CYAN MAGENTA AMARILLO NEGRO A 20 CÓRDOBA. MARTES 8 DE MARZO DE 2005 El tiempo Nubes y lloviznas Sucesos Máxima 23° Mínima 17° CRÍTICAS El ex director de la Penitenciaría dijo que puede repetirse el motín Daniel Corso pidió que lo echen del Servicio Penitenciario y denunció que el gobernador José Manuel de la Sota dijo “tonterías” porque está mal asesorado. Criticó las propuestas de cogobierno con los presos. LA VOZ DEL INTERIOR / ARCHIVO Daniel Emilio Corso trabajó en todas las cárceles de la provincia de Córdoba, salvo la de Río Cuarto y la de San Francisco. Empezó desde abajo, como oficial de seguridad, y llegó a ser director de la Penitenciaría de barrio San Martín, en la ciudad de Córdoba. “No pude aprobar la última materia”, confiesa el hombre, que todavía no fue dado de alta después de que fuera torturado y sometido a un simulacro de fusilamiento, el 10 de febrero último, cuando los internos tomaron la cárcel. Desde su casa en Villa María, Corso decidió romper el silencio y pedir que lo echen del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC). Tiene 23 años de antigüedad y necesita 25 para pedir su propio pase a retiro. “Estoy pidiendo, por favor, échenme; no quiero pertenecer a una institución hipócrita”, dijo en una entrevista con LA VOZ DEL INTERIOR. El oficial considera que la situación en el penal de barrio San Martín, después de la revuelta que dejó un saldo de dos guardias, un policía y cinco reclusos muertos, “no está controlada ni mucho menos, hay un statu quo”. Algunos interpretaron que el sangriento motín se relacionaba con el trato duro que tenía el director con los internos y con el propio personal penitenciario desde hacía unos tres meses. Al respecto, Corso dijo: “Yo siempre trabajé de acuerdo a la ley y a los reglamentos. Si a alguien se le pone que eso es ser duro, me alegro que así sea. Con el personal, siempre traté de hacer una tarea docente; eso sí, fui un jefe exigente. Creo que esa es una virtud, dentro de los chabacanos”. El ex director de la Penitenciaría defendió a la ex titular del león”, se lamentó. Cogobierno con presos Daniel Corso sufrió en carne propia los rigores de los amotinados. Ahora, critica la política carcelaria. SPC, Graciela Lucientes de Funes, porque siempre quiso reivindicar a sus hombres y reclamó medios, recursos humanos, pero todo caía en saco roto. “Lo que pasa es que hubo quienes informaban mal para arriba (en alusión al gobernador José Manuel de la Sota) y también para abajo. Lucientes era como el último emperador en la ciudad perdida; a ella también la engañaban. Los directores fuimos francotiradores, éramos ridiculizados cada vez que exigíamos un cambio. Yo decidí hacer mi autocrítica, pero hace falta una crítica institucional y una autocrítica política”, comentó Corso. El penitenciario reiteró duros conceptos que había expre- sado en un extenso reportaje con Jorge “Petete” Martínez, en el programa 5.50 de Radio Universidad Nacional de Córdoba. De la Sota equivocado “Entiendo que al señor gobernador, durante largo tiempo le han hecho decir tonterías. Le han hecho decir tonterías en el sentido de que no le han informado, por ejemplo, que no podía voltear Encausados y él anunció que lo haría. De hecho, no se volteó. Pero, por ejemplo, le han hecho decir la tontería de que cuando construya la cárcel para 2.500 internos en Cruz del Eje, va a cerrar la Penitenciaría. Yo le digo que, numéricamente, construyendo la cárcel para 2.500 (pre- sos) en Cruz del Eje, no puede cerrar Penitenciaría, porque todas las cárceles están superpobladas”, sentenció Corso. El hombre se quejó una y otra vez porque los pedidos de personal, de instrucción, de recursos humanos y materiales “siempre cayeron en saco roto. Ahora, la inversión que están haciendo en la Penitenciaría es el sueño de todo director, pero se cumple después de una pesadilla”. Recalcó también que Lucientes de Funes reclamaba mejoras y “lo hacía con énfasis, pero en algún lugar había un cortocircuito”. “Nos daban las migas o un poco menos que eso y mis compañeros siguen entrando todos los días a la boca del Corso volvió a considerarse un duro, pero aferrado a la ley. “La disciplina hay que mantenerla con firmeza y sin abuso por parte del personal ¿no?, pero esta suerte de cogobierno que se intenta, de gobiernos consensuados, de diálogo con los delegados de los pabellones, nunca ha dado resultado, puesto que si la Justicia pone a estos señores entre rejas porque son personas que en la vida en libertad no supieron respetar los límites y no supieron respetar los derechos de los otros, evidentemente que nosotros, la institución penitenciaria, tenemos que marcarles decididamente los límites y decirle ‘señores, esto no se puede hacer’”. “Espero –agregó Corso– que el gobernador o las autoridades responsables, digamos del Ministerio de Seguridad, entiendan que es necesario, así como en Penitenciaría se está haciendo, realizar extraordinarios esfuerzos por mejorar todo en materia de recursos humanos y materiales. También entiendo que debe hacerse en las cárceles del interior, en particular me atrevería a decir en la de Río Cuarto y en la de Villa María y, en último término, en la de San Francisco”. “La revuelta de la Penitenciaría se puede repetir, porque no nos olvidemos de que el 31 de diciembre quemaron siete pabellones en Bouwer, o sea que ese era el antecedente más cercano de este motín. Entiendo que se puede repetir, pero para eso hay que tomar las cuestiones básicas, hay que tomar el toro por las astas y volver a retomar el control del Servicio Penitenciario por mano de los penitenciarios, la cárcel no puede estar cogobernada por presos”, concluyó Corso. Reclamos de los abogados El titular del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia, Luis Rubio, expresó que se hacen reuniones con las cámaras del Crimen para responder el reclamo de abogados que no pueden entrar al penal de barrio San Martín a entrevistar a sus defendidos. El planteo fue impulsado por el Colegio de Abogados de Córdoba, para que “se garantice el respeto irrestricto a la dignidad de la persona humana, el derecho de defensa y la necesaria comunicación entre el defensor y su asistido”, entre otras garantías. Rubio respondió que se buscan “soluciones pertinentes a la brevedad posible”. Kelpers En su crítica a la actualidad del Servicio Penitenciario provincial, el ex director de la Penitenciaría, Daniel Corso, opinó que debe haber un guardiacárcel cada 20 internos. El día del motín eran unos 30 guardias para controlar a 1.608 reclusos. Según aquel cálculo, debió haber 80. Corso confesó que sentía que había trabajado en “un servicio penitenciario kelper o de segunda o tercera categoría”. “Lo digo desde el punto de vista de que, dependiendo del mismo ministerio, uno ve, profunda y sinceramente, con un poco de admiración y envidia cómo la Policía tiene, no digamos exceso de recursos, pero abundancia de recursos humanos y materiales. Se ve el despliegue inusitado por las calles de vehículos, en tanto que el Servicio Penitenciario es, digamos, el pariente de la Policía que está por debajo de la línea de indigencia”. CARLA BARBERO / ARCHIVO INSEGURIDAD Investigan si una banda quiso secuestrar a un ex funcionario El fin de semana fueron dos veces a su casa de Santa Rosa de Calamuchita. Durante dos días consecutivos del fin de semana pasado, una banda de delincuentes armados y encapuchados fue a un barrio privado en las afueras de Santa Rosa de Calamuchita a “buscar” a un ex funcionario provincial, en su casa de campo, y no lo encontró. El primer día, el viernes a la noche, los delincuentes coparon una casa vecina a la del ex dirigente, asaltaron a sus ocupantes, mientras esperaban que regresara su víctima, quien finalmente nunca llegó. La banda se fue y regresó al barrio al día siguiente, pese a que la Policía ya conocía sobre el asalto. Los delincuentes quisieron entrar infructuosamente al chalet del ex funcionario, pero en el inmueble estaba su empleada doméstica, quien accionó la alarma y los obligó a escapar. La Policía confirmó que el ex funcionario es Miguel Ángel Sobrero, quien hasta hace pocos años se desempeñó como secretario de Agricultura de Córdoba. Sobrero es en la actualidad directivo de la Compañía Argentina de Granos, con sede en Adelia María, departamento Río Cuarto. El hecho es investigado por personal de investigaciones de la Departamental Calamuchita y es seguido atentamente desde la Jefatura de Córdoba. “Para nosotros se trató de un simple robo calificado y se está investigando a fondo. Por ahora no hay personas detenidas. De todos modos, nada hace suponer que se trató de un intento de secuestro”, afirmó anoche a LA VOZ DEL INTERIOR el jefe de la Departamental Calamuchita, Fernando Ramírez. Sin embargo, otras altas fuentes policiales prefirieron no descartar que se haya tratado de un intento de secuestro. “Nunca hay que desechar hipótesis. El caso es extraño y el hecho de que vayan dos días a buscar a una persona, da la pauta de que los tipos andaban en algo pesado”, confió una calificada fuente. El hecho se encuadra en una ola de robos y asaltos registrados en los últimos días en distintos puntos del departamento Calamuchita. Visitantes al anochecer Todo se inició el viernes pasado a las 23.30, cuando al menos tres delincuentes –vestidos de negro, encapuchados con pasamontañas y armados con revólveres– redujeron a tres jóvenes, entre ellos una chica, que acababan de entrar a su casa de campo. Las víctimas fueron obligadas a bajar las persianas de la casa, luego de lo cual fueron maniatadas con cables y tiradas al piso en una pieza. “Venimos a buscar al fiscal que vive en la casa amarilla, justo al frente de ustedes”, dijo el jefe de los delincuentes. “No griten, quédense en el pi- Roban U$S 30 mil de una confitería Una banda de ladrones hizo un boquete en una pared de una confitería de Villa General Belgrano, en Calamuchita, y se robó una caja fuerte que contenía unos 30 mil dólares (90 mil pesos). Pese a que el robo, como ocurre con muchos hechos de este tipo, fue ocultado por la Policía, fuentes de la fuerza reconocieron que se produjo el fin de semana pasado. También pudo conocerse que el día anterior, un vecino de Santa Rosa de Calamuchita fue asaltado en su casa. El hombre fue a la comisaría a denunciar no sólo a los ladrones, sino también a la Policía. “Me estaban robando. Pasó un móvil del CAP y uno de los policías se puso a hablar con los ladrones”, se quejó el vecino en la dependencia policial. so y no nos miren”, añadió otro. Lo curioso es que esa vivienda amarilla no es de ningún fiscal, sino de Sobrero. Los ladrones –quienes usaban guantes– les dijeron a los jóvenes que esperaban al funcionario o bien a alguno de sus hijos. Sin embargo, nadie llegó a la casa amarilla. Los ladrones les robaron unos 300 pesos y algunas prendas a los jóvenes, luego de lo cual se marcharon. Antes de encerrarlos con llave, los amenazaron para que no intentaran desatarse. Tan aterrados quedaron los tres chicos que permanecieron maniatados más de siete horas. A las 8 del sábado se desataron y llamaron a la Policía. Las víctimas hicieron la denuncia en la comisaría de Santa Rosa. Si bien el comisario mayor Ramírez lo negó, este diario pudo saber que la banda regresó al día siguiente al barrio privado. Subieron al techo de la casa de campo de Sobrero y hasta incluso quisieron forzar la puerta de ingreso. En el chalet se encontraba la empleada doméstica y su marido, quienes hicieron accionar la alarma. La banda andaba en dos motos y en un Fiat 147 blanco. Fue imposible obtener una palabra del ex funcionario delasotista. “No pasó nada grave. En la familia no le dieron importancia. Es algo que no pasó a mayores”, dijo Maximiliano, integrante de la familia Sobrero. La Justicia sospecha que el siniestro fue intencional. Incendio en el Makro no fue un accidente El incendio que el 13 de febrero pasado destruyó por completo las instalaciones del supermercado mayorista Makro, de la ciudad de Córdoba, no fue accidental. Las pericias realizadas demostraron que el fuego no provino de un cortocircuito, sino de “una llama libre”, lo que hace suponer a los investigadores que el desastre habría sido intencional. Así lo revelaron ayer fuentes de la causa a LA VOZ DEL INTERIOR, quienes explicaron que la “llama libre” podría haber sido un cigarrillo, un papel encendido, un fósforo u otro elemento. Las pericias fueron realizadas por personal de Bomberos de la Policía y actualmente están en manos de la Justicia provincial. El incendio se produjo el 13 de febrero a la tarde y demandó más de un día apagarlo por completo. Las pérdidas fueron totales. Los voceros indicaron que tras descartar hipótesis, se concluyó que las llamas no habían sido causadas por un accidente. “Hay varias hipótesis. Bien pudo haber sido intencional, o un piromaníaco, o un empleado desleal, o alguien de la competencia o bien un cigarrillo que quedó mal apagado”, comentó un vocero del caso. El supermercado está ubicado en avenida Colón al 3500. La empresa estaba asegurada. Sus directivos informaron días atrás que se reconstruirá la sucursal y que seguirá operando en la ciudad de Córdoba.