10 Consejos de Save the Children

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10 Consejos de Save the Children
Cómo ayudar a los niños a lidiar con desastres
Por Carolyn Miles, Presidente y CEO de Save the Children
Muchos padres, profesores, abuelos y quienes cuidan de niños pequeños se preocupan por cómo los
desastres pueden afectar el bienestar emocional de sus niños y buscan consejos.
Save the Children ha preparado los siguientes consejos para ayudarles. Estas ideas pueden ser utilizadas
por los adultos para ayudar a los niños ante cualquier desastre. Los consejos se basan sobre la experiencia
que Save the Children ha tenido a través de su trabajo internacional y en los Estados Unidos ayudando a
niños.
Save the Children les recomienda a los padres, profesores, abuelos y cuidadores:
1. Limitar el tiempo al ver televisión. Aunque los adultos quieren mantenerse informados sobre el
desastre, las imágenes de la televisión pueden confundir y asustar a los niños. Ver distintos reportes
del desastre puede abrumar a los niños e incluso a los adultos. Limite el número de noticias del
desastre que mire con los niños.
2. Escuchar con cuidado a los niños. Trate de averiguar qué es lo que los niños ya saben y
entienden sobre el desastre antes de responder sus preguntas. Los niños sienten estrés cuando no
comprenden bien una experiencia peligrosa. Es importante averiguar qué saben los niños
específicamente y usar esa información como un primer paso para dar la explicación que ayude a
entender la situación y así aliviar las preocupaciones infantiles.
3. Dar seguridad a los niños. Infórmele a los niños que los adultos están haciendo todo lo posible
para protegerlos y ayudar a otros niños afectados. También coménteles que si ocurre otra
emergencia, su principal preocupación será la seguridad de los niños. Asegúrese que ellos sepan que
serán protegidos.
4. Mantenerse alerta sobre el comportamiento de los niños. Quienes cuiden a los niños deben
estar atentos frente a cualquier cambio significativo en el comportamiento de los niños, incluyendo su
apetito, concentración y sueño. Deben también monitorear cambios emocionales repentinos o quejas
de dolores físicos. Si nota este tipo de transformaciones, es importante ver si continúan por un
tiempo prolongado y en ese caso, buscar ayuda profesional.
5. Entender las necesidades únicas de cada niño. Todos los niños tienen experiencias diferentes
ante un desastre. Las habilidades intelectuales, físicas, y emocionales de los niños dependen de su
edad. Los niños más pequeños dependen de sus padres para obtener información sobre el evento,
mientras que los más grandes reciben información de varios lugares, incluyendo sus amigos y las
noticias. Recuerde que los niños de cualquier edad pueden ser afectados y necesitan su amor,
comprensión y ayuda.
6. Dar tiempo y atención adicional a los niños. Los niños necesitan mucha atención para sentirse
protegidos. Juegue, hable con ellos y escúchelos. Encuentre el tiempo para hacer actividades
especiales con los niños de cualquier edad.
7. Ser un modelo para los niños. Los niños aprenden cómo enfrentar estos eventos basado en cómo
responden los adultos que los rodean. Recuerde que lo que diga a los niños sobre el evento y sus
emociones dependerá de la edad de cada uno. Les puede informar más a los niños mayores, pero con
calma.
8. Observar su propio comportamiento. Muestre empatía hacia otros que hayan sido afectados.
Enséñele a sus hijos que todos debemos ayudar y cooperar con los demás.
9. Ayudar a los niños a regresar a su rutina normal. Los niños se benefician de la rutina. Esto
incluye la hora de comer, acostarse y jugar con los demás. Los padres o cuidadores deberán
asegurarse que la escuela este retornando a su rutina normal y que no se hable mucho sobre el
desastre.
10. Sugerir a los niños el convertirse en voluntario. Ayudar a los demás puede dar a los niños una
sensación de poder y seguridad. Durante una emergencia, tanto niños como adolescentes pueden
ayudar.
Save the Children sugiere a los adultos siempre seguir las instrucciones de las autoridades pertinentes para
proteger la seguridad y el bienestar de los niños.
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