Bosquejo de los mensajes para el Entrenamiento de Tiempo Completo del semestre de otoño del 2012 ------------------------------------------TEMA GENERAL: LO QUE CRISTO ES PARA LOS CREYENTES EN SU PERSONA Mensaje uno La porción de los santos Lectura bíblica: Col. 1:12; 1 Co. 1:2, 9; 10:16-17 I. El “Padre […] os hizo aptos para participar de la porción de los santos”—Col. 1:12: A. Cristo, como Aquel que es preeminente y todo-inclusivo, es la porción asignada a los santos—v. 12: 1. La porción se refiere al lote de la heredad asignada según es tipificado por la repartición por suertes de la buena tierra de Canaán entre los hijos de Israel como su herencia—Jos. 14:1. 2. La porción asignada a los creyentes neotestamentarios no es una tierra física, sino el Cristo todo-inclusivo como el Espíritu vivificante—Col. 2:6-7; Gá. 3:14: a. Las riquezas de la buena tierra tipifican las inescrutables riquezas de Cristo en Sus diferentes aspectos como la abundante suministración provista a Sus creyentes en Su Espíritu—Dt. 8:7-10; Ef. 3:8; Fil. 1:19. b. Al disfrutar de las riquezas de la tierra, los creyentes en Cristo son edificados para ser Su Cuerpo como la casa de Dios y el reino de Dios— Ef. 1:22-23; 2:21-22; 1 Ti. 3:15; Mt. 16:18-19; Ro. 14:17. B. La intención de Dios es conducir a Su pueblo escogido al disfrute del Cristo todoinclusivo, quien es tipificado por la buena tierra que fluye leche y miel; la leche y la miel —las cuales son una mezcla de la vida animal y la vida vegetal— aluden a dos aspectos de la vida de Cristo: el aspecto redentor para nuestra redención jurídica, y el aspecto generador para nuestra salvación orgánica—Éx. 3:8; Dt. 8:8; 26:9; Jn. 1:29; 12:24; Ro. 5:10. II. “A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, los santos llamados, con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”—1 Co. 1:2: A. Cristo, Aquel que es todo-inclusivo, pertenece a todos los creyentes; Él es nuestra porción dada a nosotros por Dios—Col. 1:12. B. En 1 Corintios 1:2 la expresión de ellos y nuestro recalca el hecho de que Cristo es el único centro de todos los creyentes en cualquier lugar y situación. C. El libro de 1 Corintios revela que Dios nos ha dado al Cristo todo-inclusivo, con las riquezas de por lo menos veinte aspectos, como nuestra porción única para que lo disfrutemos—1:24, 30; 2:8, 10; 3:11; 5:7-8; 10:3-4; 11:3; 12:12; 15:20, 23, 47, 45. D. Dios determinó que, en Su economía, una persona —Su Hijo, el Señor Jesucristo— sea el todo para todos los creyentes—Mt. 17:5; Col. 3:11. E. El deseo de Dios en Su economía es darnos a Cristo como nuestra porción y forjar a Cristo en nosotros—Gá. 1:15-16; 2:20; 4:19; Ef. 3:17a. III. “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión de Su Hijo, Jesucristo nuestro Señor”—1 Co. 1:9: A. Dios nos ha llamado a la comunión de Su Hijo para que participemos de Cristo, participemos en Él y le disfrutemos como la porción que Dios nos ha dado. B. Dios nos ha llamado a la comunión del Cristo todo-inclusivo, o sea, a participar en Él; todos los creyentes debemos fijar nuestra atención en Él, sin distraernos con ninguna persona dotada, ni con ninguna doctrina que se recalque demasiado ni con ninguna práctica en particular. C. Comunión significa que nosotros y Cristo hemos llegado a ser uno—6:17: 1. Fuimos llamados a una unidad donde somos uno con Él y Él es uno con nosotros. 2. El verbo se une, usado en 6:17, es sinónimo de la palabra comunión en 1:9; esta acción de unirnos es, de hecho, la comunión. 3. Siempre que seamos un solo espíritu con el Señor, estamos en la comunión de Cristo, y le experimentamos como Aquel que es todo-inclusivo. D. La comunión significa que nosotros disfrutamos a Cristo y todo lo que Él es, y que Él nos disfruta a nosotros y todo lo que nosotros somos—Fil. 1:18; 2:17-18, 28; 3:1; 4:4, 10: 1. Fuimos llamados a una mutualidad en la que nosotros disfrutamos lo que el Hijo de Dios es, y Él disfruta lo que nosotros somos. 2. Esta comunión implica un disfrute mutuo, maravilloso y universal: el disfrute que tenemos del Dios Triuno, el disfrute que el Dios Triuno tiene de nosotros y el disfrute que los creyentes tienen los unos de los otros. E. La comunión de Cristo llega a ser la comunión que los apóstoles compartieron con los creyentes de Cristo en Su Cuerpo, la iglesia—Hch. 2:42; 1 Jn. 1:3: 1. Ésta es la comunión que nosotros disfrutamos al participar de Su sangre y Su cuerpo en Su mesa—1 Co. 10:16, 21: a. El énfasis de la mesa del Señor es la comunión de Su sangre y Su cuerpo, la participación en el Señor, el disfrute que tenemos del Señor en mutualidad, en comunión—vs. 16-17, 21. b. El Señor se entregó a nosotros a fin de que nosotros podamos participar de Él y disfrutarlo al comerle y beberle. c. Este Cristo maravilloso es nuestro todo para que le disfrutemos; todo lo que Él es, es para nuestra participación y disfrute—1:9. 2. Esta comunión incluye no sólo la unidad entre nosotros y el Dios Triuno, sino también la unidad entre todos los creyentes—Jn. 17:21-23; Ef. 4:3. F. La comunión también implica un fluir mutuo entre los creyentes—1 Jn. 1:3: 1. En el Nuevo Testamento, la comunión describe el fluir tanto entre nosotros y el Señor, como entre nosotros los creyentes—Fil. 2:1. 2. El fluir, la corriente, que tenemos en nuestra comunión espiritual incluye tanto la unidad como la vida; nuestra comunión es un fluir de unidad. 3. Esta comunión es la realidad de la vida de iglesia—1 Co. 1:2, 9. © 2012 Living Stream Ministry