Capítulo 1. Anatomía nasal: soporte óseo

Capítulo 1.
natomía nasal:
A
soporte óseo
• La estructura ósea de la nariz se compone de dos huesos
nasales semirectangulares y orientados oblicuamente, que
se extienden aproximadamente un tercio de la longitud del
dorso nasal (Figuras 1-1 y 1-2). Al ser la sustancia más resistente de la nariz, la bóveda ósea proporciona soporte y
estabilidad.
• En los adultos, la longitud promedio de los huesos nasales
es de aproximadamente 20 mm. Son más anchos en la región de la sutura nasofrontal —aproximadamente 14 mm
y más estrechos hacia el ángulo nasofrontal—, aproximadamente 10 mm. La porción más gruesa está superiormente cerca de la sutura nasofrontal, con un promedio de 6
mm, siendo más delgada en la zona inferior.
• Se deben diseñar las osteotomías para cortar a través de
zonas intermedias o de transición del espesor del hueso. Se
ha demostrado que el espesor de la región que comprende
desde la abertura piriforme hasta la raíz, a lo largo de la
apófisis nasal del maxilar, no excede los 2,5 mm, y la osteotomía puede realizarse previsiblemente con osteótomos
pequeños.1
• Cada hueso nasal articula con cuatro huesos en la cara: el
hueso frontal superiormente, el hueso etmoides superolateralmente, el maxilar lateralmente a lo largo de la abertura piriforme, y el hueso nasal contralateral medialmente.
La articulación lateral entre el hueso nasal y el maxilar no
es verdadera en la sinuosidad entre la nariz y el complejo malar, sino que se extiende sobre la pared lateronasal.
Lo que se conoce como una osteotomía de los huesos nasales en realidad atraviesa la apófisis nasal del maxilar. La
extensión superior de cada hueso es densa y dentada, formando una articulación estrecha con una escotadura en el
hueso frontal. Por el contrario, el borde inferior es delgado
pero es soportado por debajo por inserciones superpuestas
con los cartílagos laterales superiores. El borde lateral es
quizás el más importante ya que es en esta región en donde se realiza comúnmente la fractura de los huesos y se llevan a cabo las osteotomías controladas. Aquí, el hueso es
de igual forma dentado. A lo largo de la porción superior,
los bordes están biselados a expensas de la cara interna,
•
•
•
•
•
y viceversa inferiormente. El borde medial articula con el
hueso nasal contralateral y, a medida que se aproxima al
hueso frontal, se torna más grueso que su porción inferior.
Los bordes de los huesos nasales se superponen caudalmente a la extensión craneal de los cartílagos laterales superiores. De manera similar, el tabique medio comienza
por fuera de la pirámide ósea, pero continúa proximalmente por debajo de la misma.
La superficie externa de cada hueso comienza como una
estructura cóncava y se torna convexa inferiormente.
También es convexa de medial a lateral. La topografía de
la superficie interna es lo opuesto a la superficie externa,
de modo que es convexa superiormente, cóncava inferiormente, y cóncava de lado a lado.
Cada uno de los huesos nasales están cubiertos por los
músculos prócer y compresor de las narinas.
Cada hueso nasal está perforado en el centro por un agujero, que porta una tributaria venosa pequeña.
El hueso lagrimal se sitúa posterior a la articulación del
hueso nasal y el maxilar. Es el hueso más pequeño y más
frágil de la cara y está localizado en la porción anterior de
la órbita.
° Articula con cuatro huesos, incluyendo los huesos frontal y etmoidal, el maxilar, y el cornete nasal inferior. La
superficie lateral del hueso, que se encuentra frente a la
órbita, está dividida por la cresta lagrimal posterior en
una porción anterior y posterior.
Anterior
a la cresta se encuentra el surco lagrimal, que
°
se une con la apófisis frontal del maxilar. La parte superior de esta fosa contiene el saco lagrimal, mientras que
la parte inferior contiene el conducto nasolagrimal.
∆ Esto es relevante puesto que las osteotomías de la nariz atraviesan la apófisis nasal del maxilar y pueden
lesionarse si la osteotomía se sitúa demasiado posterior. La superficie medial, que se encuentra frente a
la nariz, posee un surco longitudinal, que corresponde a la cresta lateral. El área anterior al surco forma
parte del meato medio de la nariz, y el área posterior
articula con el etmoides.
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Hueso esfenoides
Agujero supraorbitario
Seno frontal
Hueso temporal
Agujero infraorbitario
Abertura piriforme
Espina nasal anterior
Hueso cigomático
Apófisis nasal del maxilar
Hueso nasal
Figura 1-1. Forma como los huesos faciales se articulan con los huesos nasales.
Hueso nasal
Hueso lagrimal
Cornete nasal media
Cornete nasal inferior
Espina nasal anterior
Figura 1-2. Huesos nasales y estructuras internas de la cavidad nasal.
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Capítulo 1 • Anatomía nasal: soporte óseo
• Las conchas nasales, o cornetes, son proyecciones óseas,
que se extienden desde las paredes nasales laterales y se
arrollan dentro de los conductos de aire (Figuras 1-2 y
1-3). Su función consiste en conducir el aire inspirado en
un flujo regular y constante a través de la superficie de
la mucosa. La mucosa está compuesta de células ciliadas
seudoestratificadas.
° Los cornetes inferiores son los huesos turbinados más
grandes y son responsables de la mayor parte de la desviación, humectación, calentamiento, y filtrado del flujo de aire. La mayor parte del flujo de aire inhalado
viaja entre los cornetes inferiores y medios.
° Los cornetes medios son casi tan largos como los cornetes inferiores, pero no se extienden tan anteriormente.
Los cornetes medios cubren las aberturas de los senos
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°
°
maxilar y etmoides. Su función es proteger los senos del
contacto directo con el flujo de aire presurizado por la
nariz.
Los cornetes superiores son estructuras más pequeñas,
que protegen el bulbo olfativo. Resguardan los axones
que perforan la lámina cribosa en la nariz.
Los tres cornetes son inervados por los receptores de
dolor y de temperatura, a través del nervio trigémino
(V NC).
REFERENCIA
1. Harshbarger R, Sullivan PK. Lateral nasal osteotomies: Implications of bony thickness on fracture patterns. Ann Plast
Surg. 1999;42:365.
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Cornete nasal inferior
Seno frontal
Cornete nasal media
Cornete nasal superior
Hueso nasal
Seno esfenoidal
Espina nasal
anterior
Lámina horizontal
del hueso palatino
Apófisis palatina
del maxilar
Agujero incisivo
Figura 1-3. Topografía interna de la cavidad nasolateral.
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