Valoración de perforantes de la arteria epigástrica inferior profunda mediante angio-TC previa a reconstrucción mamaria. Técnica, recuerdo anatómico y datos básicos para el cirujano. Poster no.: S-0859 Congreso: SERAM 2012 Tipo del póster: Presentación Electrónica Educativa Autores: J. A. Herrero Lara, C. Caparrós Escudero, D. Martins-Romêo, R. M. Lepe Vázquez; Sevilla/ES Palabras clave: TC-Angiografía, Vascular, Anatomía, Abdomen DOI: 10.1594/seram2012/S-0859 Cualquier información contenida en este archivo PDF se genera automáticamente a partir del material digital presentado a EPOS por parte de terceros en forma de presentaciones científicas. Referencias a nombres, marcas, productos o servicios de terceros o enlaces de hipertexto a sitios de terceros o información se proveen solo como una conveniencia a usted y no constituye o implica respaldo por parte de SERAM, patrocinio o recomendación del tercero, la información, el producto o servicio. 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Definir los parámetros técnicos del estudio de angio-TC para la obtención óptima de imágenes. Características de un postprocesado adecuado para un diagnóstico preciso. Determinar las propiedades de una perforante ideal para ser usada como base para el colgajo. Revisión del tema 1) Introducción. La mastectomía es un procedimiento quirúrgico que conlleva déficits funcionales, como la imposibilidad posterior para la lactancia y la pérdida de sensibilidad de la piel de la zona. Además se acompaña de efectos psicosociales, que constituyen probablemente las consecuencias más importantes para la mujer tras el procedimiento, como son la ansiedad, la depresión y los efectos negativos en su percepción corporal y sexualidad derivados de la deformidad corporal y estética. Diversos estudios sugieren que la reconstrucción mamaria recupera la normal percepción corporal, mejorando la vitalidad, la feminidad y la sexualidad de la paciente, y repercute satisfactoriamente en su bienestar y calidad de vida. La reconstrucción mamaria se divide en dos etapas: restauración del volumen mamario, y reconstrucción del complejo areola-pezón. La restauración del volumen mamario se puede conseguir mediante implantes o tejido autólogo. Entre las ventajas de la segunda opción se enumeran la durabilidad y el mejor resultado cosmético a largo plazo. Múltiples factores influyen en la elección de la técnica, como el tamaño y el contorno de la mama nativa, la localización y el tipo de tumor, la viabilidad de los tejidos cercanos a la mama y en otras localizaciones (posibles áreas Página 2 de 17 donantes), la edad de la paciente, los posibles factores de riesgo y el tipo de terapia adyuvante. En cualquier caso se valora en la medida de lo posible como un factor decisivo la elección de la paciente. La restauración del volumen mamario usando tejido de la propia paciente incluye varias localizaciones como base para el colgajo donante, como el abdomen, la espalda, las nalgas y los muslos. En todos los casos se utiliza piel, grasa y en ocasiones músculo, y se trasfieren incluyendo un pedículo vascular o como un tejido libre sobre el que habrá que realizar una anastomosis microvascular. El colgajo pediculado miocutáneo tradicionalmente más empleado es el del recto abdominal, colgajo TRAM (transverse rectus abdominis myocutaneous), perfundido por los vasos epigástricos superiores. Dentro de los colgajos libres, o sin pedículo, se usa frecuentemente tejido miocutáneo incluyendo el recto abdominal infraumbilical, en el territorio subsidiario de los vasos epigástricos inferiores (colgajo TRAM libre). Un procedimiento en auge emplea también esta localización como área donante, pero utilizando únicamente piel y grasa irrigadas por ramas perforantes de los vasos epigástricos inferiores que atraviesan el músculo recto abdominal, es el denominado colgajo DIEP (deep inferior epigastric perforator). El colgajo dermograso DIEP no emplea tejido muscular, y se asocia a un menor número de complicaciones en la pared abdominal (incluyendo hernias, protrusiones o debilidad), menor estancia hospitalaria y reduce el coste total del tratamiento. Sería aún menos lesivo emplear tejido irrigado por la arteria epigástrica inferior superficial, que no requeriría abrir la vaina de los rectos lo que disminuiría la morbilidad en el área donante. Sin embargo estos vasos son inconstantes, y cuando están presentes su calibre es insuficiente en muchas ocasiones. El patrón de bifurcación de la arteria epigástrica inferior profunda (AEIP) y la localización de sus perforantes son muy variables, siendo la anatomía de cada individuo la que dicta los vasos en los que se va a basar el tejido donante. Se ha empleado la ecografía Doppler como técnica preoperatoria para definir el patrón de ramificación de la AEIP, aunque la identificación de las perforantes ideales únicamente ha sido posible tras completar con la disección quirúrgica. Hay evidencias de que un colgajo basado en pocas ramas perforantes tiene un riesgo menor de necrosis grasa, por lo tanto se necesita la identificación de una rama perforante de características óptimas previa a la elección del tejido. Página 3 de 17 La angio-TC de la pared abdominal es una técnica capaz de caracterizar las perforantes, con una sensibilidad y especificidad de 96-100% y 95-100% respectivamente, datos basados en estudios clínicos y en autopsias. Adicionalmente esta técnica también define el patrón de ramificación de la AEIP. En definitiva, aporta una información que ayuda a optimizar y disminuir la duración del acto quirúrgico, mejorando el pronóstico de la reconstrucción mamaria. 2) Recuerdo anatómico. 2.1. Patrón de ramificación. La arteria epigástrica inferior profunda se origina en el margen medial de la arteria ilíaca externa distal, y su trayecto adopta un sentido craneal atravesando la hoja posterior de la vaina de los rectos justo por debajo de la línea arcuata. Posteriormente se ubica entre la hoja posterior de la vaina de los rectos y el propio músculo recto abdominal. No obstante, no es infrecuente que una o ambas arterias epigástricas inferiores profundas penetren y presenten un curso intramuscular en algún segmento de su recorrido. El patrón de ramificación de la arteria epigástrica inferior profunda descrito por primera vez por Moon y Taylor ha sido ampliamente aceptado e incluye tres tipos principales. Tanto el tipo I (tronco único) como el tipo II (bifurcación en dos troncos) son más frecuentes que el tipo III (división en más de dos troncos) (figura 1). Además de estos tipos de ramificación principales existen ramas púbicas, musculares y umbilicales. 2.2. Anatomía segmentaria de las ramas perforantes de la AEIP. El trayecto de las perforantes desde su salida en la AEIP hasta el tejido celular subcutáneo y la piel se puede dividir en varios segmentos (figura 2). Como hemos comentado la AEIP se sitúa entre la hoja posterior de la vaina de los rectos y el margen posterior del músculo recto abdominal, de esta localización parten las perforantes atravesando el margen posterior del músculo y adoptando un trayecto inicial intramuscular. Este segmento intramuscular puede estar ausente si la salida de la rama perforante coincide con una intersección musculotendinosa. Tras atravesar el margen anterior del recto abdominal habitualmente la rama perforante se sitúa entre éste y la hoja anterior de la vaina de los rectos, trayecto conocido como segmento subfascial. En ocasiones este segmento esta ausente ya que el trayecto de la rama perforante cruza simultáneamente el borde anterior muscular y la hoja anterior de la vaina rectal. Página 4 de 17 Tras atravesar la vaina rectal en su margen anterior la rama se encuentra en su segmento subcutáneo, variable en su extensión y en el que existen varias anastomosis con ramas de la arteria inferior epigástrica superficial. Las ramas perforantes originadas de una AEIP con ramificación tipo II o III se pueden denominar como ramas mediales y laterales. Las ramas perforantes cuyo trayecto subfascial/subcutáneo se origina en las proximidades del ombligo se denominan por algunos autores como ramas perforantes paraumbilicales o paramedianas. 2.3. Características de las perforantes de utilidad para el cirujano (Figura 3). Los datos de la anatomía de las ramas perforantes obtenidos mediante angio-TC se usan para determinar la elección de la perforante adecuada (aquella que servirá de base para el colgajo), e influyen en el diseño de la cirugía. Hay evidencias de que un colgajo basado en pocas ramas perforantes tiene un riesgo menor de necrosis grasa. Una rama perforante con un segmento subcutáneo largo y con un calibre #1 mm. de diámetro irriga a un volumen considerable de piel y tejido celular subcutáneo. Hay que indicar cuando una perforante posee largos trayectos subfascial o intramuscular, ya que ambos requerirían una disección cuidadosa y amplia, que no es deseable ya que aumenta la morbilidad de la pared abdominal. Las perforantes con un segmento subcutáneo cuyo origen coincide con una intersección musculotendinosa son preferidas por muchos cirujanos porque habitualmente poseen segmentos intramusculares o subfasciales cortos o incluso ausentes. Las ramificaciones tipo I y II, además de ser más frecuentes, como ya hemos comentado, poseen perforantes con un trayecto intramuscular más corto que aquellas que se originan de un patrón de ramificación tipo III. Como hemos comentado las ramas perforantes que provienen de una AEIP con un patrón de bifurcación tipo II o III se pueden clasificar por su ubicación como mediales y laterales. Si tenemos en cuenta que la musculatura recta abdominal recibe su inervación lateralmente, es fácil comprender que cuanto más medial se localice la perforante menos riesgo de denervación habrá en su disección. La denervación es una complicación importante, ya que abortaría la ventaja fundamental de la técnica de colgajo DIEP, no preservando la musculatura. Se pueden usar las ramas mediales pero estas ramas laterales deben ser respetadas. Página 5 de 17 3) Selección de pacientes. La mayoría de las pacientes que han sufrido una mastectomía por padecer cáncer de mama son posibles candidatas para una reconstrucción con colgajo DIEP. Adicionalmente esta técnica se puede emplear en pacientes con defectos mamarios congénitos o postquirúrgicos o en cirugías de aumento de pecho. Dentro de las contraindicaciones absolutas se incluyen la abdominoplastia previa, antecedentes de liposucción o el tabaquismo activo (dentro del último mes previo a la cirugía). Se consideran contraindicaciones relativas la existencia de grandes incisiones previas transversas u oblicuas, con especial cuidado en casos de cicatriz postapendicectomía, ya que se han descrito casos de afectación del pedículo de la AEIP. Es preferible que la paciente haya completado cualquier tratamiento de radioterapia previamente a la cirugía. Aunque el colgajo DIEP puede tolerar los efectos de la radioterapia existen mejores resultados a largo plazo en cirugías realizadas posteriormente. Si nos referimos específicamente a las indicaciones de la angio-TC se considera una contraindicación absoluta el antecedente de una reacción anafiláctica previa al material de contraste yodado intravenoso. La existencia de nefropatías con afectación de la función renal puede excluir el uso de contrastes yodados. 4) Angio-TC de pared abdominal. Técnicas de adquisición. Como cualquier examen de TC en el que se administra contraste yodado intravenoso, debe realizarse una determinación de creatinina sérica previamente, el paciente debe acudir en ayunas de al menos 4 horas y tras leer y firmar el consentimiento informado para la administración del mismo. No debe realizarse preparación con contraste oral. El paciente se coloca en decúbito supino en la mesa de tomografía y debemos comprobar que no viste prendas que deforman el contorno de la pared abdominal. Página 6 de 17 El límite superior del volumen de adquisición se establece en unos 3-4 cms. por encima del ombligo, con límite inferior que debe permitir incluir la salida de la arteria epigástrica inferior superficial desde la arteria femoral común, usando el trocánter menor del fémur como referencia anatómica. Se utilizan unos 100 ml. de contraste yodado intravenoso, hipoosmolar y no iónico, a alta concentración (350-370 mg/ml), seguido de unos 50 ml. de suero salino fisiológico, ambos a una velocidad de administración de unos 4 ml/sg. La elección de una concentración elevada (>350 ml/sg.) permite identificar pequeñas ramas perforantes y mejorar la evaluación de los segmentos intramusculares (basado en estudios de pequeños vasos de aporte del cerebro, corazón, páncreas, hígado y pulmones). Como alternativa se puede usar contraste yodado con una concentración de 300 mg/ml a una velocidad de administración de 5 ml/sg. Otros autores emplean una única inyección de 150 ml. de contraste yodado a una concentración de unos 270 mg/ml a 4 cm/sg., sin suero salino fisiológico, alternativa útil sobre todo si no se dispone de un sistema de inyección de doble cabezal. Para optimizar el realce arterial con el tiempo de adquisición se usa la técnica de bolus tracking con el ROI (region of interest) en la arteria femoral común, debido al recorrido caudocraneal de los vasos evaluados, lo que condiciona igualmente que la adquisición se realice también en sentido caudocraneal. El momento del comienzo de adquisición se puede programar de manera automática (por encima de 100 U.H.) o manualmente. Los equipos de TC multidetector son ideales para estudios de angio-TC debido a que permiten la adquisición de datos contiguos isométricos con una estrecha colimación. Se deben ajustar los parámetros para obtener imágenes de buena calidad que permitan un diagnóstico certero con la menor radiación posible, siguiendo el principio ALARA (as low as reasonably achievable). Como datos orientativos y dependiendo del equipo, para un dispositivo de 64 detectores se puede emplear una colimación de 0.6 con un pitch de 0.9, y grosor de corte e intervalo de reconstrucción de 0.75 y 0.4 respectivamente. Utilizando 120 KV y 180-200 mAs se obtienen imágenes de alta calidad y dosis efectivas estimadas en un rango aceptable para el limitado rango de estudio. La dosis efectiva asciende a unos 6 mSv para un paciente de tamaño promedio, con un rango de adquisición de unos 30 cms. Página 7 de 17 5) Angio-TC de pared abdominal. Técnicas de postprocesado de imágenes. En primer lugar se puede usar la reconstrucción MIP (maximun intensity projection) en plano axial para demostrar los segmentos intramusculares y subcutáneos de las perforantes. De esta manera, se eligen los vasos perforantes con mejores características siguiendo los criterios ya comentados: mayor calibre, menor trayecto intramuscular y localización preferente medial/periumbilical (figura 2). Dentro de la evaluación del segmento subfascial se estudian las anastomosis con ramas de la arteria epigástrica inferior superficial. Deben examinarse igualmente la existencia de infiltración grasa muscular o de posibles diástasis o hernias. Posteriormente mediante la utilización de una reconstrucción MIP en plano coronal se determina el patrón de ramificación de ambas AEIP. Debemos ajustar en la estación de trabajo el espesor de la reconstrucción para eliminar estructuras anteriores (piel) o posteriores (arterias mesentéricas y omentales y resto de estructuras realzadas, como por ejemplo las paredes intestinales) que podrían encubrir el área de interés (figura 4). Además, para confirmar el patrón de ramificación y distinguir las ramificaciones de las arterias perforantes prominentes nos ayudaremos de los planos axiales y sagitales (figura 5). Considerando el ombligo como una posición de referencia central, la localización exacta y el curso de las ramas arteriales perforantes y el punto en el que se origina el segmento subcutáneo se señalan en la superficie cutánea de una reconstrucción 3D VR (volume rendering) (figura 6), para lo que puede ser de ayuda superponer una rejilla milimetrada (figura 7). Estas reconstrucciones deben almacenarse en el PACS y adjuntarse junto con el resto del estudio para su utilización por el cirujano. Adicionalmente a estas técnicas comentadas puede utilizarse en el postprocesado mediante VR un sistema de asignación de color a imágenes en escala de grises según su intensidad de señal, denominado como color look-up table (CLUT), con la finalidad de discriminar distintas áreas más fácilmente, basándonos en que un cambio de color brusco es más llamativo que un cambio de intensidad. Para ello se fija arbitrariamente un color fijo para una determinada intensidad en una imagen inicialmente monocroma. Otra posibilidad de postprocesado que puede ser de utilidad consiste en aportar la localización simultánea de cada perforante en los planos axial, coronal y sagital, mediante reconstrucciones multiplanares (MPR) usando un sistema de coordenadas con un cursor, así como en una reconstrucción VR coronal en la que previamente se ha Página 8 de 17 marcado el ombligo (figura 8). Así obtendremos una localización exacta en todos los planos, con una información descriptiva para el cirujano, aportando adicionalmente en cada caso las características de la perforante localizada. Images for this section: Fig. 1: Reconstrucción MIP coronal. AEIP con patrón de ramificación I (derecha) y II (izquierda). Página 9 de 17 Fig. 2 Página 10 de 17 Fig. 3: Características relevantes para el cirujano, tabla resumen. Modificado de: Phillips TJ, Stella DL, Rozen WM, Ashton M, Taylor GI. Abdominal Wall CT Angiography: A Detailed Account of a Newly Established Preoperative Imaging Technique. Radiology. 2008;249(1):32-44. Página 11 de 17 Fig. 4: Reconstrucción MIP coronal. Realce de las paredes intestinales y de sus vasos de aporte (flecha negra) que provocan una peor definición del patrón de ramificación de la AEIP derecha (tipo II) respecto a la contralateral (tipo I). Página 12 de 17 Fig. 5 Página 13 de 17 Fig. 6: Reconstrucción VR. Las flechas señalan el punto donde se origina el segmento subcutáneo de las distintas perforantes de ambas AEIP. Página 14 de 17 Fig. 7: Reconstrucción VR similar a la figura 7, sobre la que se ha superpuesto una rejilla milimetrada. Tomando como punto central de referencia el ombligo se puede calcular la distancia entre éste y el origen del segmento subcutáneo de cada perforante. Página 15 de 17 Fig. 8: Reconstrucciones VR y en planos axial, sagital y coronal, a las que se ha superpuesto un sistema de coordenadas milimetrado centrado en el origen del segmento subcutáneo de la perforante elegida. Página 16 de 17 Conclusiones La angio-TC de la pared abdominal constituye una prueba útil en el examen prequirúrgico de reconstrucción mamaria con colgajo DIEP debido a su capacidad para definir la anatomía de la arteria epigástrica inferior profunda y de sus ramas perforantes, aportando información que optimiza el plan quirúrgico y mejora el pronóstico. Su correcta realización requiere de una técnica de adquisición y postprocesado específicos. Existen una serie de datos sobre las características de las ramas perforantes de especial relevancia para el cirujano, que hay que conocer y detallar en el informe radiológico. Página 17 de 17