Liliana Enriquez y Lucrecia Reta - present

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La tutoría de pares. Del fast food académico a la construcción de
una relación pedagógica singular
Especialistas Liliana Enriquez y Lucrecia Reta
Docentes e Investigadoras
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
Universidad Nacional del Comahue
Se echó al monte la utopía
Perseguida por lebreles
que se criaron en sus rodillas
Serrat
Introducción
Dar nueva forma en el siglo XXI a la Universidad pública desde el lugar que nos compete
ha sido el imperativo que originó la participación en un Programa institucional de las docentes
autoras de esta ponencia. Aludimos al Programa de Tutorías para alumnos ingresantes, Edición
2005 implementado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional
del Comahue, Río Negro, Argentina.
Tutores alumnos, alumnos ingresantes, docentes inclusivos, autoridades universitarias
comprometidas son los elementos necesarios e ineludibles de un Programa que pretende generar
un espacio institucional inédito -la tutoría de pares- cimentado en la construcción de una relación
pedagógica singular entre un tutor alumno y un alumno ingresante. Relación construida en el
1
contexto turbulento de una sociedad y una educación argentinas que apuestan sólo a la
supervivencia del más apto en el interior de las casas de altos estudios.
Saltar de la trampa de la respuesta rápida que solicitan los alumnos-ingresantes y apostar
en el marco de la Alfabetización Académica a la construcción de una relación pedagógica, a la
formación de lectores competentes, a la conformación de grupos de lectura y a la función
epistémica de la escritura en el espacio tutorial son algunos de los desafíos que intentamos
enfrentar, acorazadas en la esperanza de que otro paradigma es posible.
A modo de contexto
Uno de los fenómenos que preocupa a la comunidad universitaria de esta Argentina del
siglo XXI es la alta tasa de deserción y el fracaso de los ingresantes en la vida institucional.
Somos conscientes de que tanto una como la otra responden a múltiples factores. En el
presente trabajo sólo serán enunciados a modo de contexto del tema que abordaremos:

la coyuntura política internacional y nacional enmarcada en el neoliberalismo de los
ochenta.

las constantes crisis del sistema educativo argentino.

las convulsiones propias de la Institución Universidad Pública.

las trayectorias socioeconómicas y culturales de los ingresantes.

otros déficit de orden personal .
En muchos casos, estos factores se combinan entre sí y se potencian.
Como alternativa para
atenuar el fenómeno de la deserción y atender a la calidad
educativa y así mejorar los diagnósticos por todos conocidos, la UNCo se plantea en el 2003 el
diseño de una política. Tal como lo manifiesta el Informe 2004 elaborado "se hace necesario
emprender acciones específicas que se orienten a focalizar responsablemente alguno de dichos
órdenes de problemas factible de abordar. desde esta Universidad” (Informe, 2004: 4) Por ello, la
Secretaría Académica de la Universidad.
diseña un Programa que cuenta con la aprobación y el
financiamiento del Ministerio de Educación de la Nación: el
Programa de Retención y
Mejoramiento de la Calidad Educativa. Este está orientado hacia dos vértices: por un lado,
Capacitación pedagógica
de los miembros del Programa y por el otro encaminado a la
implementación de dispositivos de intervención destinados a mejorar la calidad educativa y
propender a reducir los índices de deserción.
2
En este trabajo, sólo
nos detendremos en el análisis de una
práctica institucional
denominada Programa de Tutorías para alumnos ingresantes, que es el dispositivo implementado
en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y que tiene como marco el Programa mencionado.
Con él se intenta a través de la implementación de diversas estrategias facilitar, ayudar, colaborar
en la permanencia fecunda del ingresante
El sujeto, de esta sociedad nuestra de cada día
En las últimas décadas, la sociedad ha experimentado profundas transformaciones de
carácter económico, político, social, y cultural con alto impacto en la subjetividad. Cambios tan
radicales, diversos y complejos, tan profundos y rápidos que son muchas veces difíciles de
metabolizar.
En nuestra sociedad se construye un nuevo orden con signos relativamente claros que
exponen tendencias colectivas, con modos de actuar y de establecer relaciones con los otros,
relativamente parecidas.
Un nuevo paradigma que se asienta en un modelo económico va
legitimando el
predominio de lo privado sobre lo público, sostenido por un discurso dominante que lo hace a
través de la palabra, los actos, los espacios, el cuerpo, las consignas, el juego. Una lógica distinta
da lugar a otras formas de ver y significar el mundo donde lo pragmático, lo visible, lo palpable y
entendible de la vida cotidiana adquiere preeminencia dejando de lado espacios de comunicación
abierta y creciente, de encuentros, de cruces, de síntesis.
Siendo consecuente con su objetivo, delinea matrices entorno al consumo con ofertas o
novedades permanentes. Paralelamente la conducta humana va generando transformaciones que
marcan la diferencia entre una época y otra. En los últimos tiempos, se rinde
culto a los
placeres individuales, a la satisfacción inmediata, a la acción por encima de la reflexión.
La cultura contemporánea asentada en el escepticismo no hace más que mostrarnos los
rostros de los constantes desencantos, por ello el sujeto debe aferrarse a un presente sin distraerse
en el pasado y menos aún mirar hacia el futuro. Este modo de conjugar los verbos en uno solo
tiempo lo lleva a desarrollar
conductas efímeras y cambios superficiales impuestas por el
mercado.
La aceleración con que se desarrollan las mutaciones actuales, la rápida obsolescencia de
las pautas, la enorme cantidad de información que recibimos diariamente genera la extraña
3
sensación de vacío dentro del sistema social, de no saber cómo opera, cómo se construye, cómo
se legitima y cómo se transforma.
Todas estas transformaciones han sido denominadas de diferentes maneras: sociedad
postmoderna, sociedad postindustrial, sociedad personalista – hedonista, sociedad neoliberal del
capitalismo globalizado.
Nos preguntamos entonces ¿cómoeste modelo de mundo impacta sobre los jóvenes,
nuestros ingresante? ¿Representan el reflejo o el efecto de las condiciones del mercado?
Aparecen los jóvenes educados por la oferta y la demanda, donde el “ahora” o el “ya” es
la regla de consumo a partir de los productos o servicios ofrecidos. En un inédito modelo
identitario, que es sostenido a su vez por los medios de comunicación,
se construye
la
subjetividad, tanto en sus vertientes conscientes como inconscientes. Las generaciones anteriores
“creían que la tolerancia a la frustración era “natural” ya que la represión que se ejercía sobre el
deseo desde temprano, llevaba a poder esperar, ahorrar, hacer esfuerzos” (Di Segni Obiols,
2004: 98)
Este modelo que apuesta al individualismo, donde las relaciones interpersonales son cada
vez más efímeras, pone como valor una trama de intereses centrada en el utilitarismo. El hábito
de lo inmediato se contrapone con el estudio a largo plazo y el vivir al día se construye
prescindiendo de las utopías. Así la educación como valor social ocupa un lugar de grado
inferior.
Una cultura académica excluyente versus una cultura académica inclusiva
El ingresante universitario es un recién llegado a la Institución universitaria, la que rara
vez lo recibe como tal. Se lo incorpora como si fuese un universitario con trayectoria recorrida y
aprobada, se omite considerar que el tránsito de la educación media a la superior involucra
inaugurar destrezas y adquirir una suerte de nueva identidad, “equivale a una aculturación”
(Bourdieu y Passeron, 2003: 38)
Este joven traspasa una puerta que está siempre abierta, ingreso irrestricto mediante, y
entra sin más a un espacio institucional complejo y desconocido.
Las nuevas reglas de juego rara vez son explicitadas y ello complica aún más la
adaptación. Dado que “a pesar de la magnitud del cambio requerido los valores y las normas de
comportamiento de las comunidades académicas se exigen pero no se enseñan” (Carlino, 2003:
18)
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Por ello, algunas corrientes identifican, como propio de la cultura académica universitaria,
lo que denominan una “cultura académica excluyente”. Sólo demanda, exige, evalúa sin formar,
sin preparar, sin capacitar y así excluye y expulsa enmascarada tras los ropajes de la educación
superior a quien no está capacitado o no alcanza a avizorar con la velocidad necesaria lo que se le
demanda. Cultura que es apetecida por los acólitos del darwinismo, pues ya para “segundo año
van quedando sólo los mejores” o abonada por los ilusos que dictan cátedra acorazados por una
ingenuidad tranquilizadora según la cual su función concluye en dictar contenidos de su
disciplina.
Se suma a ello el “extrañamiento” del que habla Ortega:
“En algunas facultades, el efecto de distanciamiento que los docentes practican como
estrategia de poder y de control en un ámbito de formalismo ahonda el “extrañamiento”
de los alumnos ingresantes frente a la Institución. Las formas en los mismos contenidos,
las forma en la interacción, ... , redundan en temores e incertidumbres, generan estilos de
adaptación que facilitan la reproducción de la forma como norma.” (Ortega, 1996:10)
Lo cierto es que podemos aceptar el desafío de formar una comunidad universitaria
cultora de una cultura académica inclusiva, aquella que tiende al desarrollo de estrategias
institucionales para favorecer la recepción del estudiante a la vida universitaria, “aquella que
entraña una actitud de acoger al forastero” (Carlino 2003: 20) aquella que pretende ayudar a los
ingresantes a acceder a lo que la universidad demanda.
¿Qué es el Programa de Tutorías para alumnos ingresantes?
En la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales se desarrolla el Programa de Tutorías para
alumnos ingresantes, una experiencia inédita dentro de la UNCo. En ella los tutores no son
miembros de los equipos de cátedra como sucede en otras Facultades, sino que son alumnos
avanzados de cada una de las carreras que se dictan: Tutores de abogacía, Tutores de
Comunicación Social y Tutores de Servicio Social. Por ello a este Programa se lo suele
denominar también Tutoría de pares. “Se tuvo como supuesto que el vínculo estudiante avanzado
– ingresante puede convertirse en un factor facilitador de la transición entre los niveles medio y
universitario de la enseñanza. Se estimó que el alumno ingresante puede capitalizar la experiencia
vivida por quienes han transitado, vivenciado y superado circunstancias y problemas similares”
(Programa de Tutorías, 2005: 3)
5
.Las actividades desarrolladas durante el año 2004, se estructuraron en tres dimensiones:
académica, institucional y socio – relacional., ya que se considera que ellas abarcan los aspectos
que pueden facilitar la adecuada inserción de los ingresantes a la Universidad.
La dimensión académica se relaciona con la asistencia y asesoramiento a los alumnos
ingresantes en aspectos pedagógicos generales: cómo encarar los estudios universitarios, cómo
tratar el material bibliográfico propuesto en las cátedras, cómo utilizar los recursos pedagógicos
(biblioteca, medios audiovisuales) y las instancias de aprendizaje (clases teóricas y prácticas,
atención de alumnos) que brinda la institución; cuáles son las estrategias que ayudan a la
comprensión de contenidos de asignatura, cuáles son los procedimientos más adecuados para
estudiar; cómo distribuir el tiempo para cumplir adecuadamente con los requerimientos
académicos y los procesos de su formación; cómo
contribuir a la formación de grupos de
estudio.
La dimensión institucional apunta a la inserción y adaptación del ingresante a la
institución universitaria: dar a conocer la organización y dinámica de la facultad, distinguir los
roles que cumplen los actores institucionales (individuales y colectivos); informar adecuadamente
algunos trámites administrativos (inscripción en materias y en mesas de exámenes, por ejemplo);
divulgar las modalidades de acreditación de las asignaturas; difundir la normativa necesaria;
asesorar respecto a cómo enfrentar el plan de estudios de las carreras de acuerdo a las realidades
personales; derivar a otras instancias institucionales los problemas que detecte, de índole
personal, familiar o económica; informar periódicamente a los docentes a cargo del grupo sobre
el desarrollo de la tutoría así como de toda cuestión de interés para el programa.
Por último, la dimensión socio-relacional estará vinculada con la inserción del alumno
ingresante en el medio social, y con la necesidad de favorecer la consolidación de nuevos
vínculos relacionales: organizar pequeños eventos sociales; facilitar la constitución de espacios
de sociabilidad; favorecer el reconocimiento de algunos lugares de la ciudad; colaborar en la
búsqueda de alojamiento; promover la integración de alumnos de distintas promociones, etc.
En la implementación del 2005 se propone una estructuración similar, pero se entiende
que es necesario fortalecer la dimensión académica debido a que durante el año 2004 las mayores
demandas de los estudiantes se orientaron en ese sentido.
De la implementación durante el 2005
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Los tutores fueron seleccionados por concurso para cubrir los cargos de Ayudantes de
Docencia Alumnos. Debieron presentar Curricul
um Vitae y leer un corpus de lectura obligatoria que compendiaba los lineamientos teóricos del
Programa. Es un cargo rentado. Fueron seleccionados según la cantidad estimada de alumnos
ingresantes en cada carrera de la Facultad: Abogacía: 8 alumnos, Licenciatura y Profesorado en
Comunicación Social: 5 alumnos. Licenciatura en Servicio Social (módulo Neuquen): 4 alumnos
y Licenciatura en Servicio Social (módulo Gral. Roca): 2 alumnos
Para la correcta implementación del Programa se planteó la conformación de un Equipo
de trabajo. Con él se intenta por un lado, romper la fragmentación de los tutores por carrera y
por otro, obtener visibilidad institucional. Tutores alumnos,
Coordinadores por carrera, un
Coordinador General y el Secretario Académico lo integran.
El Equipo de trabajo comparte un esquema conceptual referencial y operativo
(ECRO), tal como lo denomina Pichon Riviere, en los siguientes espacios de trabajo y
capacitación:

Encuentros de Pares: los tutores realizan su tarea especifica con los tutorandos-alumnos
según cronogramas consensuados y de acuerdo a las tres dimensiones que el Programa
establece.

Reuniones del Equipo de trabajo: coordinadores y tutores de todas las carreras se reúnen
quincenalmente. Estas reuniones tienen dos momentos:
-uno de coordinación: para tomar decisiones, atender emergentes, evaluar la
ejecución del
Programa. Los coordinadores de cada una de las carreras planifican y ejecutan lineamientos
básicos de acción.
-otro de capacitación:
reuniones destinadas a la Capacitación en la acción En el primer
cuatrimestre los tutores participaron de tres talleres: Estrategias de comprensión textual, La
tutoría de pares como una relación pedagógica Singular y El Informe de gestión.
El primero apuntó a desarrollar en los tutores herramientas para la coordinación de grupos de
lectura. El segundo se orientó a la definición y apropiación del rol. El último capacitó para la
elaboración de un texto que diera cuenta de lo actuado en el primer cuatrimestre.

Jornadas de Capacitación realizadas en la ciudad de Neuquén y coordinadas por el Equipo
de Coordinación del Programa de Retención y Mejoramiento de la Calidad Educativa.
Asisten los docentes de las distintas unidades académicas de la UNCo involucrados en el
Programa.
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Este Equipo llevó a cabo diversas tareas vinculadas con la difusión destinadas al interior de
la propia Facultad y a la comunidad en general. Entre las tareas para la difusión interna
mencionamos: cartelera oficial del programa de tutorías 2005, creación de una identidad gráfica
propia, volantes, presentación en formato PPS de Power Point, incluido en la página Web de la
Universidad:
http://fade.uncoma.edu.ar/Tutores.pdf.,
correo
electrónico:
tutorias_05@yahoo.com.ar, afiches. Por su parte, la difusión externa consistió en una nota en el
noticiero zonal de Canal 10, notas en Radio universitaria Antena Libre, FM Cumbre y LU 18.,
nota “Cuando la Universidad se ocupa de sus alumnos” , Diario Río Negro, 27 de mayo de 2005.
Trampa: fast food académico
Luego de un período de 15 días de funcionamiento comenzaron a llegar en los horarios
convenidos los primeros ingresantes a este espacio institucional. Algunos se acercaban a este
encuadre temporo-espacial con una cierta idea de lo que es el espacio, en tanto otros lo hacían
bajo una mirada exploratoria.
Cada uno arriba con lógicas diferentes. Quizás la cuestión más llamativa – y la que
rescatamos para esta oportunidad- fue la de aquellos alumnos que intentaban que en este espacio
se les diera una respuesta veloz a lo requerido. El ya, el ahora , el fast food académico parecía ser
lo que los tutores debían responder.
¿Qué es esto? ¿Es el alumno que preso de un narcisismo primitivo le hace suponer que su
deseo debe ser canalizado inmediatamente? Desde el universo simbólico descripto en El sujeto de
esta sociedad nuestra de cada día no hay tiempo para la espera. Sin embargo, aprender a
esperar, incorporar la tolerancia, reconocer las propias limitaciones son habilidades
indispensables que debe desarrollar el sujeto para vivir socialmente y esto se contrapone a un
universo social generalmente marcado por la desigualdad y el pragmatismo.
Esta cultura se ha desplegado ampliamente sobre el sujeto. Un sujeto creado por el
mercado donde la satisfacción y la tentación artificial de encontrar respuestas puntuales, se aparta
ante lo inconmensurable que es el conocimiento en el mundo académico. El ingresante busca que
los tutores le respondan en segundos los problemas fundamentales de las ciencias. Busca que le
resuelvan en el momento un práctico. Busca que le interpreten un fallo. Requieren en cinco
minutos conocer e interpretar el pensamiento científico. Necesidades que por cierto no son
satisfechas en el espacio tutorial.
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De mantenerse el ingresante en esta postura, diseñará su propia trampa y será invadido
por una constante frustración, por cuanto el mundo académico requiere asignarle un valor al
tiempo, al esfuerzo, la perseverancia, a postergar placer si es necesario y encontrar en el estudio
un lugar de autorrealización
Sin perder de vista la metamorfosis y la turbulencia propia en la que vivimos el Programa
Tutorías, intenta generar un puente entre el ingresante a las carreras y su Tutor, estableciendo una
relación mediatizada por la experiencia y el conocimiento adquirido por su guía. El desafío es
sostener este espacio, que se lo reconozca como propio e incluyente estructurando relaciones de
sentido que dibujen una nueva mirada en la vida académica.
Desafío: eludir la trampa
Eludir la trampa del fast food académico y aceptar el desafío de acompañar a los
ingresantes en su aculturación a la vida universitaria desde lo que creemos es ineludible en el
nivel superior están siendo la tarea que desvela al Equipo de trabajo que conformamos.
¿Cuáles son las coordenadas que compartimos y que nos amparan? El concepto de
alfabetización académica, la construcción de la tutoría de pares como una relación pedagógica
singular, la idea de la formación de lectores competentes y la necesidad de la conformación de
grupos de lectura,
la función epistémica de la escritura.
Coordenadas que emanan de la
Capacitación que como miembros del Programa hemos recibido.

“El concepto de academic literacy, 1 alfabetización académica, superior o terciaria comenzó
a desarrollarse desde hace unos 15 años en gran parte de las universidades australianas,
canadienses y norteamericanas.2 La alfabetización académica cuestiona la tendencia a
considerar que la alfabetización es un estado básico que se logra de una vez y para siempre,
un conocimiento que se tiene o no se tiene como resultado del tránsito por la escuela primaria
y secundaria. Si dicha alfabetización es una competencia que ya debe estar adquirida, un
estado ideal, aquel que no la posea al ingresar a la universidad está perdido, pues el problema
es sólo de él. Ese estado no alcanzado es “su carencia personal”. Si consideramos que la
alfabetización es un proceso, un saber que se desarrolla en contacto con los distintos
contextos y por ello
varía, entonces es posible pensar acciones desde
la institución
1
El término literacy se traduce usualmente como alfabetización, si bien en castellano tiene un referente acotado, en
inglés su referente es más amplio, pues designa al conjunto de prácticas organizadas en torno a lo escrito, en
cualquier nivel educativo
2 Entre otras, en Australia, la Universidad Edith Cowan, Universidad estatal de Westerm Australia, Universidad de
Wollongong y en Estados Unidos la Universidad de Pensilvania, Universidad de Duke, Universidad de Princeton,
Universidad de Columbia.
9
universitaria, pues el problema es también nuestro. (RETA, 2004 : 10) Esas acciones hacen
que saltemos como comunidad universitaria de la despreocupación –se deposita la causa de
los males fuera - a la preocupación -qué horror hagamos algo- y finalmente nos ocupemos
del déficit de nuestros estudiantes –diseñemos e implementemos acciones-.
Facilitar dicha alfabetización académica no es una tarea remedial, sino un objetivo
progresivo que implica que todos puedan iniciarse en los discursos académicos y profesionales,
desarrollar su potencial de aprender y adquirir las habilidades de comunicación oral y escrita
consideradas fundamentales para participar en sus futuras comunidades laborales
Para esta corriente la lectura y la escritura exigidas en la universidad se aprenden en
ocasión de enfrentar las prácticas de consulta de textos y producción discursiva propias de cada
materia pues “son indisociables de cada campo de estudios” (Carlino, en RETA Alfabetización
académica, un debate actual)
Quienes trabajamos hace años en ella, reconocemos que tras la aparente igualdad de
oportunidad en el acceso a las Universidades Nacionales en tanto públicas y gratuitas, se cubren
con un velo las más flagrantes desigualdades culturales, sociales y económicas que nos
caracterizan. Bourdieu y Passeron, en Los herederos. Los estudiantes y la cultura, lo plantean en
estos términos:
“El acceso a la enseñanza superior, que ha supuesto para algunos una serie
ininterrumpida de milagros y esfuerzos, y la igualdad relativa entre sujetos seleccionados con un
rigor muy desigual, pueden disimular las desigualdades que lo fundan” (Bourdieu y Passeron,
2003: 40)
Ocuparnos intrainstitucionalmente es una forma de demostrar que la universidad puede
implementar acciones.

Según Marta Souto, la tutoría implica la
construcción de una relación pedagógica
singular, pues “se trata de un tipo de pedagogía que tiene rasgos específicos. No es una
acción de enseñanza en sentido habitual, es decir, no se trata de impartir conocimientos, ni
siquiera de comunicarlos. Se trata de establecer una relación entre dos sujetos, tutor y
tutorando, dentro del marco más amplio de una institución de enseñanza” (Souto, 2005: 2 )
Involucra el
pasaje de la noción de enseñanza a la de formación, ya que la relación
pedagógica tutorial, aun cuando hace referencia a contenidos, debe apoyarse desde el tutor en
el sentido de realizar un acompañamiento del otro. Acompañar que redunda
en una
organización de trayectos y situaciones del trabajo formativo.
10
La relación tutorial transcurre fuera del aula en un espacio y tiempo generados ad hoc. Tiempo
compartido, donde se plantea la circunstancia epistémica o emocional que
obstaculiza el
aprendizaje.
La tutoría requiere que el tutorando esté implicado en una situación de trabajo o formación y
que el tutor se implique en la acción de ayudar al otro. Ambas implicaciones gravitan para que el
espacio relacional o espacio de interacción , el “entre nos”, quede destacado, sea si se trabaja en
forma individual - un tutor-un estudiante- o en forma grupal -un tutor-un grupo de estudiantes-.
En la relación tutorial la enmarcación social tiende a relaciones simétricas, aun desde la
diferencia de funciones. Por ello, “circula en la situación un registro emocional, se dan procesos
de identificación en sentido recíproco entre tutor-tutorando con una carga afectiva en la relación”
(Souto 2005: 3)
“Se puede hablar de una función tutorial en la institución cuando la tutoría va más allá de
una persona que la asume. Conviene ubicar la noción en el marco de dispositivos más amplios
cuya finalidad en conjunto es el desarrollo de competencias profesionales o de capacidades o de
aprendizajes escolares” (Souto, 2005: 5) El Equipo de trabajo reconoce la necesidad de cumplir
esa función tutorial y trabaja para ello.

Por formación de lectores competentes entendemos que en el espacio de trabajo luego de
sortear la trampa del fast food académico podemos trabajar para la toma de conciencia de qué
implica leer en la universidad. Y todos sabemos –los que con éxito hemos sobrevivido al
trayecto de una formación superior- que se está haciendo referencia a una “lectura sostenida,
profunda, crítica, analítica, de textos extensos, complejos, ante los que en la mayoría de los
casos es la primera vez que se enfrenta” (Arnoux, 2002: 14) El tránsito por el secundario los
ha habituado, no a todos pero sí a muchos, a una lectura veloz y superficial, a una lectura
para “zafar” . Cuesta hacerles reconocer que adquirir el hábito de la lectura es el primer
peldaño para un desempeño fecundo como estudiante universitario. Hábito que involucra no
sólo la lectura sino el desarrollo de estrategias para comprender lo que se lee. Acá el
interrogante es cómo leer y esto es algo que se debe enseñar, al menos desde lo que la
Alfabetización académica establece. Al explicitar el cómo nos convertimos en cultores de una
cultura académica incluyente, nos ocupamos de exigir, de evaluar y también de formar.
Creemos que la comprensión de un texto escrito se trata de una habilidad gradual, con
distintos niveles: el nivel superficial, el básico o de la base del texto y el profundo. “Los
niveles inferiores no se reemplazan ni se abandonan para construir niveles profundos de
11
comprensión, éste se sustenta sobre ellos: un lector excelente y experimentado construye
todos los niveles de comprensión” (Silvestri, 2004) En una secuencia normal de aprendizaje
debe transitarse obligatoriamente por los niveles inferiores si se desea formar un lector de
máxima competencia.. Este tránsito no implica un pasaje fugaz, sino muy asiduas actividades
de lectura con abundante ejercitación. Lecturas que se han de llevar a cabo con los materiales
que los miembros de los Equipos de cátedra facilitan a los tutores. Tarea programada en los
grupos de lectura coordinados por los tutores quienes cuentan con el asesoramiento de una
profesional y con el contacto permanente con los Equipos de cátedra.

Al qué es leer y cómo leer le sumamos ahora el par qué leer. En nuestro ámbito siempre se ha
de dar cuenta de lo leído. A veces en forma oral, casi siempre en forma escrita. Consignas de
prácticos, de parciales, monografías, informes son requeridos en el momento de evaluar. Pero
a esta función evaluativa y de control ejercida a través de lo que escriben los estudiantes, se le
puede sumar la consideración del potencial epistémico del proceso de composición de un
texto escrito, en tanto la escritura "es una herramienta para desarrollar, organizar, revisar el
propio saber y no sólo una forma de registrar lo que ya se sabe o lo que se dice en forma
oral” ( Carlino, 3) Así, como antes nos ocupamos de las estrategias de comprensión textual,
ahora nos detendremos en los subprocesos involucrados en el procesos de composición
textual. Planificar, textualizar y revizar desde una consigna hasta una monografía serán las
tareas en las que los grupos formados por novatos y avesados estudiantes se detendrán.
A modo de cierre
Pensamos que el espacio de tutorías puede considerarse como una utopía en tanto se
constituye como un espacio institucional para recibir al recién llegado y acompañarlo en su
primer año en la Facultad. Espacio con características dialógicas que permite que el ingresante se
transforme en sujeto de su propio proceso de formación con la compañía de sus tutores. Un lugar
desde el que se generan puentes solidarios sin descrédito de la rigurosidad de la vida académica.
Utopía que esperamos no deba huir al monte, como en el verso de Serrat, perseguida por
los lebreles amenazantes que transitan por los pasillos-corrillos, por las políticas, por los escasos
presupuestos, por...
Desde un Programa institucional y desde el convencimiento grupal intentamos que el
estudiante no se sienta extranjero en un lugar que le pertenece, la Universidad Pública Nacional.
12
Falta mucho por hacer. En ello estamos acorazados en la esperanza de que dar nueva
forma, reformar, no sólo es necesario, sino posible.
Liliana Enriquez y Lucrecia Reta
Bibliografía
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14
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