". Por todo esto es que los principios Rosacruces afirman que dichas facultades están latentes en nosotros y sólo necesitan ser despertadas Una analogía simple Si alguna vez ha visto usted a un levantador de pesas habrá notado la asombrosa definición y desarrollo de sus músculos. Llegar a este estado probablemente le tomó a este deportista muchas horas, días y hasta años, pero cuando comenzó tenía un potencial latente, que consistía en sus músculos, la energía motora de su sistema nervioso y sobre todo el deseo de mejorarse físicamente. De esta manera plantea la Orden Rosacruz que todos tenemos un potencial psíquico y que sólo es cuestión de comenzar a ejercitar las partes dormidas de nuestro sistema para que éstas logren un estado de eficiencia El por qué de las diferencias Algunas preguntas pueden surgir en este punto, debido a que es muy obvio que hay ciertas personas que desde su infancia demuestran unas capacidades psíquicas que pueden asombrar al más incrédulo, mientras que hay otras que les cuesta mucho hasta hacer el experimento más sencillo. La forma más lógica de explicarlo, es por medio del principio de la reencarnación, según lo exponen nuestras enseñanzas. Las experiencias que hemos acumulado durante un lapso de existencia no desaparecen con el proceso que llamamos muerte, sino que éstas permanecen como vibraciones con el alma-personalidad y son traídas en su memoria cuando se nace nuevamente. Por tal motivo, y reconociendo la estrecha afinidad que debe de existir entre el alma personalidad y el nuevo cuerpo, las Leyes Cósmicas procuran las características adecuadas en éste, que puedan servir como fiel vehículo de las cualidades de la esencia que lo ha de animar. Es de esta forma que el alma es atraída, por las leyes de la polaridad, dentro de un cuerpo hecho a la medida para las experiencias que ésta ha de pasar en este plano terrestre. El cumplimiento de estas leyes propician de esta forma que el alma en el momento deseado pueda activar los centros psíquicos para manifestarse plenamente, pues estos tienen calidad suficiente y el grado de perfección necesaria para llevar a cabo el trabajo que se les exige. La parapsicología, al no aceptar estos planteamientos que son tan sencillos y lógicos, deja sin explicación estas diferencias que son tan marcadas entre algunos individuos, que no son sino el producto de un desarrollo que se ha producido anteriormente. Breve explicación sobre los centros psíquicos Como en la sección anterior hicimos una ligera referencia a los centros psíquicos, no quisiéramos dejar al lector sin que tuviera tan siquiera una explicación simple de lo que son éstos. Todo en el Universo es vibración; por este motivo el hombre, dentro de su organismo, tiene diferentes tipos de sensores para captar diferentes tasas vibratorias. Mientras nuestros sentidos comunes u objetivos (oído, olfato, vista, tacto, etc.), recogen vibraciones a una velocidad mas baja, el cuerpo está provisto por otros centros que recogen aquellas que no pueden ser captadas por los canales comunes. Este trabajo básicamente es hecho por ciertas glándulas endocrinas, las cuales en su doble función, física y psíquica, bajan esas tasas vibratorias para que puedan ser registradas y comprendidas por nuestra mente objetiva o consciente. Dos puntos de vista diferentes Hay dos puntos de vista diferentes referentes al desarrollo de los poderes psíquicos que tal vez pueden confundir al buscador inexperto. Uno de ellos es el expresado por algunas escuelas esotéricas tradicionales, tales como las cabalistas, así como algunos grupos místicos devocionales, los cuales postulan que el estudiante no debe buscar ni trabajar por su desarrollo, ya que éste vendrá como parte del producto de su evolución espiritual; además, plantean que la energía que se desperdicia en estos ejercicios puede ser utiliza para servir a la humanidad o llevar a cabo el trabajo de los Maestros. Por otro lado, la otra posición es la que cree que se puede llevar a una persona hasta un grado óptimo de desarrollo psíquico sin preocuparse de la parte espiritual o moral que esto envuelve. Las personas que defienden la primera posición expuesta no comprenden que alcanzar una comprensión cabal de la grandeza de Dios no puede llevarse a cabo por medio de procesos de razonamiento intelectual. Aun cuando el discípulo no se proponga en su práctica a desarrollar sus poderes psíquicos, lo estará produciendo el desarrollo en sus centros por medio de la meditación, la entonación de sonidos vocales o mantras, o bien por acción de algunas posturas especiales que afectan los centros nerviosos. Cuando por el contrario se enfatiza en un desarrollo, como exponen los defensores de la segunda posición, se cae comúnmente en un desasosiego que es producido por una falta de orientación. Muchos de los psíquicos así desarrollados, luego que satisfacen sus egos con la demostración de sus habilidades, pierden la noción de la utilidad de los mismos, llegando en ocasiones a aborrecerlos y a detestarlos. Otros menos afortunados que no tratan de investigar sobre las causas metafísicas de los mismos, empiezan, luego de un tiempo, a preguntarse cuáles son las fuerzas que los originan, llegando en ocasiones a cuestionar sus conceptos y marcos de referencias intelectuales, cayendo así en desbalances emocionales e incertidumbre. ¿Cuántas personas pervertidas nos muestra la historia del ocultismo que han usado sus poderes para ganar riqueza, poder, o para causar dolor? Y, ¿cuántas personas hoy en día no los usan para estafar y engañar a los demás? La Orden Rosacruz se ha caracterizado siempre por sus posiciones rectas y serias ante asuntos de esta índole, y en tal circunstancia enseña que ambos puntos extremos no son enteramente correctos. Caminando por el sendero del medio, la Orden ayuda al buscador a desarrollar sus capacidades latentes, mientras le indica el camino para alcanzar un grado más alto de espiritualidad. Estas habilidades psíquicas, orientadas de esta forma, nos permiten no tan sólo ayudar a servir a nuestros semejantes, sino que, de igual forma, nos permiten indagar en otros planos de consciencia, a los cuales no tenemos acceso por medio de nuestros sentidos ordinarios. El mejor método Tres palabras fundamentales es preciso recordar, para lograr un óptimo desarrollo psíquico y estas son: método, sistema y constancia. Un proceso ordenado y gradual y que a su vez esté adecuadamente supervisado por una persona apta y seria, es el más seguro para lograr un desarrollo psíquico. También debe de tener el lector muy presente que en estos caminos no hay atajos o rutas cortas. Todos debemos seguir el mismo procedimiento, practicando y esforzándonos. No caiga en la trampa de pensar como muchos, que pueden adquirir estos poderes tan sólo porque es miembro de una escuela de misticismo o de control mental. De igual modo, no sueñe con que algún maestro le va a conferir tales poderes porque usted tan sólo los desee. Dice una antigua máxima, "como es arriba, es abajo", por tal razón, de la misma forma que el atleta entrena diariamente con voluntad inquebrantable con la ayuda de su entrenador, así propóngase usted escalar la montaña de la maestría para desarrollar las facultades superiores que moran dentro de usted. El mejor consejo que podemos ofrecerle al interesado es: busque una escuela o un grupo serio, aprenda y siga un sistema de estudio y luego practique afanosamente hasta llegar al nivel, que desea; este es el mejor modo, el más efectivo y aquel que le asegurará un desarrollo eficaz, sin peligros para su balance mental o físico. ¿Desea usted desarrollar sus poderes psíquicos? Por José N. García, F.R.C. Telepatía, clarividencia, precognición, curaciones psíquicas, son términos que han puesto de moda, la nueva modalidad científica de la parapsicología, aunque estos fenómenos eran conocidos desde antaño. No tenemos más que dar un mero recorrido por la literatura esotérica y mística para notar que desde hace mucho tiempo, los Grandes Maestros del Misticismo ya enseñaban y demostraban los sorprendentes poderes de la mente. Sin embargo, uno de los errores más básicos en que se incurre en estos días es asumir que estas facultades nacen con algunas personas, nuestras que otras carecen de ellas. En realidad lo que sucede es que hay personas con un grado mayor de desarrollo, que son más notables, pero igualmente hay otras muy desarrolladas que por temor a ser consideradas como locas lo han ocultado celosamente. Pero ninguno de nosotros puede negar que en algún momento de nuestras vidas hayamos tenido una de estas experiencias excepcionales que nos han dejado un tanto confundidos. Piense usted cuántos impulsos intuitivos han aflorado a su mente que han resultado ciertos; cuántos sueños proféticos ha tenido; o en cuántas ocasiones sus pensamientos han parecido aflorar en la mente de sus amigos o interlocutores como una mera “casualidad". Por todo esto es que los principios Rosacruces afirman que dichas facultades están latentes en nosotros y sólo necesitan ser despertadas Una analogía simple Si alguna vez ha visto usted a un levantador de pesas habrá notado la asombrosa definición y desarrollo de sus músculos. Llegar a este estado probablemente le tomó a este deportista muchas horas, días y hasta años, pero cuando comenzó tenía un potencial latente, que consistía en sus músculos, la energía motora de su sistema nervioso y sobre todo el deseo de mejorarse físicamente. De esta manera plantea la Orden Rosacruz que todos tenemos un potencial psíquico y que sólo es cuestión de comenzar a ejercitar las partes dormidas de nuestro sistema para que éstas logren un estado de eficiencia El por qué de las diferencias Algunas preguntas pueden surgir en este punto, debido a que es muy obvio que hay ciertas personas que desde su infancia demuestran unas capacidades psíquicas que pueden asombrar al más incrédulo, mientras que hay otras que les cuesta mucho hasta hacer el experimento más sencillo. La forma más lógica de explicarlo, es por medio del principio de la reencarnación, según lo exponen nuestras enseñanzas. Las experiencias que hemos acumulado durante un lapso de existencia no desaparecen con el proceso que llamamos muerte, sino que éstas permanecen como vibraciones con el alma-personalidad y son traídas en su memoria cuando se nace nuevamente. Por tal motivo, y reconociendo la estrecha afinidad que debe de existir entre el alma personalidad y el nuevo cuerpo, las Leyes Cósmicas procuran las características adecuadas en éste, que puedan servir como fiel vehículo de las cualidades de la esencia que lo ha de animar. Es de esta forma que el alma es atraída, por las leyes de la polaridad, dentro de un cuerpo hecho a la medida para las experiencias que ésta ha de pasar en este plano terrestre. El cumplimiento de estas leyes propician de esta forma que el alma en el momento deseado pueda activar los centros psíquicos para manifestarse plenamente, pues estos tienen calidad suficiente y el grado de perfección necesaria para llevar a cabo el trabajo que se les exige. La parapsicología, al no aceptar estos planteamientos que son tan sencillos y lógicos, deja sin explicación estas diferencias que son tan marcadas entre algunos individuos, que no son sino el producto de un desarrollo que se ha producido anteriormente. Breve explicación sobre los centros psíquicos Como en la sección anterior hicimos una ligera referencia a los centros psíquicos, no quisiéramos dejar al lector sin que tuviera tan siquiera una explicación simple de lo que son éstos. Todo en el Universo es vibración; por este motivo el hombre, dentro de su organismo, tiene diferentes tipos de sensores para captar diferentes tasas vibratorias. Mientras nuestros sentidos comunes u objetivos (oído, olfato, vista, tacto, etc.), recogen vibraciones a una velocidad mas baja, el cuerpo está provisto por otros centros que recogen aquellas que no pueden ser captadas por los canales comunes. Este trabajo básicamente es hecho por ciertas glándulas endocrinas, las cuales en su doble función, física y psíquica, bajan esas tasas vibratorias para que puedan ser registradas y comprendidas por nuestra mente objetiva o consciente. Dos puntos de vista diferentes Hay dos puntos de vista diferentes referentes al desarrollo de los poderes psíquicos que tal vez pueden confundir al buscador inexperto. Uno de ellos es el expresado por algunas escuelas esotéricas tradicionales, tales como las cabalistas, así como algunos grupos místicos devocionales, los cuales postulan que el estudiante no debe buscar ni trabajar por su desarrollo, ya que éste vendrá como parte del producto de su evolución espiritual; además, plantean que la energía que se desperdicia en estos ejercicios puede ser utiliza para servir a la humanidad o llevar a cabo el trabajo de los Maestros. Por otro lado, la otra posición es la que cree que se puede llevar a una persona hasta un grado óptimo de desarrollo psíquico sin preocuparse de la parte espiritual o moral que esto envuelve. Las personas que defienden la primera posición expuesta no comprenden que alcanzar una comprensión cabal de la grandeza de Dios no puede llevarse a cabo por medio de procesos de razonamiento intelectual. Aun cuando el discípulo no se proponga en su práctica a desarrollar sus poderes psíquicos, lo estará produciendo el desarrollo en sus centros por medio de la meditación, la entonación de sonidos vocales o mantras, o bien por acción de algunas posturas especiales que afectan los centros nerviosos. Cuando por el contrario se enfatiza en un desarrollo, como exponen los defensores de la segunda posición, se cae comúnmente en un desasosiego que es producido por una falta de orientación. Muchos de los psíquicos así desarrollados, luego que satisfacen sus egos con la demostración de sus habilidades, pierden la noción de la utilidad de los mismos, llegando en ocasiones a aborrecerlos y a detestarlos. Otros menos afortunados que no tratan de investigar sobre las causas metafísicas de los mismos, empiezan, luego de un tiempo, a preguntarse cuáles son las fuerzas que los originan, llegando en ocasiones a cuestionar sus conceptos y marcos de referencias intelectuales, cayendo así en desbalances emocionales e incertidumbre. ¿Cuántas personas pervertidas nos muestra la historia del ocultismo que han usado sus poderes para ganar riqueza, poder, o para causar dolor? Y, ¿cuántas personas hoy en día no los usan para estafar y engañar a los demás? La Orden Rosacruz se ha caracterizado siempre por sus posiciones rectas y serias ante asuntos de esta índole, y en tal circunstancia enseña que ambos puntos extremos no son enteramente correctos. Caminando por el sendero del medio, la Orden ayuda al buscador a desarrollar sus capacidades latentes, mientras le indica el camino para alcanzar un grado más alto de espiritualidad. Estas habilidades psíquicas, orientadas de esta forma, nos permiten no tan sólo ayudar a servir a nuestros semejantes, sino que, de igual forma, nos permiten indagar en otros planos de consciencia, a los cuales no tenemos acceso por medio de nuestros sentidos ordinarios. El mejor método Tres palabras fundamentales es preciso recordar, para lograr un óptimo desarrollo psíquico y estas son: método, sistema y constancia. Un proceso ordenado y gradual y que a su vez esté adecuadamente supervisado por una persona apta y seria, es el más seguro para lograr un desarrollo psíquico. También debe de tener el lector muy presente que en estos caminos no hay atajos o rutas cortas. Todos debemos seguir el mismo procedimiento, practicando y esforzándonos. No caiga en la trampa de pensar como muchos, que pueden adquirir estos poderes tan sólo porque es miembro de una escuela de misticismo o de control mental. De igual modo, no sueñe con que algún maestro le va a conferir tales poderes porque usted tan sólo los desee. Dice una antigua máxima, "como es arriba, es abajo", por tal razón, de la misma forma que el atleta entrena diariamente con voluntad inquebrantable con la ayuda de su entrenador, así propóngase usted escalar la montaña de la maestría para desarrollar las facultades superiores que moran dentro de usted. El mejor consejo que podemos ofrecerle al interesado es: busque una escuela o un grupo serio, aprenda y siga un sistema de estudio y luego practique afanosamente hasta llegar al nivel, que desea; este es el mejor modo, el más efectivo y aquel que le asegurará un desarrollo eficaz, sin peligros para su balance mental o físico.