BTV reinventa la Televisión por Teresa Cendrós, ‘El País’ 22 agosto 1999 La cadena municipal de Barcelona se consolida como una oferta imaginativa de calidad El cineasta Manuel Huerga, director de Barcelona Televisió (BTV), anunció hace casi dos años, cuando la programación de la cadena municipal estaba a punto de arrancar, que haría «una televisión que no existe». La ha hecho. En este tiempo, BTV ha reinventado las 625 líneas y se ha consolidado como una oferta imaginativa y de calidad. Sin programas ni estrellas, y prescindiendo del modelo televisivo comercial como referente, ha logrado calar con una formula sencilla. Un formato que divide la parrilla en dos grandes apartados: la franja diurna se apoya en cápsulas cortas, de cinco minutos de duración como máximo, donde se toma el pulso a la ciudad; la nocturna se reserva para el análisis, la reflexión, la participación, la cultura, el cine de autor. Este modelo -próximo al de los canales temáticos- ha merecido recientemente la atención del Input, el más prestigioso encuentro internacional de televisiones públicas, celebrado este año en Tejas (Estados Unidos), que ha elogiado la originalidad de la propuesta y ha señalado que es un buen ejemplo a seguir por las cadenas locales, que todavía no han encontrado un patrón y muchas de ellas se limitan a imitar la fórmula de las llamadas generalistas, BTV tiene muchas singularidades. Veamos algunas. Cápsulas De nueve de la mañana a nueve de la noche, BTV ofrece un único programa, ‘BTV magazine’: una sucesión de cápsulas o clips sobre cualquier asunto, que afecte a la ciudad, claro. Este sistema convierte a la cadena en una televisión con zapeo incorporado. El telespectador no necesita mando a distancia; la pantalla le va ofreciendo historias distintas continuamente. Dice Huerga: «Al telespectador no le da tiempo de aburrirse. Cuatro o cinco minutos, que es lo que duran como máximo las cápsulas, son suficientes para no cansar a la gente». La serie queda interrumpida a las horas punta por un boletín informativo de cinco minutos y a las medias por una agenda de servicios. Se trata de una fórmula que no apuesta por la audiencia. «Detesto buscar mayorías, nuestro reto son las inmensas minorías», lanza el director. «BTV», añade, «no pretende ser por el mayor numero de personas posible, sino que sus espacios sean contemplados por el público específicamente implicado». Un ejemplo: la cadena programa los fines de semana noticiarios en media docena de lenguas extranjeras, entre ellas el árabe, el japonés y el tagalo destinados principalmente a los inmigrantes. «Somos conscientes de que el interés por estos boletines es minoritario, pero creemos ayudar así a la integración, algo que debemos hacer como televisión pública», comenta Huerga. BTV reinventa la Televisión 1 Videomatón Es el medio más directo de participación de los barceloneses en la cadena de su ciudad. Los videomatones son unos aparatos situados en distintos puntos de Barcelona que disponen de una cámara donde cualquiera que eche 100 pesetas en la ranura de la cámara puede grabar un mensaje de un minuto con la idea de que después sea emitido. Los hay de todo tipo: de felicitación, de amor, para dar a conocer secretas habilidades, de protesta. Todo cabe. El protagonista -o protagonistas- puede verse luego en la pantalla entre cápsula y cápsula, o bien en un programa, ‘Videomaton Show’, que incluye todos los jueves una selección de las intervenciones más meritorias. La Noche Éste es el título genérico que recibe la programación nocturna de BTV. El director de la cadena la define así: «‘La Noche’ (...) no tiene estructura fija, ni presentador fijo, ni nada fijo. Es un contenedor de dos horas y media de duración donde cabe todo lo que esté relacionado con un tema genérico. A cada noche le corresponde uno». Así, hay veladas para el cine, la música, la literatura, las artes plásticas, las escénicas, el deporte, las ideas, etcétera. El formato de estos espacios es totalmente abierto y echa mano de cualquier género: se pueden abordar los temas mediante reportajes, entrevistas, películas, conciertos, representaciones teatrales y debates. O incluso mezclando varios de ellos. El cine BTV presta especial atención al cine. No en vano es una cadena con un director de cine al frente. Además de dedicar una noche semanal al séptimo arte, el equipo de BTV busca cualquier excusa para incluir una película en la programación. Los filmes que ofrece BTV no tienen nada que ver con los que se ven en las cadenas comerciales. «No pasamos las películas que suelen dar las otras televisiones. En primer lugar, porque son muy caras y no las podemos pagar, pero sobre todo porque las que nos interesan son las de culto, de contenido complejo, las clásicas..., siempre que sean de calidad», puntualiza Huerga. Sólo un ejemplo: con motivo del Uno de Mayo, BTV ofreció ‘La Huelga’, primer largometraje del genio ruso Eisenstein, que data de 1924. Despedida y cierre La originalidad alcanza a la despedida. El primer indicio de que la programación se acaba llega a medianoche con el sermón de Carles Flavià, ex cura, actor y showman. «No es exactamente un editorialista», explica el director de BTV, «pero sí un pico de oro que responde bastante al prototipo de barcelonés. Por ejemplo, habla mal el catalán y el castellano, como resultado de un bilingüismo que me parece sanísimo». Al incluir la disertación de Flavià en la parrilla, Huerga quiso emular las despedidas de la primera TVE, espacios del tipo ‘El Alma Se Serena’ o ‘Últimas Preguntas’, «aunque en aquellos programas salían curas menos divertidos», compara. Tras el discursillo, BTV emite lo que Huerga considera uno de los programas más singulares de la cadena: los títulos de crédito. «Al final del día, sin límite de tiempo y con un buen tema musical de fondo, pasamos por la pantalla los nombres de todos los que han intervenido en la programación. Es como la contraportada, y me gusta porque es muy cinematográfico». BTV reinventa la Televisión 2 Para acabar, otro hallazgo: ‘Moebius’. La pantalla se llena de dibujitos (peces, pompas de jabón, preservativos) acompañados de una música relajante. «Es una forma perversa y sibilina de contraprogramar los productos de madrugada de otras cadenas», comenta Huerga. Proyectos Entre los inmediatos, está la colaboración con las prestigiosas cadenas Arte, francoalemana, y la británica BBC para realizar documentales conjuntamente. Una alianza nada usual entre grandes empresas reconocidas por sus trabajos documentales y una cadena pequeña, y local por añadidura. BTV reinventa la Televisión 3